RUTA DE LOS TRES CASTILLOS
La comarca de Talavera fue tierra de atalayas y torres defensivas más que de grandes castillos. Era la propia ciudad con sus tres recintos amurallados, la fortaleza principal del alfoz.
Hoy vamos a ir al sector más occidental de esta tierra, a Valdepusa territorio segregado de La Jara, donde conoceremos tres castillos poco conocidos y realizaremos además un agradable recorrido por las orillas del río que da nombre al señorío.
Esquema del recorrido de la ruta descrita de mi libro Rutas y Senderos de Talavera y Comarcas. Autor del dibujo de Jose maría PerianesPara comenzar esta ruta nos aproximaremos hasta Malpica de Tajo. Justo enfrente de la desviación de la carretera que nos trae desde Talavera podemos subir a observar en un cerro inmediato y rodeado de olivos el castillo de Villalba, edificado en tan estratégico lugar para controlar el paso de viajeros y ganados que durante siglos transitaban por estas cañadas y calzadas romanas.
Esta fortaleza dicen que estuvo habitada por templarios y está construida en ladrillo y canto rodado con argamasa y en ella se rodaron unas escenas de la película “Con el viento solano” de Mario Camus, premiada en Cannes.
Cruzamos el Tajo hacia Malpica y vale la pena dirigirse al puente de hierro desde donde se contempla una hermosa vista del castillo-palacio en el que residían y aún residen los señores que ostentaron el Señorío de Valdepusa. Nos encontramos ante una construcción residencial que, aunque está estratégicamente defendida por el río, tiene una función más palaciega que defensiva.
En las proximidades de Malpica, podemos visitar, por un camino que parte de la carretera que se dirige a San Martin de Pusa a la izquierda, los restos de la villa romana de las Tamujas que, aunque se encuentra en un estado lamentable, nos da una idea de la planta de las viviendas que disfrutaban los poderosos señores romanos que explotaban las buenas tierras de la vega del Tajo.
Volvemos a Malpica y tomamos la carretera que se dirige al pueblecito de Bernuy y, al llegar al Pusa, nos desviamos por un camino que asciende por sus orillas, al principio entre huertecillos y regadíos y más tarde junto a más o menos degradadas fresnedas, alamedas, y saucedales. Ya más alejados de la orilla son los encinares y tierras de labor las que alegran el recorrido, en las laderas del valle, sobre todo si son muy empinadas, podemos encontrar manchas muy bien conservadas del bosque mediterráneo que originariamente cubría todas las rañas de la Jara y Valdepusa. No os extrañe que puedan saliros al paso varios guardas de caza, la abundancia de perdices y conejos que se cruzarán en el camino harán que os expliquéis tanta vigilancia, y es que esta zona es una de las más ricas en caza menor de la comarca. Los italianos acuden aquí atraídos por la caza del zorzal principalmente ya que los muchos olivos y acebuches que veréis en el trayecto son el habitat ideal para las palomas y zorzales de paso.
Los primeros pobladores medievales de estas tierras fueron ascendiendo río arriba y primero repoblaron la zona del actual San Martin de Pusa. Si subimos por la orilla sur encontraremos unos grandes muros de argamasa arruinados que no son otra cosa que los restos de uno de esos primeros intentos repobladores, Venta de Mozárabes; el nombre no puede ser más sugerente.
Llegamos al puente de la carretera de Talavera a los Navalmorales, y cerca de la orilla oeste podemos detenernos a observar un horno de tejar, con la boca de carga de fuego, la de carga de ladrillos que se sostienen sobre un entramado de arcos, «el hormiguero», y enfrente la caseta de los tejeros, el pozo del agua, la alberca de amasar el barro, la era donde se secaban los ladrillos antes de cocerse. Podemos detenernos e imaginar los afanes de estos artesanos antes de tomar un cordel a la izquierda que parte de la carretera junto a un caserío que se sitúa unos centenares de metros más arriba en dirección a Talavera. Avanzando unos quinientos metros sobre la primera terraza del río se encuentran los restos del tercer castillo, apenas un par de muros que se mantienen en pie milagrosamente, se trata del castillo de Santisteban, otro despoblado de los que más tarde darían origen a la población de San Martin. Vale la pena encaramarse junto a las ruinas para contemplar una bonita vista panorámica del valle del río Pusa.
