DE PUERTO A PUERTO POR LA RUBIA
Recorrido aproximado 11 km, 4 horas y media.
Partimos desde las praderas del puerto del Pico por un camino marcado que se inicia junto a un panel informativo y que sale desde el lado oeste del puerto, en dirección sudoeste siguiendo la loma por debajo del risco del Duque. La senda está bien marcada y es bastante cómoda. Los paisajes que desde allí se contemplan son hermosos, con el Valle de las Cinco Villas al sureste y la mole granítica del Torozo al este. Abajo vemos serpentear la calzada y la carretera.
Encontramos algunas fuentes y vegetación de piornos y algunos pinos autóctonos con sus peculiares formas retorcidas. Pasamos la zona conocida como del Bailadero y llegamos a un paraje muy ameno de praderas y llanos de lancheros de granito conocido como La Rubia. Todavía se conserva un refugio hecho sobre un chozo y unos corrales de una antigua majada. El camino discurre suave y es muy probable que en todo el trayecto veamos decenas de cabras y sobre las risqueras de la Casa, el Biezo, Frío o las Morrillas vuelen los buitres. Pasamos por agradables arroyos de aguas limpias entre praderas y sombras de grandes pinos en pequeñas manchas. Son las fuentes del barranco del Herradero y de los ríos del Horcajo o del Molinillo, afluentes del Ramacastañas.
Después de menos de dos horas de camino llegamos al collado alto de las Campanas. Desde allí podemos bajar por un camino hasta la carretera de Arenas a Cuevas o subir al puerto del Arenal. Otra posibilidad es subir paralelo al camino del Puerto pero más elevados a pasar bajo el risco de las Morillas por su cara oeste ascendiendo así hasta el collado de la Sillita, desde donde las vistas sobre las umbrías del otro lado son de gran belleza, aunque bastante deforestadas. Desde allí tomamos la cumbre en dirección este por la cara norte de la sierra hasta llegar al risco del Biezo, donde ya seguiremos los majanos que nos llevarán otra vez por la cumbre hasta dar vista al puerto del Pico. El descenso entre placas de granito muy degradado y con la presencia casi segura de las cabras nos hace bajar no muy cómodamente hasta nuestro punto de partida. Para evitarlo, podemos bajar hacia el chozo de la Rubia y volver por la senda que trajimos al principio.
También desde el puerto del Pico podemos subir al Torozo, la inmensa mole granítica que delimita el puerto por su lado oriental y que es lugar frecuentado por los escaladores, dado el tentador desafío de sus paredes verticales. La senda asciende señalizada por mojones y pequeños majanos partiendo desde el bar que se ha construido en las inmediaciones del puerto, y sube pasando por un refugio con techo de piornos y fuente aneja, para seguir más suavemente por la ladera norte disfrutando de unos paisajes impresionantes sobre el valle alto del Alberche y sus pueblos. Hay también algunas fuentes señalizadas con carteles de forja. Al acabar el recorrido encontramos otro refugio junto a una fuente. En la parte final de la ruta podemos asomarnos con precaución a los barrancos del Torozo con sus magníficas vistas panorámicas del valle.