EL ARENAL EN LA CABECERA DEL RÍO ARENAS

EL ARENAL EN LA CABECERA DEL RÍO ARENAS

Cerezos en El Arenal

Hoy vamos empezar a conocer el valle que con los términos de sus antiguas aldeas forma el territorio serrano de la villa de Arenas de San Pedro con varias corrientes fluviales y gargantas de las que la principal es el río Arenas, que nace en las cumbres que dominan sobre la localidad del mismo nombre.

Arquitectura popular en El Arenal

El Arenal es uno de los pueblos que se hallan a mayor altitud en esta vertiente sur de Gredos y su paisaje cuenta, además de con la flora habitual de la zona con numerosas plantaciones de deliciosas cerezas, el producto más característico de la zona, que se alterna con otras parcelas de árboles frutales como melocotoneros, higueras o manzanos

Fuente de la Trucha en El Arenal

Como ya hemos dicho, El Arenal nace en torno a una majada de pastores y fue una de las aldeas de Arenas de San Pedro, y por tanto del señorío del duque del Infantado del que esta ciudad era cabeza, hasta que el pueblo se independizó por privilegio de villazgo otorgado por Felipe V en el año 1732.

Rollo de El Arenal reconstruido

El Arenal cuenta entre sus elementos patrimoniales con su iglesia parroquial que inició su construcción en el siglo XV. Además, podemos visitar tres ermitas que están bajo la advocación de la Virgen de las Angustias, la Virgen de los Remedios y el Santo Cristo de la Expiración, en cuyo interior hay hermosos paneles de cerámica talaverana del siglo XVI, uno con la imagen de un Crucificado y otro de magníficos motivos de lacería mudéjares similares a los de otro que se halla en la “Colegial” de Talavera.

Ermita del Cristo en El Arenal,panel de cerámica talaerana del siglo XX

También podemos recorrer el casco para ver las viviendas de arquitectura vernácula, nada menos que ocho fuentes de diferente tipología y un molino situado en el río junto al propio casco urbano. Hay fiestas en el mes de Agosto y también en septiembre en honor de la Virgen de los Remedios y otra del Cristo en Octubre.

Retablo de la iglesia parroquial de El Arenal

 

UNA FIESTA EN SAN ESTEBAN Y UNA RUTA EN SANTA CRUZ

UNA FIESTA EN SAN ESTEBAN Y UNA RUTA EN SANTA CRUZ

El «Vitor» de San Esteban

En cuanto a las fiestas, hemos de destacar el «Vítor» del pueblo de San Esteban, que se hace en honor de San Pedro Bautista, santo local que fue martirizado en la ciudad japonesa de Nagasaki. Durante la celebración se recorre la calle de noche con caballerías precedidas del estandarte y proclamando las virtudes del santo de hoguera en hoguera, mientras los vecinos ataviados con un pañuelo rojo a la cabeza se mantienen en silencio, para finalizar con una carrera de los caballos subiendo las empinadas callejuelas del pueblo a galope hasta la iglesia. Hay un «Vítor» en verano y otro en invierno con algunos matices en los rituales, pero lo que es curioso es que  esta fiesta se celebra con ligeras variaciones en el resto de los pueblos del valle en honor de sus respectivos patrones, ya sea un santo o una virgen determinada.

Ermita de San Pedro Bautista

En Santa Cruz, por ejemplo, se celebra en honor del Santo Cristo Arrodillado y también tienen otra fiesta en la Pascua de Resurrección muy parecida a la monda de Mombeltrán, pues se come el mismo tipo de pan relleno de productos de cerdo, aunque aquí ya no se llama “monda” sino “la Merendona”.

Púlpito de la Iglesia de San Esteban

En cuanto a la gastronomía, todo el valle destaca por los dulces, que se suelen elaborar sobre todo en las fiestas respectivas con algunos de ellos muy peculiares, como los nuégados de San Esteban: dulces de navidad hechos a base de nueces, miel y oblea, o el boruco, elaborado con los calostros primeros de la vaca, además de otros más comunes como los panetes o el hornazo dulce. La caldereta de chivata, la cachuela de la matanza o las migas son platos comunes a todo el barranco.

