ALBERCHE (7) NAVALOSA Y SU ARQUITECTURA

NAVALOSA, PUEBLO DE LAS «PALLOZAS»

Arquitectura popular en Navalosa

Desde Hoyocasero podemos seguir nuestro recorrido por el valle del Alberche acercándonos por una pista asfaltada hasta el pueblecito de Navaquesera, con su caserío que se asoma desde el balcón de sus 1509 metros. Es una localidad pintoresca rodeada de huertos y calles que se alegran con flores cultivadas. Su pequeña iglesia granítica está rematada con espadaña y desde allí podemos bajar hasta la carretera que nos lleva a Navalosa, pueblo al que también podemos llegar directamente desde Hoyocasero.

Arquitectura popular de Navaquesera

El principal atractivo de Navalosa es su arquitectura popular, no sólo en su casco urbano sino también en su entorno, ya que repartidas por su término hay numerosas construcciones muy similares a las pallozas de León. Se trata de edificaciones rústicas de planta generalmente rectangular u ovalada con techo de piornos o retamas. El ganado se situaba en la planta inferior, donde además se suele encontrar un pesebre hecho con lajas de granito. En el nivel superior, situado sobre una tosca estructura de vigas de madera, se encuentra el pajar, al que se accede por una puerta-ventana exterior, generalmente abierta sobre uno de los extremos laterales del edificio. Sobre la cumbrera se colocan lanchas de granito que impiden que se vuele la techumbre vegetal.

Arquitectura popular en Navalosa

Frecuentemente, junto a estos pajares de verano o cabañas, que es como se denominan aquí estas peculiares edificaciones, podemos ver unos pequeños habitáculos de mampostería en forma de casillas de planta cuadrada con el techo de grandes lajas de piedra, donde la familia solía hacer su vida diaria para evitar el peligro de incendio que tienen los pajares.

Pajares o «pallozas» de Navalosa

Otras edificaciones como chozos, zahúrdas o gallineros se encuentran en las inmediaciones de estas “pallozas” serranas formando conjuntos muy vistosos que en algunos lugares llegan a  constituir verdaderos poblados, como es el caso de Las Majadillas, las Cabañas y otros situados principalmente junto a las riberas del Alberche, además de algunos en la periferia inmediata del casco urbano de Navalosa, concretamente en sus barrios más elevados, donde también podemos observar curiosas eras delimitadas por losas graníticas y varios potros de herrar.

Construcciones auxiliares como zahurdas, chozos o allineros acompañan a los pajares

Hay que señalar que estas construcciones se encuentran solamente en el término de Navalosa y son una de sus señas de identidad, pero no las únicas, ya que es una localidad que ha contado siempre con numerosos artesanos que con frecuencia salían de su pueblo para ir a vender sus productos a zonas más o menos cercanas como la Moraña, la comarca de Talavera etc. Hoy día quedan todavía algunos talleres artesanos que fabrican mantas típicas en telares manuales.

Imagen de San Bartolomé en Navalosa, con el demonio atado por la cadena y el cuchillo con el que le martirizaron despellejándolo

También es muy característica su fiesta de carnaval, en la que salen los quintos disfrazados de “cucurrumachos” , palabra similar a la que denomina a estos personajes en fiestas de invierno similares como los morraches de Malpica de Tajo, o los marraches de Navalucillos, y que además es un término relacionado con “mamarracho” con el que se califica a personas de aspecto grotesco, por similitud con estos disfraces llamativos que, en el caso de Navalosa, se hacen con pelambreras confeccionadas con crines de caballo y con cuernos de cabra, además de las artesanales mantas de la localidad que se ciñen con cinturones que sostienen los cencerros. Los mozos se dividen en los quintos nuevos y viejos, que se reúnen en torno al mayo de la plaza, donde también se lanza paja a los presentes. Otros elementos comunes a otras de estas fiestas de invierno son la vaquilla o las cuestaciones de los quintos pidiendo alimentos o bebida por el pueblo, entre otras. También se visten los mozos de manera similar a las soldadescas de otras localidades, con las escarapelas, las cintas etc. Además del carnaval, otras fiestas de Navalosa son Santa María la Blanca el ocho de Septiembre y la Romería de San Felipe el dos de mayo.

