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HISTORIA FÁCIL DE LA CERÁMICADE TALAVERA (7) LOS VISIGODOS

LOS VISIGODOS EN TALAVERA

Botella visigoda hallada en la villa de Saucedo

A comienzos del siglo V llegan las primeras oleadas de pueblos bárbaros a nuestra tierra. Los hispano-romanos que, en plena decadencia del imperio, habían sufrido un proceso de ruralización ven llegar en primer lugar a los alanos que permanecen aquí hasta el año 409.

No sabemos si la actual Talavera se correspondía con la Caesaróbriga romana o coincidía más bien con la que los visigodos llamarían Aquis y que fue sede episcopal, o la Elbora  que además fue ceca en la que se acuñaron monedas, y era identificada con Talavera por Lucas de Tuy. Lo cierto es que nuestra ciudad se encontraba tanto en lo político como en lo eclesiástico en el ámbito de la Lusitania, provincia de la que, ya desde los tiempos romanos, había sido límite occidental. Los suevos ocupan la comarca en la tercera década del siglo V y permanecen en ella hasta el año 456, cuando a su vez son desplazados por los visigodos que, tras algunos años de inseguridad y luchas con los suevos de gran crueldad y destrucción, se asientan aquí definitivamente con Eurico en el año 468.

Las dos terceras partes de las muchas villae que sin duda se repartían por las vegas talaveranas caen en manos godas, permaneciendo el resto en propiedad de los hispanorromanos. Puede que Aquis fuera una de esas villae que con la cristianización se convirtieron en basílicas, como la de las Tamujas en Malpica o la de Saucedo en Talavera la Nueva.

El rey Wamba convierte a Elbora en sede episcopal presionando al metropolitano de Mérida, de nuestro obispado fugaz se conocen los nombres de dos obispos Leovigildo y Marino. También en ese monasterio se encontraba el sepulcro de San Pimenio que se traslada a Aquis en tiempo de Ervigio, año 681. Los suevos continúan atacado la lusitania por lo que no cesa el proceso de ruralización al que también contribuye la endémica lucha interna de las facciones visigodas, Witiza parece que destruyó las murallas de la ciudad en su política de destruir las defensas de las ciudades no adeptas a él.

Otro rey godo, Liuva, hijo de Recaredo, fue, según se cuenta en los cronicones en 1079 el párroco de Santa Justa de Toledo, quien en el año 601 “con celo cristiano mandó quitar los ídolos (Ceres, Palas y Júpiter) y derribar el templo, fabricó nueva y suntuosa ermita y en ella colocó la imagen de Nuestra Señora de la Madre de Dios del Prado” También San Ildefonso, tomó a la ermita bajo su protección, según los antiguos historiadores talaveranos, aunque con poco fundamento. En la iconografía de su cerámica aparece este obispo toledano que vivió en el siglo VII, cuando le es impuesta la casulla por la Virgen.

Capitel visigodo en Mohedas de La Jara

Entre los hallazgos arqueológicos de la época podemos enumerar algunos fragmentos de elementos arquitectónicos como fustes de columna, un cimacio de tipología emeritense del siglo VII, pedazos de celosías y varias fíbulas entre las que resalta una aquiliforme del Museo Arqueológico Nacional. La pilastra del museo Ruiz de Luna es de los elementos más significativos entre los de antiguas construcciones visigodas que se han hallado en la ciudad

Tapa de la sepultura de Litorio hallada en La Trinidad y que hoy se encuentra en la Basílica del Prado

Pero la pieza más interesante de la arqueología talaverana de este periodo, es la lápida sepulcral de Litorio, aunque está datada en época visigoda, pertenece a un hispanorromano, Litorio. Se encontró en 1512 cuando un hombre cavaba un pozo junto al que fue monasterio de La Trinidad, al comienzo de la calle que hoy lleva ese nombre. Se trataba de un sepulcro de mármol blanco, aunque la tapa de pizarra negra es la que se conserva con una inscripción que dice: LITORIUS FAMULUS DEY VIXIT ANNOS PLUS MINUS LXXV. REQUIVIT IN PAZE DIE VIII KLS JULIOS ERA DXXXXVIII (Litorio, siervo de Dios, vivió años setenta y cinco, poco más o menos: reposó en paz a 23 de Junio, era de 548). Una cruz y un crismón con su alfa y omega se hallan también grabados en la lápida. Según Ildefonso Fernández, puede que este Litorio fuera hijo de otro del mismo nombre, general en Roma que fue apresado por los godos y que tuvo un vástago que vivió y murió en Ebura de la Carpetania.

Cuenco visigodo hallado en Valdepusa

En el yacimiento romano de Saucedo se ha constatado también la transformación de la gran sala de la villae en una basílica paleocristiana, en el lado sudoeste se ha encontrado una piscina bautismal de inmersión con escalera de ascenso y descenso, una plaqueta decorada de mármol servía de sumidero y se dibuja en ella una roseta hexapétala, también se halló un altar paleocristiano con un crismón grabado. La planta es rectangular con ábside cuadrado. En los mosaicos destaca un neptuno que entre los primeros cristianos tuvo el significado simbólico de la salvación, otro de los motivos es el delfín que como el pez simbolizó al Salvador, una crátera es también motivo paleocristiano. Otros mosaicos tienen motivos geométricos o una mujer con una cornucopia. Las monedas que se han documentado en el yacimiento nos hablan de una ocupación continuada desde el siglo II al VIII.