LA EXCURSIÓN

 Al mirador de La Abantera

Vista panorámica desde el mirador de La Abantera, con el valle del Tiétar en primer término, Talavera y el valle del Tajo en medio y la Jara Alta al fondo

 Vamos a subir desde Santa Cruz hasta un paraje con vistas privilegiadas, El risco de La Abantera, desde donde se puede observar una vista panorámica impresionante sobre el valle del Tiétar y la Sierra de San Vicente. Abantera es tanto como decir buitrera y por tanto no será extraño que nos encontremos sobrevolando el paraje a alguna de estas aves carroñeras.

Vista desde el risco de La Abantera. Detrás el humo del gran incendio que aquel día asoló el oeste del término de Mombeltrán.

Partiremos desde Santa Cruz para ir ascendiendo por pistas situadas en la ladera este del valle, donde se encuentran todavía bastante bien conservadas masas forestales de pinos, robles, alisos, fresnos y castaños que hacen muy agradable el paseo por sus veredas, en las que se están señalizando algunas rutas.

Aunque el recorrido se alarga por las vueltas y revueltas que dan los caminos para llegar a las cumbres, se hace cómodamente por ser pistas en muy buen estado. No es extraño que nos crucemos con cabras monteses.

 Recorrido ida y vuelta unos 23 kilómetros, 5 horas y media.

SANTA CRUZ Y SAN ESTEBAN DEL VALLE

SANTA CRUZ Y SAN ESTEBAN DEL VALLE

Santa Cruz del Valle

En la parte oriental del “Barranco” se encuentran estos dos pueblos que vamos a visitar juntos.

San Esteban cuenta con una iglesia magnífica declarada monumento histórico artístico y que está situada en la parte más elevada del pueblo, dominando sobre el caserío y rodeada de un atrio vallado con piedra. Fue construida entre los siglos XV y XVI con estilos que van desde el gótico isabelino al renacentista.

Iglesia de San Esteban del Valle

Su portada sur es plateresca, se halla entre dos contrafuertes y está techada con bóveda de crucería, y la occidental, bajo la torre, se remata con arco apuntado. También es de crucería la bóveda de la única nave de la iglesia, que se apoya sobre hermosos arcos decorados con bolas. Tanto la reja que separa la capilla mayor como el púlpito están hechos en magnífica forja. Cuenta con dos retablos barrocos, uno neoclásico y otro de piedra dedicado a San Pedro Bautista nacido en esta localidad y bautizado en la berroqueña pila de esta parroquia.

Rollo de San Esteban del Valle

La iglesia de Santa Cruz es otra construcción berroqueña con sillería en la torre y las esquinas que se comenzó a construir en el siglo XVI y cuenta con portada rematada en arco de medio punto que estuvo protegido por un gran pórtico de entrada.

A la salida de San Esteban, camino de Santa Cruz, se encuentra la ermita de San Andrés con apariencia de ser construcción del siglo XVII. La capilla de San Pedro Bautista es edificio de sillería berroqueña finalizado en 1682 y que se sitúa en el solar de la que fue vivienda natal de este santo, que cuenta además en el pueblo con un monumento en bronce. En Santa Cruz la ermita es más moderna, pues está fechada en el siglo XIX, se encuentra bajo la advocación de San José y su imagen parece ser del siglo XVIII.

Calvario en San Esteban del Valle

Los dos pueblos tienen su rollo jurisdiccional que simboliza la independencia como villas con respecto de Mombeltrán. Santa Cruz lo levantó en 1791, mientras que San Esteban lo hizo en 1693 junto a la ermita de San Andrés. También tienen una fuente característica ambas villas vecinas, en San Esteban está la vieja y pintoresca fuente del Pilón y en Santa Cruz hay un antiguo lavadero de piedra.

