SUBIDA AL PUERTO DEL PEÓN

SUBIDA AL PUERTO DEL PEÓN

En nuestra subida podemos observar el espaldar de los Galayos desde el camino al puerto del Peón

 Nace el río de Cantos en la zona del espaldar de Los Galayos, risquera de grandes agujas apropiadas para la escalada de la que hablaremos más adelante, y en las elevaciones cercanas al Puerto del Peón, hasta el que sube una senda que en algunos tramos se convierte en camino bien calzado, y cuyo recorrido es relativamente suave desde El Hornillo hasta coronarlo.

El brezo es la flora dominante en el camino de subida al puerto del Peón

Es también una bonita excursión en la que podremos disfrutar de unas hermosas vistas sobre la vertiente norte de la sierra y desde donde, si lo deseamos, en un paseo agradable por la cuerda también podremos acercarnos entre cabras monteses hasta la cumbre de La Mira.

Puerto del Peón desde La Atalayuelas

Cerca del pueblo y del inicio de nuestra excursión, el río Cantos cuenta con parajes de gran belleza y en él podemos disfrutar de pozas en un entorno pintoresco como el Charco Verde o la muy conocida charca de La Francisca, con una fuente dedicada a las truchas y por la que se pasa cuando por una carretera forestal nos dirigimos a los prados de Mingo Fernando, un paraje de los más accesibles si desde allí queremos ascender a otros lugares de la garganta o al espaldar de Los Galayos.

Puerto del Peón

También en el entorno del Hornillo se encuentra el Ríocuevas, en el que se encuentran unas hermosas chorreras sobre grandes moles graníticas por las que se desliza el agua.

Chorreras del Ríocuevas

Cerca de ellos en el camino de ascenso a las chorreras hay ejemplares de pino autóctono de grandes dimensiones.

Grandes pinos de Ríocuevas

UN PASEÍTO POR EL HORNILLO

EL HORNILLO

Rollo jurisdiccional de la villa de El Hornillo

Otro de los afluentes que van a desembocar al río Arenas es el río o garganta de Cantos, que en su tramo más alto se denomina arroyo de Pinarejos.

Puente sobre el río Cantos en El Hornillo

Esta corriente de agua se encuentra vinculada a El Hornillo, otra pequeña población que históricamente fue aldea de Arenas de San Pedro hasta su emancipación por privilegio de villazgo en 1752, aunque ya en el siglo XII hay en una relación de aldeas abulenses una referencia a El Hornillo.

Una de las fuentes de El Hornillo

La arquitectura popular, el rollo jurisdiccional, la ermita de San Marcos o las fuentes del casco son algunos de los atractivos de El Hornillo, ya que la iglesia parroquial es de moderna construcción.

Flora en las orillas del río Cantos junto al Hornillo

LA IGLESUELA DEL TIÉTAR

LA IGLESUELA DEL TIÉTAR

La Iglesuela con Gredos al fondo

Vamos a recorrer hoy la zona más septentrional de la Sierra de San Vicente, visitando un pueblo que, aunque están actualmente incluidos en el territorio de Castilla-La Mancha, históricamente formaron parte del alfoz de la poderosa ciudad de Ávila.

La Iglesuela se encuentra en pleno valle del Tiétar y su término asciende incluso por las laderas de Gredos. Perteneció al señorío de La Adrada hasta que se independizó como villa a mediados del siglo XVII.

Ayuntamiento de La Iglesuela

Debemos dar una vuelta por el casco urbano y observar su arquitectura popular, de la que todavía quedan no pocos edificios con las características típicas de las construcciones serranas abulenses. Los tejadillos voladizos, las balconadas de algunas fachadas y los perfiles largos de los tejados, con escasos huecos en sus muros graníticos, son algunas de las características más significativas.

Arquitectura popular de La Iglesuela

Otra peculiaridad de La Iglesuela es la abundancia de fuentes tanto en el casco urbano, donde llevan el nombre del barrio en el que se sitúan, como en los alrededores. Casi todas están abovedadas con sillares de piedra y tienen lavaderos o pilones para beber el ganado, también labrados en el mismo material. Junto al pueblo, en las agradables praderas de El Ejido hay varias, una de ellas algo más ornamentada y con un largo abrevadero para facilitar el acceso a los rebaños numerosos de ovejas.