Jarrito hallado en Los Navalmorales. Como éste son los que se encuentran en muchas de las tumbas visigodas.

Las piezas cerámicas tal vez más representativas so los jarritos y botellas que aparecen con mucha frecuencia en los enterramientos visigodos. Es el caso de la necrópolis del Cerro de los Moros en Torrecilla de la Jara, donde aparecieron en las tumbas estas vasijas junto a la cabeza de los difuntos, de considerable altura, por cierto. No se sabe si formaba parte de rituales para que el muerto tuviera alimentos en su paso al más allá o simplemente contenían perfumes.

En cuanto a las vajillas de uso doméstico es difícil a veces diferenciarlas de las cerámicas de uso común tardorromanas porque las tipologías permanecen en el tiempo dada la romanización de estos pueblos germánicos recién llegados. Suelen estar hechas a torno lento con cocción oxidante y a veces algo alisadas las superficies.

La mayor parte son vasijas algo toscas y con escasa decoración, solamente algún zig-zag o algunas incisiones de repetición. Se han hallado ollas, jarras, jarritos y pucheros de pequeño tamaño tal vez de uso individual, botellas con pitorro o botijitas, cuencos, tazas etc…

21 FOTOS MÁS DE INUNDACIONES EN TALAVERA ( y 2)

El río Alberche desbordado en la presa de Cazalegas

Vamos a conocer otra serie de fotos de inundaciones en Talavera. En la entrada anterior vimos algunas fotos de inundaciones del Tajo y otras provocadas por el arroyo de La Portiña. Hoy comenzamos con esta de la presa del Alberche a punto de desbordarse en el embalse de Cazalegas.

Otras fotos son de la entrada este de Talavera, siempre inundada cuando las crecidas del Alberche llegaban a un Tajo con gran caudal e inundaban la entrada oriental de la ciudad desde el puente del Alberche hasta los jardines del Prado y la Alameda.

El Centro Regional de Salud Pública inundado con la Nacional V
CIMASA, comercial mecánico agrícola era un establecimiento que se inundaba con frecuencia en las crecidas del Tajo
Cimasa, «la ILTA» e INMONTA inundadas a la entrada de Talavera
CIMASA y la Nacional V inundadas
Entrada oriental de Talavera por la nacional V durante una inundación
El Tajo desbordado
El Tajo con enorme caudal por el puente Viejo
El Tajo desbordado con el tejar de Ruiz de Luna delante
El kiosko de Valerio y la Alameda inundados
Inundaciones en la plaza de la Trinidad a principios del siglo XX. Detalle

Otra serie de fotografías pertenecen a lugares y momentos en los que se inunda la parte occidental de Talavera por las crecidas del arroyo de la Portiña.

Rescates en la inundaciones de la Portiña en el Puente de la Villa
Quiosco de puente de la Villa y calle San Gines al fondo
Inundación de La Portiña por la calle del Carmen
Inundaciones de La Portiña
Inundaciones de La Portiña en la zona norte de Talavera
Inundaciones de La Portiña por la zona de la carretera de Cervera
Inundación de la Portiña
La carretera inundada por la Portiña de San Miguel
Inundación en la Portiña de San Miguel, puente de la Villa  y plaza de la Cruz Verde
Inundaciones de la Portiña

ARTE RUPESTRE EN LA NAVA

GRABADOS RUPESTRES EN LA NAVA DE RICOMALILLO

Detalle de los grabados de La Nava de Ricomalillo con hombres esquemáticos o "homúnculos"
Detalle de los grabados de La Nava de Ricomalillo con hombres esquemáticos o «homúnculos»

Estos grabados fueron descritos por primera vez por Miguel Méndez-Cabeza, autor de esta WEB, y son una muestra del conocido como Arte Esquemático de la Edad del Bronce.

Los primeros pastores y agricultores de La Jara dejaron su arte sobre un afloramiento de lanchas de pizarra que emergen orientadas al sur junto a un camino en el paraje conocido como La Parrilla. Se sitúan al oeste de la población de La Nava de Ricomalillo en un paraje con amplia visibilidad sobre los jarales y pobres prados y barbechos del entorno.

Risco de pizarra sobre cuya superficie se han hecho los grabados
Risco de pizarra sobre cuya superficie se han hecho los grabados

 

Como en muchos de estos casos podemos ver pequeños homúnculos o hombrecillos esquemáticos piqueteados sobre la piedra, que parecen representar una escena bélica o una danza guerrera y algunos de ellos tienen un curioso trazado que hace pensar al primer vistazo en una escuadrilla de aviones.

Otros signos además de estos antropomorfos toman formas vulviformes, ancoriformes o puntiformes, aunque también se pueden ver otras inscripciones más modernas que completan el cuadro como alguna letra o lo que pudiera ser algún arma.