ARQUITECTURA POPULAR PUEBLO A PUEBLO (4) ALDEANUEVA DE BARBARROYA

 

Muro de aparejo de sillarejo de granito y pizarra

Aldeanueva de Barbarroya es pueblo jareño situado entre afloraciones granticas y suelos formados por esta roca degradada. también cuenta con zonas rañosas más arcillosas.

Adobe y sillarejo en una construcción de Aldeanueva

«…declararon ser los edificios de casas de piedra e tierra e teja, e haberlo en el mesmo lugar, y la madera traerla de lejos del dicho lugar». Así decían los vecinos que eran los edificios de Aldeanueva hace casi quinientos años.

Arquitectura popular de Aldeanueva de Barbarroya

Y la descripción ns sirve para la actualidad también porque las viviendas están construidas mayoritariamente en mampostería de granito con sillarejo e incluso sillería en vanos y esquinas en algunos edificios.

Otra ventana recercada en ladrillo

Lo que ellos llaman tierra es el adobe y el tapial de algunas construcciones y la madera que viene de lejos son los pinos que como en tantos de nuestros pueblos era importado del entorno de Arenas de San Pedro en Gredos, especialmente para las vigas maestras de mayor longitud y grosor, ya que la encina o el fresno eran poco apropiadas para las construcciones por su menor longitud e irregularidad de los troncos.

Algunas casas más pudientes son de sillería de granito y sillarejo

Moreno Nieto dice en 1960 que «la casa típica está construida de adobes, ladrillos y piedra, con la fachada enjalbegada y el tejado a dos aguas con regular inclinación. Suele constar de una planta con cuadras, pajares y corral. La cocina es de lumbre baja y chimenea de campana. Las ventanas son de madera y tienen rejas de hierro»

Algunas de las portadas tienen labrados escudos en sus dinteles

También vale la pena dar una vuelta por el pueblo pues se conservan varias construcciones de cierto empaque construidas en granito con algún que otro blasón en sus portadas.

Empedrado de granito y canto rodado en una fuente de Aldeanueva
Ventana de ladrillo con curiosa decoración

ALBERCHE (6) EXCURSIÓN POR EL ALBERCHE DESDE VENTA RASQUILLA AL PINAR DE HOYOCASERO

 

Puente sobre el Alberche en Hoyocasero

En la excursión de hoy seguiremos el curso del Alberche desde la venta de Rasca, justo en el punto en que el río cambia su dirección norte-sur para descender en sentido oeste-este. 

Ruinas de la central eléctrica sobre el Alberche

Tomaremos la orilla sur para descender río abajo, por donde sigue un camino que deberemos abandonar cuando asciende, para continuar andando por la misma ribera. La vegetación es escasa hasta que llegamos al arroyo de los Avellanos, donde son muy abundantes los árboles de esta especie.

Turbina de la central eléctrica

Comienzan los prados y pronto encontramos en la orilla opuesta un pequeño bosquecillo de pinos y robles en la zona conocida como La Atalaya. Poco después, comienza a embalsarse el agua debido a la presa que daba caudal a una antigua central eléctrica. El bosque de ribera comienza a hacerse más espeso con más fresnos, sauces y chopos que crecen junto al canal que lleva el agua a este complejo. Aunque está en ruinas, deja ver las viejas turbinas de la central, los restos de un molino y los de varias viviendas de los dueños y operarios de estas instalaciones, que además, cuentan con un edificio arruinado con gruesos muros y restos de los ventanales de unas dependencias que parecen más antiguas y tal vez dedicadas a alguna actividad minera.

