OTROS TESOROS LAGARTERANOS
La riqueza etnográfica de Lagartera se manifiesta principalmente en tres de sus aspectos culturales: el emblemático traje típico, las labores de Lagartera y la fiesta del Corpus Christi, donde se muestran muchas de sus mejores y más antiguas telas labradas.
El traje de lagarterana es mundialmente conocido, aunque en otros pueblos arañuelos las indumentarias tradicionales son también sumamente llamativas. La fama de la que goza actualmente comienza con las pinturas que hace Sorolla de tipos lagarteranos, guiado por Platón Páramo allá por los primeros años del siglo XX, aunque otros pintores y fotógrafos famosos contribuyeron también a su divulgación, llegando a ser tal vez uno de los símbolos españoles del mundo rural más castizos. Una boda en lagartera es un espectáculo que vale la pena realmente por el colorido desplegado en traje y rituales.
EL MUSEO:
Algunas muestras de los diferentes tipos de labores pueden ser admiradas en el Museo Marcial Moreno Pascual, muestra pequeña pero abigarrada, como todo lo lagarterano, donde podemos ver en el entorno de una casa típica las diferentes dependencias de la vivienda con su decoración tradicional y específica para cada pieza y con los elementos etnográficos habituales de cada una de ellas. Especialmente esos zaguanes tan típicos, repletos de cerámica de talavera y Manises y objetos de cobre. En el piso superior se puede visitar una magnífica muestra de las pinturas y dibujos del artista que da nombre al museo con una variada muestra de sus retratos y algunos de sus cuadros más significativos referidos a escenas costumbristas de Lagartera.
EL CORPUS LAGARTERANO:
Esta fiesta no se ha valorado suficientemente pues se trata de una explosión de estética popular durante la que por un espacio muy breve de tiempo, apenas tres horas, se exponen algunas de las mejores y más antiguas labores de Lagartera que se sacan de los arcones para, inmediatamente después del paso de la custodia, volver a la intimidad de los ajuares familiares.
Desde las nueve de la mañana aproximadamente comienzan en un buen número de casas lagarteranas las labores de decoración de sus portales para alojar al paso de la procesión pequeños altarcillos que son un prodigio de abigarrada pero al mismo tiempo delicada estética popular llena de colorido. Se hace del portal una preciosa hornacina cubriendo uno o dos metros del zaguán de entrada con bellas labores.
La procesión, en la que últimamente desfilan vecinos con el vistoso traje local, parte de la puerta de la iglesia y recorre un trayecto fijado desde hace siglos solamente modificado por las ampliaciones del casco urbano. Los caballeros de la Veracruz con sus capas acompañan a la custodia. El sacerdote se va deteniendo en cada altar para bendecirle y mientras lo hace, niñas vestidas de comunión lanzan pétalos de rosa. La comitiva sigue el recorrido cantando y un momento después de pasar la procesión se deshace cada altar para que las telas labradas no se deterioren con el sol y la intemperie.
ARTESANÍA Y GASTRONOMÍA:
Las primeras referencias a las mujeres lagarteranas que realizaban bordados son del siglo XVI, cuando aparecen en un documento del Archivo Histórico Nacional tres muchachas lagarteranas llamadas Isabel, Catalina y María, nietas de Juan García Herráez, uno de los compañeros de Pizarro en la conquista del Perú, que cosen en su casa del barrio de Toledillo para doña Juana de Toledo, condesa de Orgaz, que les hace encargos para la decoración del castillo de Oropesa.
Desde pequeñas se ejercitan las niñas en Lagartera en la ejecución de labores, trabajando en esas muestras de variadas puntadas y motivos que son los dechados, conservándose así la tradición bajo la mirada atenta de las madres y abuelas. Hoy se mantiene la producción y no debemos marcharnos sin llevarnos un recuerdo de tan preciada artesanía.
Un plato típico de Lagartera es el hornazo que, como su nombre indica, es una masa de pan con relleno de embutido cocida en el horno. Todos los pueblos arañuelos tienen en el cerdo una de sus bases gastronómicas y también es de destacar el queso de las ovejas que pastan en sus dehesas. La caza menor se complementa con las perdices y codornices de los criaderos locales. Los dulces tradicionales son mangas, roscas o floretas.