Panel principal de los grabados de La Nava de Ricomalillo
Panel principal de los grabados de La Nava de Ricomalillo

La estación rupestre se encuentra junto al camino que une La Nava de Ricomalillo con el río Uso y la Vía del Verde de La Jara,  y antes de llegar encontramos la Fuente del Oro, de donde también cogían agua los lugareños para curar sus dolores reumáticos.

Algo más arriba, sobre la misma barrera a los pies de la que se sitúan los grabados, se encuentra una pequeña fuente con unos antiguos y precarios baños terapéuticos. Vemos como sucede en otros casos, que estos lugares con arte rupestre coinciden con fuentes o baños a los que las gentes atribuyen propiedades mágicas o terapéuticas.

Uno de los grabados de La Nava que representa un homúnculo esquemático

TODAVÍA HAY MEJILLONES DE RÍO EN EL TIÉTAR

Mejillones en el río Tiétar a su paso por Lanzahita

Cuando el Tajo era un verdadero río lleno de vida, íbamos los chavales a bañarnos en él. Allí, metiendo entre dos un saco de arpillera en la vegetación de la orilla, veíamos al sacarlo todo un catálogo de vida fluvial. Se movían inquietos ante nuestros ojos los barbos, las bogas, carpas y carpines, las lampreas, los camarones, culebras, ranas y una variada fauna de insectos y bichos misteriosos, incluidos crustáceos, como pequeños camarones o cangrejos autóctonos.

Con el trasvase y la falta de depuración de las aguas de Madrid y otros pueblos y ciudades todo eso cambió y ahora en el río sólo vemos especies alóctonas como los feos y viscosos siluros o peces gato, los percasoles, o los black-bass, y en algunos tramos, ni eso.

Por eso es una buena noticia que en alguno de nuestros ríos, que fueron tan ricos, aparezca alguna especie que nos dice que aún hay esperanza.  pues podemos ver en ellos mejillones de río.

Estos animales son moluscos bivalvos al igual que sus parientes del mar, aunque son exclusivos de agua dulce. Son organismos filtradores llegando incluso a filtrar 50 litros de agua diarios. Existen distintas especies de mejillones de río siendo los más frecuentes la Anodonta anatina y el Unio delphinus, pero sin duda la estrella de las náyades es la  Margaritifera margaritifera. Teniendo en cuenta que pueden formar agregaciones por encima de los 500 individuos por metro cuadrado la cantidad de agua filtrada por estos animales es muy considerable.

Estos mejillones eran conocidos también como náyades, que eran las ninfas mitológicas que vivían en las fuentes, manantiales y ríos, garantizando la pureza de sus aguas. Están sufriendo una regresión en toda su área de distribución paralelamente a la degradación ambiental de las cuencas hidrográficas.

Aquí os dejo un artículo que de forma sencilla nos  habla de la situación de esta especie en nuestros ríos.

https://www.larazon.es/sociedad/medio-ambiente/los-cientificos-alertan-de-la-desaparicion-del-mejillon-de-rio-GA10016022/

HISTORIA FÁCIL DE LA CERÁMICA DE TALAVERA (6) LOS ROMANOS

CERÁMICA ROMANA EN TALAVERA

Vasija romana con el nombre de la propietaria; Marcela una tal marcela

En la segunda Edad del Hierro las tierras de Talavera se hallaban pobladas por los vettones, como ya hemos visto. El  caudillo lusitano Viriato se refugiaba en la sierra de San Vicente desde donde atacaba a las legiones romanas, según aventura el alemán Schulten. También en la cumbre de esa sierra es tradición que se ocultaron de las autoridades romanas los Santos Mártires Vicente Sabina y Cristeta.

No comparto la idea de algunos historiadores sobre que Talavera fuera fundada exnuovo, en el solar que hoy ocupa, sino que muy probablemente hubo poblaciones y culturas anteriores en la confluencia del Tajo y la Portiña, precisamente en esa zona del casco antiguo más elevada sobre el río Tajo, donde creo que tarde o temprano se hallarán restos de poblados indígenas de épocas anteriores a los romanos.

Tras la conquista, Talavera quedó incluida en la Lusitania, cuyo límite discurre cerca del pueblo de Santa Olalla, coincidiendo con la línea que separa la comarca de Talavera y la de Toledo, ciudad ésta más enmarcada en el mundo de los carpetanos. En el año 69 Vespasiano otorga a nuestra ciudad el carácter de municipio.

Marca a punzón de Calvinus, el primer alfarero talaverano conocido. ( LC Juan Tovar,. Del artículo de Manuel Rico en Cuaderna 21-22

No conocemos el momento exacto en el que se funda Caesaróbriga, la Talavera romana. Muchas de las excavaciones de nuestras calle y edificios sabemos que no han sido realizadas, en general, con la metodología adecuada o no se han publicado las memorias de esas actuaciones, y lo que es peor, muchos de los restos han sido destruidos o sumergidos en cemento, o, como se pretende hacer en las nuevas construcciones del casco viejo, cubriéndolos con una losa de hormigón que tapa los restos y, aunque no los destruye, pero sí impide durante muchos años su estudio.

