SAN JOSÉ EN AZULEJERÍA ANTIGUA TALAVERANA

SAN JOSÉ EN AZULEJERÍA ANTIGUA TALAVERANA

Hoy, día del Padre traemos varias imágenes de San José en azulejería talaverana de los siglos XVI y XXVII.

Imagen de San José en el pórtico de la basílica del Prado

La primera de ellas se encuentra en el pórtico de la basílica del Prado aunque procede de otro edificio religioso de la ciudad, probablemente del Hospital de San Antonio Abad que estaba situado en el barrio de la puerta de Cuartos.

Es una hermosa figura de cerámica renacentista enmarcada por dos columnas con decoración, vegetal, de guirnaldas y con grutescos, todo de un bello colorido y probablemente del mismo autor que otras similares de Piedraescrita. En lugar de la vara florida o terminada en hojas como es su atributo más habitual, parece que en este caso lleva lo que parece una palma, aunque evidentemente el no fue mártir y puede que sea un báculo con hojas pero más estilizado. Lleva el nombre de «San Josepe» en la corona.

Hay algunos errores en la colocación de los azulejos.

San José en los desposorios con la Virgen en la Basílica del Prado

En esta imagen la Virgen y San José se encuentran ante el sacerdote y se dan la mano. El santo  lleva su atributo de la vara con hojas brotando de ella como símbolo de su elección.

Las vírgenes del templo de Jerusalén debían salir del mismo antes de que “mancillaran” el lugar, es decir, antes de que tuvieran la primera menstruación. Por eso los sacerdotes decidieron que María debía casarse cuando llegaba a la pubertad, como se dice en el Protoevangelio de Santiago. En algunos textos apócrifos se habla de que María tenía 12 años y en otros catorce.

Reunidos los viudos del pueblo se decide que acudan todos con una vara y sobre el que Dios de alguna señal portentosa, ese será el que se case con María. El «Libro de la Natividad de María» cuenta que el dueño de la vara que germinara y en la que se posara una paloma sería quien se desposara con ella.

San José en una escena de la Natividad en la Basílica del Prado. Siglo XVIINo vamos a entrar aquí a describir las numerosas escenas de la Natividad en azulejería de Talavera. Solo diremos que en todas aparece San José, como en esta de la basílica del Prado. Es curioso que parece querer proteger al niño del asno y el buey con sus manos.

En principio San José se representó como un joven pero a partir del siglo XIII ya se presenta como un anciano. En estos casos de la Basílica curiosamente aparece como un hombre maduro.

San José en la huida a Egipto en azulejería del siglo XVII de la basílica de la Virgen del Prado

Preciosa representación de San José en la basílica del Prado, en la que aparece en la huida a Egipto tocado con sombrero y con un cesto donde porta las herramientas de carpintero.

Circuncisión de Jesús en la ermita de Piedraescrita

Otras dos escenas en las que aparece San José como mero espectador es en la Circuncisión y en la Presentación, traemos en este dos imágenes de Piedraescrita en las que sí aparece San José como un anciano. De todas estas escenas hablaremos en otras ocasiones más detenidamente. Sólo comentar la presencia de San José. En la Presentación aparece como anciano y con su báculo.

Presentación en el templo en cerámica del siglo XVI de la ermita de Piedraescrita

 

AL CASAR DE TALAVERA POR SANTA APOLONIA

AL CASAR POR SANTA APOLONIA

Santa Apolonia el día de su romería

LA EXCURSIÓN Y COSAS QUE VER

 Hoy vamos a recorrer la parte noroccidental del término de nuestra ciudad, entre el Casar de Talavera y la ermita de Santa Apolonia. Para ello salimos de Talavera por el camino que va hasta la ermita y parte desde la plaza de Los Tres Olivos. Cruzamos el canal del Alberche y debajo de la autovía y, a unos cuatrocientos metros, tomamos el camino a la izquierda hasta la ermita de Santa Apolonia cruzando sobre el arroyo Bárrago Seguir leyendo AL CASAR DE TALAVERA POR SANTA APOLONIA

COBISA, CHOZAS Y TÓRTOLAS, DESPOBLADOS DE CALERA

COBISA, CHOZAS Y TÓRTOLAS, DESPOBLADOS DE CALERA

Plano de Calera y los pueblos circundantes en las Relaciones del Cardenal Lorenzana, elaborado por el párroco de la localidad.

