Archivo de la categoría: Rutas y Senderos

EXCURSIÓN AL PARQUE DEL VALLE DE IRUELAS JUNTO AL ALBERCHE

Embalse de Burguillos con el parque de Iruelas al fondo

 Esta reserva natural de más de ocho mil hectáreas se divide entre los términos de Barraco, San Juan de la Nava, Navaluenga y El Tiemblo. Se sitúa en las estribaciones orientales de Gredos, a las orillas del embalse de Burguillos, y se reparte su territorio a ambos lados del arroyo de Iruelas.

Pino monumental en el parque de valle de Iruelas

Cuenta con más de seiscientas especies vegetales cuya variedad está condicionada por la pluviosidad, la altitud y la diferente orientación de los valles que la conforman. Las zonas que fueron modificadas por la acción humana producida por roturaciones o incendios suelen estar cubiertas de cambrones, piornos, enebros rastreros o genistas. Podemos encontrar ejemplares de pino laricio de proporciones monumentales y los bosques de pino negral han sido favorecidos por el aprovechamiento resinero. En los arroyos de las zonas más bajas los alisos y los fresnos se acompañan de sauces, cerezos, avellanos y olmos. A mayor altura, podemos encontrar abedules y tejos, además de los enebrales y encinares en las partes más secas.

Bosques del parque de Iruelas

En cuanto a la fauna hay que destacar la presencia en la reserva de casi ciento cincuenta especies de aves y más de ochenta de otros vertebrados, muchas de ellas protegidas. Las más llamativas son el águila imperial, el buitre negro y el leonado, además de pequeñas aves como el pechiazul, el picogordo, el bisbita alpina o el gorrión moruno. También podemos ver al gato montés y algunas especies peculiares de reptiles.

Vista general del valle de Iruelas

Además de la ruta general del parque que mostramos en el plano, hay otras rutas habilitadas en el parque de las que dos parten del puerto de Casillas en la zona más elevada del valle. La más corta lleva hasta un pozo de nieve del que hablaremos en el capítulo de El Tiemblo y dura dos horas entre ida y vuelta; la otra va hasta el cerro de la Escusa y tardaremos seis horas en recorrerla. También hay señalada una breve ruta botánica, y otra hasta la lancha de las Víboras que nos enseñará las zonas boscosas.

 

Monumento a los resineros

RESINEROS

Los edificios de recepción e interpretación del valle de Iruelas se encuentran en las antiguas instalaciones del centro maderero y resinero de Las Cruceras. Allí podemos ver algunas de las herramientas utilizadas por estos trabajadores que explotaron este recurso hasta los años setenta, aunque se quiere recuperar la actividad para producir trementina y colofonia. Los resineros hacían incisiones oblicuas llamadas “entalladuras” o “picas” que convergían sobre el “pote”, recipiente cerámico sujeto con un clavo al árbol.

Instalaciones de la resinera resinera de Iruelas

Se conservan la destilería y los depósitos  metálicos en los que se almacenaba la resina En otras zonas de la sierra quedan restos de esta actividad más antiguos y precarios, como el llamado “horno de la pez”, situado en el pueblo de Garganta del Villar cerca de las fuentes del Alberche. Se trata de una pequeña pileta redonda excavada en la piedra donde se observan los restos de la resina carbonizada.

 Recorrido aproximado 18 kilómetros ida y vuelta, 5 horas

Museo de madereros y resineros del Parque de Iruelas

EXCURSIÓN POR LA GARGANTA FERNANDINA, AFLUENTE DEL ALBERCHE

Cruz y ameal en Navatalgordo

En el paseo de hoy partiremos de Navarrevisca hacia el paraje de El Pontón, donde junto a un viejo puente de piedra se encuentran los restos de una antigua instalación textil.

Fuente de Valdehierro

Seguimos el sendero paralelo a la garganta Fernandina entre agradables arboledas ribereñas y pasando junto a un gran bloque granítico aislado conocido como La China. Llegamos a la confluencia con el Alberche, donde tablas de agua y bosques de alisos nos invitan a descansar.

