Archivo de la categoría: Fiesta y rito

FIESTA DE SAN ANTÓN. NAVALMORALEJO

SAN ANTONIO ABAD

Panel de azulejos representando a San Antonio Abad procedente de su antiguo hospital, hoy en la ermita de El Prado. Siglo XVI Panel de azulejos representando a San Antonio Abad procedente de su antiguo hospital, hoy en la ermita de El Prado. Siglo XVI

Nació san Antón en el Alto Egipto en el siglo III, retirándose al desierto y siendo el primer anacoreta y fundador de la vida eremítica en el desierto de Tebas, lugar poblado de viejas tumbas y cuevas donde se comenzaron a retirar devotos deseosos de soledad espiritual. cuenta su leyenda que el demonio le sometió a numerosas tentaciones que supo soslayar y que se representan en variadas escenas de su vida que comentaremos en otra ocasión.

Fueron tantos los discípulos que acudieron a compartir con él su vida de retiro que construyó en aquel desierto numerosos monasterios e incluso emperadores o padres de la Iglesia como San Atanasio fueron a pedirle consejo. Fue tanta su fama que al morir con ciento cinco años le pusieron el apodo de “El Grande”.

En los monasterios de los monjes antonianos y en sus hospitales, además de otras enfermedades se trataba principalmente el ignis sacer o fuego sagrado, llamado así por producir un enrojecimiento de la piel producida por la intoxicación denominada ergotismo. Estaba originado por el envenenamiento con el pan contaminado por el cornezuelo del centeno, muy habitual en la antigüedad y en la Edad Media, un hongo que también producía alucinaciones por ser uno de sus componentes el ácido lisérgico, el moderno LSD o “acido”de la psicodelia de los años 60. Algunos autores han aventurado la posibilidad de que alucinaciones colectivas y episodios de supuesta brujería de la Edad media tuvieran que ver con intoxicaciones masivas con este hongo.

Detalle del panel anterior donde aparecen los animales, de los que el santo es protector Detalle del panel anterior donde aparecen los animales, de los que el santo es protector

También ha estado vinculada a San Antón la curación de los animales y todavía el día de su fiesta el 17 de Enero se hacen bendiciones y desfiles con animales que en Talavera por su proximidad al antiguo hospital del santo se han venido celebrando principalmente en la parroquia de San Andrés. Los monjes tenían el privilegio de criar cerdos en los robledales y encinares. Durante todo el año campaba libremente en muchos pueblos el “guarro de San Antón”, que era alimentado por todo el vecindario y que se sacrificaba el día de la fiesta, por eso aparece en muchas de las representaciones del santo. Durante el siglo XVII los cerdos de sus Hospitales gozaban de derechos especiales de pasto y ya se les reconocía por la campanilla. Para algunos es en realidad la representación del diablo que tentó a san Antonio en tantas ocasiones, y para otros aparece como símbolo de la grasa que se utilizaba para fabricar los remedios que servían para tratar el ignis sacer. Otra versión dice que el demonio se le apareció en forma de jabalí y Antonio le venció y domesticó. Uno de los atributos del santo es la campanilla que lleva el lechón y que para algunos servía para ahuyentar a los malos espíritus por alusión a las tentaciones de san Antonio.

Procesión de San Antón en Navalmoralejo Procesión de San Antón en Navalmoralejo

Aparece siempre el santo como un anciano vestido con el hábito de San Antonio de sayal oscuro con capuchón. Sostiene frecuentemente un bastón terminado en forma de T. También aparece en muchas ocasiones la letra egipcia tau como símbolo del santo y de su orden. Es frecuente que se dibuje en las escenas una ermita que simboliza la vocación eremítica del santo tebano, como sucede en su representación en los azulejos de la Basílica de El Prado.

Los romanos celebraban también en Enero unas fiestas llamadas consualias en las que se pretendía librar del mal a los animales. Se coronaba a los asnos delante del altar de Júpiter y no debemos olvidar que en algunas localidades de España entre las que destaca Madrid se coronaba un rey de porqueros y un rey de los puercos.

Los animales que aparecen con más frecuencia en sus rituales y simbología son los cerdos y los equinos y hoy día todavía muchos de sus festejos cuentan con la presencia de caballos y de hogueras que a veces se saltan con ellos.

Tirándose por la "peña fariza" en Navalmoralejo el día de San Antón Tirándose por la «peña fariza» en Navalmoralejo el día de San Antón

La victoria sobre demonios y espíritus malignos es otro de los elementos característicos de este santo como justifica su hagiografía y en un santo agrario tan antiguo como éste no es raro que se invoque su protección tanto para pedir buenas cosechas y cría de ganados y para los humanos. En este sentido contamos en la comarca con un curioso ritual en el pueblecito jareño de Navalmoralejo. Sus gentes celebran la misa, bendicen a los animales y hacen procesión con el santo. Comparten después una comida y los vecinos se dirigen a un paraje cercano al pueblo donde se la gente se desliza por una piedra granítica a modo de tobogán para que el año siguiente les sea favorable en todos los sentidos. Cuando visité el pueblo me decían para poner en valor la costumbre que antiguamente se tiraba por la «Peña Fariza» hasta el médico y la guardia civil. En el lenguaje de la comarca «fariza» es tanto como «resbalosa» y farizarse o esfararse es resbalarse. El santo era también protector de varias enfermedades como la peste y la rabia.

Otros elementos comunes a esta fiesta son las hogueras que algunos interpretan como culto al sol y no hay que olvidarse que el santo y sus monjes llevaban la letra o cruz de tau símbolo de la divinidad solar egipcia y de la orden.  Aquí también hay que reseñar que San Antón protegía del rayo.

Otro día hablaremos de la abundante iconografía del santo en cerámica de Talavera procedente en su mayoría del desaparecido hospital que tuvo la orden en el barrio de San Andrés como hemos comentado ya.

RUTA DE LA ERMITA DE CHILLA Y SU GARGANTA

RUTA DE LA ERMITA DE CHILLA Y SU GARGANTA

Ermita de la Virgen de Chilla entre el robledaL
Ermita de la Virgen de Chilla entre el robledaL
En un espléndido entorno se encuentra la ermita de la Virgen de Chilla, patrona de Candeleda, pero también muy vinculada a lugares tan lejanos como Calera y Chozas o Mejorada. Cuenta la leyenda que un pastor llamado Finardo, natural de Calera, cuidando sus ganados en el entorno de su pueblo, vio como se le aparecía la Virgen en dos lugares distintos del término de esa localidad. Uno de ellos se encuentra en las inmediaciones de la Vía Verde de la Jara, y en el lugar se ha construido una nueva ermita dedicada a la Virgen, aunque se ha cambiado el nombre de Virgen de Chilla por el Virgen de la Vega. En la anterior capillita que existía en el lugar se puede ver una piedra con una curiosa inscripción  de difícil interpretación sobre la que es tradición tuvo lugar la aparición. Los caleranos, cuenta la leyenda, que en principio no hicieron caso al pastor, considerando que lo que contaba sólo eran fantasías, pero cuando éste se encontraba con su rebaño en las inmediaciones de la garganta de Chilla, tuvo lugar una nueva aparición en la que la Virgen curó una de sus cabras, lo que en este caso sí fue creído por las gentes de Candeleda porque María le estampó al pastor dos dedos en su rostro, y por ello erigieron una ermita en el lugar.

