SANTOS MÁRTIRES VICENTE SABINA Y CRISTETA
Imágenes de los tres Santos Mártires en la Colegial, que probablemente proceden de la antigua ermita que se hallaba cercana a la actual iglesia del mismo nombre
Esta es la leyenda de los tres hermanos mártires talaveranos. De ellos tres, el varón dio nombre a la sierra donde nace el Guadyerbas, que hemos empezado a recorrer en capítulos anteriores.
Aunque se disputan varias ciudades el nacimiento de estos tres muchachos martirizados en tiempos de los romanos, la tradición da por hecho su nacimiento en Talavera de la Reina sinedo su principal adversario en esta polémica la ciudad también de origen romano de Ébora en Portugal.
San Vicente y sus hermanas fueron obligados a comparecer ante el pretor romano Dacio en un templo que se situaba en el solar de la antigua parroquia de San Esteban, situada en la calle del mismo nombre, allí fue conminado el santo a que renegara de su religión cristiana, pero se negó, y dice la leyenda que sus pies y su báculo dejaron sus marcas en la piedra que hoy se conserva en la Colegial de la ciudad.
Vicente no abjuró y pudo huir de sus captores por la noche, emprendiendo camino hacia el norte y escondiéndose los tres hermanos en la cueva que se encuentra en la cumbre del Cerro de San Vicente o Monte de Venus, donde también dejaron marcadas sus espaldas en la piedra. Allí se construyó más tarde un eremitorio en torno a la cueva y más tarde un monasterio carmelita en las cercanías de los que hablaremos en otro capítulo.
Juan de Mariana dice en su historia de España, libro 40 capítulo 53: “A cuatro leguas de Talavera, en el Piélago, hay una cueva enriscada y espantosa, con la cual todos los pueblos comarcanos tienen devoción, por tener averiguado y firme, que los santos Vicente, Sabina y Cristeta, cuando huyeron de Ébora (Talavera),estuvieron allí escondidos y en memoria de esto, allí edificaron un templo y un castillo con el nombre de San Vicente…En esta cueva dicen Soto y Texada, y yo lo he oído a varias personas, que han entrado en ella, se ven en una peña grande estampados los tres cuerpos de los tres santos hermanos, siendo muy común la tradición de que estos se verificó renovándose el milagro de ablandarse las piedras como si fueran de cera…”
Estos tres santos y patronos de Talavera que fueron martirizados en Avila tras la persecución de Diocleciano, Se escondieron, según la creencia popular, en esa cueva que se sitúa en una de las dos elevaciones de la cresta del cerro de San Vicente, junto al vértice geodésico.
Los tres muchachos siguieron en su huida hasta la ciudad de Ávila, donde fueron apresados, pero al negarse a abjurar del cristianismo sufrieron martirio.
Murieron cuando después de emplear varios sistemas de tormento, les aplastaron la cabeza con una piedra según algunos o con una prensa según otros.
Un judío que se reía del respeto de los abulenses por los restos de los mártires fue atacado por una serpiente que salió de la cueva de la Soterraña en Ávila y, arrepentido, dio el dinero para construir una iglesia sobre su sepultura.
Hoy es la magnífica iglesia románica de San Vicente y en ella se aloja un precioso cenotafio en el que se custodiaban los restos y en el que se cuenta su historia en hermosos relieves escultóricos. Son patrones de Ávila y Talavera de la Reina pero sus reliquias sufrieron diversas vicisitudes por las que fueron repartidas en diversos lugares de España.