El Alberche en el tramoque recorremos en esta excursión

En la otra orilla están los restos arruinados del molino del Hierro. A continuación subimos en dirección oeste hasta dar con una senda que bordea a cierta altura la ribera sur del Alberche en un agradable paseo con buenas vistas y pozas donde si lo deseamos podemos pescar o darnos un chapuzón.

Puente de Valdehierro

En el paraje conocido como La Puente hay un merendero donde podremos comer y otras pozas para bañarse. Después tenemos dos opciones para volver, o subir por la carretera hasta el camino que nos lleva a Las Majadillas, donde hay magníficas muestras de arquitectura popular navalosera, o tomar un camino desde el puente que asciende en dirección sur para bajar después hacia la garganta Fernandina por un camino que sigue un trayecto paralelo al arroyo de Pedro Calvo, que desemboca en la misma.

Ermita de San Pedro en las elevaciones cercanas a Serranillos

Hay algunas rutas de interés desde esta localidad. Una de ellas sube hasta la ermita de San Pedro, una construcción en ruinas que conserva una curiosa bóveda granítica y que para algunos es una construcción anterior que alojaba una casa fortificada de los templarios. Hasta ella sube una pista asfaltada que parte desde la carretera que va de Serranillos a Navarrevisca y que también nos permite llegar hasta los repetidores y antenas, desde donde es impresionante la vista panorámica del valle del Alberche.

Praderas y arboledas jalonan el paisaje por donde trascurrimos

ALBERCHE (9), SERRANILLOS Y NAVARREVISCA

Serranillos

Vamos siguiendo el curso del Alberche, que por su orilla izquierda sigue perteneciendo al término de Navalosa, hasta llegar al pinar que lleva el nombre de este pueblo. Se recorre un cauce de gran belleza con numerosas pozas como el llamado charco del Negrito y pequeñas cascadas con algunos molinos en su ribera como el de los Brazos y el de Valdehierro, o alguna aldeíta despoblada como la de La Horadada. Las riberas cuentan con abundantes fresnos y alisos y en el tramo final son también numerosos los nogales. Además, podemos encontrar los restos de los tajamares de dos pontones, uno frente a La Horadada, al final del recorrido de hoy, y otro junto al paraje conocido como de Las Juntas.

Paisajes del alto Alberche desde la ermita de San Pedro en Serranillos

El final de este tramo ya se encuentra en término de Navatalgordo, población con una iglesia rematada con espadaña y algunos edificios de arquitectura tradicional de cierto interés que en las afueras cuenta con al ermita de Nuestra Señora de la Canaleja, de donde parte el camino que desciende hasta el río en la zona del despoblado de La Horadada

Talanquera o cerradura de madera en Navatalgordo

En la orilla sur desemboca un importante afluente del Alberche, la garganta Fernandina, que confluye con él en la zona conocida como Las Juntas, dejando una isla entre ambas corrientes. Esta garganta viene desde el puerto de Serranillos, uno de los más transitados históricamente después del puerto de El Pico. Es muy agradable el descenso de este puerto de Serranillos, al que se accede desde el valle de las Cinco Villas. Mientras bajamos, vamos contemplando hermosos prados junto al arroyo que dan a la zona un aspecto un tanto “asturiano”.

Subida al puerto de Lagarejo desde Serranillos
Paisaje del puerto de Lagarejo

Son varias las interesantes fiestas que tienen lugar en Serranillos, como la romería de San Felipe, en la que se unen los vecinos de Serranillos y los de Navalosa en el paraje de Navalvaos, y allí las parejas de novios ruedan abrazados por una pradera. En Santa Águeda las mujeres son las que mandan en el pueblo pues ésta es una fiesta que deriva de las celebraciones paganas de la “matronalia” romana, posteriormente cristianizadas. Como en el cercano pueblo de San Esteban del Valle, también aquí se celebra el “Vítor”, en el que elementos como los caballos, la devoción y la fiesta se unen en una celebración participativa.

