LOS EMPALAOS DE VALVERDE DE LA VERA
El rito más conocido entre los de este pueblo, y todos los de la Vera en general, es el que se celebra en Semana Santa desde tiempo inmemorial conocido como de “Los Empalaos”. Se desarrolla el Jueves Santo por la noche y las primeras referencias a la “Cofradía de disciplinantes y Germandad de la Pasión de Jesucristo” datan del siglo XVI, cuando se escriben las primeras ordenanzas y reglamentos y se conceden indulgencias plenarias, aunque parece que el ritual y la hermandad existían desde fechas anteriores. Cuando Carlos V llegó a Yuste, le informaron sus ayudantes sobre los disciplinantes en términos que daban a entender que era costumbre un tanto bárbara y brutal, pues hasta finales del siglo XVII se azotaban violentamente los disciplinantes.
Vestir a los empalaos no solo es todo un ritual sino también una técnica delicada en la que no se debe apretar mucho las cuerdas porque dificultan la respiración, ni tampoco dejarlas demasiado flojas porque, aparte de no producir la mortificación del disciplinante, pueden acabar produciendo heridas. Tanto las llagas como los hematomas producidos eran tratados desde siempre con vino blanco que compraba la cofradía, aunque hoy día se utilizan otros remedios más actualizados.
Como nos describe Angel Correas, lo primero que se coloca al penitente es el “timón”, un palo redondo que formaba parte del arado romano tradicional y que sostiene a los brazos en cruz. Luego se van colocando las sogas alrededor de los brazos y el timón hasta la punta de los dedos, así como en torno al torso del empalao. La parte de abajo se viste con una enagua blanca de mujer.
En la cabeza se coloca un velo también blanco delante de la cara para guardar el anonimato del penitente. Por detrás del cuello se colocan dos espadas antiguas que sobresalen en aspa por encima de la cabeza. Encima del velo lleva una corona de espinas. El empalao siempre va descalzo y a mitad de cada brazo cuelgan tres “vilortas”, anillas de hierro que también formaban parte del antiguo arado y que van balanceándose y produciendo un sonido lúgubre al paso del disciplinante. Completa el vestuario del empalao una tela blanca rectangular como las que adornan muchas cruces y que y que como en ellas cuelga de los brazos.
El empalao va siempre acompañado del “cirineo” que antes se denominaba hermano de luz, pues llevaban las velas que lo alumbraban o actualmente la lámpara de aceite, y auxiliaban al empalao ante cualquier caída o incidencia. Va vestido con una manta antigua o una capa. Las mujeres no se visten de empalao pero sí pueden ser penitentes vestidas de “nazareno”, descalzas, con velo negro y corona de espinas, y llevando una pequeña cruz
El recorrido sigue las estaciones del vía crucis que se reparten por el pueblo y en las tres cruces de la estación del Calvario que se encuentra junto a la carretera se recita a las doce de la noche una poesía dedicada a la “Madre Afligida”. También se acercan a rezar un padrenuestro a la ermita del Cristo. Antiguamente también se vestían y azotaban los empalaos la noche del dos de Mayo pues era la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.
En Valverde de la Vera se puede visitar un Museo delEmpalao donde además podemos conocer la casa típica verata y una pequeña muestra etnográfica.