Pinar de Hoyocasero

Seguimos por esa misma orilla y llegamos a un viejo puente de granito en un paraje muy agradable junto al cerro del Calamocho. Frente a él confluye un arroyo con un bosque de robles y hermosos prados. El Alberche discurre sobre el batolito granítico que deja algunas pozas y una presa que abastece a un molino restaurado del siglo XVIII.

El Alberche a su paso por Hoyocasero

Desde aquí, podemos acercarnos a Hoyocasero y a su magnífico pinar, protegido por su interés como paraje botánico único con numerosas especies autóctonas de las que hemos ahablado en el post anterior

Otra de las especies peculiares de la flora del pinar de Hoyocasero

Otra alternativa es acercarnos en coche hasta el pinar y hacer solamente el recorrido indicado en su entorno, sin recorrer las riberas del Alberche.

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Recorrido aproximado 14 kilómetros ida y vuelta, 3 horas y media

ARQUITECTURA POPULAR PUEBLO A PUEBLO (3) ALCOLEA

Pared de adobe en Alcolea sobre zócalo de canto rodado.

Si damos un paseo por el caserío de Alcolea podemos observar que su arquitectura popular se caracteriza por el empleo del adobe y el tapial como material de construcción. Es tal vez, junto a Alcañizo, la localidad de la comarca en la que este tipo de edificaciones en barro son más abundantes.

Ripio entre los adobes de un muro de Alcolea

De unas charcas cercanas se extraía el barro adecuado que se amasaba con paja para darle más consistencia y resistencia. Un molde llamado “gradilla” daba forma a cada uno de los adobes que más tarde se dejaban secar al sol.

Casa de estilo jareño con sus huecos recercados y arcos de medio punto rebajados

Entre los adobes suelen verse fragmentos de teja como ripio entre ellos. Las techumbres suelen ser de cañizo sobre alfangías de álamo o pino y teja.. Los muros de adobe o tapial se levantan sobre zócalos de canto rodado.

Una de las llaveras de Bernardo Igual

Muchas de las casas están revocadas con cal y arena con los huecos pintados recercados al estilo jareño, incluso con arcos de medio  punto en algunas de sus ventanas.

Algunas de las construcciones cuentan con elementos de tradición mudejarista en ladrillo

Aqí tenía su fragua Bernardo igual y se pueden ver en este pueblo y sus alrededores sus llaveras y cerraduras , sencillas pero  de diseño muy particular. Hay variedad en las rejas, modestas como suelen ser las de la comarca pero también características.

Solana en una construcción con puertas carreteras

Hay puertas carreteras con o sin tejaroz en huecos con arco rebajado de ladrillo en ocasiones.

Construcción de adobes y ladrillo en Alcolea

El ladrillo nos habla también de las tradiciones mudéjares de la comarca y su expresión más hermosa es la original torre de la iglesia parroquial adornada con tres niveles de arquerías.

Vivienda típica de Alcolea
Balaustrada de cerámica de Puente del Arzobispo en una terraza de Alcolea

A continuación mostramos tres ventanas de Alcolea e incluso una pintada  como arquitectura fingida. Otra de ellas muestra decoración de esgrafiados..

LOS MOLINOS, LOS MAQUIS Y LOS BANDOLEROS

Molino de Saucedoso entre Bayuela y Garciotún

Los molinos eran por tanto lugares de referencia en medio de la naturaleza en todos los sentidos y a ellos acudían gentes con intenciones de robo o de ocultamiento llegando por ello a los molinos bandidos y prófugos que ocasionaban no pocos sustos a sus moradores.