La variada y sorprendente flora de Gredos

Serranillos es un pueblo que tradicionalmente, por su condición de lugar de paso, se ha dedicado al comercio. Muchos de sus vecinos se ocupan desde antiguo en la venta ambulante, los llamados “semaneros”, que iban con sus productos agrícolas a las localidades vecinas, vendiendo las patatas, cerezas, manzanas, y las aceitunas o encurtidos, cuya producción es importante por hallarse radicada una empresa para su elaboración en el pueblo, donde, basada en sus magníficos productos naturales, se puede disfrutar también de una buena gastronomía.

Iglesia parroquial de Navarrevisca

Navarrevisca es el siguiente lugar que se sitúa aguas abajo de la Garganta Fernandina. Se trata de otra pintoresca localidad, cuyo nombre podría significar Nava, o sea llanura húmeda, o de la charca. Su iglesia parroquial recién restaurada y su ermita del Humilladero son los elementos principales de su patrimonio, pero en el entorno cuenta también con los sepulcros rupestres o “lucillos” de época visigoda o altomedieval del paraje de las Mesas y la ermita ya referida de San Pedro.

La garganta se rodea de un bosque de ribera más denso, con alisos, castaños, robles y fresnos que acompañan a la corriente hasta llegar a su desembocadura en el Alberche, en el paraje de Las Juntas, cerca de donde podemos ver el molino de Valdehierro. A la salida de Navarrevisca se encuentra el llamado Pontón y junto a él una fábrica en ruinas que se dedicó a las hilaturas de lana y estaba movida por energía hidráulica.

Desde Navarrevisca se han señalizado varias rutas de senderismo con interés paisajístico, dos de las cuales bajan hasta el Alberche siguiendo por ambos lados la garganta Fernandina. En el entorno inmediato del pueblo podemos pasear hasta el mirador de Las Sildas, a la ermita y fuente de San Antonio o al paraje de La Narria con su majada y un potro de herrar.

ALBERCHE (8) RUTA PARA CONOCER LAS «PALLOZAS» O PAJARES DE NAVALOSA

Uno de los pajares de verano de Navalosa

El recorrido sugerido parte de la carretera de Hoyocasero a Navalosa, cerca del kilómetro 8 y desciende hacia la ermita de Los Santos, para desde allí bajar hacia el Alberche por una pista. Cruza el río por un pequeño puentecillo para subir después hasta el paraje de Las Cabañas donde hay una buena agrupación de estas construcciones.

Chozo de Navalosa con techumbre de lajas de granito

Seguimos ascendiendo hasta otro conjunto un poco más elevado en la ladera y descendemos hacia el paraje del Batán, junto al arroyo de Navalvado, que cruzaremos para subir entre algunas de estas construcciones hasta la pequeña aldea de Majadillas, otro núcleo que cuenta con un buen grupo de estas pintorescas construcciones.

Conjunto de pajares o «pallozas» en el valle del Alberche, término de Navalosa

Luego descendemos por la carretera hasta el paraje de La Puente, donde podremos reponernos del camino en su merendero para después subir hacia el pueblo atravesando otro núcleo con varias cabañas. Desde Navalosa, después de dar una vuelta, especialmente por su barrio alto, volveremos por carretera hasta el punto de partida.

Puente sobre el Alberche en Navalosa

 Recorrido aproximado 15 kilómetros, 4 horas y media

Prados en el alto Alberche

 

 

ALBERCHE (6) EXCURSIÓN POR EL ALBERCHE DESDE VENTA RASQUILLA AL PINAR DE HOYOCASERO

 

Puente sobre el Alberche en Hoyocasero

En la excursión de hoy seguiremos el curso del Alberche desde la venta de Rasca, justo en el punto en que el río cambia su dirección norte-sur para descender en sentido oeste-este. 