Pintura de la ermita que representa uno de los milagros de la Virgen de Chilla

Pintura de la ermita que representa uno de los milagros de la Virgen de ChillaEsa ermita de estilo herreriano ha tenido después diferentes reformas, especialmente en el siglo XVIII, que han ido conformando el estado actual del edificio. Junto a él se encuentra también la casa del santero levantada con la pintoresca arquitectura de entramado de la zona y un merendero con un pequeño refugio de peregrinos. Bajo las copas de grandes árboles, con una fuente generosa se encuentra un agradable paraje en el que también se ha instalado un altar donde se dicen las misas en las celebraciones religiosas.

El milagro de la batalla contra el turco porque son devotas las gentes de Mejorada
El milagro de la batalla contra el turco porque son devotas las gentes de Mejorada

Dentro de la ermita se encuentra la imagen de la Virgen y cuadros que refieren algunos milagros, como aquel en el que salvó a una joven de un toro que la atacaba y otro que nos explica la vinculación con el pueblo de Mejorada, pues parece ser que en el siglo XVI, cuando iban en un navío de guerra español un capitán llamado Juan Briceño con soldados de esta población, se encomendaron a la Virgen de Chilla en una situación de enfrentamiento desigual con dos barcos turcos y uno holandés y la Virgen candeledana les favoreció salvándoles de una situación de verdadero riesgo para sus vidas. Las gentes de Mejorada han tenido una gran devoción a la imagen de Chilla y siguen acudiendo en romería todos los años por un camino utilizado para ello desde hace siglos.

LA EXCURSIÓN

Plano de la excursión
Plano de la excursión

Explorando la Garganta de Chilla

 A esta garganta le da nombre la Peña de Chilla, un risco prominente que se encuentra sobre la cuerda que la delimita por el oeste. Esta zona es conocida también por encontrarse en ella el santuario de la Virgen de Chilla en las laderas. Partimos desde El Raso hacia el castro celta y en la primera curva tomamos una pista que nos conduce por otro camino hasta una explanada donde podemos dejar el vehículo si lo llevamos. Comenzamos a andar por la orilla oeste y pronto nos cruzamos con el arroyo del Chorro, que desciende formando cascadas y chorreras, dos de las cuales se encuentran cerca del camino, arroyo arriba. En la zona más alta se encuentra una majada hasta la que sube directamente una senda desde la Vega de la Zarza. Pasamos junto a un corral y luego ascendemos algo para pasar por encima de un castañar, hasta llegar a dicha vega de la Zarza en cuyo entorno se encuentran varias majadas y chozos, además de un puente de madera sobre la garganta que es mejor cruzar para seguir por la otra orilla.

Casilla con techo de escobón reconstruida en la Garganta de Chilla
Casilla con techo de escobón reconstruida en la Garganta de Chilla

Seguimos nuestro camino ascendiendo y, junto a la confluencia de los dos arroyos que bajan en ese mismo lado, encontramos restos de otras majadas. El paisaje comienza a tomar la forma típica de los cauces altos de las gargantas de Gredos con los grandes bloques graníticos rodados y la vegetación escasa que les caracteriza. Llegamos así a la vega del Enebral desde donde la pendiente se hace mucho mayor formando el gran farallón del macizo central.

Tramo alto de la garganta de Chilla
Tramo alto de la garganta de Chilla

Podemos volver por una senda muy agradable que llega hasta el mismo santuario de Chilla, junto a la fuente y el altar al aire libre que se encuentra cerca de la ermita. Bajaremos después por el camino indicado hasta el puente de Chilla para subir luego hasta El Raso.

Recorrido aproximado 17 kilómetros, 5horas

HISTORIA DE LA ERMITA Y FIESTA DE SANTA APOLONIA

HISTORIA DE LA ROMERÍA Y ERMITA DE SANTA APOLONIA

Texto de un folleto editado por el ayuntamiento y cuyo texto escribimos el Colectivo «La Enramá»

Los romeros bailan ante la ermita de Santa Apolonia Los romeros bailan ante la ermita de Santa Apolonia

Historia de una Tradición

La tradicional romería que Talavera de la Reina dedicaba a Santa Apolonia, cada nueve de febrero, se vino celebrando hasta finales de los años sesenta. Seguramente antes de que se abandonara el solar del pueblo que dio origen a la tradición; Peña del Cuervo. Era éste una de tantas aldeas que formaban el alfoz de Talavera y que se localizaba en la comarca del Berrocal. La ermita que hoy se conserva no es otra cosa que su pequeña iglesia parroquial, construida entre finales del XVI y principios del XVII. Su primera advocación fue la de San Silvestre. La aldea ya estaba prácticamente despoblada hacia finales de esta última centuria.

Pero vayamos por partes. En este solar se conoce la ocupación del hombre desde tiempos los romanos y la primera referencia histórica que tenemos se remonta nada menos que al año de 1288. Por esta época Sancho IV hizo donación de Mejorada y Segurilla a Juan García de Toledo, por los servicios prestados a la corona. En el amojonamiento entre aquéllos y Talavera podemos leer: “…e por el dicho camino viejo adelante a la asomante de Valdelenguas que va término de Talavera, e por hacer del Berrocal adelante como va a dar a la piedra de Santa Coloma, e por el dicho altor adelante como va a dar en la Torre del Almendral…” La localización no ofrece duda ya que el término de Mejorada discurre por el valle de Valdelenguas y la Torre del Almendral no es otra que la atalaya de El Casar de Talavera.