Ermita de San Andrés

Ambos pueblos tienen unas magníficas vistas sobre el valle que se pueden disfrutar desde diferentes miraderos y la arquitectura popular de los dos conserva rincones pintorescos. En Santa Cruz hay algunos pasadizos y callejas de interés y muchas fachadas están decoradas con murales pintados de temática variopinta, desde pinturas clásicas a motivos etnográficos.

En la próxima entrada hablaremos de otras cosillas de estos dos pueblos del barranco y de una ruta sugerida desde ellos

CAMINO DE LOS ARRIEROS DE VILLAREJO AL PUERTO DEL PICO

Camino de los Arrieros de Villarejo al Puerto del Pico

Camino de los arrieros

 En cuanto a las rutas de naturaleza que se pueden hacer en este pueblo del “Barranco”, una de ellas es el Camino de los Arrieros que asciende hacia el puerto del Pico por un trayecto alternativo a la cañada, entre pinares y castañares. Se utilizaba antiguamente para subir vino, aceite y frutas a la vertiente norte de la sierra mientras que de vuelta los arrieros traían con sus reatas de mulas y sus carros el cereal que se hacía harina en los muchos molinos del valle. En los años de la posguerra, el estraperlo hacía que esta vía menos vigilada se utilizara con más frecuencia.

Vistas desde el camino de los Arrieros con el Torozo al fondo

Partimos por el camino que se inicia junto al rollo jurisdiccional. Va ascendiendo entre pinos, para seguir después su recorrido por un cortafuegos y un tramo del propio camino que también se encuentra muy bien calzado, hasta el punto de pensar si no sería también un ramal de la propia calzada romana, a la que llegamos finalmente. Podemos fijarnos en su estructura, su piso esmeradamente dispuesto, sus pétreos mojones que orientaban al viajero en la época de nieve, sus alcantarillas y quites para el agua de lluvia, o incluso un puente.

La calzada cuenta con numeroas alcantarillas y algún puentecillo sobre arroyos

Poco después accedemos a la carretera que tomaremos en dirección este hasta tomar una pista asfaltada que parte de la misma curva pronunciada de la carretera. La seguimos menos de un kilómetro hasta llegar a la fuente de la Lancha de la China. Allí tomaremos a la derecha un nuevo camino que desciende hacia el valle.

Tramo de la calzada romana que debemos recorrer en la ruta

Podemos ir a la zona de pic-nic de Los Rozos, entretenernos recorriendo las sendas que bajan paralelas al arroyo entre huertos y castañares con sus viejas construcciones, o simplemente bajar según indica el plano hasta llegar de nuevo a Villarejo.

Barranco de las cinco villas con Cuevas del Valle abajo

 Recorrido aproximado 8 kilómetros, 2 horas y media.   

SEGUIMOS EN EL BARRANCO Y CONOCEMOS VILLAREJO DEL VALLE

SEGUIMOS EN EL BARRANCO Y CONOCEMOS VILLAREJO DEL VALLE

Villarejo del Valle a los pies del Torozo

También junto al puerto del Pico se encuentra la pequeña localidad de Villarejo del Valle, donde deberemos visitar en primar lugar su iglesia parroquial, un edificio compacto con la torre muy baja y reforzado por contrafuertes, que está construido en sillería y mampostería granítica, obra al parecer del mismo autor que las de San Esteban o Lanzahita. Cuenta con una puerta de acceso típicamente renacentista enmarcada en alfiz con bolas y con una hornacina para alojar una imagen. En el interior son de destacar varios retablos dieciochescos, el órgano del siglo XVII y las bóvedas góticas de crucería.

Rollo y fuente en Villarejo del Valle

El pueblo tiene también dos ermitas, la de la Virgen de Gracia, patrona de la localidad y la de San Antón que es una preciosa capillita popular de planta cuadrada con un pequeño pórtico. Su retablo interior está decorado con azulejería talaverana del siglo XVI con la representación de un calvario con el Crucificado y los dos ladrones. Sobre él, Dios Padre, y a los lados el sol y la luna, además de otros motivos renacentistas y la imagen del santo, a cuya advocación no estaba dedicada anteriormente la ermita sino a los mártires Fabián y Sebastián. El día de la fiesta de San Antón se da a los animales una vuelta a la ermita para que sean protegidos por el santo.