Ejemplos y anécdotas de este tipo aparecen en los archivos de la Santa Hermandad  Real y Vieja de Talavera entre los que he escogido un caso ilustrativo. En el siglo XVII tienen lugar los acontecimientos, cuando tres vecinos de Valdeverdeja roban dos costales de trigo en el pósito de Torrecilla de la Jara mediante el sistema del butrón. Se les identifica por sus vestidos “a lo lagarterano” y sin ni siquiera perseguirles les esperan los cuadrilleros hermandinos en los molinos de Ciscarros, junto a Aldeanueva de Barbarroya. En este pueblo tienen un cómplice en cuya casa se refugian y limpian el trigo ahechándolo. Acuden luego al molino donde se les captura “in fraganti”, en plena molienda. Es curioso que en el proceso se cuenta cómo se realiza una prueba pericial en toda regla que demuestra que el aspecto y características físicas del grano robado coinciden con el intervenido a los ladrones que, por otra parte declaran a un testigo no haber delinquido nada más que por hambre. Ayudados por varios paisanos suyos consiguen escapar de la cárcel de Alcaudete de la Jara.

Molino en Los Alares

Muchas son las aventuras de maquis, “los de la sierra” como suelen llamarles las gentes del campo, que he podido escuchar en boca de los molineros que muchas veces se vieron entre la espada y la pared, teniendo que actuar con exquisita discreción para no ganarse la animadversión “de los unos ni de los otros”, la Guardia Civil.

En una ocasión me contaba un molinero cómo había tenido simultáneamente a los maquis en el doblado y a la Guardia Civil en la sala de su molino. Había sido presionado para ayudar a ambos grupos pero optó por callar la presencia de los de la troje, evitando así un tiroteo de imprevisibles consecuencias.

Molino de Peña en el Tiétar

En una batida de la “contrapartida”, es decir de los guardias vestidos con los monos que habitualmente vestían los milicianos de la resistencia guerrillera, otro molinero identificó a uno de estos guardias que había nacido en su pueblo. Cuando se marchaban se le escapó al buen hombre un “adiós mi cabo” que delató el disfraz de los guardias. La falta de dos de sus dientes quedó como testigo del indiscreto lapsus del molinero.

Muchas noches de miedo pasaron los molineros de las zonas serranas durante aquella época,  presionados para obtener alimentos e información por ambos bandos, aunque la entrega de algún que otro costal de trigo suavizó el trato por ambas partes.

Molino en el río Pusa en término de Los Navalucillos

ARQUITECTURA POPULAR PUEBLO A PUEBLO 2: ALCAÑIZO

Arquitetura típica de adobe enjalbegado con huecos pequeños

ALCAÑIZO es pueblo del señorío de Oropesa que en su origen perteneció a la villa de Talavera hasta que la reina doña María de Portugal se lo otorga a su alguacil de Talavera Juan Palomeque para pasar después a los Álvarez de Toledo.

Está situado en un llano, entre dehesas sin apenas afloramientos de piedra para la construcción de las viviendas, por lo que el material habitual es el adobe y el tapial, aunque hay edificios de ladrillo y alguno en el que al modo de Torralba se han utilizado la mampostería de piedra gris y pizarrosa.

Rincón típico de Alcañizo con tapial y adobe enjalbegado

Hay bastantes puertas carreteras y alguna de ellas de buenas dimensiones y cuidada clavazón. Se ha perdido el empedrado original y casi todas las calles están encementadas. El adobe y el tapial suele estar enjalbegado y la iglesia se encuentra junto a un puente pintoresco sobre el arroyo al que da nombre el pueblo.

Rejería sencilla en huecos y balcones

En las relaciones de Felipe II se dice que «que las tapias de las casas son de tierra, y cimientos de piedra, y que las cubiertas de ellas son de paja y tierra, y madera».

Puertas carreteras típicas en Alcañizo

Y ya en el año 60, justo antes de iniciarse el despoblamiento rural y la pérdida paulatina del patrimonio de arquitectura vernácula, en Alcañizo la » casa típica está edificada de adobes, es enjalbegada, tanto en el exterior como en el interior, consta de unas cinco piezas, con corral, cuadra, zahurda y un cobertizo en el corral llamado enramada, donde se guardan los aperos de labranza. Sobre la casa hay un doblado o cámara denominado troje. El tejado a dos vertientes es de teja árabe y de mediana inclinación, el piso suele ser de baldosas y sus puertas y ventanas pequeñas.