Es evidente que Talavera fue una ciudad romana de importancia donde en el periodo tardío del imperio y en época visigoda incluso se creó un obispado, el de Aquis, sufragáneo de la diócesis de Mérida. Los restos de edificios romanos hallados en el entorno de la plaza del Pan, que muy probablemente fue el foro romano en torno al que se articulaban las dependencias de los edificios públicos y los templos principales, como sucede ahora. Así nos lo muestran las ruinas visitables del hospital de la Misericordia, las del solar de los juzgados o las del patio del Ayuntamiento, o los elementos de granito y mármol labrados hallados en las excavaciones.

Una calzada importante discurría al norte del Tajo y otra al sur, además de algunas secundarias. Como también cruzaban el territorio otras por las actuales cañadas leonesas oriental y occidental, ésta última con la impresionante calzada de el Puerto del Pico. Era por tanto Caesaróbriga una ciudad situada estratégicamente con importantes comunicaciones, como también demuestran los restos del puente romano, cercano y en parte coincidente con el puente Viejo o medieval.

Decoración estampillada de cerámica de uno de los alfares romanos de Talavera. ( LC Juan Tovar en «Talavera de la Reina en la Antigüedad» de Dionisio Urbina

Se han hallado villas romanas como la de Saucedo, baños en esa excavación y en otras localizaciones como en la Ronda del Cañillo. También se han encontrado pinturas y mosaicos de gran interés, así como calles calzadas, templos, y magníficas esculturas de bronce como el Hércules o la Venus. Las murallas visigodas y árabes se cimentan y se componen con restos de la muralla romana entre cuyos elementos se pueden observar estelas, bases y fustes de columnas..

También se han hallado varias necrópolis como la que ya descubrió el Padre Fita junto a La Portiña y, lo que es más significativo, Talavera cuenta con un conjunto epigráfico con inscripciones de la época en un número tal que ponen a nuestra ciudad a la altura de otras romanas importantes de la península. Hay estelas dedicadas a las ninfas, a los dioses manes, a Júpiter o a dioses indígenas como Togote o Aricona. Los nombres de los difuntos y sus dedicatorias nos orientan sobre el origen de algunos de ellos procedentes de otras ciudades romanas como Clunia o Segísama. Nos informa también esa epigrafía de otros datos curiosos sobre algunos de nuestros antepasados romanizados como alguno que pertenecía a la Legión VII Gemina, otro de la tribu quirina o una mujer de la dignidad sacerdotal flamínica llamada Domicia Proculina. También consta un arúspice llamado Iconio.

Así mismo ha descrito el colectivo La Enramá un posible monumento romano en Torrehierro, finca que cuenta también con otra necrópolis con buenos sepulcros. También en la Vegas de Santamaría, junto al Tajo se ha excavado un mausoleo tardorromano en cuyo interior se encontró un sepulcro esculpido que se halla en el Museo Arqueológico Nacional.

Moldes del alfar de terra sigillata de Talavera.( LC Juan Tovar ) en «Talavera de la Reina en la Antigüedad» de Dionisio Urbina

Las villas romanas más conocidas en el entorno Talaverano son las de Saucedo, la Órbiga, La Alcoba, Pompajuela, Las Tamujas, Bercenuño, por decir solo algunos ejemplos más significativos.

Yo personalmente no descarto que, si se sistematizaran y se hicieran de forma adecuada las prospecciones y excavaciones sin interferencia de constructores y con vigilancia estricta de la Junta y el ayuntamiento, tarde o temprano se hallaría el teatro romano y algún otro edificio público de importancia.

Cerámica de terra sigillata de Talavera. Domingo Portela. Cuaderna 20-21

Son de gran interés los hallazgos numismáticos y la cerámica de la que trata este artículo. El arqueólogo Dionisio Urbina ha hecho el trabajo hasta ahora más completo sobre la Talavera romana y en él nos descubre algunas cuestiones al respecto.

Como hemos comentado, también en aquella época, Talavera era una ciudad comercial debido a su situación comunicada y estratégica. Los talleres artesanales parece que se situaron especialmente en la parte occidental del casco y la riqueza generada hizo que las clases dominantes demandaran determinadas mercancías de lujo como la cerámica más elaborada, la llamada de “terra sigillata”. También son necesarios los recipientes cerámicos para contener las mercancías especialmente de índole alimentario destinadas all comercio que generaría la ciudad. Es por ello que incluso sabemos de la existencia de alfares locales e incluso de empresarios o alfareros, como “Calvinus” que dejaron su marca en las piezas elaboradas por él. La mayor parte de esos talleres se han hallado en los yacimientos excavados al oeste de la ciudad y en ellos se han documentado zonas soladas con ladrillo para secar las piezas antes de su cocción, testares o basureros donde se arrojaban las piezas rotas o defectuosas, además de restos de moldes, y atifles y ajustadores para colocar y separar las vasijas en los hornos etc…

Son piezas de lujo para la mesa y decoradas con forma de botellas, cuencos y platos. También aparecen otros elementos de lujo, como las cerámicas llamadas de paredes finas que incluso llegan a ser de tan escaso espesor que se denominan en “cáscara de huevo”. Las “marmoratas” llevan un acabado jaspeado imitando al mármol, aunque se han encontrado, en menor cantidad. También se halló en la zona de la calle de la Lechuga la marca de otro alfarero, Zoilus, pero en este caso parece ser que su producción deriva de Tuccci (Martos, Jaén). También se encuentran desde tiempo de Augusto cerámicas campanienses que en Italia eran de color negro pero que aquí se imitan pero son terminadas con tonos rojizos debido al barniz aplicado.