Los romeros toman posiciones en el cordel para disfrutar del día de Santa Apolonia Los romeros toman posiciones en el cordel para disfrutar del día de Santa Apolonia

A finales del siglo XV Fernando de Rojas escribe La Celestina. Para los que han querido ver en Talavera de la Reina la ciudad en la que se desarrolla la tragicomedia de Calixto y Melibea, una de las pruebas en las que apoyan su teoría es una referencia de esta obra universal. En efecto, pues en el cuarto acto, quinta escena, la vieja alcahueta ruega a Melibea que escriba una oración que conoce para curar el dolor de muelas. De esta manera intenta conseguir un escrito de su propia mano para realizar sus hechicerías de “philocaptio” con las que atraer sobre Calixto el amor de Melibea: “una oración, señora, que le dixeron que sabías de Sancta Polonia”. Curiosamente hasta nuestros días ha llegado una oración tradicional con la que se invoca a esta santa para aliviar el dolor de muelas:

Vuestros prodigios la fama/ de sanar muelas y dientes/ ha esparcido entre las gentes,/ y todo el orbe lo aclama:/ Pues, porque cobre mayor/ crédito con la verdad,/ por vuestro dolor templad/ de mis muelas el dolor.

El edificio actual, decíamos, fue la iglesia del lugar de la Peña del Cuervo. Así, en 1575, el concejo de la aldea  pide al ayuntamiento de Talavera licencia para construir un templo pues “…a causa que el lugar no tiene iglesia, lo más del año las mujeres no oyen misa, y los hombres en tiempo de invierno también se quedan sin misa por no poder venir a la villa a la oír. Y suplicaron a los dichos señores les den licencia para que, en el ejido del dicho lugar, hagan una ermita a donde los días de domingos e fiestas se diga misa”. Sin embargo, tenemos noticias de la existencia en estos parajes de una ermita conocida entonces como Santa Coloma, cuando se nombra en las cuentas de su mayordomía entre 1546 y 1650.

La ermita y finca de Santa Apolonia en una foto de Ruiz de Luna

En el deslinde mencionado con el señorío de Mejorada se alude a la ermita de Santa Coloma. Ermita que debió existir y coexistir con la de Santa Apolonia. El propio alcalde de Peña del Cuervo aclara el asunto al informarnos que los vecinos del dicho lugar aprovechan un alijar “que está cerca de la ermita de Santa Coloma, linde de tierras de vecinos de Mejorada”. Como quiera que el edificio actual de Santa Apolonia está ubicado en el mismo lugar de la petición formulada en 1575 y el límite del término discurre a poco más de un kilómetro de la misma, nos encontraríamos ante dos ermitas distintas aunque próximas. La de Santa Coloma debía ser de reducidas dimensiones. En 1867 Luis Jiménez de la Llave dice que la iglesia fue construida en aquel año por el alcalde de Peña del Cuervo, un tal Pedro Clemente. En las relaciones de Felipe II, escritas hacia finales del XVI, solo se nombra la ermita de Santa Coloma. Con esta misma denominación se recoge en las historias manuscritas sobre la ciudad en el siglo XVI y XVII.

Los músicos animan la romería de Santa Apolonia Los músicos animan la romería de Santa Apolonia

El cura de San Miguel, a cuya parroquia pertenecía la ermita en el XVIII, nos habla de la dualidad de nombres y da un dato esencial. Según el párroco “se descubre que por los años de 1540 se intitulaba Santa Coloma y siguió así más de un siglo hasta que principió a intitularse Santa Polonia, y así permanece”. El cura  añade que el paraje “es sitio delicioso y de recreación para este pueblo”. De este modo y tras la repoblación de este territorio talaverano existieron dos santas y dos ermitas en el mismo emplazamiento; Peña del Cuervo.

Jiménez de la Llave reseña que en 1809 fue casi totalmente destruida como consecuencia de haberse desarrollado en sus proximidades la famosa Batalla de Talavera, que tuvo lugar las jornadas del 28 y 29 de julio de ese año. También añade que a partir de ese momento “quedó reducida la función a colocar algunos puestos de cascajos en donde indica el camino, y se llegaba de paseo. Y solo la clase humilde, perpetua y celosa guardadora de las tradiciones, solía subir con sus meriendas hasta el pie de las ennegrecidas ruinas”. Hasta que en 1861 se restaura el templo y su culto gracias a la iniciativa de varios talaveranos, encabezado por don Juan Bautista Granés, alcalde de la villa.

Prosigue el autor describiendo con gracejo costumbrista la romería: “un extraordinario y alegre movimiento anunció desde primeras horas de la mañana que la población se preparaba a disfrutar de tan hermoso día en aquel pintoresco y agradable sitio, y muy pronto vehículos de todas épocas y clases, desde el blasonado coche de la elegante dama hasta el rústico carro del sencillo labriego, el fogoso bridón del propietario, la mula cosquillosa del tahonero, y el asno pacientísimo del aguador, comenzaron a ir subiendo gentes, que reunidas con las que a pie llegaban fueron tomando posesión de aquellos plácidos y odoríferos recuestos salpicados por el cristalino Bárrago, quien como si estuviera avergonzado de sus recientes demasías, ocultaba con mil revueltos giros sus murmurantes ondas que convertían en blanca espuma continuas y vistosísimas cascadas… Crecía en tanto cada vez más la concurrencia y puede decirse que por la tarde ya no quedaba sin salir por lo menos al camino, nada más que los absolutamente imposibilitados y la fuerza pública para la seguridad de la villa indispensable. La festiva algazara de extensos y tangentes coros en que se comía, jugaba o bailaba al son de alegres guitarras o bien repiqueteadas castañetas; la voz de los vendedores, el ruido de los carruajes y el estridor de los indispensables voladores, daban una animación indescriptible al cuadro, que semejaba a un confuso laberinto mucho más agradable que el de Dédalo… Al declinar el día se sacó en procesión la imagen de la Santa, y enseguida se emprendió el regreso con indecible animación, más con el orden y buena armonía que reina siempre en las funciones en que domina el verdadero público talaverano, cuya autoridad local había tomado, además, para que aquellos no se turbasen las medidas convenientes.

En 1967 y 1968, tienen lugar los últimos intentos para que la fiesta no se pierda definitivamente. Toma la iniciativa  el Club Taurino Talaverano que organizó, además de misa de campaña y la tradicional romería, la instalación de puestos de churros, bebidas y otros artículos. Pianillos verbeneros y por la tarde una novillada o festival taurino, especie de fiesta campera, para lo cual se instalaría una plaza portátil. En el siguiente año de 1968 el festejo se intentó llevar a otro escenario, habilitando la casilla de camineros que existía en la llamada cuesta del Cascajal, en la carretera de Talavera a La Iglesuela. La casa haría la veces de ermita engalanándola convenientemente con ramajes, colgaduras, flores y banderas.

Tras este impás de más de 33 años un grupo de entusiastas talaveranos y especialmente los colectivos Club de Excursionista Talaverano y La Enramá, han venido convocando y celebrando esta romería, ya casi olvidada por muchos de nuestros paisanos,  desde 1995. Desde el pasado año de 2002, ya plenamente consolidada, está tutelada por el Ayuntamiento de Talavera de la Reina.