Grandes puertas carreteas en Alcañizo

Dos son los tipos de casa, uno tiene un patio a la entrada, de este se pasa generalmente a la cocina, de buenas dimensiones y con fuego bajo en el que se quema leña de encina, y  a continuación de esta están las demás dependencias.

Uno de los escasos edificios de ladrillo y mampostería

El otro tipo se diferencia en que a la entrada ha un portal y en él la entrada a las demás habitaciones, y que la cocina, igual a la anterior, tiene también un fogón alto para carbón vegetal».

Rincón de Alcañizo

ALBERCHE (5) HOYOCASERO Y UN PINAR MUY ESPECIAL

Orquídea en el pinar Hoyocasero

HOYOCASERO Y SU PINAR

Antes de llegar a esta localidad del valle del Alberche pasamos por un bosque de pino autóctono que es una de las mejores muestras de la flora que antes de la degradación de los bosques de Gredos abundaba por estos parajes. Son enormes ejemplares de Pinus Sylvestris bajo los que crecen peonías, las amarillas flores del viento (Pulsatilla Alpina) y otras que tapizan los suelos a fines de mayo. Es un lugar magnífico para los amantes de la botánica, que pueden encontrar también curiosas y peculiares especies junto a los arroyos de la zona y  en los robledales que se alternan con los pinares.

El paraje está protegido en la actualidad y forma parte de la Red de Espacios Naturales de Castilla y León. Tiene 150 hectáreas y en él se han localizado más de quinientas especies como la Aquilegia Vularis con sus colgantes campanitas azules, el lirio de los valles (Covallaria Majalis) que perfuma el ambiente con sus flores blancas, la azucena silvestre, la falangera, el sello de Salomón, la flor de Lys, la hierba centella, la flor del cuclillo, e incluso hay plantas tan específicas que llevan el nombre del lugar como el Rubus Hoyoqueseranus. En un paseo por el lugar puede que nos encontremos con diferentes aves rapaces y con las simpáticas ardillas.

Flora del pinar de Hoyocasero

Hoyocasero aparece por primera vez en la crónica de un Hecho de armas que se produjo en 1090, pocos años después de que fuera tomada Ávila por los cristianos, cuando hubieron de tomar las armas los caballeros abulenses para ir en busca de las tropas árabes que habían cruzado el Tajo, tal vez con la connivencia del gobernador cristiano de Talavera, y habían causado en su razzia destrozos en las cosechas, robo de grano y ganado y otras fechorías. “Oyo-Quesero” aparece como uno de los lugares que aportan a los caballeros las vituallas para la expedición, que resulta un éxito, ya que son cogidos por sorpresa los moros, se da muerte a su jefe Galafrón y se toma todo su botín que es restituido a sus dueños. Mueren 320 musulmanes y catorce cristianos. El gobernador de Talavera es ejecutado por su traición.

Arquitectura popular de Hoyocasero

Este pueblo era una de aldeas que formaban parte del “Concejo del Burgo” formado en torno de la abadía y luego colegiata de Burgohondo. En un litigio sobre diezmos del año 1389, aparece también la población de “Royo quesero” y puede que hubiera una población hermana en el lugar que actualmente ocupa la ermita de los Santos, pues en el paraje cercano de Navamuñoz se perciben restos de haber habido población y referencias documentales en papeles del siglo XIV.

Ermita de Hoyocasero

Es de interés la arquitectura popular del pueblo con sus rústicas viviendas de granito, sus pajares y sus fuentes, además de la iglesia, típica construcción berroqueña de la zona, probablemente del siglo XV o comienzos del XVI, como el curioso púlpito del interior. También cuenta con algunas imágenes de tipo popular de cierto interés.