Por todo ello el arqueólogo Dionisio Urbina nos dice “cuenta Talavera con una industria cerámica desde el siglo I y los datos arqueológicos parecen confirmar su permanencia en épocas tardías e hispanomusulmana lo que extiende a casi dos mil años la tradición alfarera… de la ciudad de la cerámica”.

También se hallan otras cerámicas pintadas de tradición indígena que elaboraban los pueblos vettones antes de la conquista romana, además de algunas de importación como las “sigillatas orientales” de las llamadas de “engobe rojo pompeyano”y otras de origen norteafricano de tonalidades más claras.

En los últimos siglos de dominación romana se va produciendo una ruralización que conlleva también una economía más autárquica con talleres locales que elaboran cerámica de menor calidad. Empiezan a aparecer los motivos cristianos en la decoración que, por otra parte, ya no se hace con molde, sino con estampillados y decoración a ruedecilla, en tonos anaranjados y grises, así como otras cerámicas locales de tonos oscuros que intentan imitar a las lujosas cerámicas campanienses

Capitel romano hallado en el término de Velada

PARAJES EN EL ENTORNO DE VALDELACASA, SIGUIENDO EL CAMINO DE CARLOS V A GUADALUPE (12)

Castillo de Espejel

Son numerosos los parajes pintorescos de su término. En primer lugar, debemos visitar el castillo de Espejel a las orillas del Tajo donde los aficionados al piragüismo pueden realizar recorridos solitarios por esta zona del río donde a su paso levantarán el vuelo las cigüeñas negras, las rapaces o las garzas. En las orillas del río Pizarroso visitaremos el embalse donde los aficionados pueden practicar la pesca y, aguas abajo, cerca ya del Tajo, el terreno se hace más abrupto y hay parajes de interés como los que rodean a los dos arruinados molinos. Los olivares colonizan las riberas con sus casillas de bonita arquitectura tradicional.

Caseta de olivar techada con falsa cúpula en las orillas del Tajo

Valdelacasa tiene también una parte serrana, refugio desde antiguo de las gentes que en diversas épocas se echaron al monte, con paisajes curiosos como sus bravías cumbres cuarcíticas o la llanura situada entre la sierra y el Gualija conocida como el Planchón. El río Gualija corre por aquí montaraz entre sobrecogedoras soledades y se remansa en pequeñas pozas donde podemos tomar un baño y donde no será raro ver a los venados o a los corzos bajar a beber y a los buitres volar sobre los riscos.

Riberos del Tajo en la zona de Valdelacasa

Ahora hablaremos de uno de esos personajes. Como ya comentamos en el capítulo de “Aldeanovita”, en término de Valdelacasa, en el paraje conocido como Las Gargantillas cayó el guerrillero “Quincoces”, luchador antifranquista de estas sierras, muerto en una emboscada de la Guardia Civil tras capturar a un enlace originario de Valdelacasa que también murió en el encuentro, además de su hermano que acompañaba a Jesús Gómez Recio.Estos hechos sucedieron justo el día antes de abandonar la lucha para huir a Francia. Dicen que en el paraje queda un majano como mudo testigo del lugar en que encontraron la muerte los tres maquis.

Ermita del despoblado de La Oliva

DOS EXCURSIONES

El término de El Villar es muy extenso y gran parte de nuestro recorrido hasta Guadalupe lo haremos todavía a través de su demarcación, pero, antes de alejarnos, a una distancia de algo más de seis kilómetros hacia el suroeste, podemos acercarnos a otra de las diecisiete heredades del Pedroso que Fernando III otorgó a Talavera para que las repoblara. Se trata de La Oliva, despoblado situado en una hermosa dehesa con buenos ejemplares de encina y alcornoque y que, al igual que El Villar, muestra signos de las diferentes culturas que se asentaron allí a través de los siglos. Se han hallado al menos tres verracos en su entorno, de los cuales quedan dos, uno apenas reconocible en un prado cercano a la arruinada iglesia y el otro, situado junto a la vivienda de los propietarios actuales de la finca, que es conocido como el “Toro Mocho” por haber perdido parte del morro. Para algunos eruditos, los cimientos de la iglesia tienen en sus aparejos la apariencia de haber sido romanos, civilización que confirma su presencia por la inscripción de un ara que se sitúa frente a la puerta norte, entre otros restos arqueológicos. La construcción de la iglesia medieval pudo hacerse en su mayor parte durante el siglo XV, como indican los arcos conopiales de sus portadas. La cúpula ochavada que cubre el ábside tiene aspecto de haber sido construida en el siglo XVIII y en ella todavía se percibe el camarín donde se alojaba la Virgen de las Misericordias, aparecida sobre una oliva según la tradición y con fama de milagrosa en la comarca.