Muchos de los pueblos actuales de nuestra comarca se formaron de otros núcleos de población hoy desparecidos. Hoy comenzamos una serie de entradas que iremos colgando sobre estos despoblados.

El primero de ellos es Chozas, que todavía permanece en el nombre de este municipio llamado Calera y Chozas. Se encontraba muy cerca de la carretera que discurre entre Velada y Calera y de él queda aún el nombre de una finca llamada así, Chozas y una fuente o pozo en la vega cercana.

Fuente de Cobisa

Su nombre se debe probablemente a lo precario de sus viviendas que en el siglo XVI describen de techo retamizo en la mitad de ellas. Por las relaciones de los siglos XVI y XVIII podemos decir que llegó a tener unos cuatrocientos habitantes.

Más significativo para este municipio es el Cristo de Chozas, la imagen más venerada en Calera que procede de la antigua iglesia del despoblado.

Cristo de Chozas

Como dicen las Relaciones del Cardenal Lorenzana en el siglo XVIII:

Tiene este lugar sola una parroquia y su advocación es San Pedro Apostol; tiene un anexo, que es el lugar de Chozas, a distancia de media legua hacia el norte, la advocacion de su iglesia es Santa María Magdalena, hay en ella una imagen de Jesuchristo con la cruz a cuestas, de estatura de dos varas de bulto, de un semblante y aspecto respetoso, muy milagroso; y cada día están experimentando los pueblos de la comarca beneficios de Su Majestad, por lo que de continuo vienen a dar las gracias al Santísimo Christo de Chozas (que esta es su advocación) tiene este anexo trece casas e incluye, con chicos y grandes, cuarenta y nueve personas.

Grandes bloques de cal y canto que formaron parte de la iglesia de Cobisa

El segundo despoblado del que vamos a hablar es Cobisa. Se encuentra al sur del casco urbano de Calera, como a dos kilómetros, muy cerca de la Vía Verde de la Jara. Se sitúa junto al arroyo y dehesa del mismo nombre y sí podemos observar todavía, aparte de los fragmentos de tejas y ladrillos habituales en los despoblados podemos ver en el entorno varios fragmentos grandes de los muros de cal y canto que ya en el siglo XVI dicen que son antiguos y que forman parte de dos viviendas del pueblo. También se encontró un mosaico junto al arroyo, por lo que no podemos descartar lo que dicen algunos, que se trata en realidad de la población romana de  Cusivis , Ya hay datos de Cobisa en documentos del siglo XIII, en tiempos de Alfonso VIII.

En el entorno se pueden ver algunos sillares en las casetas cercanas que curiosamente también dicen en la descripción del pueblo de las Relaciones de Felipe II que formaban parte de sus viviendas, por lo que es posible que  fueran reutilizadas de las construcciones romanas.

Sillares que probablemente pertenecieron a la iglesia de Cobisa

También queda en la zona más alta un muro completo de la construcción romana, que para mí serían los restos de una villa basilical romana o visigoda, pues hay constancia de haberse hallado  una placa decorada de esta época. Además, aunque seca, una fuente con su pilón habría abastecido a la desaparecida localidad.

Se habla de una ermita de Tórtolas y otra de San Blas, y de los molinos silos, entonces aceñas, que estaban en su demarcación.

Un personaje famoso de esta localidad fue fray Mateo de Cobisa, que desde esta aldea se fue a evangelizar nada menos que a los chinos de Taiwan.

