ANIMEROS Y ANIMERAS , ARTESANÍA Y GASTRONOMÍA
Si algún rito festivo es especialmente frecuente en los pueblos de la comarca de Talavera ese es el de las soldadescas, lleven o no ese nombre. Se trata de celebraciones de origen pagano muy vinculadas a las fiestas invernales y que en muchos casos fueron asumidas por cofradías de ánimas.
En Valdeverdeja podemos ver a los jóvenes de ambos sexos vestidos con los trajes tradicionales, en la mujer en sus dos versiones de novia y de labradora. Cuando el Domingo de Carnaval o Domingo del Gallo acaba la misa,los animeros y animeras suben en grupo hacia la plaza seguidos de las autoridades locales y otros asistentes. Evolucionan luego en desfile multicolor frente al ayuntamiento con sus albardas adornadas con cintas multicolores y después el abanderado baila la bandera al ritmo del tamborilero en una vistosa ceremonia que se completará por la tarde con el ofertorio en el que por parejas se hacen sus donativos y las señoras de la Asociación de Nuestra Señora de los Desamparados organizan un convite.
En Semana Santa se celebraba con gran devoción la Procesión del Encuentro. Las fiestas patronales son el tres de Febrero en honor de San Blas, aunque para celebrar una fiesta veraniega se instituyó hace unos años la fiesta de la Confraternidad o “fiesta de verano” simplemente. La romería a la ermita de la Virgen de los Desamparados se hace el primer fin de semana de mayo y con ese motivo se celebra un certamen de bailes regionales.
PUEBLO ARTESANO
Valdeverdeja fue siempre pueblo de artesanos, aunque la emigración y el abandono de las labores agrícolas ha hecho desaparecer la mayor parte de ellos. Ya no quedan ceramistas de basto, telares, hojalateros, espartero o albarderos, solamente se siguen realizando labores y bordados aunque también trabaja algún herrero y los verdejos han sido siempre excelentes canteros y molineros.
GASTRONOMÍA
Estamos en tierras casi extremeñas y la cultura del cerdo debe notarse en la gastronomía con platos tan matanceros como la cachuela o la chanfaina. El mundo pastoril se refleja en las migas o en las sopas canas. Para postre, los dulces tradicionales como las floretas, las roscas y mangas de las bodas, las perrunillas y los mantecados. Un plato tradicional, dada la vinculación de Valdeverdeja con el río y los molinos con sus cañales de pesca, era, por ejemplo, las anguilas fritas o en salsa.