Molinos de Espejel

Si todavía tenemos ganas de andar unos dos kilómetros, podemos descender por el camino de La Barca hasta el río Tajo, donde disfrutaremos de un paraje de singular belleza que sobrevuelan las rapaces y en el que se encontraban antiguamente los viejos molinos de Los Sacristanes y de Tani, hoy sumergidos por el embalse de Valdecañas, aunque todavía hoy asoma fantasmal una antigua central eléctrica que daba luz a Valdelacasa y Valdeverdeja, un curioso ejemplo de arquitectura industrial de los años treinta.

Entrada a la ermita de la Virgen de Burguilla con el jarro de azucenas, símbolo de la Virgen, sobre el dintel.

La otra excursión nos llevará a conocer la ermita de la Virgen de Burguilla, en la carretera de El Villar a Valdelacasa. En realidad se trata de una imagen de la Virgen de Guadalupe que se entronizó en este paraje ya en el siglo XV y que servía como adelanto e impulso al peregrino para llegar hasta la Virgen de Las Villuercas. El edificio, que también perteneció con su dehesa al monasterio, mantiene algunas huellas de su antigua utilidad conventual e incluso unas cochineras de mampostería que por sus dimensiones podríamos calificar de monumentales si no fuera por el fin a que estuvieron destinadas. Hasta Burguilla se realiza una romería desde ambos pueblos limítrofes el ocho de septiembre.

UN POCO DE HISTORIA OROPESANA

Vista general del conjunto monumental de Oropesa

Los restos arqueológicos que se hallan diseminados al norte de Oropesa, aunque se encuentren a menudo en jurisdicción de la villa, están más cercanos a otros municipios, pues la complicada división de términos y dehesas que resultó de las exenciones de las villas respectivas hace que, por ejemplo, muchos de los restos paleolíticos del Guadyerbas se encuentren en término de Oropesa, así como el menhir llamado de Parrillas y otros muchos hallazgos.

Menhir hoy desaparecido situado junto al embalse de Guadyerbas. Se observan numerosas cazoletas.

Son numerosos los útiles de piedra tallada y pulimentada hallados que representan la huella del hombre del paleolítico o de la Edad del Cobre respectivamente, así como los monumentos megalíticos que confirman la presencia humana en esta época, entre dos mil y dos mil quinientos años antes de Cristo. Algunos fondos de cabaña hallados por el autor en la orilla del embalse y un yacimiento en el Golín de la Senda con lascas de sílex y cerámica son muestra de los poblados que en esta época y a lo largo de la Edad del Bronce poblaron el valle del Guadyerbas en término de Oropesa. De la Edad del Hierro contamos con abundantes muestras de que el pueblo vettón habitó la zona dejando sus esculturas zoomorfas como legado. Concretamente en la finca Valdepalacios se conserva un verraco al que le falta la cabeza.

Industria paleolítica de sílex de los yacimientos del río Guadyerbas

Los romanos dejaron una epigrafía abundante, como nos describe Jiménez de Gregorio con una lápida dedicada a Júpiter y otras dos invocando a los dioses manes de las que una de ellas hace referencia a un “castillo Comediano”. Es tradición que esta última desapareció en una restauración de la ermita encontrándose actualmente embutida en el muro. También son numerosos los restos de enterramientos y yacimientos tardorromanos repartidos por sus campos entre los que fue excavado el conocido como de El Rondal, cerca de Guadyerbas las Bajas y que, por los restos hallados de un horno de fundición y algunas herramientas y clavos de hierro y bronce, podemos deducir tuvo utilidad como lugar de producción metalúrgica. Otra villa romana fue localizada junto a una necrópolis en el entorno de la laguna de las Limas.

Guerrero en azulejería de Ruiz de Luna en el Hogar Rural de 1946, situado en la plaza mayor

En el casco urbano se encontró una estatuilla femenina en terracota con datación probablemente romana. Hay autores que aceptan la hipótesis de una primitiva fortificación romana de Oropesa que defendería el estratégico paso de la cañada y calzada que desde Talavera  (Caesaróbriga) se dirigía a Mérida (Emérita Augusta). Algunos fragmentos de cerámica y lo estratégico de su situación, además de algunos topónimos de la zona nos hacen pensar en la pervivencia de población musulmana en Oropesa y su entorno.

Este gran torreón es probablemente el más antiguo de la fortaleza de Oropesa, para algunos podía remontarse a época musulmana

La reconquista de la zona estuvo a cargo de los caballeros abulenses que batieron toda la comarca quedando como huella de aquellas conquistas medievales la pertenencia eclesiástica de La Campana de Oropesa a la diócesis de Ávila hasta hace unas décadas. La repoblación propiamente dicha comenzaría en el siglo XII y ya con Alfonso X se concedieron en 1274 ciertas franquicias a los pobladores del castillo. Nace así la población actual de Oropesa como tal.