Ruinas de la central eléctrica sobre el Alberche

Tomaremos la orilla sur para descender río abajo, por donde sigue un camino que deberemos abandonar cuando asciende, para continuar andando por la misma ribera. La vegetación es escasa hasta que llegamos al arroyo de los Avellanos, donde son muy abundantes los árboles de esta especie.

Turbina de la central eléctrica

Comienzan los prados y pronto encontramos en la orilla opuesta un pequeño bosquecillo de pinos y robles en la zona conocida como La Atalaya. Poco después, comienza a embalsarse el agua debido a la presa que daba caudal a una antigua central eléctrica. El bosque de ribera comienza a hacerse más espeso con más fresnos, sauces y chopos que crecen junto al canal que lleva el agua a este complejo. Aunque está en ruinas, deja ver las viejas turbinas de la central, los restos de un molino y los de varias viviendas de los dueños y operarios de estas instalaciones, que además, cuentan con un edificio arruinado con gruesos muros y restos de los ventanales de unas dependencias que parecen más antiguas y tal vez dedicadas a alguna actividad minera.

Pinar de Hoyocasero

Seguimos por esa misma orilla y llegamos a un viejo puente de granito en un paraje muy agradable junto al cerro del Calamocho. Frente a él confluye un arroyo con un bosque de robles y hermosos prados. El Alberche discurre sobre el batolito granítico que deja algunas pozas y una presa que abastece a un molino restaurado del siglo XVIII.

El Alberche a su paso por Hoyocasero

Desde aquí, podemos acercarnos a Hoyocasero y a su magnífico pinar, protegido por su interés como paraje botánico único con numerosas especies autóctonas de las que hemos ahablado en el post anterior

Otra de las especies peculiares de la flora del pinar de Hoyocasero

Otra alternativa es acercarnos en coche hasta el pinar y hacer solamente el recorrido indicado en su entorno, sin recorrer las riberas del Alberche.

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Recorrido aproximado 14 kilómetros ida y vuelta, 3 horas y media

EXCURSIÓN A LA CUEVA DEL BANDIDO MARAGATO

Ameal junto al Alberche

Hoy vamos a visitar la Cueva del Maragato siguiendo una ruta que parte del cruce de la carretera de Navalsauz con la de Ávila. Seguimos hacia Navalsauz por la cañada leonesa, que en este tramo coincide con la carretera, hasta que a unos trescientos metros nos desviamos por la propia cañada que va paralela al Alberche por su orilla occidental.

Molino en el Alberche junto a la ruta de la cueva del Maragato

Aquí el río es coto truchero y lo recorremos hasta pasar frente al molino Parranca. Poco después llegaremos a un antiguo puente conocido como la puente Mocha, nombre que tienen muchos de los antiguos puentes medievales y romanos que no cuentan con los pretiles protectores.

El asalto del maragato en El Verdugal en uno de los cuadros de Gota del museo de Chicago

Más adelante llegaremos a unas viejas majadas desde donde subiremos por la calzada hasta la cueva del Maragato que podemos visitar desviándonos un poco hacia el risco en el que se encuentra.

La Cueva del Maragato

Bajaremos nuevamente hasta las majadas y ascenderemos por las riberas del Alberche hasta otro molino que se encuentra junto a unas chorreras, para desde allí subir hasta Navalsauz, visitando el patrimonio referido en el texto anterior y volviendo después por la carretera al punto inicial.

Cueva del maragato señalada por la flecha

 Recorrido aproximado 13 kilómetros, tres horas

Majadas y ventas jalonan la cañada

Aquellos que quieran conocer algo más sobre el bandido Maragato pueden ver esta otra entrada de este mismo blog:

https://lamejortierradecastilla.com/un-asalto-pintado-por-goya-en-el-verdugal-oropesa/

El puente Mocho en el Alberche

UNA RUTA POR LAS FUENTES DEL ALBERCHE

Por las fuentes del Alberche

Paisaje del Alto Alberche y al fondo el macizo central

 Son varios los paseos y senderos que podemos recorrer por parajes de gran

El ganado pastando entre los meandros del alto Alberche

interés. El puerto de Chía es en sí un atractivo por sus hermosas vistas sobre la vertiente norte de la sierra.

