SAN JOSÉ EN AZULEJERÍA ANTIGUA TALAVERANA
Hoy, día del Padre traemos varias imágenes de San José en azulejería talaverana de los siglos XVI y XXVII.
La primera de ellas se encuentra en el pórtico de la basílica del Prado aunque procede de otro edificio religioso de la ciudad, probablemente del Hospital de San Antonio Abad que estaba situado en el barrio de la puerta de Cuartos.
Es una hermosa figura de cerámica renacentista enmarcada por dos columnas con decoración, vegetal, de guirnaldas y con grutescos, todo de un bello colorido y probablemente del mismo autor que otras similares de Piedraescrita. En lugar de la vara florida o terminada en hojas como es su atributo más habitual, parece que en este caso lleva lo que parece una palma, aunque evidentemente el no fue mártir y puede que sea un báculo con hojas pero más estilizado. Lleva el nombre de «San Josepe» en la corona.
Hay algunos errores en la colocación de los azulejos.
En esta imagen la Virgen y San José se encuentran ante el sacerdote y se dan la mano. El santo lleva su atributo de la vara con hojas brotando de ella como símbolo de su elección.
Las vírgenes del templo de Jerusalén debían salir del mismo antes de que “mancillaran” el lugar, es decir, antes de que tuvieran la primera menstruación. Por eso los sacerdotes decidieron que María debía casarse cuando llegaba a la pubertad, como se dice en el Protoevangelio de Santiago. En algunos textos apócrifos se habla de que María tenía 12 años y en otros catorce.
Reunidos los viudos del pueblo se decide que acudan todos con una vara y sobre el que Dios de alguna señal portentosa, ese será el que se case con María. El «Libro de la Natividad de María» cuenta que el dueño de la vara que germinara y en la que se posara una paloma sería quien se desposara con ella.
San José en una escena de la Natividad en la Basílica del Prado. Siglo XVIINo vamos a entrar aquí a describir las numerosas escenas de la Natividad en azulejería de Talavera. Solo diremos que en todas aparece San José, como en esta de la basílica del Prado. Es curioso que parece querer proteger al niño del asno y el buey con sus manos.
En principio San José se representó como un joven pero a partir del siglo XIII ya se presenta como un anciano. En estos casos de la Basílica curiosamente aparece como un hombre maduro.
Preciosa representación de San José en la basílica del Prado, en la que aparece en la huida a Egipto tocado con sombrero y con un cesto donde porta las herramientas de carpintero.
Otras dos escenas en las que aparece San José como mero espectador es en la Circuncisión y en la Presentación, traemos en este dos imágenes de Piedraescrita en las que sí aparece San José como un anciano. De todas estas escenas hablaremos en otras ocasiones más detenidamente. Sólo comentar la presencia de San José. En la Presentación aparece como anciano y con su báculo.