Muralla medieval de Oropesa

En 1281 la dona este mismo rey a la Orden Militar de Santa María de España que después se incorporaría a la Orden de Santiago. A comienzos del siglo XIV el castillo es propiedad de uno de sus hijos, el infante don Juan, que otorga a sus defensores los privilegios propios de los Caballeros de Extremadura. Permanece Oropesa vinculada a miembros de la familia real como don Juan el Tuerto y sus descendientes, doña Leonor de Guzmán, favorita del rey Alfonso XI y asesinada en Talavera por su esposa la reina doña María de Portugal, y el infante don Juan de Aragón, hasta que en 1369 se une a la noble casa de los Álvarez de Toledo por donación de Enrique II a don García Álvarez de Toledo.

Uno de los dibujos murales en el Hospital de San Juan Bautista. Algunos de ellos son de época medieval

Continuará

RUTA: UNA VUELTA POR EL ENTORNO DE LAGARTERA

RUTA: UNA VUELTA POR EL ENTORNO DE LAGARTERA

 Recorrido aproximado 8 kilómetros, 2 horas y media

Hornacina del Calvario de Lagartera

 Podemos dar un agradable paseo por el extrarradio de Lagartera conociendo algunos elementos de interés de su paisaje y su patrimonio. Para ello preguntaremos por el camino que va hacia el calvario. En dirección sureste, tomaremos a la izquierda la senda que entre olivares va siguiendo las cruces graníticas de las estaciones del viacrucis. Las tres cruces de la estación del calvario se levantan sobre un plinto también de piedra cerca del que podemos ver un pequeño altarcillo en forma de hornacina coronada por una cruz, y junto a él una roca completamente enjalbegada donde suelen dejar pequeñas cruces hechas de palitos de olivo o de hinojo los lagarteranos que suben hasta aquí haciendo el viacrucis. Vale la pena detenernos en estas alturas desde donde se contempla el núcleo histórico oropesano que destaca al este, el murallón de Gredos al Norte y el caserío de Lagartera delante de nosotros, dominando sobre él la esbelta torre de la iglesia. Al sur se adivinan las sierras jareñas. Seguir leyendo RUTA: UNA VUELTA POR EL ENTORNO DE LAGARTERA

OTROS TESOROS LAGARTERANOS

OTROS TESOROS LAGARTERANOS

Uno de los altares colocados en los portales de Lagartera el día del Corpus

La riqueza etnográfica de Lagartera se manifiesta principalmente en tres de sus aspectos culturales: el emblemático traje típico, las labores de Lagartera y la fiesta del Corpus Christi, donde se muestran muchas de sus mejores y más antiguas telas labradas.

El traje de lagarterana es mundialmente conocido, aunque en otros pueblos arañuelos las indumentarias tradicionales son también sumamente llamativas. La fama de la que goza actualmente comienza con las pinturas que hace Sorolla de tipos lagarteranos, guiado por Platón Páramo allá por los primeros años del siglo XX, aunque otros pintores y fotógrafos famosos contribuyeron también a su divulgación, llegando a ser tal vez uno de los símbolos españoles del mundo rural más castizos. Una boda en lagartera es un espectáculo que vale la pena realmente por el colorido desplegado en traje y rituales.

Lagarteranos en uno de los cuadros de Sorolla de la Hispanic Society

EL MUSEO:

Algunas muestras de los diferentes tipos de labores pueden ser admiradas en el Museo Marcial Moreno Pascual, muestra pequeña pero abigarrada, como todo lo lagarterano, donde podemos ver en el entorno de una casa típica las diferentes dependencias de la vivienda con su decoración tradicional y específica para cada pieza y con los elementos etnográficos habituales de cada una de ellas. Especialmente esos zaguanes tan típicos, repletos de cerámica de talavera y Manises y objetos de cobre. En el piso superior se puede visitar una magnífica muestra de las pinturas y dibujos del artista que da nombre al museo con una variada muestra de sus retratos y algunos de sus cuadros más significativos referidos a escenas costumbristas de Lagartera.

Lagarteranas en el Corpus

EL CORPUS LAGARTERANO:

Esta fiesta no se ha valorado suficientemente pues se trata de una explosión de estética popular durante la que por un espacio muy breve de tiempo, apenas tres horas, se exponen algunas de las mejores y más antiguas labores de Lagartera que se sacan de los arcones para, inmediatamente después del paso de la custodia, volver a la intimidad de los ajuares familiares.

Desde las nueve de la mañana aproximadamente comienzan en un buen número de casas lagarteranas las labores de decoración de sus portales para alojar al paso de la procesión pequeños altarcillos que son un prodigio de abigarrada pero al mismo tiempo delicada estética popular llena de colorido. Se hace del portal una preciosa hornacina cubriendo uno o dos metros del zaguán de entrada con bellas labores.

Niño Jesús en un altar del Corpus, vestido de lagarterano

La procesión, en la que últimamente desfilan vecinos con el vistoso traje local, parte de la puerta de la iglesia y recorre un trayecto fijado desde hace siglos solamente modificado por las ampliaciones del casco urbano. Los caballeros de la Veracruz con sus capas acompañan a la custodia. El sacerdote se va deteniendo en cada altar para bendecirle y mientras lo hace, niñas vestidas de comunión lanzan pétalos de rosa. La comitiva sigue el recorrido cantando y un momento después de pasar la procesión se deshace cada altar para que las telas labradas no se deterioren con el sol y la intemperie.

