HACIA LA DESEMBOCADURA
La localidad de Cazalegas cuenta con numerosas huellas del paso de los romanos, que incluso puede que dejaran el nombre de Cazalia al lugar. Daremos una vuelta por su caserío contemplando algunas de sus viviendas que tienen una curiosa decoración en sus revocos con esgrafiados, técnica de tradición segoviana que es única en la comarca. La orden de Calatrava tuvo aquí casas y una torre y también hubo algunos palacios como el de los condes de Aguilafuente. San Vicente Mártir es la advocación de la iglesia parroquial construida en ladrillo, y en su honor se hacen las fiestas con gran hoguera en la plaza.
Volvemos a descender hacia el río donde se encuentra el mayor atractivo de Cazalegas, la presa del Alberche, que sirve como azud para desviar el agua por el canal construido a finales de los años cuarenta para extender el regadío a la vega talaverana. Las obras de los canales y el embalse fueron en su mayor parte realizados por los presos forzados republicanos de la Penitenciaría de Santa Apolonia en Talavera. La orilla izquierda del embalse está ocupada por una urbanización, pero en la orilla derecha hay un camping y fue durante los años setenta una verdadera playa en la que acampaban cientos de familias que provenían en gran parte de Madrid y que disfrutaban del baño y del embarcadero, donde se podían hacer viajes en una barcaza de recreo. Hoy se quiere reactivar el turismo, que también puede disfrutar de los agradables parajes del vivero de Obras Públicas que se extiende por esa misma orilla. En la orilla de enfrente, aguas arriba de la urbanización, el paisaje es diferente, una gran dehesa con pequeñas barrancas en la ribera.
Desde el embalse el río continúa descendiendo y pasa por el antiguo vado de la Cabra, por donde cruzaban gentes y ganados si había estiaje. Cerca se encuentra la finca de Salinas donde se encuentra una pequeña laguna salada que en tiempos fue explotada para extraer la sal, como la del arroyo de la Sal que discurre cerca, camino del Alberche. Desde aquí hasta la desembocadura en el Tajo pasamos por una zona que tanto en la Batalla de Talavera en 1809, como durante la Guerra Civil formó parte de la línea del frente entre los dos bandos. Los franceses vadearon el río por sorpresa en cierta ocasión y lord Wellington que mandaba las tropas inglesas fue cogido por sorpresa en la labranza de La Torre y hubo de salir precipitadamente para salvar su vida. Junto al puente del Alberche se conservan varios búnkers que fueron construidos por las tropas nacionales para batir el puente e impedir los intentos de recuperar el terreno por los republicanos.
Las inmediaciones del puente por el que atraviesa la vía del tren fueron utilizadas por el rey Alfonso XIII en cierta ocasión en que pasando hacia Extremadura paró a merendar con toda su comitiva. El siguiente puente es el que actualmente da servicio a la nacional V y se construyó en los años cuarenta. Junto a él se encuentra el viejo puente que desde los romanos, según atestiguan los restos de algunos de sus tajamares, sirve para cruzar el Alberche. En la orilla izquierda, estaba la Venta del Alberche, hoy completamente arruinada. Junto a ella se cobraban pontazgos y el impuesto de la asadura, que percibía la Santa Hermandad en concepto de protección por esta institución de policía rural a los ganados trashumantes que cruzaban las tierras de Talavera.
Siempre fue lugar de paso, frecuentado por ganaderos, soldados, prostitutas, pícaros y jugadores. La comarca que se encuentra entre el Tajo y el Alberche fue tierra de Talavera que se llamaba el Horcajo, debido a la horca o “Y” formada por los dos ríos. La zona más próxima a la desembocadura es el Soto de Entrambosríos. En la zona se han hallado tres verracos que atestiguan la presencia vetona. Cuando el Alberche va crecido por lluvias y deshielos y el Tajo también lleva elevado caudal, el agua inunda Talavera corriendo a través de la vieja cañada, como nos explica el dicho: “Si el Alberche y el Tajo se amistan, Talavera Dios te asista”.
Podemos volver a Cazalegas por el antiguo cordel que sigue el trayecto indicado.
El embalse a la desembocadura
Después de disfrutar de las riberas del embalse de Cazalegas seguiremos bajando por la orilla norte y recorriendo las riberas del Alberche hasta el puente de la antigua Nacional V, donde podremos observar los búnkers que defendían el paso en la Guerra Civil, el viejo puente tantas veces derruido por las avenidas del Alberche pero en el que podemos ver las bases de los tajamares de probable origen romano y, ya derruida, la antigua venta que tantos viajeros vio pasar. Seguiremos hasta la desembocadura del Alberche en el Tajo y volveremos al pueblo por el cordel tal como se indica en el texto.
Recorrido aproximado 15 kilómetros. 3 horas y media