Santa  Apolonia es una de esas ermitas que  tiene un camino propio desde Talavera, privilegio que tienen pocos santuarios. En este rincón resguardado y encantador, sobre una pequeña loma a caballo entre los vallezuelos de los arroyos de Bárrago y del Risco del Gato, se reunían familias y amigos. Allí compartían como buenos romeros las tortillas de escabeche, la matanza y el vino. Acudían organilleros, barcas -movidas a sangre naturalmente- y puestos ambulantes donde se vendían tostones, chucherías, frutos secos, naranjas de sangre de toro, vino y limonada. Había danzas y bailes y, por supuesto, misa solemne para acompañar a la santa, patrona de los dentistas, y pedirle salud para las muelas.

Pero Santa Apolonia también congregaba a los pueblos limítrofes. Venían gentes del Casar y de Gamonal por el camino de los Contrabandistas, que llegaba casi hasta la ermita atravesando Valdelacruz. De Mejorada bajaban paisanos por el camino de Santa Apolonia o tomando el atajo por la senda de Santa Apolonia, senda que da origen a un dicho popular en este municipio cuando dicen; “te pierdes más que la senda de Santa Apolonia.

Con los pastos de estos berrocales se alimentó ”Bailaor”, el toro que mató a Joselito. También este sitio sirvió como lazareto en época de epidemias. Como les ocurrió  a unos chocolateros andaluces que fueron puestos en cuarentena a principios del XIX ,junto con sus mercancías. A los comerciantes se les permitió marchar a los pocos días, pero la mercancía quedó bajo custodia.

El Berrocal

El entorno de Santa Apolonia nos muestra el paisaje típico de El Berrocal,
un paisaje que como su nombre indica es típicamente granítico. Un terreno pobre para el cultivo que ha sido tradicionalmente utilizado para la ganadería, con la histórica dedicación

de sus prados y encinares a la montanera del ganado porcino, esta actividad pastoril ha dejado su huella en las parideras que encontramos en la zona, una de ellas al este de la ermita. Son construcciones de mampostería generalmente dispuestas en semicírculo con los cubículos destinados a dar cobijo a las cerdas y los cochinillos, cada uno con su
pequeña puerta. Los vallados de mampostería separan las parcelas de pasto y no es extraño encontrar por estos cerros algún pintoresco chozo de pastor de planta redonda cubierto con falsa cúpula. Todavía podemos hallar algunas de las fuentecillas que antes cuidaban los pastores manteniendo las corrientes para que abrevaran sus ganados en las pilas graníticas o en pesebres de piedra de forma semiesférica. La labranza de Santa Apolonia conserva su
tentadero además de algunas construcciones tradicionales. Muy cerca, siguiendo las riberas del Bárrago hallamos las ruinas de tres pequeños molinos de agua que apenas molturaban unas semanas cuando el año era lluvioso; nada comparado con la potencia de los molinos y aceñas del Tajo en Talavera, pero que nos hacen imaginar el trasiego de las mulas cargadas con su grano a moler y el ruido de las piedras movidas por el rodezno.

La Santa

Apolonia vivió en el siglo III en Alejandría. En el año 249, siendo una anciana diaconisa, sufrió martirio en las persecuciones que desencadenó contra los cristianos el emperador Filippo el Árabe. Masas enardecidas saquearon los barrios cristianos de la ciudad ejecutando a sus moradores. Tras ser golpeada con mazas y piedras, abrieron la boca de Apolonia con  un trozo de hierro y con unas tenazas le fueron arrancando los dientes uno a uno destrozándole las mandíbulas. Quisieron obligarla a pronunciar frases blasfemas bajo la amenaza de quemarla viva. Se liberó de sus verdugos y ella misma se arrojó a las llamas. Se la representa como una bella joven, su figura se confunde con otra Apolonia martirizada en Roma durante las persecuciones de Juliano el Apóstata, vestido rojo y manto verde o pardo, con la palma, símbolo del martirio, las tenazas, dientes en una bandeja o una pira ardiendo. En España introdujeron su culto los agustinos. Patrona de los dentistas. Invocada contra el dolor de muelas y dientes.

Santa Coloma (Colomba o Columba) es una noble y virtuosa cordobesa martirizada en el año 853 en las persecuciones que tienen lugar en Al-andalus con la llegada al trono de Mohamed I. Trató de convencer a los magnates del Consejo que entendían las causas de los cristianos para que aliviaran su presión. La condenan a morir decapitada en la plaza delante del alcázar y su cuerpo arrojado al río Guadalquivir, del que salió, según cuenta la leyenda al sexto día, recogido por unos monjes y enterrado en la iglesia de Santa Eulalia. Más tarde su cuerpo fue trasladado al monasterio benedictino de Nájera donde se veneran sus reliquias. Los mozárabes extendieron su culto en la Edad Media por toda España. Se representa con la palma del martirio y las azucenas símbolo de la virginidad.

Existe otra Santa Coloma francesa martirizada hacia el año 273 en Sens y muy venerada en París. También fue decapitada tras ser arrojada a la hoguera y que la respetaran las llamas milagrosamente.

COLECTIVO LA ENRAMÁ: Miguel Méndez-Cabeza, Rafael Gómez, Angel Monterrubio

NINFAS Y FUENTES SANTAS EN LA COMARCA

LAS NINFAS

Finalizamos hoy los dos capítulos de «Ríos de Historia» dedicados a las deidades del agua, los ríos y las fuentes en la antigüedad: Ninfas, baños y fuentes santas

5.-Ara dedicada a las ninfas hallada en el siglo XVII por el padre Ajofrín en Saucedo con su descripción
5.-Ara dedicada a las ninfas hallada en el siglo XVII por el padre Ajofrín en Saucedo con su descripción

También fueron veneradas en nuestra tierra otras deidades relacionadas con las aguas como son las ninfas, asumiendo probablemente por sincretismo otro culto prerromano anterior que tenían los vettones y lusitanos, pues se distribuyen por su territorio numerosas dedicatorias, especialmente en Baños de Montemayor, donde se han hallado más de una treintena de inscripciones.

En Talavera no está relacionada su referencia con aguas mineromedicinales como el caso citado sino que solamente sabemos que el padre Ajofrín halló en el siglo XVII en el camino de La Alcoba, pero más bien en las inmediaciones de la villa de Saucedo un ara dedicada a las ninfas de la que solo existe un dibujo que reproducimos.

La dedicatoria es de una liberta llamada Alia, una esclava a la que se ha concedido la libertad, cuyo amo era un tal Nereo, nombre griego, y dice NYNFYS /ALIA / NEREI / L.VOTUM / L.A.S.M. que quiere decir “Alia, liberta de Nereo, le cumplió un voto con libre ánimo a las ninfas”.