Una de las fuentes de La Iglesuela

La iglesia parroquial es del siglo XVI construida en estilo herreriano, aunque no hace honor al nombre del pueblo, ya que no es ésta una “iglesuela” sino más bien un templo de interés con grandes proporciones, especialmente la torre. Su perfil es peculiar por ser de menor altura la nave principal que la capilla mayor.

Vista de la torre de la iglesia y el caserío de La Iglesuela

La construcción es de buena sillería con bóvedas de crucería y altos pilares octogonales que separan las tres naves. La capilla bautismal es una pequeña dependencia granítica con bóveda de cañón, mientras que una hermosa cúpula de sillería cubre la capilla mayor. Es de resaltar también el pórtico y el atrio que rodea al templo.

Capitel y zapata de la iglesia de La Iglesuela

A unos quinientos metros del casco urbano, en dirección norte, parte un camino a la derecha que nos llevará hasta la curiosa Ermita de la Fuente Santa, a la que se dirige una bonita romería a primeros de Mayo, pues es muy venerada en la comarca la Virgen de la Fuensanta por las propiedades curativas atribuidas a la fuente, que se sitúa en los mismos muros de la edificación.

Canto de la salve en la procesión de la Virgen de la Fuente Santa

El 1 de mayo se lleva en procesión la imagen a la ermita y en el paraje conocido como la Cuesta del Arroyo se le canta una salve popular entre la emoción de los concurrentes. Ya en la ermita se come un bollo típico llamado “jornajo”.

Ruinas de la ermita del Cristo antes de su restauración parcial

A la entrada del pueblo, pero desgraciadamente en estado de ruina, se encuentra la ermita del Cristo que contaba, al igual que la iglesia, con magníficos retablos de azulejería talaverana del siglo XVI.

A LOS PUERTOS DEL ARENAL Y LAS CABRILLAS

A LOS PUERTOS DEL ARENAL Y LAS CABRILLAS

 En ese tramo de la sierra de Gredos comprendido en el ámbito de este pueblo se encuentran dos de los puertos secundarios utilizados desde antiguo para trasponer de un lado a otro nuestra el espinazo de castilla, que dijo Unamuno.

Fuente en el camino del puerto del Peón

Se trata de los puertos de Las Cabrillas y el de El Arenal. En esta ruta vamos a pasar por los dos, y para ello partiremos desde el pueblo por la carretera, tomando un camino que va por debajo de ella, a la derecha, en parte del recorrido. Volvemos después a la carretera y subimos hasta el collado en el que se comienza a descender hacia “El Barranco” de las Cinco Villas. El camino que parte del collado es fácilmente transitable y por él podemos ascender hasta el puerto en dirección norte.

Puerto del Arenal

Allí contemplaremos unas magníficas vistas sobre la vertiente norte de la sierra Seguramente veremos ejemplares de Capra Hispánica, muy abundante en el entorno de los riscos cercanos de Las Morillas. A continuación tomaremos la cresta de la sierra, donde  para facilitar el camino es más fácil ir siguiendo las piedras que han colocado los pastores o los excursionistas en sitios visibles, mejorando así el tránsito entre los piornales.

La Cresta de Gredos entre el puerto del Arenal y el de las Cabrillas

Llegamos al puerto de Las Cabrillas, desde donde baja una empinada senda con muchas piedras acumuladas en ella que dificultan la deambulación. Llegaremos así hasta una de las pistas que ya con mejor piso desciende hasta El Arenal. Es una marcha con cierta dificultad, pero que nos dejará contemplar hermosas vistas a las dos vertientes y disfrutar de un agradable paseo por la cresta.

Chozo restaurado en el camino de vuelta hacia el puerto de El Arenal

 Recorrido aproximado 18 kilómetros, 6 horas

Desde el puerto tenemos otras opciones si queremos hacer alguna excursión de mayor recorrido. En primer lugar podemos descender por un camino que pasando cerca de una pequeña lagunilla nos llevará hasta el valle del naciente del Tormes y hasta el Parador Nacional de Gredos, el más antiguo de la cadena hotelera, donde podremos comer y recuperarnos de la marcha. Una posibilidad de hacer esta ruta muy cómoda es que un vehículo de apoyo vaya a recogernos a este parador o al pueblo de Navarredonda, que también cuenta con otros restaurantes y establecimientos hoteleros. 