Chozo Blanco cerca del puerto de Chía

Desde allí parte un camino hacia poniente que nos puede acercar hasta la ermita de la Piedad que se asienta sobre lo que con toda probabilidad fue una atalaya de observación medieval. La vista panorámica desde allí es impresionante y junto a la cumbre se encuentra también un pintoresco paraje con una cascada.

Cruz del cementerio de Navadijos con el musgo propio de este clima y altitud altyras

Desde el mismo puerto podemos también acercarnos en sentido contrario al llamado Chozo Blanco, curiosísima construcción rematada en cúpula de piedra y situado en un paraje de altos pastos y praderas.

Insecto típico de Gredos junto a las fuentes del Alberche

 

 Recorrido aproximado de los dos trayectos 17 kilómetros, 5 horas

Restos de la ermita de la Piedad

CONOCIENDO EL ALBERCHE (1)

EN LAS FUENTES DEL ALBERCHE

Fuente donde nace el río Alberche

El nacimiento del río Alberche se encuentra a casi 1800 metros de altura, en la conocida como Fuente del Alberche, en término de San Martín de la Vega (Ávila). Desde el naciente discurre el río por una zona de praderas y monte bajo, con algunos tramos entre bosques de ribera, hasta las inmediaciones del pueblo, donde pasa bajo tres puentes graníticos, el puente Nuevo, el Viejo y el puente Herrón.

San Martín de la Vega del Alberche, donde nace nuestro río

Nos detendremos en San Martín, población que como otras de este valle se asienta sobre una zona llana y elevada con ricos pastos, que siempre condicionaron su actividad pecuaria y vinculada a las cañadas de la mesta. Aunque desde antiguo se asentaron pastores en majadas que construyeron en estas alturas, no es hasta el siglo XIV cuando aparece el pueblo nombrado como tal.

San Martín partiendo su capa con el mendigo, en la parroquia de San Martín de la Vega del Alberche

Daremos una vuelta por el caserío, que sobre todo en su parte baja, la más cercana al río, cuenta con numerosos rincones de una pintoresca arquitectura popular muy condicionada en su distribución por la dedicación a la ganadería de sus habitantes. Las casas de mampostería berroqueña suelen tener un corral delantero y pajares. También en el aspecto etnográfico es de reseñar la existencia de un tejar, potro de herrar,  una vieja fragua y algunos molinos, de los que el más accesible se encuentra junto al puente Viejo, al lado del casco urbano. La iglesia parroquial preside el caserío y es de gran envergadura con un  pórtico en su lado sur y algunas imágenes de cierto interés, como la de San Martín Obispo, bajo cuya advocación se encuentra.

Arquitectura popular de San Martín de la Vega del Alberche

El pueblo cuenta con casa rural y un complejo turístico con restaurante y apartamentos. Una de las fiestas locales se celebra a finales de julio o principios de agosto con romería, música y juegos populares, aunque lo más peculiar de ella son los encierros de burros, mientras que la fiesta tradicional de Nuestra Señora de la Piedad cae en el tercer fin de semana de Septiembre.

Puente sobre un recién nacido Alberche

Partimos de San Martín recorriendo esta norme nava de pastos generosos por la que el Alberche discurre haciendo numerosos bucles y meandros bajo la mirada de las vacas avileñas. Llegamos así al pueblo de Garganta del Villar, una pequeña localidad de algo más de 50 habitantes que cuenta con una bonita iglesia, a cuyo campanario podemos ascender para extender la vista sobre todo el valle. Es curioso el púlpito de granito y muy ameno su pórtico.