Púlpito de la iglesia de Hoyocasero

ARQUITECTURA URBANA PUEBLO A PUEBLO (1) ALCAUDETE DE LA JARA

Tapial y canto rodado en el aparejo de las construcciones de Alcaudete

Comenzamos hoy una serie en la que vamos a conocer la arquitectura popular de cada uno de nuestros pueblos por orden alfabético, para ir así viendo la gran cantidad de tipologías y materiales en la arquitectura urbana de la comarca. Dejaremos las construcciones rústicas y elementos etnográficos inmuebles para otras entradas de este blog.

Reja en Alcaudete, tipología muy frecuente en La Jara

Alcaudete de la Jara se encuentra en un valle de aluvión del río Jébalo por lo que los materiales más utilizados son el barro en forma de adobe o tapial, con zócalos de canto rodado y algunas verdugadas y machones de ladrillo.

Rafas de ladrillo como las aludidas en el texto

En las relaciones de Felipe II del siglo XVI:

«Dixeron que las casas de este lugar muchas de ellas son tejadas, de tierra el edificio sin rafas de ladrillo, y otras tejadas que llevan rafas, y que la teja y ladrillo se hace en este lugar, y la madera se trae de once leguas de este lugar, y que muchas casas hay en este lugar de tierra las tapias y techadas de retama y la madera cortada de fresnos  y otros árboles del término» 

Empedrado en Alcaudete

Curiosa la referencia a que muchas de las casas son de techo vegetal (retamizas) y que la madera la traen de once leguas, referencia a la madera de Gredos, en los pinares de Arenas de San Pedro, de donde se traían sobre todo las grandes vigas.

Calle de casas humildes en Alcaudete de la JaraDe ladrillo o adobe, tejadas a dos aguas

Tanto en el siglo XVIII como en el XIX se alude en las crónicas a que hasta un tercio de las casas del pueblo están arruinadas.

Detalle mudejarista en ladrillo en una casa de Alcaudete

Moreno Nieto describe así sus viviendas en los años 50 del pasado siglo: «la casa típica está ordinariamente construida de adobes y ladrillos, con la fachada enjalbegada y los techos de regular inclinación. Consta generalmente de una o dos plantas con las cuadras y corrales en la parte trasera. La cocina es de lumbre baja y chimenea de campana, donde se quema leña de encina».

Casa de dos plantas en Alcaudete con la tipología más jareña con huecos de arco rebajado y recercado pintado en los huecos

Se reparten por el casco también bastantes casas con la tipología más jareña de uno o dos pisos con huecos de arco rebajado y recercados pintado en los vanos.

Fachada de otra de las casonas de Alcaudete

Hay además media docena de edificios o casonas de mayor empaque con sillería y  los huecos formados con dinteles y jambas de granito y rejas algo más macizas y elaboradas.

Una de las casonas de Alcaudete de la Jara

La parte del casco urbano cercana a la iglesia y el ayuntamiento fue reconstruida por Regiones Devastadas en los años 50 tras unas inundaciones del Jébalo. Lo más característico de la restauración es la plaza y sus soportales con el ayuntamiento y un bonito empedrado

soportales de la plaza de Alcaudete

Hay algunos edificios como lagares o una fábrica de orujo, buenos ejemplares de arquitectura industrial, o una posada. Merecen capítulo aparte las huertas del entorno del pueblo y dos molinos en el río Jébalo, en la vega inmediata al pueblo.

Posada en Alcaudete de La Jara

Las rejas y herrajes son modestos salvo muy contadas excepciones.

Herrajes de una de las puertas de Alcaudete

 

Los chozos de las Tierras de Talavera

LOS CHOZOS

Chozo en Navalmoralejo

Aunque más adelante estudiaremos los chozos de cada una de las subcomarcas talaveranas,hoy amos a dar una visión general de los mismos.

Son las construcciones más sencillas de la arquitectura popular de la comarca los pintorescos chozos que se levantan en mampostería de la piedra local, en estos dos casos granito y pizarra, o ambos combinados, a veces unidas las piedras con barro y otras a piedra seca.