Monumento a fray Mateo de Cobisa

Más abajo, también al oeste de la Vía Verde como el de Cobisa se encuentra Tórtolas, un paraje que más que un despoblado es un poblamiento antiguo de interés arqueológico, donde son abundantes los restos de curiosos silos subterráneos a los que probablemente debe su nombre el cercano paraje de Silos. También se hallan huellas de yacimientos romanos con alguna estela, sepulcros.

En su entorno había una ermita y fue también palacio de alguna casa noble después de pertenecer a la Colegial, como casa de recreo de los canónigos.

Tórtolas en término de Calera y Chozas

 

Ara romana en Tórtolas
Uno de los misteriosos silos de interés arqueológico en Tórtolasde Tórtolas

POR EL ARROYO DEL MOLINILLO DE PEPINO A CERVERA

POR EL ARROYO DEL MOLINILLO DE PEPINO A CERVERA

Arquitectura popular en Pepino

Cualquiera de los antiguos caminos que suben hacia los pueblos de El Berrocal (Mejorada, Segurilla, Cervera…) o el ascenso de los arroyos que vienen desde esta granítica sierrecilla hacia Talavera, nos proporcionarán un agradable paseo con buenas vistas y lugares amenos muy cercanos a la ciudad. Como ejemplo describiré el que desde Pepino nos lleva hasta Cervera subiendo por las orillas del arroyo del Molinillo. Seguir leyendo POR EL ARROYO DEL MOLINILLO DE PEPINO A CERVERA

PEPINO Y CERVERA, DOS FIESTAS Y DOS ENCINAS

DOS FIESTAS POR SAN BLAS:

San Blas en Pepino

En los dos pueblos que visitamos hoy se celebra San Blas el 3 de Febrero.

En Cervera se sale de ronda por el pueblo cantando y se lanza pelusa de las espadañas en las calles, un ritual muy antiguo de los llamados de “agravio” que se dan especialmente en las fiestas de invierno.

Lanzando la pelusa en Cervera de los Montes

 

También es significativo que en las dos fiestas se adorne con roscas, cintas y frutos la imagen del santo, lo que nos sugiere que esto es más bien un ritual de fertilidad cristianizado con la advocación de San Blas, protector contra las enfermedades de la garganta cuya devoción se extendió desde antiguo debido a la gran mortandad ocasionada por infecciones como la difteria, que acababan con la vida de muchos niños.

Dando el palo al chozo en Pepino

Otro aspecto de raíz pagana de la fiesta es el gran fuego que se hace en Pepino, el llamado “chozo”, al que se dan palos para que salten chispas, lo que dará buena suerte al año siguiente al que lo hace. Fuego, frutos, pelusa…como vemos, elementos que poco tienen que ver con el santo obispo.

Encina monumental de Meregil en Cervera

Y DOS ENCINAS

La encina de Meregil en Cervera

También nos acercaremos, como indica el plano, hasta la encina Meregil, un ejemplar monumental de este árbol al que se llega por un agradable sendero señalizado y cuyo corazón se haya deteriorado por haberse aprovechado para extraer de él la madera para hacer los badajos de los cencerros.

Se encuentra sobre un plinto redondo de piedra y desde el lugar se contempla una espléndida vista sobre la zona occidental de la sierra de San Vicente y el valle del Tiétar con el farallón de Gredos.

Detalle del «corazón» de la encina Meregil

La encina de Doña Germana en Pepino

Es curiosa la leyenda de esta encina monumental que se encuentra a algo más de tres kilómetros de la población de Pepino en dirección este por el cordel que une esta localidad con San Román de los Montes.

No sabemos por qué se dice que en ella se columpió doña Germana de Foix, la bella y joven noble francesa que se casó en segundas nupcias con Fernando de Aragón tras la muerte de su esposa Isabel la Católica.