Charco de los Nogales en el río Arenas. Podemos visitarlo en una pequeña desviación de nuestro recorrido

Otra opción es dirigirnos desde el puerto hacia el este, para acercarnos al paraje de La Rubia y desde allí, por un sendero bien marcado llegar hasta el puerto del Pico, disfrutando de unas magníficas vistas sobre el valle del Tiétar, ya que la ruta discurre por la cara sur.

EL ARENAL EN LA CABECERA DEL RÍO ARENAS

EL ARENAL EN LA CABECERA DEL RÍO ARENAS

Cerezos en El Arenal

Hoy vamos empezar a conocer el valle que con los términos de sus antiguas aldeas forma el territorio serrano de la villa de Arenas de San Pedro con varias corrientes fluviales y gargantas de las que la principal es el río Arenas, que nace en las cumbres que dominan sobre la localidad del mismo nombre.

Arquitectura popular en El Arenal

El Arenal es uno de los pueblos que se hallan a mayor altitud en esta vertiente sur de Gredos y su paisaje cuenta, además de con la flora habitual de la zona con numerosas plantaciones de deliciosas cerezas, el producto más característico de la zona, que se alterna con otras parcelas de árboles frutales como melocotoneros, higueras o manzanos

Fuente de la Trucha en El Arenal

Como ya hemos dicho, El Arenal nace en torno a una majada de pastores y fue una de las aldeas de Arenas de San Pedro, y por tanto del señorío del duque del Infantado del que esta ciudad era cabeza, hasta que el pueblo se independizó por privilegio de villazgo otorgado por Felipe V en el año 1732.

Rollo de El Arenal reconstruido

El Arenal cuenta entre sus elementos patrimoniales con su iglesia parroquial que inició su construcción en el siglo XV. Además, podemos visitar tres ermitas que están bajo la advocación de la Virgen de las Angustias, la Virgen de los Remedios y el Santo Cristo de la Expiración, en cuyo interior hay hermosos paneles de cerámica talaverana del siglo XVI, uno con la imagen de un Crucificado y otro de magníficos motivos de lacería mudéjares similares a los de otro que se halla en la “Colegial” de Talavera.

Ermita del Cristo en El Arenal,panel de cerámica talaerana del siglo XX

También podemos recorrer el casco para ver las viviendas de arquitectura vernácula, nada menos que ocho fuentes de diferente tipología y un molino situado en el río junto al propio casco urbano. Hay fiestas en el mes de Agosto y también en septiembre en honor de la Virgen de los Remedios y otra del Cristo en Octubre.

Retablo de la iglesia parroquial de El Arenal

 

UNA FIESTA EN SAN ESTEBAN Y UNA RUTA EN SANTA CRUZ

UNA FIESTA EN SAN ESTEBAN Y UNA RUTA EN SANTA CRUZ

El «Vitor» de San Esteban

En cuanto a las fiestas, hemos de destacar el «Vítor» del pueblo de San Esteban, que se hace en honor de San Pedro Bautista, santo local que fue martirizado en la ciudad japonesa de Nagasaki. Durante la celebración se recorre la calle de noche con caballerías precedidas del estandarte y proclamando las virtudes del santo de hoguera en hoguera, mientras los vecinos ataviados con un pañuelo rojo a la cabeza se mantienen en silencio, para finalizar con una carrera de los caballos subiendo las empinadas callejuelas del pueblo a galope hasta la iglesia. Hay un «Vítor» en verano y otro en invierno con algunos matices en los rituales, pero lo que es curioso es que  esta fiesta se celebra con ligeras variaciones en el resto de los pueblos del valle en honor de sus respectivos patrones, ya sea un santo o una virgen determinada.

Ermita de San Pedro Bautista

En Santa Cruz, por ejemplo, se celebra en honor del Santo Cristo Arrodillado y también tienen otra fiesta en la Pascua de Resurrección muy parecida a la monda de Mombeltrán, pues se come el mismo tipo de pan relleno de productos de cerdo, aunque aquí ya no se llama “monda” sino “la Merendona”.

Púlpito de la Iglesia de San Esteban

En cuanto a la gastronomía, todo el valle destaca por los dulces, que se suelen elaborar sobre todo en las fiestas respectivas con algunos de ellos muy peculiares, como los nuégados de San Esteban: dulces de navidad hechos a base de nueces, miel y oblea, o el boruco, elaborado con los calostros primeros de la vaca, además de otros más comunes como los panetes o el hornazo dulce. La caldereta de chivata, la cachuela de la matanza o las migas son platos comunes a todo el barranco.