6.-Mosaico de la villa de Saucedo que representa dos delfines con las colas entreladas en un tridente
6.-Mosaico de la villa de Saucedo que representa dos delfines con las colas entreladas en un tridente

Hay que recordar que Saucedo y La Alcoba se encuentran en parajes cercanos y a veces hubo confusión entre los restos que se hallaban en un lugar y en otro. Sí sabemos que en las cercanías había dos fuentes salutíferas, la del Piojo y la de La Tejada, y que también cerca de Alberche existe otro yacimiento cerca de una Fuente Vieja.

Aunque dedicaremos otro artículo a las muchas “fuentes santas” que se reparten por la comarca sí tenemos que decir que los romanos también tenían cultos a las “fons”, algunas de ellas con nombres que mantienen su antiguo nombre, como es la fuente Caldelas en Segurilla y que se refieren en general a fuentes medicinales que en ocasiones afloran a alta temperatura. Algunas de esas fuentes santas fueron luego cristianizadas, como es el caso de las de las ermitas de Parrillas o la Iglesuela con la advocación de Nuestra Señora de la Fuente Santa.

Otras veces estas fuentes se encuentran en cuevas que también se dedicaban a veces a las ninfas venerándolas en este “antrum” o cueva. Un ejemplo de estas fuentes santificadas lo tenemos en la cueva de la Fuente Santa en Puerto de San Vicente que para el que esto escribe se trataría de una antigua explotación minera, lo que nos hablaría de la gran antigüedad de esta mina.

Cueva de la Fuentesanta en Puerto de San Vicente
Cueva de la Fuentesanta en Puerto de San Vicente

En ocasiones las ninfas se han representado como sirenas y así es como aparecen desde hace años en los cuernos artesanales de nuestros pastores utilizados para beber en las fuentes o para llevar el “avío” del gazpacho que mezclarán con el agua.

En la misma villa de Saucedo, lugar con sauces y por tanto con humedad surgente, aparecen otros símbolos relacionados con el agua en sus mosaicos como sucede con el que representa a los tridentes de Neptuno entrelazados con dos imágenes de peces. Ya también con el agua están relacionados los restos de un completo balneario romano y ya cristianizado el lugar la existencia de una magnífica pila bautismal donde el agua sigue siendo elemento simbólico fundamental de una nueva sociedad, de una nueva religión, de una nueva cultura.

Fuente santa de Parrillas

Otra de las fuentes con un aspecto mágico en la comarca es la fuente de Mencachón, cerca de El Membrillo, a la que alude Julio Caro Baroja porque en los cronicones talaveranos aparece como una fuente a la que se encomendaban los vecinos para protegerse de las tormentas.

Fuente Santa de La Iglesuela

SANTORAL DEL BARRO: SANTA ÁGUEDA

SANTA ÁGUEDA EN AZULEJERÍA DE TALAVERA

Santa Águeda con los pechos en la bandeja como atributo junto a la palma del martirio. Ermita de Virgen de Gracia en Velada, cerámica de Talavera del siglo XVII

Esta santa nació a las faldas del volcán Etna, en la Catania de Sicilia. Su martirio sucedió como tantos otros durante el gobierno de Decio en el siglo III. El prefecto que gobernaba la isla de nombre Quintiliano, atraído por la gran belleza y la riqueza de la joven, que ya desde niña había hecho voto de castidad, intentó seducirla, pero, al resistirse la muchacha a tener relaciones con él, la encerró en un lupanar. Lo regentaba una mujer llamada Afrodisia y la santa se vio obligada a convivir con nueve prostitutas, aunque milagrosamente la mártir consiguió mantener su virginidad, al igual que santa Inés en una situación parecida. Como la santa se mantiene casta, el pretor ordena someter a Águeda a martirio dándole tormento en el potro primero y atándola luego a un poste y arrancándola los senos con unas tenazas.

Durante la noche recibe en su mazmorra la visita de San Pedro precedido de un niño con un farol. El apóstol cura sus heridas, quedando sus pechos en mejor estado que antes de ser martirizada. Como todavía seguía con vida, fue llevada de nuevo ante un tribunal que la condenó primero a ser lanzada a un suelo lleno de fragmentos de vidrio, la introdujeron después en una caja metálica con púas y por último fue quemada sobre unos carbones encendidos hasta que murió gritando de alegría y dando gracias a Dios por su martirio.

Cuadro del retablo de la iglesia de Montesclaros representando el martirio de Santa Águeda cuando le extirpan los pechos

Es curiosa la descripción de la muerte de Quintiliano según “La Leyenda Dorada”. Cuando va a examinar las riquezas de la santa para confiscarlas, se desbocan los caballos de su carruaje y cae a sus pezuñas, mordiéndole uno de ellos y dándole el otro una coz tan fuerte que lo lanzó a un río cercano y desapareció para siempre.

En Catania dicen conservar sus restos y su velo que ante la amenaza de erupción ha sido sacado en otras ocasiones en procesión alrededor del Etna. La muerte de la joven fue acompañada de terremotos y en el año de su aniversario se produjo una erupción del volcán, pero los habitantes de la región consiguieron salvar su vida gracias a una procesión con el velo de Águeda que desvió la corriente de lava.

Es por ello protectora contra volcanes y terremotos, y por extensión contra el fuego, el rayo y la tormenta. Es curioso constatar por ello que en Montesclaros, donde se celebra su fiesta el día cinco de enero, se hacen hogueras en las puertas de las casas, aunque al igual que en otros lugares este elemento del fuego es frecuente en muchas de las fiestas invernales, que en muchos casos suelen tener en sus ritos un origen pagano que más tarde fue cristianizado. Las fiestas de Santa Águeda tienen en muchos pueblos a las mujeres como protagonistas, tomando el mando de manera simbólica, por lo que se han relacionado sus fiestas con las de las antiguas matronalia romanas.

Las mujeres son las protagonistas principales en la fiesta de Santa Águeda, derivadas de las «matronalia» romanas

La santa siciliana, al igual que Santa Catalina, era de sangre noble, por lo que se la suele caracterizar ricamente vestida con la túnica talar de las nobles y la cabeza descubierta como las doncellas. Sus atributos más frecuentes, además de la palma del martirio, son los dos pechos sobre una bandeja, como en la representación de azulejos de la ermita de la Virgen de Gracia de Velada, donde aparece en uno de los retablillos laterales del siglo XVII. Las figuras son tan esbeltas que algunos han querido identificar a su autor con algún pintor del taller de El Greco. Más raro es que aparezcan otros elementos como unas tijeras con los pechos cortados, carbón incandescente, una antorcha como símbolo del fuego o el unicornio simbolizando a la virginidad.