Ermita de Villarejo adornada con cerámica talaverana del sglo XVI

Otros elementos del patrimonio son el monumento a los arrieros realizado en forja que se encuentra en la pequeña plaza del pueblo, donde también se conservan las gradas que además de ser utilizadas en los festejos taurinos lo fueron probablemente para la reunión de los concejos abiertos en los que antiguamente se tomaban decisiones de carácter municipal.

Monumento a los arrieros en Villarejo del Valle

Villarejo se hizo villa en 1694, como lo atestigua el rollo que se alza en la entrada occidental del caserío junto a una fuente. También podemos ver un pequeño puente medieval, que como todos los de este tipo es llamado “romano”. Hay también varias fuentes de interés repartidas por la localidad, como la que adorna el monumento a la cabra hispánica, presidida por la escultura de uno de estos animales que tanto han simbolizado a la sierra de Gredos, y otras como la fuente del “Llano”, “la de tía Germana” etc. En cuanto a la arquitectura popular, todavía se conservan algunos elementos constructivos de interés en torno a la calle principal, con algunas viviendas de cierto empaque.

Iglesia parroquial de Villarejo del Valle

En las fiestas tiene gran importancia el aspecto taurino con verdaderos encierros, además del Vítor que se canta en las celebraciones de la patrona.

DE PUERTO A PUERTO POR LA RUBIA

DE PUERTO A PUERTO POR LA RUBIA

Recorrido aproximado 11 km, 4 horas y media.

El Puerto del Pico con las laderas de La Rubia a la Izquierda, Mombeltrán en pimerplanoy Cuevas del Valle al fondo

 Partimos desde las praderas del puerto del Pico por un camino marcado que se inicia junto a un panel informativo y que sale desde el lado oeste del puerto, en dirección sudoeste siguiendo la loma por debajo del risco del Duque. La senda está bien marcada y es bastante cómoda. Los paisajes que desde allí se contemplan son hermosos, con el Valle de las Cinco Villas al sureste y la  mole granítica del Torozo al este. Abajo vemos serpentear la calzada y la carretera.

La flora de Gredos es variada y sorprendente

Encontramos algunas fuentes y vegetación de piornos y algunos pinos autóctonos con sus peculiares formas retorcidas. Pasamos la zona conocida como del Bailadero y llegamos a un paraje muy ameno de praderas y llanos de lancheros de granito conocido como La Rubia. Todavía se conserva un refugio hecho sobre un chozo y unos corrales de una antigua majada. El camino discurre suave y es muy probable que en todo el trayecto veamos decenas de cabras y sobre las risqueras de la Casa, el Biezo, Frío o las Morrillas vuelen los buitres. Pasamos por agradables arroyos de aguas limpias entre praderas y sombras de grandes pinos en pequeñas manchas. Son las fuentes del barranco del Herradero y de los ríos del Horcajo o del Molinillo, afluentes del Ramacastañas.

El risco de la Morillas es muy frecuentado por la Capra Hispánica

Después de menos de dos horas de camino llegamos al collado alto de las Campanas. Desde allí podemos bajar por un camino hasta la carretera de Arenas a Cuevas o subir al puerto del Arenal. Otra posibilidad es subir paralelo al camino del Puerto pero más elevados a pasar bajo el risco de las Morillas por su cara oeste ascendiendo así hasta el collado de la Sillita, desde donde las vistas sobre las umbrías del otro lado son de gran belleza, aunque bastante deforestadas. Desde allí tomamos la cumbre en dirección este por la cara norte de la sierra hasta llegar al risco del Biezo, donde ya seguiremos los majanos que nos llevarán otra vez por la cumbre hasta dar vista al puerto del Pico. El descenso entre placas de granito muy degradado y con la presencia casi segura de las cabras nos hace bajar no muy cómodamente hasta nuestro punto de partida. Para evitarlo, podemos bajar hacia el chozo de la Rubia y volver por la senda que trajimos al principio.