LA EXCURSIÓN

 Al mirador de La Abantera

Vista panorámica desde el mirador de La Abantera, con el valle del Tiétar en primer término, Talavera y el valle del Tajo en medio y la Jara Alta al fondo

 Vamos a subir desde Santa Cruz hasta un paraje con vistas privilegiadas, El risco de La Abantera, desde donde se puede observar una vista panorámica impresionante sobre el valle del Tiétar y la Sierra de San Vicente. Abantera es tanto como decir buitrera y por tanto no será extraño que nos encontremos sobrevolando el paraje a alguna de estas aves carroñeras.

Vista desde el risco de La Abantera. Detrás el humo del gran incendio que aquel día asoló el oeste del término de Mombeltrán.

Partiremos desde Santa Cruz para ir ascendiendo por pistas situadas en la ladera este del valle, donde se encuentran todavía bastante bien conservadas masas forestales de pinos, robles, alisos, fresnos y castaños que hacen muy agradable el paseo por sus veredas, en las que se están señalizando algunas rutas.

Aunque el recorrido se alarga por las vueltas y revueltas que dan los caminos para llegar a las cumbres, se hace cómodamente por ser pistas en muy buen estado. No es extraño que nos crucemos con cabras monteses.

 Recorrido ida y vuelta unos 23 kilómetros, 5 horas y media.

SANTA CRUZ Y SAN ESTEBAN DEL VALLE

SANTA CRUZ Y SAN ESTEBAN DEL VALLE

Santa Cruz del Valle

En la parte oriental del “Barranco” se encuentran estos dos pueblos que vamos a visitar juntos.

San Esteban cuenta con una iglesia magnífica declarada monumento histórico artístico y que está situada en la parte más elevada del pueblo, dominando sobre el caserío y rodeada de un atrio vallado con piedra. Fue construida entre los siglos XV y XVI con estilos que van desde el gótico isabelino al renacentista.

Iglesia de San Esteban del Valle

Su portada sur es plateresca, se halla entre dos contrafuertes y está techada con bóveda de crucería, y la occidental, bajo la torre, se remata con arco apuntado. También es de crucería la bóveda de la única nave de la iglesia, que se apoya sobre hermosos arcos decorados con bolas. Tanto la reja que separa la capilla mayor como el púlpito están hechos en magnífica forja. Cuenta con dos retablos barrocos, uno neoclásico y otro de piedra dedicado a San Pedro Bautista nacido en esta localidad y bautizado en la berroqueña pila de esta parroquia.

Rollo de San Esteban del Valle

La iglesia de Santa Cruz es otra construcción berroqueña con sillería en la torre y las esquinas que se comenzó a construir en el siglo XVI y cuenta con portada rematada en arco de medio punto que estuvo protegido por un gran pórtico de entrada.

A la salida de San Esteban, camino de Santa Cruz, se encuentra la ermita de San Andrés con apariencia de ser construcción del siglo XVII. La capilla de San Pedro Bautista es edificio de sillería berroqueña finalizado en 1682 y que se sitúa en el solar de la que fue vivienda natal de este santo, que cuenta además en el pueblo con un monumento en bronce. En Santa Cruz la ermita es más moderna, pues está fechada en el siglo XIX, se encuentra bajo la advocación de San José y su imagen parece ser del siglo XVIII.

Calvario en San Esteban del Valle

Los dos pueblos tienen su rollo jurisdiccional que simboliza la independencia como villas con respecto de Mombeltrán. Santa Cruz lo levantó en 1791, mientras que San Esteban lo hizo en 1693 junto a la ermita de San Andrés. También tienen una fuente característica ambas villas vecinas, en San Esteban está la vieja y pintoresca fuente del Pilón y en Santa Cruz hay un antiguo lavadero de piedra.

Ermita de San Andrés

Ambos pueblos tienen unas magníficas vistas sobre el valle que se pueden disfrutar desde diferentes miraderos y la arquitectura popular de los dos conserva rincones pintorescos. En Santa Cruz hay algunos pasadizos y callejas de interés y muchas fachadas están decoradas con murales pintados de temática variopinta, desde pinturas clásicas a motivos etnográficos.