Precisamente murió el rey en Madrigalejo, en la provincia de Cáceres cuando para que pudiera yacer con la muchacha, al ya anciano rey le dieron un brebaje compuesto de hierbas y testículos de toro, y a la mañana siguiente amaneció muerto, vamos que falleció víctima de un «viagrazo».Encina de doña Germana en término de Pepino

Puede que en alguno de los viajes de la corte pasaran los monarcas por Talavera y se columpiara en la vetusta encina doña Germana, ¿quién lo sabe? Lo que sí es cierto es que la joven reina tuvo tras la muerte del rey Fernando una apasionada relación con su nietastro Carlos V de la que nació una hija bastarda.

Está el árbol monumental en la misma linde del camino y su tronco está hendido en dos. Su copa es más frondosa y globular que la de la encina Meregil.

Cerca de ella hay otra encina peculiar llamada en Pepino «La Tiesa» por estar podada de forma que ha alcanzado gran altura.

 

A MARRUPE DESDE SAN ROMÁN PASEANDO ENTRE ENEBROS

A MARRUPE DESDE SAN ROMÁN PASEANDO ENTRE ENEBROS

El recorrido de hoy nos permite conocer la vegetación y el paisaje característico de las zonas menos elevadas de las laderas de la sierra de San Vicente.

Fuente de San Román de donde parte la ruta, antes de su restauración

Comenzamos en San Román, donde, al otro lado de la carretera, cerca del núcleo urbano, una fuente restaurada con un pilón nos muestra el principio del camino, se dirige en dirección oeste con un primer tramo coincidente con el cordel de merinas que viene desde Castillo de Bayuela. Lo abandonaremos al llegar al arroyo del Cercao, como a un kilómetro y medio de distancia, para continuar en dirección noroeste. Durante todo el trayecto vamos contemplando a la izquierda un enebral que, por encontrarse en la umbría y en un vallecillo cerrado, conserva ejemplares de un porte considerable.

Enebrales en la Sierra de San Vicente

Llegamos al pueblecito de Marrupe y damos una vuelta por él, visitando su iglesia del siglo XVI,  porticada y construida en mampostería granítica con un calvario junto a la entrada.

Iglesia parroquial de Marrupe

Algunas calles guardan  sabor en su arquitectura popular berroqueña en mampostería con algunas superficies blanqueadas en torno a puertas y ventanas También el ayuntamiento es pintoresco, con un soportal de columnas graníticas, y la fuente de caño Viejo que complementa el lugar con un puente de lajas graníticas.

Puente de lanchas graníticas en Marrupe

Algún historiador ha aventurado que el nombre de Marrupe derivaría de marrubium, una planta, mientras que otros lo hacen derivar de (mazar ar rubait) un ribat o rápita, algo así como “cenobio de religiosos guerreros árabes junto a un molino”. Tres de estos ingenios molineros se encuentran Las primeras referencias históricas al pueblo datan del siglo XIII, cuando es donado por Sancho IV para su repoblación a su mayordomo Juan García de Toledo como un heredamiento de Cervera, pasando después al marquesado de Montesclaros con capital en Castillo de Bayuela. todavía en ruinas en las riberas del arroyo Marrupejo.

Pozos y abrevaderos como estos podemos encontrar en nuestro recorrido y en toda la Sierra de San Vicente

Preguntaremos por el camino que, en dirección este, se dirige de nuevo a San Román, recorriendo la falda del monte de Cabeza Bermeja y pasando por la llamada cañada de los Pozos, un arroyo con numerosos pozos y algunos chozos típicos de la zona techados mediante falsa cúpula con lajas de piedra. Seguiremos el camino hasta llegar de nuevo a San Román.

Ameal en término de Marrupe

El camino discurre entre encinares con algún alcornoque, enebros, acebuches y jarales, todo ello salpicado de los típicos prados cercados con vallados de piedra y algún ameal, que es una acumulación cónica de  heno con un palo como eje y rodeado de una cerca que lo protege de los animales. Algún higueral y unos pocos olivares matizan el paisaje de laderas más bajas de la sierra de San Vicente.

Fuente y pozo en Marrupe

Duración aproximada 3,5 horas, 15 kilómetros.