Las peculiares cubiertas de los tinados del alto Alberche

Frente a Garganta y cerca de la carretera a Navadijos, el Alberche pasa bajo un puente de factura probablemente medieval recientemente restaurado y que se encuentra cerca del antiguo despoblado de Altopaso, cuyas escasas ruinas se encuentran al suroeste del puente. Tres paseos de fácil recorrido se pueden realizar desde el pueblo, uno de ellos ascendiendo por otra ruta hasta el chozo referido en la excursión que sugerimos mañana, y un tercero que lleva al Venero y el último a la piedra Horca, denominada así por tener forma de árbol, un curioso y mágico lugar en el que los pastores han dejado inscripciones. El 2 y 3 de Mayo se celebra la fiesta de la Vera Cruz, de índole religiosa, y el 14 y 15 de Agosto las fiestas típicas de verano.

Campanario-espadaña de Navadijos

Navadijos es otro pequeño pueblo que también cuenta con una berroqueña iglesia de graciosa espadaña a la que se puede ascender, con una fuente curiosa y con una pintoresca arquitectura popular. Tiene un par de bares donde tomar algo y podemos hacer algunos paseos como el que nos acerca a su molino en el arroyo cercano y otro al risco de Piedragúa.

Detalle de la decoración del coro de la iglesia de Cepeda la Mora

Cepeda la Mora es el último pueblo de este valle del Alto Alberche que también cuenta con la típica arquitectura granítica, su iglesia de parecida factura a la de los otros pueblos del valle, un potro y un rollo jurisdiccional. Podemos visitar también un molino de agua, como a un kilómetro al norte del pueblo, unas chorreras en el río Serradillas, y más lejos, en el camino de ascenso a la Serrota, las ruinas de la ermita de San Martín.

Rollo de Cepeda la Mora

 

AL ATALAYÓN POR LAS LANCHAS

Cascadas de l arroyo de Las Lanchas

Recorrido corto hasta las Cascadas del Arroyo de Las Lanchas 4 kilómetros, 2 horas

Recorrido largo hasta el Atalayón y vuelta 12 kilómetros, 5 horas.

Ventana de la arquitectura popular de Las Hunfrías

 Antes de llegar al pueblecito de Las Humfrías, cruza la carretera el arroyo de las Lanchas que ascenderemos mejor tomando el camino indicado junto al cementerio de esta localidad, mejor que por las propias riberas.  Seguimos el recorrido indicado en la ruta que se ha marcado con paneles durante unos tres kilómetros, y llegamos a una zona muy agradable de pozas, pequeñas cascadas y chorreras, rodeada de rebollares y algunos ejemplares de tejos y de loros que, no nos confundamos con las aves tropicales, se trata del llamado “árbol de las nieblas”, que se encuentra en lugares húmedos y sombríos de estas sierra. Tiene un sistema muy curioso de condensación del vapor de agua de la atmosfera, que se acumula en pequeñas gotitas en sus hojas, que a su vez dirigen ese agua cayendo junto al tronco para que lo aprovechen las raíces.

El bosque mediterráneo virgen entre los canchales frente al pueblo de Las Hunfrías

Después de refrescarnos y disfrutar del paraje podemos regresar por donde hemos venido o por el mismo cauce del arroyo entre huertecillos abandonados y castaños, pasando junto a tres molinillos, uno de ellos con un cubo de más de once metros de altura. Ya en la carretera nos dirigiremos hacia el este, de nuevo al cementerio de donde salimos.