En la próxima entrada hablaremos de otras cosillas de estos dos pueblos del barranco y de una ruta sugerida desde ellos

CAMINO DE LOS ARRIEROS DE VILLAREJO AL PUERTO DEL PICO

Camino de los Arrieros de Villarejo al Puerto del Pico

Camino de los arrieros

 En cuanto a las rutas de naturaleza que se pueden hacer en este pueblo del “Barranco”, una de ellas es el Camino de los Arrieros que asciende hacia el puerto del Pico por un trayecto alternativo a la cañada, entre pinares y castañares. Se utilizaba antiguamente para subir vino, aceite y frutas a la vertiente norte de la sierra mientras que de vuelta los arrieros traían con sus reatas de mulas y sus carros el cereal que se hacía harina en los muchos molinos del valle. En los años de la posguerra, el estraperlo hacía que esta vía menos vigilada se utilizara con más frecuencia.

Vistas desde el camino de los Arrieros con el Torozo al fondo

Partimos por el camino que se inicia junto al rollo jurisdiccional. Va ascendiendo entre pinos, para seguir después su recorrido por un cortafuegos y un tramo del propio camino que también se encuentra muy bien calzado, hasta el punto de pensar si no sería también un ramal de la propia calzada romana, a la que llegamos finalmente. Podemos fijarnos en su estructura, su piso esmeradamente dispuesto, sus pétreos mojones que orientaban al viajero en la época de nieve, sus alcantarillas y quites para el agua de lluvia, o incluso un puente.

La calzada cuenta con numeroas alcantarillas y algún puentecillo sobre arroyos

Poco después accedemos a la carretera que tomaremos en dirección este hasta tomar una pista asfaltada que parte de la misma curva pronunciada de la carretera. La seguimos menos de un kilómetro hasta llegar a la fuente de la Lancha de la China. Allí tomaremos a la derecha un nuevo camino que desciende hacia el valle.

Tramo de la calzada romana que debemos recorrer en la ruta

Podemos ir a la zona de pic-nic de Los Rozos, entretenernos recorriendo las sendas que bajan paralelas al arroyo entre huertos y castañares con sus viejas construcciones, o simplemente bajar según indica el plano hasta llegar de nuevo a Villarejo.

Barranco de las cinco villas con Cuevas del Valle abajo

 Recorrido aproximado 8 kilómetros, 2 horas y media.   

SEGUIMOS EN EL BARRANCO Y CONOCEMOS VILLAREJO DEL VALLE

SEGUIMOS EN EL BARRANCO Y CONOCEMOS VILLAREJO DEL VALLE

Villarejo del Valle a los pies del Torozo

También junto al puerto del Pico se encuentra la pequeña localidad de Villarejo del Valle, donde deberemos visitar en primar lugar su iglesia parroquial, un edificio compacto con la torre muy baja y reforzado por contrafuertes, que está construido en sillería y mampostería granítica, obra al parecer del mismo autor que las de San Esteban o Lanzahita. Cuenta con una puerta de acceso típicamente renacentista enmarcada en alfiz con bolas y con una hornacina para alojar una imagen. En el interior son de destacar varios retablos dieciochescos, el órgano del siglo XVII y las bóvedas góticas de crucería.

Rollo y fuente en Villarejo del Valle

El pueblo tiene también dos ermitas, la de la Virgen de Gracia, patrona de la localidad y la de San Antón que es una preciosa capillita popular de planta cuadrada con un pequeño pórtico. Su retablo interior está decorado con azulejería talaverana del siglo XVI con la representación de un calvario con el Crucificado y los dos ladrones. Sobre él, Dios Padre, y a los lados el sol y la luna, además de otros motivos renacentistas y la imagen del santo, a cuya advocación no estaba dedicada anteriormente la ermita sino a los mártires Fabián y Sebastián. El día de la fiesta de San Antón se da a los animales una vuelta a la ermita para que sean protegidos por el santo.

Ermita de Villarejo adornada con cerámica talaverana del sglo XVI

Otros elementos del patrimonio son el monumento a los arrieros realizado en forja que se encuentra en la pequeña plaza del pueblo, donde también se conservan las gradas que además de ser utilizadas en los festejos taurinos lo fueron probablemente para la reunión de los concejos abiertos en los que antiguamente se tomaban decisiones de carácter municipal.