SAN ROMÁN DE LOS MONTES

SAN ROMÁN DE LOS MONTES

Rollo y ayuntamiento de San Román
Rollo y ayuntamiento de San Román

Vamos a conocer hoy  la pequeña localidad de San Román de los Montes, en las estribaciones de la Sierra de San Vicente. Podemos dar antes un paseo por sus calles y nos detendremos en la plaza para observar el rollo, cuyo escudo de los Dávila nos recuerda que esta villa formó parte del señorío de Velada, cabeza del marquesado, cuyo rollo curiosamente se restauró a imagen de éste de San Román, mejor conservado que el del  propio Velada.

Enebrales de San Román
Enebrales de San Román

Fue en 1291 cuando Alfonso VIII otorgó los mayorazgos de Velada y San Román a Fernán Gil Dávila creándose uno de los primeros señoríos medievales. La antigua casona fuerte del marqués se halla actualmente restaurada aunque con almenas simuladas no muy afortunadas.

Casa fuerte de los señores de Velada y San Román restaurada
Casa fuerte de los señores de Velada y San Román restaurada
Agujas para el cerramiento de las plazas para las corridas de toros
Agujas para el cerramiento de las plazas para las corridas de toros

San Román es como todos los pueblos de estas sierras un lugar con gran afición a los toros y, como muchos de ellos, conservan las agujas de piedra que servían para cerrar las plazas durante los festejos taurinos. A la entrada del pueblo, junto al arroyo, se ha restaurado un lavadero tradicional y en el centro un antiguo potro de herrar.

Sarcófago omano tardío junto a la iglesia de San Román
Sarcófago omano tardío junto a la iglesia de San Román

Visitaremos además la iglesia, construcción cuyos elementos más antiguos son del siglo XV, y en el exterior, en su parte trasera, se conserva un sepulcro antropomorfo tardorromano- visigodo, aunque otros lo remontan a época romana. También se han hallado fustes de columna y cerámicas que confirman esa presencia y otro segundo sepulcro medieval También se han hallado restos de la Edad del Bronce y del Cobre.

Pared decorada con motivos de tipo pastoril en una vivienda de San Román
Pared decorada con motivos de tipo pastoril en una vivienda de San Román

Muy cerca, al norte del casco urbano y junto al arroyo, se halla un antiguo molino de agua de construcción granítica.

Canal del molino de agua de San Román en el arroyo de las Tenebreras

La parte ribereña del término está a orillas del embalse de Cazalegas con  sus urbanizaciones, aunque hay también una zona interesante de pequeñas barrancas junto a la ribera del Alberche con hermosas dehesas entre el pueblo y el río.

Espadaña de la iglesia de San Román

RUTA DEL MENHIR, ENTRE GAMONAL Y VELADA

Ruta del menhirruta-del-menhir

Desde el lavadero de Gamonal tomaremos el camino que sale en dirección norte, justo en la raqueta del cruce de la carretera de Ávila, e iremos ascendiendo por él. A unos quinientos metros se ven a la izquierda unos pequeños taludes arenosos donde algunas mujeres de Gamonal extraían la arena y la vendían en Talavera para fregar las sartenes. Alguna de ellas falleció atrapada por la tierra cuando se derribó la pequeña galería de la que la extraían.

Seguimos subiendo por este camino y, aproximadamente a dos kilómetros del inicio, podemos desviarnos hacia el noroeste hasta la ermita de la Encarnación, antigua iglesia de un despoblado medieval anterior al actual asentamiento de Gamonal. Conserva todavía los muros muy deteriorados, la espadaña sobre un muro fortificado y también se percibe que tuvo un pequeño pórtico en la entrada sur.Ruinas de la ermita de la Encarnación

Desde allí seguiremos  campo a través hasta la elevación que se percibe a poniente sobre con una roca con un vértice geodésico. Ésta es el Cancho del Niño que, como el resto del paraje inmediato del Cerro de los Lobos debe su nombre a que según una tradición, en una ocasión el hijo de una lavandera que jugaba por la zona se alejó de su madre y fue devorado por un lobo. Ermita de la Virgen de Gracia de Velada en dibujo de Enrique Reaño

Desde allí seguiremos por estas estribaciones del Berrocal, según indica el plano, hasta llegar a una vaguada que desciende en dirección oeste y que llega hasta la ermita Virgen de Gracia, patrona de Velada, que cuenta con una interesantísima azulejería de Talavera del siglo XVI y XVII con una zona arreglada para las romerías.