Tomamos ahora el cordel que va paralelo al río, pero por la terraza superior, y discurre entre un bosquecillo de chaparros y acebuches que, si tenemos tiempo y ganas, podemos abandonar para descender a las orillas del río y dar un solitario y ameno paseo por el sotobosque.
Finalmente el cordel se une a la carretera o a un camino asfaltado que se dirige hacia Santa Ana de Pusa, el último de los lugares que se repoblaron en el señorío de Valdepusa. Es un pueblo con un entorno muy agradable, sobre todo el encajonado cauce del Pusa que forma pequeños cañones y tablas muy cerradas entre los batolitos graníticos. Para este paseo se parte desde el cementerio hasta la orilla misma donde se encuentran los restos de un molino de agua, pasamos la zona de Malpasillo lugar llamado así por poderse cruzar el río de un sólo pero peligroso paso, tan delgado es el corte que las aguas han labrado en la roca. Después pasamos junto a un bonito puente del siglo pasado y seguimos andando por la orilla durante unos tres kilómetros hasta llegar a un cañón de mayor altura y similar a los del Jébalo en Alcaudete o el Uso junto a la Ciudad de Vascos, en estos barrancos acabamos nuestro recorrido por el valle bajo del Pusa.
Muguel, Valdepusa nunca pertenecio a La Jara, por lo cual nunca se segrego de la misma, sino que flrma por si misma un territorio con identidad propia, en Valdepusa no tuvo jurisdiccion la Hermanda de Talavera, solo respondian jurisdiccionalmente ante su Alcalde Mayor o en segunda instancia ante la Chancilleria de Granada.
Situado entre Tierra de Talavera, con la que se tuvieron problemas de deslinde, Tierra de Montalban, Tierra de Toledo y por el Suroeste con la Jara, es una subcomarca natural diferenciada desde la Reconquista del resto.
Gracias por publicar una ruta de este espacio tan poco conocido.
E
Sí perteneció a las Antiguas tierras de Talavera hasta su segregación en el siglo XIV como dice literalmente Jiménez de Gregorio «El 27 de mayo de 1357 el rey Pedro I, toma de La jara, en la tierra de Talavera, un valle y se lo da en señorío con el nombre de Valdepusa a su notario Mayor de Toledo Diego Gómez de Toledo». Todo el territorio al sur del Tajo pertenecía a La Jara, como tierra de Talavera y considero que desde luego sí perteneció y sigue perteneciendo desde un punto de vista geográfico, natural, sanitario y económico a esta comarca. Por otra parte, sí que hay varios casos de la Santa Hermandad perseguidos en territorio puseño en el Archivo de Talavera. Gracias por tu comentario.
Miguel, con todo mi respeto a Jimenez de Gregorio y a ti, es cierto que en el documento de donacion del Señorio de Pedro I a Diego Gomez, dice que es de Termino de Talavera, pero con ese documento unifica en la familia de Diego Gomez las tierras de Malpica que eran de los Gomez de Toledo y parte de las tierras de Valdepusa que eran de los Ayala, familia de su mujer.
Pero con anterioridad, en el siglo XII, Alfonso VII, dona para repoblar una serie de tierras al sur del Tajo, entre ellas el valle del Pusa al Arzobispado de Toledo y en concreto al Maestre Hugo del Monasterio de Santa Maria de Batres.
Años despues , Alfonso VIII, dona el castillo de Balobras a los «fatres de Avila», para repoblar el Valle del Pusa.
Y en lo referente a la Hermandad, cierto es que a veces actuaron en Valdepusa, pero para capturar malhechores que habian cometido delitos fuera de Valdepusa, donde no tenian jurisdiccion.
Un abrazo y me encanta tu pagina.
Gracias de nuevo por tus aportaciones que sin duda inciden en un tema de gran interés que tiene sus raíces en ese iqlim o «comarca» musulmana de antes de la reconquista que tan bien trata Gómez Menor, quien por cierto también asegura en su libro que Valdepusa es desgajada de La Jara, así como lo hace Palomeque Torres en sus trabajos, aunque ninguno de los dos cita fuentes originales. Pero no es cuestión de entrar en polémicas, aunque siempre son enriquecedoras, sino investigar en esas fuentes y es tarea que me pongo desde ahora pues cuatro años residí en Valdepusa y guardo con gran cariño recuerdos de esa tierra.
Miraré también alguna de esas causas criminales para publicarlas aquí, pues es cierto quedurante el siglo XVIII el ámbito de la Santa Hermandad se extiende a casi toda la comarca «natural» de Talavera.
Un abrazo