Risco de las Morillas y puerto del Arenal

También desde el puerto del Pico podemos subir al Torozo, la inmensa mole granítica que delimita el puerto por su lado oriental y que es lugar frecuentado por los escaladores, dado el tentador desafío de sus paredes verticales. La senda asciende señalizada por mojones y pequeños majanos partiendo desde el bar que se ha construido en las inmediaciones del puerto, y sube pasando por un refugio con techo de piornos y fuente aneja, para seguir más suavemente por la ladera norte disfrutando de unos paisajes impresionantes sobre el valle alto del Alberche y sus pueblos. Hay también algunas fuentes señalizadas con carteles de forja. Al acabar el recorrido encontramos otro refugio junto a una fuente. En la parte final de la ruta podemos asomarnos con precaución a los barrancos del Torozo con sus magníficas vistas panorámicas del valle.

El Torozo

 

 

CUEVAS DEL VALLE EN EL PUERTO DEL PICO

CUEVAS DEL VALLE EN EL PUERTO DEL PICO

Calzada romana cerca de Cuevas del Valle

Cuevas del Valle acredita su condición de villa por el rollo jurisdiccional que se levanta en la zona norte del casco urbano. Su iglesia parroquial es un edificio con elementos del siglo XV que exhibe en su interior algunos paneles de azulejería de Talavera del siglo XVI con representaciones renacentistas de motivos religiosos.

Iglesia de Cuevas del Valle

Todavía se conservan viviendas tradicionales con los balconcillos o solanas típicos de la arquitectura serrana e incluso ejemplares blasonados, además de alguna antigua venta situada en las inmediaciones de la calzada, cuando ésta se aproxima al pueblo.

Arquitectura popular en Cuevas del Valle

También cuenta la población con dos ermitas muy próximas, la de la Virgen de las Angustias, antes del Puerto, que también está decorada con azulejería talaverana, y otra más antigua de San Antonio que presenta un bonito retablo hecho de ladrillo. Cerca del cementerio hay otra dedicada a San Sebastián que conserva su artesonado.

Ermita en Cuevas del Valle

El entorno de Cuevas y del Puerto del Pico tiene varias opciones para disfrutar de su entorno. En primer lugar podemos recorrer la calzada romana que, si no queremos cansarnos mucho, podremos recorrer descendiendo, dejando un vehículo en la Villa de Mombeltrán o en Cuevas y subiendo con otro coche hasta el puerto, aunque describimos este recorrido en el capítulo correspondiente de la Cañada Leonesa Occidental

Rl Domingo de Resurrección se hacen curisas ofrendas como ésta con caramelos, plantas dulces…

UNA EXCURSIÓN, LA BELTRANEJA Y LA MONDA DE MOMBELTRÁN

UNA EXCURSIÓN, LA BELTRANEJA Y LA MONDA DE MOMBELTRÁN

Subiendo a La Moraniega

Arquitectura popular en el camino de La Moraniega

 Partimos desde la parte occidental del caserío por un camino paralelo al arroyo del Molinillo, artificio junto al que pasaremos. Continuamos hasta la zona de la Fuente de la Moraniega entre pinares y robledales que han sufrido un reciente incendio, aunque se están haciendo trabajos de limpieza y repoblación. También hay cerca del camino una pintoresca majada de pastores que ha sido bien rehabilitad, aunque no sé si ha resistido al incendio. Seguir leyendo UNA EXCURSIÓN, LA BELTRANEJA Y LA MONDA DE MOMBELTRÁN

LA VILLA DE MOMBELTRÁN

LA VILLA DE MOMBELTRÁN

Rollo de Mombeltrán

Hoy visitaremos la capital del valle de las Cinco Villas, La Villa de Mombeltrán. Para algunos autores es ésta una de las primeras poblaciones de Gredos, que se habría fundado como El Colmenar de las Ferrerías. Este nombre nos indica que al igual que sucedió en otras comarcas de la zona, como La Jara, tras haber estado muy despoblada durante los inseguros años de la reconquista, fueron los colmeneros los primeros que se atrevieron a instalar sus posadas de colmenas, y que además lo hicieron en un lugar en el que antiguamente había habido explotaciones mineras, y de ahí el nombre de “ferrerías”.