Reatablo de azulejería del siglo XVII en la ermita de Virgen de Gracia de Velada

Desde aquí seguiremos paralelamente a la carretera de Ávila que cruzaremos antes de que trasponga hacia los llanos del Baldío, dirigiéndonos hacia lo que parece una torre o atalaya, y que en realidad es un molino de viento que perteneció a los marqueses de Velada, cuyo escudo lucía sobre la puerta, aunque fue robado.                                      Desde allí la vista es magnífica sobre los Llanos de Velada, donde se producen sus magníficas sandías y carillas, y el valle del Guadyerbas festoneado por su bosque de ribera, ambos protegidos por su riqueza ambiental, y al fondo, la sierra de Gredos. Podemos descender unos cientos de metros hasta la pintoresca fuente de Praomaría, junto al camino que desciende a los Llanos del Baldío velaíno, para desde aquí regresar por ese mismo camino a Velada,

Molino de Viento de Velada

Éste es un pueblo con un patrimonio considerable y digno de detenernos, como describimos en el capítulo en el que la Cañada Leonesa Oriental pasa por aquí.

Fuente de Praomaría

Partimos después desde Velada en dirección sur por la cañada hasta donde se cruza con el Carril de las Mulas, y cerca del paraje conocido como la laguna del Conejo, a la derecha de nuestro camino, se encuentra sobre una elevación un curioso menhir que, como otros monumentos megalíticos de la comarca, también se localiza junto a estas viejas vías pecuarias. Se trata de un bloque granítico con la típica forma apuntada de los menhires que tiene en su cara sur numerosos huecos semiesféricos, las llamadas “cazoletas”, cuyo significado ritual para las gentes que lo erigieron hace cuatro mil quinientos años desconocemos. Algunas de estas cazoletas están comunicadas por canalitos cuyo simbolismo también ignoramos.

Menhir de la laguna del Conejo

Después nos dirigiremos por ese mismo carril de las Mulas hasta Gamonal, el punto de partida.

Detalle de las cazoletas del menhir de la Laguna del Conejo con la flecha señalando uno de los canalillos

Recorrido aproximado 12 kilómetros, tres horas y media

NOS VAMOS A GAMONAL

NOS VAMOS A GAMONAL

Industria paleolítica de sílex en el entorno del arroyo Zarzoleja

Vamos a dar una vuelta por el pueblo de Gamonal, que hoy es entidad local menor dependiente del ayuntamiento de Talavera, a cuya Tierra siempre perteneció, aunque como localidad independiente.

Hay muestras del poblamiento prehistórico como la industria paleolítica que se encuentra en el entorno del arroyo Zarzoleja o el menhir de la laguna del Conejo  que conoceremos en una ruta posterior.

Ermita de la Encarnación

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MONASTERIO JERÓNIMO DE SANTA CATALINA: DESCRIPCIÓN

 MONASTERIO JERÓNIMO DE SANTA CATALINA

DESCRIPCIÓN

Puerta llamada de «los Serafines»

 Las primitivas construcciones de esta iglesia, por ser en su mayoría edificadas a finales del siglo XIV e inicios del XV , fueron levantadas en estilo gótico-mudéjar, de ellas apenas nos quedan restos, solamente la conocida como puerta del Serafín, frente a la desembocadura de la calle Empedrada y alguna ventana cegada , como la que se observa en esa misma construcción frente a la torre de la Colegial. Algún otro detalle como la rejería o los canecillos y aleros nos orientan sobre la antiguedad de esta parte del monasterio de Santa Catalina.