Por supuesto, según las tradiciones populares, la santa ha sido considerada la protectora contra las enfermedades del pecho, aunque también es benéfica contra las quemaduras y la desgracia en general.

Los perros de Santa Ana

LOS PERROS DE SANTA ANA DE PUSA

Mozos vestidos de «perros» de Santana de Pusa

La fiesta de San Sebastián, de este pequeño pueblo de Valdepusa, es uno de los ritos más arcaicos que se conservan entre las celebraciones festivas de nuestra comarca.

En la madrugada del día veinte de Enero los muchachos que componían la quinta de ese año se vestían de «perros». En las épocas de mayor población del lugar llegaban a ser más de cuarenta mozos los que se disfrazaban con pieles de animales, generalmente de cabra o ternero. Los jóvenes tiznaban además sus rostros de negro, para conseguir así un aspecto más sobrecogedor. A la espalda llevaban y aún llevan colgado un gran cencerro.

Los perros llevando la imagen de San Sebastián

Había también otros personajes que protagonizaban nuestra fiesta, se trata de las vacas, dos de los muchachos se vestían también con pieles pero añadían unos cuernos a su tocado. Otros dos quintos se disfrazaban de hilanderas, es decir de mujeres con el traje tradicional con su corpiño. Estos personajes eran menos apetecidos por los mozos, que solían adjudicarse estos cuatro papeles mediante sorteo. Su principal cometido era entrar con horquillas de palo en las viviendas del pueblo descolgando chorizos con el consentimiento de este hurto festivo por parte de los dueños de la casa.

Fotografía antigua de la fiesta de San Sebastián o Los Perros de Santa Ana de Pusa con los quintos vestidos de "perro"
Fotografía antigua de la fiesta de San Sebastián o Los Perros de Santa Ana de Pusa con los quintos vestidos de «perro»

Los perros ya vestidos acechan a las mozas desde primera hora para intentar «mearlas». Deambulan por todas las calles «meando» a las solteras con una bota llena de agua. Las chicas tienen a gala hacer enojar a los mozos huyendo de ellos e intentando evitar que las empapen. Se encierran en las casas y los perros escalan muros y balcones ante la mirada condescendiente de los padres de ellas que les invitan a vino y dulces. Tradicionalmente las primeras afectadas eran las componentes de las cuadrillas que se dirigían a recoger la aceituna, labor desarrollada en esta época invernal. El vino y chorizo obtenido en el recorrido por casas y calles del lugar es compartido por todo el grupo.
En cuanto a la gastronomía, es típica la elaboración del «hornazo». Curiosamente, en este caso no es una empanada rellena de carne sino un dulce que, como muchos de los elaborados durante las fiestas de invierno, tienen entre sus componentes los anises, además de la clara de huevo con azúcar que adorna con dibujos la superficie de la masa. Las «roscas» son dulces similares pero de menor tamaño y que se destinan a invitar a las visitas en los domicilios. También se colocan dulces como «ofrecimiento» delante de la imagen de San Sebastián en la iglesia.

Los perros saltando a las casas de las mozas

A la misa acuden los perros, aunque un párroco intentó evitarlo, dadas las evidentes raíces paganas de la fiesta que luego analizaremos. A la salida se celebra la procesión con el santo que es llevado y custodiado también por los perros. La imagen va adornada con ramón de olivo del que cuelgan naranjas y roscas y detrás va el párroco y los demás asistentes a la ceremonia que recorren la «carrera» o trayecto habitual de la procesión.
Si buscamos paralelismos, podemos comparar esta fiesta con las «Carantoñas» del pueblo cacereño de Acehuche donde también se disfrazan los mozos con pieles y se persigue a las chicas, otra similitud es la aparición de un personaje disfrazado de Vaca-tora con cuernos como en Santa Ana se disfrazan las vacas. Dos ritos similares se pueden observar en lugares tan distantes como la isla de Hierro, con sus Carneros de La Frontera, o Las Trangas de Bielsa en Huesca que, disfrazados con pieles y cuernos persiguen a las Madamas en las fiestas de carnaval.
Más cerca, en San Pablo de los Montes, San Sebastián también lo celebran los quintos, la Madre Cochina es otro de ellos vestido de mujer que, en este caso, acosa a las mozas intentando levantarles la falda.

Imagen de San Sebastián con su decoración vegetal y otros elementos típicos de un rito de fertilidad
Imagen de San Sebastián con su decoración vegetal y otros elementos típicos de un rito de fertilidad

Es curioso constatar como en el valle del Pusa se celebra también San Sebastián con ritos que tienen cierta similitud en Malpica de Tajo, capital del Señorío de Valdepusa, y también en Los Navalucillos, en la cabecera del mismo río.
En la primera de estas localidades son protagonistas los «morraches» vestidos con trajes multicolores, caretas y cencerros, y aunque no hay vaca sí sale un toro de fuego. En Los Navalucillos «los marraches» salían en grupos cada uno con su vaquilla e intentan tiznar a las mozas.
Son todos rituales de fertilidad anteriores al cristianismo. Los Perros es una fiesta que podemos clasificar entre todas aquellas celebraciones invernales en las que aparece la vaca o vaquilla «la vitula» romana. Sería uno de los ritos que Caro Baroja relaciona con las fiestas de las Kalendae romanas que, en Enero, se dedicaban al dios Jano. Pero puede que hundan sus raíces en ritos de fertilidad todavía más antiguos asociados con las culturas de pueblos pastoriles prerromanos. La zona central de la meseta peninsular y Extremadura es la más rica en este tipo de fiestas. El padre Flórez señalaba cómo en los primeros siglos del cristianismo se castigaba con tres años de penitencia a los que a primeros de año se vistieran de ternera o de becerro. Más curioso por la coincidencia con nuestro rito santanero es el texto de Asterio de Amasea en el que insiste en la vergüenza de los disfraces femeniles que llevaban hasta los hombres más valientes durante estas fiestas, disfraces tales como el de hilandera.