Castillo de La Villa de Mombeltrán

En el reinado de Fernando IV en el siglo XIII, fue un colmenero concretamente llamado Pascual Peláez quien instaló sus enjambres en estos parajes. Más tarde se fue asegurando el lugar mediante la instalación en el valle del Tiétar de algunas fortificaciones que, para autores como Eduardo Tejero Robledo, sería en el caso que nos ocupa la llamada torre de Fortún Fortúnez, que habría formado parte de la estructura del arruinado convento que se encuentra en término de La Villa y que en principio tuvo la advocación de Nuestra Señora de la Torre, aunque otros sitúan esta torre en lugares tan alejados como Oropesa.

Hospital de transeúntes y peregrinos de la Villa de Mombeltrán

En 1393, Enrique III concede carta de villazgo al lugar, y así se independiza jurisdiccionalmente de Ávila. Luego pasó a formar parte del señorío del condestable Ruy López Dávalos, y más tarde a don Juan de Aragón, para después pasar por un trueque a la orden de Calatrava. Otro cambio de territorios señoriales pone el señorío en manos del condestable don Álvaro de Luna, y cuando éste es ejecutado, es confiscado a su mujer Juana de Pimentel y Enrique IV se lo dona a don Beltrán de la Cueva, que forma un mayorazgo con las aldeas de Arroyocastaño, Las Cuevas, Gavilanes, Lanzahita, Mijares, Pedrobernardo, San Esteban, Santa Cruz y Villarejo.

Iglesia parroquial de Mombeltrán con su aspecto fortificado y macizo.

Un paseo por el pueblo nos mostrará viviendas que todavía conservan el aire de la arquitectura serrana, e incluso algunas de ellas blasonadas, propiedad de la pequeña nobleza que siempre habitaba en torno a la cabeza del señorío. También podremos visitar en una de sus plazas el edificio que albergó el hospital de San Andrés, que acogía no sólo a los pobres transeúntes que bajaban el puerto, sino también a los muchos peregrinos que especialmente durante los siglos XVI y XVII viajaban hacia Guadalupe. Fue fundado por el prior del cabildo de la catedral de Ávila Ruy García Manso a comienzos del siglo XVI, centuria a la que pertenece la portada.

Reja de la iglesia de Mombeltrán realizada por artesanos talaveranosen el siglo XVI

La iglesia parroquial se encuentra bajo la advocación de San Juan Bautista y merece también una detenida visita. Sus macizos volúmenes dan sensación de haber tenido en sus orígenes una probable función defensiva. La estructura actual conserva elementos de los siglos XIV y XV,  otros gótico- renacentistas como la portada de acceso, y ya de pleno renacimiento como los retablos y altarcillos adornados con cerámica talaverana del siglo XVI. Se trata de paneles de azulejos que representan a santos franciscanos, a Santa Ana o San Joaquín y la caída del caballo de San Pablo. También podemos ver un buen retablo churrigueresco en la capilla mayor, la cual cuenta con una reja gótica de forja fabricada en Talavera como la imagen del santo, también tallada por un talaverano.

Puerta de la barbacana del castillo de Mombeltrán

El rollo jurisdiccional se sitúa al norte del pueblo y simboliza el privilegio de villazgo que le fue concedido por el Rey en 1394. En el parque previo al castillo se encuentra el monumento al tercer gobernador de Chile, don Pedro Villagrá, que promulgó unas ordenanzas para evitar el abuso de los colonizadores con los indígenas. La ermita de Nuestra Señora de la Soledad está muy cerca y es construcción de finales del siglo XVII, luego modificada.