Puerta sur de la iglesia del monasterio de Santa catalina

Ya hemos comentado que la misma puerta del Serafín era la que daba acceso al templo primitivo y por ello era necesario entonces pasar por el claustro para acceder al templo. Para remediarlo, en 1452, concede el papa Nicolás V permiso para construir una nueva iglesia cuyo edificio coincide con la nave de la actual. Precisamente el retablo de esta nueva construcción fue estofado por Copin de Holanda y pintado por Juan de Borgoña, aunque hoy ha desaparecido. La nave está cubierta por una bóveda de cañón y a los pies otra bóveda rebajada soporta el coro.

Cúpula de la iglesia de los jerónimos

Los canónigos de la Colegial se opusieron a la nueva edificación, como también se negaron a que se construyera la capilla mayor que, sin embargo, se comenzó a levantar en 1536 con el permiso de Pablo III . Esta parte del monasterio es la más característica del mismo y un elemento característico del paisaje urbano de la antigua Talavera. El padre Sigüenza, en su Historia de la Orden de San Jerónimo, decía: «Por ignorancia o malicia de los oficiales no se ha podido acabar fábrica de harta costa y apariencia, sin fundamentos, de tal suerte que estando casi cerrada la cúpula del cimborrio, se venía toda al suelo, y el mejor medio es deshacerla piedra a piedra.»  No hizo falta llegar a tanto, ya que se llamó a Juan de Herrera que se encontraba entonces construyendo otro monasterio jerónimo,el de El Escorial. Vino a Talavera y consiguió salvar el edificio, aunque quedaron como recuerdo de aquellos percances los antiestéticos machones y contrafuertes de la cara sureste del testero y las fisuras que todavía hoy  se perciben en el mismo.

Retablo de la iglesia de los jerónimos de Santa Catalina

Diferentes avatares históricos hicieron perder a esta iglesia su primitiva grandeza. En la capilla mayor estaban los enterramientos de los señores de Gálvez y Jumela y en el claustro se hicieron sepultar numerosos caballeros y nobles talaveranos. Celebrábanse los oficios «con toda grandeza, puntualidad y magestad que puede encarecerse teniendo siempre capilla de sonoras voces e instrumentos. Los ornamentos son muchos, ricos y costosos. El aderezo de plata es muchísimo»

Detalle de la decoración renacentista del edificio de los jerónimos de Santa Catalina

El acceso actual al templo desde la calle se realiza a través de la portada de piedra de la fachada sur, un tanto vulgar si la comparamos con la grandeza del resto del edificio. En el interior destacaremos la capilla mayor. Los mármoles que la decoraban adornan ahora el altar mayor de la basílica de Ntra Sra del Prado. La cúpula es de grandes proporciones, las pechinas se ornamentan con relieves de los cuatro evangelistas y bajo ellas se sitúan las estatuas de cuatro doctores de la Iglesia. La sacristía es de gran belleza, octogonal y con cúpula toda de piedra, menos decadente que el renaciente estilo del resto de la iglesia. También al siglo XVII pertenece la grandiosa escalera de subida al coro, toda de sillería y suspendida en el vacío. Menos conocida aunque muy curiosa se nos muestra la escalera helicoidal de acceso al exterior de la cúpula, “la giralda”, que se rodea de balaustrada con adorno de pirámides.

Contrafuerte que se construyó por indicación de Juan de Herrera, arquitecto de El Escoria,l para evitar que aumentaran las grietas del edificio

Se mantiene en un estado lamentable el claustro sur, que durante años ha sido casa de vecindad hasta su amenaza de ruina. Se perciben los arcos  gótico-mudéjares ya cegados  y en algunas de pendencias pueden observarse restos de pinturas en los muros, muy similares a otras pequeñas muestras que persisten en la granja jerónima de La Alcoba y Guadalupe.