 

Niños disfrazados de perro en la fiesta de San Sebastián de Santa Ana de Pusa
Niños disfrazados de perro en la fiesta de San Sebastián de Santa Ana de Pusa

También Caro Baroja aporta un texto sumamente significativo de San Isidoro de Sevilla: “Instituyó la Iglesia el ayuno de las calendas de Enero a causa de un error propio de la gentilidad. Fue Jano cierto príncipe de los paganos, por el que se ha dado el nombre al mes de enero y al que los hombres inexpertos, honrándole como a un dios, otorgaron honores religiosos y le consagraron un día con fiestas suntuosas y regocijos. Así los míseros hombres y lo que es peor, los mismos fieles, durante ese día, adquiriendo monstruosas apariencias , se disfrazan a manera de fieras, otros toman aspecto mujeril, afeminando el suyo propio…hacen gritería y danzan…y la turba de depauperado espíritu se excita con el vino.”
San Sebastián era centurión de la guardia pretoriana del emperador Diocleciano y consolaba y alentaba a los cristianos que conducía al martirio. Delatado, fue ejecutado asaeteado por lo que en su iconografía aparece un joven con varias flechas clavadas y atado a un árbol o columna. Se recuperó de sus heridas mortales y fue de nuevo muerto a golpes.
Es invocado contra la peste y las epidemias en general, y a ello tal vez deba su difusión. La celebración de su fiesta el veinte de Enero ha servido para enmascarar y cristianizar innumerables rituales de invierno paganos anteriores a la cristianización.

Los perros «meando» a las mozas

 

RUTA: UNA VUELTA POR EL ENTORNO DE LAGARTERA

RUTA: UNA VUELTA POR EL ENTORNO DE LAGARTERA

 Recorrido aproximado 8 kilómetros, 2 horas y media

Hornacina del Calvario de Lagartera

 Podemos dar un agradable paseo por el extrarradio de Lagartera conociendo algunos elementos de interés de su paisaje y su patrimonio. Para ello preguntaremos por el camino que va hacia el calvario. En dirección sureste, tomaremos a la izquierda la senda que entre olivares va siguiendo las cruces graníticas de las estaciones del viacrucis. Las tres cruces de la estación del calvario se levantan sobre un plinto también de piedra cerca del que podemos ver un pequeño altarcillo en forma de hornacina coronada por una cruz, y junto a él una roca completamente enjalbegada donde suelen dejar pequeñas cruces hechas de palitos de olivo o de hinojo los lagarteranos que suben hasta aquí haciendo el viacrucis. Vale la pena detenernos en estas alturas desde donde se contempla el núcleo histórico oropesano que destaca al este, el murallón de Gredos al Norte y el caserío de Lagartera delante de nosotros, dominando sobre él la esbelta torre de la iglesia. Al sur se adivinan las sierras jareñas. Seguir leyendo RUTA: UNA VUELTA POR EL ENTORNO DE LAGARTERA

SANTUARIOS DE LA CERÁMICA DE TALAVERA Ermita de la Virgen de las Fuentes en San Juan del Olmo (Ávila)

SANTUARIOS DE LA CERÁMICA DE TALAVERA

Ermita de la Virgen de las Fuentes en San Juan del Olmo (Ávila)

San Pedro de Alcántara en un panel de azulejos de la ermita de la Virgen de las Fuentes

Hoy nos vamos a ir a la Sierra de Ávila, cerca del valle del Amblés. Aunque nuestro objetivo es conocer la cerámica de Talavera que se encuentra repartida por todo el territorio nacional, la Ermita de nuestra Señora de las Fuentes en el municipio de San Juan del Olmo cuenta con otros atractivos que vamos a comentar.

Una de las fuentes de la ermita de la Virgen de las Fuentes

La ermita se sitúa en uno de esos parajes mágicos que desde siempre han tenido una especial atracción para el ser humano. Está en la misma Cañada Leonesa Occidental y junto a ella pasaron y descansaron millones de ovejas merinas que formaban los rebaños que iban a Extremadura a aprovechar los pastos de invierno o que volvían para pastar en los prados serranos en verano. El ganado vacuno avileño famoso por su calidad es también muy abundante en esta tierra vettona que tan cerca tiene ese gran yacimiento de Ulaca.

Capillita de la Virgen de los Arrieros

Pero no solo fue lugar de paso para el ganado, sino que también discurrían por el paraje muchos arrieros con sus mercancías y de hecho hay en el muro oriental una pequeña hornacina con una imagen muy deteriorada de madera llamada la Virgen de los Arrieros, y ante ella se postraban cuando pasaban con sus recuas de mulas, rezaban una oración y dejaban alguna perrilla. Al norte de la ermita se sitúa la necrópolis altomedieval de La Coba cuyos sepulcros labrados en la piedra nos confirman la antigua y persistente población de este territorio.

Decoración en las pechinas de la ermita de la Virgen de las Fuentes

Pues bien, la construcción se levanta junto a dos bonitas fuentes y de ahí el plural de su advocación. Es la típica ermita instalada sobre una surgencia de agua, lugares que desde tiempos prehistóricos han alojado diferentes deidades en alguno de estos locus amoenus donde tan frecuentemente la mentalidad popular ha referido apariciones marianas. Como ejemplos cercanos podemos señalar casos similares como la ermita de la Virgen de la Fuentesanta en la Iglesuela o en Parrillas, o en la propia ermita de Piedraescrita, en la que junto al altar había otra surgencia de aguas y nacimiento de ríos, en ese caso el Gévalo, y en el de la Virgen de las Fuentes el río Almar. Y es que además, en el lado de la epístola del presbiterio hay un pequeño pocillo donde mana agua que era muy demandada por las mujeres de la zona porque tenían la creencia de que bebiendo de ella sería más fácil quedar embarazadas.

Chiqueros de la rústica plaza de toros de la ermita

Por otra parte, el templo actual construido en 1669 parece que se levanta sobre otro que estaría datado en el siglo XII o XIII y que habría tenido una imagen más antigua. En el exterior se sitúa al norte la casa del santero y al noroeste, en unos prados cercados, una rústica plaza de toros con su tribuna granítica de autoridades y los chiqueros, pues al igual que junto a la Virgen del Prado de Talavera en Las Mondas se hacían concurridos festejos taurinos.

Ermita de la Virgen de las Fuentes

El templo se tuvo que reformar a principios del siglo XVIII y cuenta con una sola nave adornada con buenos retablos y algunas imágenes de cierto valor, así como una buena reja, pinturas barrocas murales y yeserías, algunas de ellas muy curiosas como el tetramorfos de la capilla mayor.

Pavimento de azulejaría talaverana en el camarín de la Virgen

El camarín está cubierto de pinturas y yeserías algo deterioradas y tiene el suelo de azulejería talaverana instalada en el año 1759, aunque el motivo de su ornamentación es el típico florón que decoró El Escorial y otros palacios reales desde el siglo XVI, cuando parece que lo diseñó el famoso ceramista talaverano Juan Fernández.

Junto al retablo de la capilla mayor se puede observar en el piso un jarrón de azucenas en azulejería, símbolo de la pureza de María, muy gastado pero que por sus motivos barrocos nos recuerda al de la sacristía de la ermita de la Virgen del Prado de Talavera.