Ruinas de la iglesia Arroyocastaño

Pero el más característico de los monumentos de La Villa es su castillo, que se levanta al sur del casco, dominando todo en valle y sus vías de comunicación. Pertenece a los duques de Alburquerque, fue edificado en sillería y mampostería de granito y tiene una planta cuadrada con torres redondas y almenadas en las esquinas, de las cuales, la del homenaje en el lado norte era mayor y fue desmochada para igualarse con las anteriores. Cuenta también la fortaleza con una barbacana que lo rodea con escarpa y foso. Es edificio militar que fue mandado construir por don Beltrán de la Cueva y las obras duraron desde el año 1462 hasta 1479. Para algunos autores fue obra de Juan Guas como los castillos de Manzanares el Real y Belmonte de Campos, muy similares en sus características a éste de Mombeltrán. En el siglo XVI, siendo señor don Francisco de la Cueva, se realizaron nuevas obras en la fortaleza, incorporándose un rebellín con orejones para defender la puerta y un talud con un pasadizo de ronda abovedado. Parece que se financió con el montazgo que se cobraba en la aldea cercana y hoy despoblada de Arroyo Castaño.

Antigua venta de Arroyocastaño

UNA EXCURSIÓN Y UNA ROMERÍA EN LANZAHITA

UNA EXCURSIÓN Y UNA ROMERÍA EN LANZAHITA

Presa en la garganta Eliza

Por la garganta en Lanzahita

 Partimos de Lanzahita por el camino que discurre junto al cementerio y asciende paralelo a la garganta Eliza. Dejamos a la derecha un camino que desciende hasta la garganta, en el paraje donde se hallan dos molinos harineros, si lo deseamos bajaremos y si no, seguiremos ascendiendo pasando por construcciones rústicas tradicionales y tomaremos el camino que parte a la izquierda hasta los restos de la ermita de San Juan, que conserva elementos mudéjares.

Pontón sobre la garganta Eliza

Volveremos sobre nuestros pasos y continuaremos hasta el embalse de abastecimiento a Lanzahita. Subiremos nuevamente hasta la pista y la seguiremos hasta cruzar la garganta junto a las ruinas de otro molino harinero. Ascenderemos por el camino en dirección a Pedrobernardo pasando por el paraje de la Asomadilla, para descender a Lanzahita por una bonita carretera que discurre entre hermosos pinares.

Restos mudéjares de la ermita de en Lanzahita

 Recorrido aproximado12 kilómetros, 3 horas. San Juan

Detalle de los restos de la ermita mudéjar de San Juan en Lanzahita.

UNA ANTIGUA ROMERÍA

Lentejuelas sobre las limpias aguas del Tiétar por Lanzahita

La fiesta más peculiar de Lanzahita es la romería, celebración de gran antigüedad que algunos datan en el siglo XVI y que basa su tradición en una curiosa leyenda. La imagen del Cristo de la Luz fue encontrada por un pastor cerca del vecino pueblo de Hontanares, en las proximidades del río Tiétar. Esta imagen fue llevada a Lanzahita, pare ser custodiada en la ermita de la Virgen del Prado, pero desapareció para ser hallada otra vez en el lugar de su aparición. Nuevamente se llevó a Lanzahita, pero volvió a aparecer en Hontanares. El pastor indicó que le había sido revelado que el Cristo debía estar en Hontanares, por lo que se le construyó una ermita en este pueblecito, hoy su iglesia. Los vecinos de Lanzahita olvidaron el culto a la imagen y todo tipo de desgracias cayeron sobre el pueblo, por lo que se volvió a recuperar la devoción al Cristo, llevando todos los años en romería un cirio que se bendice previamente en la ermita de la Virgen del Prado.

Caballerías en la romería de Lanzahita a Hontanares

La fiesta está declarada de interés turístico regional y durante ella los caballistas y carruajes engalanados van hasta el Tiétar acompañando al cirio tradicional. El último tramo del camino se hace a la carrera en un espectáculo lleno de alegría y colorido y, después de la procesión con el Cristo por las calles de Hontanares se hace una comida campestre a orillas del río. 

Página Talavera y su Tierra de Miguel Méndez-Cabeza Fuentes

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