ACABAMOS DE CONOCER NAVAMORCUENDE

ACABAMOS DE CONOCER NAVAMORCUENDE

Torre de la iglesia de Navamorcuende con la sierra nevada al fondo

EL PALACIO Y LA IGLESIA

El antiguo palacio señorial actualmente se utiliza como bar y hace unos años, sala de cine. Es un edifico inacabado de sillería granítica.

Palacio de los marqueses de Navamorcuende, hoy establecimiento hostelero

Para apreciar de verdad la antigua grandeza de Navamorcuende es imprescindible acercarse a la iglesia que sin duda merece por sí sola una visita a la villa. Se trata de una gran mole de granito de perfecta sillería, con armónicas proporciones y poseedora de la serena y austera belleza de la línea recta. Como dice el Conde de Cedillo, consta de una nave reforzada por contrafuertes del Renacimiento. Por el exterior está decorada con dos cuerpos de pilastras dóricas.

Cúpulagranítica de la entrada principal de la iglesia de Navamorcuende

Hay tres portadas de las que la principal está orientada a occidente. Tienen un arco de medio punto con un pórtico dc excelente bóveda cupuliforme.

La torre consta de dos cuerpos; en el segundo está el campanario. Los remates de la mayoría de las columnas son enormes bolas graníticas. Donde está situado el actual templo hubo, sin duda uno anterior, del cual puede ser un resto la alta y hermosa sacristía. Es una construcción de sillería con su bóveda de crucería ojival en la que se guarda una hermosa joya de orfebrería del siglo XV. Un cáliz de plata dorada revelado y cincelado.

Contrafuertes renacentistas de la iglesia de Navamorcuende

La obra se debe a un tal Pedro de Tolosa, quien fue cesado en El Escorial donde estaba trabajando con Juan de Herrera. Paseando por las calles de Navamorcuende se encuentran hermosos ejemplos de la arquitectura popular serrana. También merecen una parada las dos fuentes: el “pilón de la Jorge” y el “de la iglesia”,  de tiempos de Carlos IV como reza su inscripción.

Fuente de Navamorcuende de tiempos de Carlos IV

También hay que reseñar una ermita dedicada al Cristo de los Remedios al oeste del casco urbano. Es construcción del siglo XVIII de planta rectangular con espadaña y entrada occidental con pórtico sobre columnas. está dotada de un camarín con ventana en muro oriental.

Espadaña y ventana del abside de la ermita del Cristo

Hay calles y callejones de nombres intensamente evocadores como la calle del Levi que segtin don Vicente Lázaro Lázaro, investigador local y de quien se han tomado parte de los datos, era la calle en la que vivía maese Leví, judío de la aljama de Navamorcuende que tenía una muy reonocida fama de galeno sangrante. En cierta ocasión en que cayó enfermo en Sotillo un hijo del alguacil del Concejo de Sotillo, el médico judío se pasó de sangrías -era el siglo quince- y el joven murió. Para colmo de males, Leví era judío y rico y en alguna ocasión había prestado dinero al regidor de la villa, quien no hizo ningún caso a la denuncia de Benito Sánchez que solicitaba justicia. Un tal Faco Silvestre, Hombre Bueno de la villa pide justicia a los mismos Reyes Católicos que a la sazón, mandan dar Carta Real para que maese Levi “sea prendido y castigado, ya sea en Navamorcuende, como en los lugares de Mejorada, Monresaclaros o en la ciudad de Talavera donde solía curar”. Otra calle se llama de Pedro Limón que fue un guerrillero en la Guerra de Independencia contra los franceses.

Rótulo de la calle del Leví en Navamorcuende

Hay en Navamorcuende otros puntos de interés; un interés evocador y literario, también histórico. Un paseo por la Puerta de la Mora, por ejemplo, trae a la memoria una hermosa leyenda de cuando los tiempos de moros y cristianos. Según decían, la hija del rey moro de Toledo Almenon se llamaba Aixa Galiana. Almenon murió, pero había dejado testamento. La última voluntad del rey moro encomendaba su hija Aixa al rey cristiano para que llegado el momento, la casara con el moro que mejor le pareciese al rey cristiano.

Aixa, como hija de rey, había heredado numerosas propiedades. Las cosas son como son y nadie puede predecir el futuro aunque luego no tengan mayor remedio así que Aixa fue llevada a Ávila donde estaba Nalvillos Blazquez hijo del Señor de Navamorcuende quien, como es debido, se enamoró rápida y perdidamente de la joven mahometana.

Nalvillos por amor se convirtió al Islam y desde 6-nlOI1C6s fue conocido como <El morillo», Dicen, por cierto, que ese es el origen del nombre del callejón que da al poniente del palacio, la Puerta de la Mora. Aixa, a su vez, por llevar la contraria y enredar un poco más la cosa, se hizo cristiana pero eso sí, se casó con Nalvillos.

Iglesia de Navamorcuende

Pero por esas cosas de la vida, tras complicados avatares, se enamoró de Jazmin Hiaya, caballero moro de Talavera. Por la Puerta de la Mora huye Aixa a la ciudad alfarera traicionando a Nalvillos. El esposo engañado define sus fuerzas y cerca de Talavera. Por la zona del todavia llamado Postiguillo, cercano a la Puerta de Zamora, entró en la ciudad y prendió a los amantes.

Las consecuencias no fueron precisamente agradables por cuanto ambos fueron condenados por el marido engañado, alas no muy leves penas de morir descuartizado él y quemada viva ella; cada uno en un sitio, así que Aixa acabó como una tea en Ávila y Jazmín, hecho cuartos en Talavera. Una vez más encontramos la Sierra de San Vicente, Avila y Talavera unidas; aunque en la presente ocasion, el resultado no sea feliz. Hay otra versión más documentada de esta leyenda que he publicado en este blog con el título: “La leyenda del caballero cornudo”

La plaza de Navamorcuende antes de un festejo taurino

FIESTAS Y JUDIOS

En Navamorcuende siempre hubo, gracias a Dios, ganas de fiesta De la condición festera de los lugareños quedan dichos, cantares y refranes por toda la Sierra y aunque al parecer, los repobladores medievales de Navamorcuende eran del valle abulense de Amblés, olvidaron pronto la característica austeridad y templanza de las gentes de Castilla la Vieja. El refrán siguiente no deja dudas “En Navamorcuende, borrachas en el Real lechuceras y en el Almendral de arriba, son flores de primavera”.

Las fiestas más características, desde antiguo, en Navamorcuende han sido las de septiembre. Hasta ahora se ha conservado una enorme afición a la fiesta taurina y a “correrse el toro” en honor de nuestra Señora de la Nava. En los encierros de Navamorcuende participa todo el mundo.

Antiguamente existió una romería hasta la Ermita del Piélago donde se encuentra el lugar conocido como la Salve en el que los romeros se detenían para rezar esta oración. Navamorcuende fue una población con una importante aljama. Cuando la Corona de Castilla en 1474 se dedicó a controlarlas, la de Navamorcuende debía pagar novecientos maravedíes, lo que indica la importante población de origen hebreo puesto que esa cantidad era algo más de la mitad de lo que pagaban las aljamas dc Oropesa y Puente del Arzobispo.