Molino de cubo en el arroyo de Las Lanchas

Esta pequeña ruta es muy fácil y asequible, pero si queremos realizar la versión larga y serrana de la misma, podremos subir entre rebollares junto al ameno arroyo de las Lanchas hasta llegar a su nacimiento. Un poco más arriba, se halla un collado desde el que tomaremos la senda, según indica el mapa, que nos lleva hasta El Atalayón. Se trata de una formación cuarcítica con paredes verticales y rodeada de prados y rebollares desde donde, como su nombre sugiere, disfrutaremos de  vistas inmejorables sobre la Jara Alta. En el camino vamos disfrutando entre pinares con manchas de madroñeras y brezales, con bosquecillos de roble y algunos quejigos. No es extraño que nos crucemos con venados o corzos en el descenso que va siguiendo el camino indicado hasta un cortafuegos. Siguiéndolo nos acabará de bajar hasta la aldea de Las Humfrías.  Si tenemos tiempo y ha sido buena la otoñada, podemos llevar a casa una bolsita de níscalos que abundan en el suelo de los pinares.

Garganta de Las Lanchas y su vegetación de robles, madroños, encinas…

EXCURSIÓN A LA MINA DE ORO DE SIERRA JAEÑA

 

Vista desde la Sierra Jaeña, cerca de las minas, donde se ve a la izquierda el cerro Mogorro y al fondo la sierra de La Estrella

Recorrido aproximado 8 kilómetros, tres horas.

 Tomaremos un camino que sube hasta las instalaciones mineras y que parte de la carretera, en la salida oriental del pueblo.

Vamos ascendiendo y tomamos el tercer camino que sale a la izquierda, pasamos junto a una majada serrana de cuarcita y pizarra típica de la arquitectura de la zona y, envueltos por el aroma de las jaras, llegaremos a las casas de la mina donde se situaban las viviendas de los mineros, las cuadras, la administración y las dependencias donde se trataba el mineral con las correspondientes albercas de lavado y decantación.

Dependencias arruinadas de la mina de oro de sierra Jaeña

Las vistas sobre La Jara, con las Villuercas y la Sierra de la Estrella al fondo,  las rañas de encina y cereal y las barreras de olivar ciertamente impresionan. También podemos observar cómo en medio de los canchales característicos de estas sierras, que aquí ocupan grandes superficies, se ven las manchas de la tierra extraída en diferentes bocaminas, pero la que nos interesa se encuentra justo detrás y por encima de estas casas mineras. Subiremos por una senda hasta la gran acumulación de materiales que se sitúa delante de la entrada a la galería.

Boca de la mina de oro de sierra Jaeña

Podemos entrar dentro con linternas pero con sumo cuidado en la misma bocamina  por estar hecha sobre conglomerado de arcilla con canto rodado que le da cierto aspecto de inseguridad, aunque ese terreno se convierte a los dos metros en la roca madre de la galería, en la que también se ven los orificios de ventilación y las vetas de cuarzo con puntos dorados que brillan con la luz, pero que en su mayoría son piritas, el llamado “oro de los tontos”, por confundirlo muchos neófitos con el oro verdadero.

Galería de la mina de oro de Sierra Jaeña

Si subimos por la ladera unos veinte metros llegaremos a un camino que tomaremos hacia la izquierda hasta la confluencia de otros en un collado. Junto al primero que encontramos se halla un gran boquete en el suelo que es otra explotación aurífera lo que deducimos por verse los restos del cuarzo aurífero que buscaban los mineros. Luego llegamos a otra confluencia ya en el mismo collado Guerra, y desde allí tomamos el camino a la derecha descendiendo por una mancha de bosque mediterráneo realmente bien conservado que nos puede dar idea de cómo eran nuestros bosques antes de que sufrieran la acción de los hombres.

Arquitectura popular en el camino de la mina

Bajamos en este agradable paseo en el que veremos baños de jabalíes y no será extraño que se nos cruce algún venado, o algún corzo, hasta llegar a otro camino en el collado de La Barrosa, llamado así por tener otra explotación minera con ese nombre, a la que se accede bordeando por la derecha la parcela de la vivienda situada en el collado, y siguiendo un camino que va hasta la casa minera y la galería hecha en la roca viva. Desde esta última mina regresaremos a Buenasbodas según nos indica el plano.

Entrada a la galería de la mina de Barros.