Oso con colmena en deshilado lagarterano

ARTESANÍA Y GASTRONOMÍA:

Las primeras referencias a las mujeres lagarteranas que realizaban bordados son del siglo XVI, cuando aparecen en un documento del Archivo Histórico Nacional tres muchachas lagarteranas llamadas Isabel, Catalina y María, nietas de Juan García Herráez, uno de los compañeros de Pizarro en la conquista del Perú, que cosen en su casa del barrio de Toledillo para doña Juana de Toledo, condesa de Orgaz, que les hace encargos para la decoración del castillo de Oropesa.

Desde pequeñas se ejercitan las niñas en Lagartera en la ejecución de labores, trabajando en esas muestras de variadas puntadas y motivos que son los dechados, conservándose así la tradición bajo la mirada atenta de las madres y abuelas.  Hoy se mantiene la producción y no debemos marcharnos sin llevarnos un recuerdo de tan preciada artesanía.

Quesos y otros productos lagarteranos

Un plato típico de Lagartera es el hornazo que, como su nombre indica, es una masa de pan con relleno de embutido cocida en el horno. Todos los pueblos arañuelos tienen en el cerdo una de sus bases gastronómicas y también es de destacar el queso de las ovejas que pastan en sus dehesas. La caza menor se complementa con las perdices y codornices de los criaderos locales. Los dulces tradicionales son mangas, roscas o floretas.

LA ARQUITECTURA, LAS ERMITAS Y LA IGLESIA DE LAGARTERA

LA IGLESIA:

Iglesia parroquial de Lagartera en azulejos

Aunque Lagartera guarda sus más preciados tesoros en los arcones y portales de sus casas, también son dignos de conocer algunos aspectos de su patrimonio. En primer lugar debemos visitar la iglesia parroquial de El Salvador. En el antiguo barrio de Toledillo parece que existió un primitivo templo que hacia mediados del siglo XV es sustituido por el actual. Aunque se comenzó a construir en aquella época, tuvo diferentes fases de ampliación en siglos posteriores. Del siglo XV y comienzos del XVI quedan el coro y algunas de las zonas del edificio como las portadas decoradas con las típicas perlas del gótico tardío. Los muros son de mampostería con sillería en algunas zonas. La planta del templo es de cruz latina enmarcando sus tres naves que están separadas por pilares ochavados y se construyen en el siglo XVI con el impulso del conde de Oropesa don Francisco Álvarez de Toledo. Ya mediado el siglo XVIII se hizo el crucero y a principios del XIX se levantó la esbelta torre que domina todo el caserío, pues la iglesia se construyó en lugar elevado que incluso hizo necesaria la adecuación del terreno de acceso con calzadillas y escaleras.

Portico norte de la iglesia de Lagartera, donde Sorolla pintó algunos tipos lagarteranos

Cuenta la parroquia con dos pórticos, uno al sur y otro más pintoresco al norte llamado pórtico de Gredos, con un patio anterior y sostenido por seis arcos rebajados con las armas del conde de Oropesa y de su esposa en la enjuta central. Precisamente en este pórtico aparece Sorolla en una antigua foto pintando a tipos lagarteranos. La Guerra Civil se llevó gran parte de la imaginería antigua aunque quedan dos tallas de Santa Teresa y Santa Catalina de cierta calidad, así como tres retablos barrocos que sobrevivieron a la contienda.

Ermita de Lagartera dedicada a los Santos Mártires

ERMITAS:

En Lagartera se mantienen en pie dos ermitas, una de ellas es la de los Santos Mártires y se sitúa en el camino que más tarde tomaremos para seguir hasta Herreruela. Es un edificio del siglo XVII construido en aparejo toledano con sillería en algunas zonas de los zócalos y contrafuertes. El edificio está coronado por una espadaña de ladrillo y la entrada se sitúa en la portada del muro sur. Es de destacar el artesonado mudéjar octogonal que cubre su capilla mayor. Fue también cementerio donde se enterraban los cofrades de los santos mártires Fabián y Sebastián, de ahí su nombre.

Erimta de Santa Ana de Lagartera con los restos de su ábside y retablo

De la ermita de Santa Ana solamente queda el ábside original de sillería y mampuesto. Fue también cementerio y se sitúa al norte del caserío, cerca de la antigua carretera Nacional-V.

Arquitectura popular de Lagartera

ARQUITECTURA POPULAR:

En nuestro deambular por Lagartera podemos disfrutar también de una arquitectura popular granítica de mampostería con portadas de cierto empaque en algunos casos, aunque solamente dos de ellas aparecen blasonadas. Ya han desaparecido casi todos los pavimentos empedrados con grandes losas de piedra que se pueden ver en algunas fotografías antiguas, pero todavía se conservan en el casco y su entorno algunas cruces de granito de las que varias eran utilizadas en el rito religioso de las llamadas “Rogativas”.

Chozo de cúpula en Lagartera

También se mantienen en uso los dos puentecillos que salvaban el arroyo en el barrio de Toledillo. En la plaza que se encuentra junto a la cabecera de la iglesia se levantó un monumento a las labranderas lagarteranas que también podemos visitar.