Jarrón de azucenas en el pavimento de la ermita

Solamente tenemos una imagen figurada de azulejería talaverana en esta ermita. Puede que formara parte del frontal del altar mayor o de alguno de los altares laterales y representa a San Pedro de Alcántara arrodillado sobre unas nubes en hábito franciscano y orando ante el crucifijo y la calavera. Entre nubes aparecen unas cabezas aladas de querubines en un rompimiento de gloria y al fondo se ve un paisaje con una casa un río y montañas. La escena se enmarca arriba y abajo con cinta bicolor de azul y blanco con flores y hojas. Policromía en manganeso, verde amarillo, azul, blanco y anaranjado.

ANIMEROS Y ANIMERAS , ARTESANÍA Y GASTRONOMÍA DE VALDEVERDEJA

ANIMEROS Y ANIMERAS , ARTESANÍA Y GASTRONOMÍA

Decoración de las alabardas de los animeros

Si algún rito festivo es especialmente frecuente en los pueblos de la comarca de Talavera ese es el de las soldadescas, lleven o no ese nombre. Se trata de celebraciones de origen pagano muy vinculadas a las fiestas invernales y que en muchos casos fueron asumidas por cofradías de ánimas.

Bailando la Bandera en el carnaval de Ánimas

En Valdeverdeja podemos ver a los jóvenes de ambos sexos vestidos con los trajes tradicionales, en la mujer en sus dos versiones de novia y de labradora. Cuando el Domingo de Carnaval o Domingo del Gallo acaba la misa,los animeros y animeras suben en grupo hacia la plaza seguidos de las autoridades locales y otros asistentes. Evolucionan luego en desfile multicolor frente al ayuntamiento con sus albardas adornadas con cintas multicolores y después el abanderado baila la bandera al ritmo del tamborilero en una vistosa ceremonia que se completará por la tarde con el ofertorio en el que por parejas se hacen sus donativos y las señoras de la Asociación de Nuestra Señora de los Desamparados organizan un convite.

Dos parejas de animeros y animeras con su preciosa indumentaria

En Semana Santa se celebraba con gran devoción la Procesión del Encuentro. Las fiestas patronales son el tres de Febrero en honor de San Blas, aunque para celebrar una fiesta veraniega se instituyó hace unos años la fiesta de la Confraternidad o “fiesta de verano” simplemente. La romería a la ermita de la Virgen de los Desamparados se hace el primer fin de semana de mayo y con ese motivo se celebra un certamen de bailes regionales.

Los animeros y animeras evolucionan por la plaza de Valdeverdeja

PUEBLO ARTESANO

Valdeverdeja fue siempre pueblo de artesanos, aunque la emigración y el abandono de las labores agrícolas ha hecho desaparecer la mayor parte de ellos. Ya no quedan ceramistas de basto, telares, hojalateros, espartero o albarderos, solamente se siguen realizando labores y bordados aunque también trabaja algún herrero y los verdejos han sido siempre excelentes canteros y molineros.

Alfarería tradicional verdeja

GASTRONOMÍA

Estamos en tierras casi extremeñas y la cultura del cerdo debe notarse en la gastronomía con platos tan matanceros como la cachuela o la chanfaina. El mundo pastoril se refleja en las migas o en las sopas canas. Para postre, los dulces tradicionales como las floretas, las roscas y mangas de las bodas, las perrunillas y los mantecados. Un plato tradicional, dada la vinculación de Valdeverdeja con el río y los molinos con sus cañales de pesca, era, por ejemplo, las anguilas fritas o en salsa.

PEPINO Y CERVERA, DOS FIESTAS Y DOS ENCINAS

DOS FIESTAS POR SAN BLAS:

San Blas en Pepino

En los dos pueblos que visitamos hoy se celebra San Blas el 3 de Febrero.

En Cervera se sale de ronda por el pueblo cantando y se lanza pelusa de las espadañas en las calles, un ritual muy antiguo de los llamados de “agravio” que se dan especialmente en las fiestas de invierno.

Lanzando la pelusa en Cervera de los Montes

 

También es significativo que en las dos fiestas se adorne con roscas, cintas y frutos la imagen del santo, lo que nos sugiere que esto es más bien un ritual de fertilidad cristianizado con la advocación de San Blas, protector contra las enfermedades de la garganta cuya devoción se extendió desde antiguo debido a la gran mortandad ocasionada por infecciones como la difteria, que acababan con la vida de muchos niños.

Dando el palo al chozo en Pepino

Otro aspecto de raíz pagana de la fiesta es el gran fuego que se hace en Pepino, el llamado “chozo”, al que se dan palos para que salten chispas, lo que dará buena suerte al año siguiente al que lo hace. Fuego, frutos, pelusa…como vemos, elementos que poco tienen que ver con el santo obispo.

Encina monumental de Meregil en Cervera

Y DOS ENCINAS

La encina de Meregil en Cervera

También nos acercaremos, como indica el plano, hasta la encina Meregil, un ejemplar monumental de este árbol al que se llega por un agradable sendero señalizado y cuyo corazón se haya deteriorado por haberse aprovechado para extraer de él la madera para hacer los badajos de los cencerros.

Se encuentra sobre un plinto redondo de piedra y desde el lugar se contempla una espléndida vista sobre la zona occidental de la sierra de San Vicente y el valle del Tiétar con el farallón de Gredos.

Detalle del «corazón» de la encina Meregil

La encina de Doña Germana en Pepino

Es curiosa la leyenda de esta encina monumental que se encuentra a algo más de tres kilómetros de la población de Pepino en dirección este por el cordel que une esta localidad con San Román de los Montes.

No sabemos por qué se dice que en ella se columpió doña Germana de Foix, la bella y joven noble francesa que se casó en segundas nupcias con Fernando de Aragón tras la muerte de su esposa Isabel la Católica.

Precisamente murió el rey en Madrigalejo, en la provincia de Cáceres cuando para que pudiera yacer con la muchacha, al ya anciano rey le dieron un brebaje compuesto de hierbas y testículos de toro, y a la mañana siguiente amaneció muerto, vamos que falleció víctima de un «viagrazo».Encina de doña Germana en término de Pepino

Puede que en alguno de los viajes de la corte pasaran los monarcas por Talavera y se columpiara en la vetusta encina doña Germana, ¿quién lo sabe? Lo que sí es cierto es que la joven reina tuvo tras la muerte del rey Fernando una apasionada relación con su nietastro Carlos V de la que nació una hija bastarda.

Está el árbol monumental en la misma linde del camino y su tronco está hendido en dos. Su copa es más frondosa y globular que la de la encina Meregil.

Cerca de ella hay otra encina peculiar llamada en Pepino «La Tiesa» por estar podada de forma que ha alcanzado gran altura.