Monumento a los arrieros en Villarejo del Valle

Villarejo se hizo villa en 1694, como lo atestigua el rollo que se alza en la entrada occidental del caserío junto a una fuente. También podemos ver un pequeño puente medieval, que como todos los de este tipo es llamado “romano”. Hay también varias fuentes de interés repartidas por la localidad, como la que adorna el monumento a la cabra hispánica, presidida por la escultura de uno de estos animales que tanto han simbolizado a la sierra de Gredos, y otras como la fuente del “Llano”, “la de tía Germana” etc. En cuanto a la arquitectura popular, todavía se conservan algunos elementos constructivos de interés en torno a la calle principal, con algunas viviendas de cierto empaque.

Iglesia parroquial de Villarejo del Valle

En las fiestas tiene gran importancia el aspecto taurino con verdaderos encierros, además del Vítor que se canta en las celebraciones de la patrona.

DE PUERTO A PUERTO POR LA RUBIA

DE PUERTO A PUERTO POR LA RUBIA

Recorrido aproximado 11 km, 4 horas y media.

El Puerto del Pico con las laderas de La Rubia a la Izquierda, Mombeltrán en pimerplanoy Cuevas del Valle al fondo

 Partimos desde las praderas del puerto del Pico por un camino marcado que se inicia junto a un panel informativo y que sale desde el lado oeste del puerto, en dirección sudoeste siguiendo la loma por debajo del risco del Duque. La senda está bien marcada y es bastante cómoda. Los paisajes que desde allí se contemplan son hermosos, con el Valle de las Cinco Villas al sureste y la  mole granítica del Torozo al este. Abajo vemos serpentear la calzada y la carretera.

La flora de Gredos es variada y sorprendente

Encontramos algunas fuentes y vegetación de piornos y algunos pinos autóctonos con sus peculiares formas retorcidas. Pasamos la zona conocida como del Bailadero y llegamos a un paraje muy ameno de praderas y llanos de lancheros de granito conocido como La Rubia. Todavía se conserva un refugio hecho sobre un chozo y unos corrales de una antigua majada. El camino discurre suave y es muy probable que en todo el trayecto veamos decenas de cabras y sobre las risqueras de la Casa, el Biezo, Frío o las Morrillas vuelen los buitres. Pasamos por agradables arroyos de aguas limpias entre praderas y sombras de grandes pinos en pequeñas manchas. Son las fuentes del barranco del Herradero y de los ríos del Horcajo o del Molinillo, afluentes del Ramacastañas.

El risco de la Morillas es muy frecuentado por la Capra Hispánica

Después de menos de dos horas de camino llegamos al collado alto de las Campanas. Desde allí podemos bajar por un camino hasta la carretera de Arenas a Cuevas o subir al puerto del Arenal. Otra posibilidad es subir paralelo al camino del Puerto pero más elevados a pasar bajo el risco de las Morillas por su cara oeste ascendiendo así hasta el collado de la Sillita, desde donde las vistas sobre las umbrías del otro lado son de gran belleza, aunque bastante deforestadas. Desde allí tomamos la cumbre en dirección este por la cara norte de la sierra hasta llegar al risco del Biezo, donde ya seguiremos los majanos que nos llevarán otra vez por la cumbre hasta dar vista al puerto del Pico. El descenso entre placas de granito muy degradado y con la presencia casi segura de las cabras nos hace bajar no muy cómodamente hasta nuestro punto de partida. Para evitarlo, podemos bajar hacia el chozo de la Rubia y volver por la senda que trajimos al principio.

Risco de las Morillas y puerto del Arenal

También desde el puerto del Pico podemos subir al Torozo, la inmensa mole granítica que delimita el puerto por su lado oriental y que es lugar frecuentado por los escaladores, dado el tentador desafío de sus paredes verticales. La senda asciende señalizada por mojones y pequeños majanos partiendo desde el bar que se ha construido en las inmediaciones del puerto, y sube pasando por un refugio con techo de piornos y fuente aneja, para seguir más suavemente por la ladera norte disfrutando de unos paisajes impresionantes sobre el valle alto del Alberche y sus pueblos. Hay también algunas fuentes señalizadas con carteles de forja. Al acabar el recorrido encontramos otro refugio junto a una fuente. En la parte final de la ruta podemos asomarnos con precaución a los barrancos del Torozo con sus magníficas vistas panorámicas del valle.

El Torozo