Chozo de pizarra en término de Aldeanueva de San bartolomé
Chozo de pizarra en término de Aldeanueva de San Bartolomé

Sus muros suelen tener un hueco de entrada con puerta de madera, si se conserva, y muchas veces sin ningún otro hueco, salvo algún ventanuco.

Los techos están rematados en falsa cúpula construida por aproximación de lanchas de piedra y con una capa de compresión impermeabilizadora de tierra sobre ellas. En Gredos los chozos mantienen sus cubiertas vegetales de piorno o escoba según la altura. También en la sierra hay un espacio delante de los chozos con bancos de piedra en torno a un vallado protector enlosado que se llama «estanza»

Chozo de granito en término de Segurilla
Chozo de granito en término de Segurilla

Se solían utilizar para alojamiento temporal de pastores y en ocasiones como refugio para estancias temporales de aprovechamiento agrícola de viñas, olivares, huertos etc

Suelen ser de planta redonda, aunque en algunas ocasiones son más cercanas a la planta cuadrada o incluso rectangular, que las hace parecidas a las navetas prehistóricas de Menorca.

Chozo de Valdeverdeja de planta rectangular en el arroyo de los Pozos

En su interior encontramos pocos elementos constructivos. Vemos alguna alacena hecha en el propio muro para salvaguardar de insectos y roedores los víveres. En escasas ocasiones cuentan con una chimenea muy sencilla o simplemente una lancha de piedra que se desplaza para que salga el humo; En los chozos de Gredos hay una lancha que sobresale del muro llamada tiznera y que desvía las chispas para que no se prendan las techumbres vegetales que abundan más en la sierra. y también encontramos algún banco de piedra.

Falsa cúpula de un chozo vista desde el interior.

Los suelos pueden estar enlanchados, empedrados o simplemente con una capa de barro comprimido. Antiguamente esos suelos se enlucían con boñigas de vaca disueltas en agua que luego se endurece y hasta se puede fregar.

En ocasiones las paredes interiores están enfoscadas con barro e incluso enjalbegadas

Chozo en término de El casar de Talavera

 

EXCURSIÓN A LA CUEVA DEL BANDIDO MARAGATO

Ameal junto al Alberche

Hoy vamos a visitar la Cueva del Maragato siguiendo una ruta que parte del cruce de la carretera de Navalsauz con la de Ávila. Seguimos hacia Navalsauz por la cañada leonesa, que en este tramo coincide con la carretera, hasta que a unos trescientos metros nos desviamos por la propia cañada que va paralela al Alberche por su orilla occidental.

Molino en el Alberche junto a la ruta de la cueva del Maragato

Aquí el río es coto truchero y lo recorremos hasta pasar frente al molino Parranca. Poco después llegaremos a un antiguo puente conocido como la puente Mocha, nombre que tienen muchos de los antiguos puentes medievales y romanos que no cuentan con los pretiles protectores.

El asalto del maragato en El Verdugal en uno de los cuadros de Gota del museo de Chicago

Más adelante llegaremos a unas viejas majadas desde donde subiremos por la calzada hasta la cueva del Maragato que podemos visitar desviándonos un poco hacia el risco en el que se encuentra.

La Cueva del Maragato

Bajaremos nuevamente hasta las majadas y ascenderemos por las riberas del Alberche hasta otro molino que se encuentra junto a unas chorreras, para desde allí subir hasta Navalsauz, visitando el patrimonio referido en el texto anterior y volviendo después por la carretera al punto inicial.

Cueva del maragato señalada por la flecha

 Recorrido aproximado 13 kilómetros, tres horas

Majadas y ventas jalonan la cañada

Aquellos que quieran conocer algo más sobre el bandido Maragato pueden ver esta otra entrada de este mismo blog:

https://lamejortierradecastilla.com/un-asalto-pintado-por-goya-en-el-verdugal-oropesa/

El puente Mocho en el Alberche