RENTABILIZAR LA HISTORIA

RENTABILIZAR LA HISTORIA

Estatua de Juan de mariana en un artículo de Blanco y negro de los años 60
Estatua de Juan de mariana en un artículo de Blanco y Negro de los años 60

En cierta ocasión pude visitar en el hermoso pueblo manchego de Villanueva de los Infantes el convento donde murió don Francisco de Quevedo. Se invitaba al turista a conocer la celda donde pasó sus últimos días y murió el gran genio español. Pasé a la estancia entre japoneses y un grupo de profesores universitarios interesados por conocer lugar tan culturalmente señalado. Por supuesto que estos visitantes comieron y compraron productos típicos en Villanueva dejándose allí algún dinerillo.

Unos meses más tarde supe que la celda en cuestión había sido redecorada con viejos muebles que nunca estuvieron en contacto con las posaderas del malhumorado escritor y que, con un poquito de imaginación y la ayuda de vecinos y chamarileros, se había ambientado adecuadamente la estancia. En la plaza adyacente al convento se puede además contemplar un monumento dedicado al autor de El Buscón. Es absolutamente lógico que se explote la imagen de tan ilustre vecino aunque sea con pequeñas dosis de “turismo –ficción”, pues parece además que los restos que se veneran como los del tullido insigne son los de un mocetón bien formado de robusta osamenta, según estudio realizado hace un siglo.

Escultura que representa a Fernando de Rojas en la Plaza del Pan
Escultura que representa a Fernando de Rojas en la Plaza del Pan

Hace unos días visitaba Salamanca y podía pasear por el jardín de Melibea y en Valladolid pude también conocer la casa de Cervantes, con buena decoración de época pero utilizando objetos que nunca coexistieron con don Miguel, entre ellos, por cierto, buena cerámica de Talavera.  Ávila con Santa Teresa es otro ejemplo de cómo algunas ciudades saben rentabilizar su historia y sus personajes ilustres para hacer que el turista se acerque a ellas.

Cenotafio de García de Loaisa, confesor de Carlos V y fundador del convento de Santo Domingo en Talavera

Si queremos quitar a Talavera su aire y fama de localidad un tanto rústica, mezclados con su aspecto de ciudad dormitorio, y darnos así un poquito de “caché”, sin renunciar por supuesto a los vínculos que desde siempre hemos tenido con el mundo agropecuario, sería interesante potenciar el reconocimiento de los muchos personajes históricos que nacieron o vivieron aquí.

Boceto de monumento a la Batalla de Talavera que no se llegó a realizar
Boceto de monumento a la Batalla de Talavera que no se llegó a realizar

Porque resulta, por ejemplo, que por nuestras calles corrieron de niños Fray Hernando de Talavera  y Rodrigo Arias Maldonado, el “Doctor Talavera”, dos hombres influyentes ante Isabel la Católica que contribuyeron en gran medida a que se iniciara la empresa americana. Pues bien, la casa natal de fray Hernando estuvo a punto de derrumbarse aunque ha sido felizmente recuperada. Podemos aprovechar el tirón que tanto su figura como la de Maldonado o Francisco de Aguirre tendrían para el turismo y para el prestigio de nuestro pueblo.

Fray Hernando cuenta ya con un monumento en la ciudad como lo tiene, aunque no muy apropiado, Fernando de Rojas. Se ha erigido uno más bien modesto a la Celestina. Pero digo yo que el autor de la considerada como segunda obra más universal de nuestra literatura podría dar mucho más de sí en cuanto a dar a Talavera la pátina cultural que tanto necesita. Una ruta digna de La Celestina y del que fue alcalde de nuestra ciudad debería instalarse sin importar que se hayan de hacer nuevas placas cerámicas que sirvan de guía por los lugares vinculados con él y su obra, y por su puesto el acceso al claustro de la Colegial, donde se encuentran sus restos, debería estar garantizado. La figura del Arcipreste de Talavera, otro literato de gran talla, tampoco ha sido resaltada en modo alguno como personaje vinculado a nuestra ciudad.

Para llamar la atención sobre el aspecto histórico de Talavera, qué mejor símbolo que el Padre Juan de Mariana, al que se refería Benito Pérez Galdós en el centenario de la Batalla de Talavera declarando que “Talavera es la patria de la Historia por haber sido la patria de Mariana”. Creo que el centenario de su figura debería haber merecido algo más que el paripé académico que se celebró.

Otras disciplinas podrían tener también como patrones a algunos de nuestros más ilustres personajes. Por ejemplo a Gabriel Alonso de Herrera, primer estudioso nacional de la agricultura y la ganadería. El campo y el medio ambiente tendrían en él un magnífico patrón de prestigio para haber instaurado en Talavera estudios universitarios de Medio Ambiente, pero claro, tuvieron que ponerlos en Toledo donde se deben estudiar los selváticos bosques de la Sagra, o las agrestes llanuras manchegas.

Portada de la edición italiana del Libro de Agricultura de gabriel Alonso de herrera
Portada de la edición italiana del Libro de Agricultura de gabriel Alonso de herrera

Hagamos que estos y otros muchos paisanos ilustres estén más presentes en calles y eventos culturales, vamos a querernos un poquito más y no olvidemos a los mejores de nuestros paisanos.

LOS TRAJES TRADICIONALES DE TALAVERA

EL TRAJE TRADICIONAL TALAVERANO

Capítulo de mi libro con fotografías de Vicente Canseco » Los Trajes tradicionales en la Tierra de Talavera» ,en el que se habla de los dos trajes típicos de Talavera de la Reina

TRAJE BAILADORES BLANCO Y NEGRO 1936
TRAJE BAILADORES BLANCO Y NEGRO 1936

El traje típico antiguo ha estado casi perdido durante muchos años por el crecimiento y pérdida de las raíces rurales de Talavera, además del éxito cosechado por el que diseñó Ruiz de Luna de “Alfarera de Gala” que llevó a la práctica sustitución del anterior.

Gracias al entusiasmo e investigación de la asociación de amas de casa consumidores y usuarios “El Prado” de Talavera se ha recuperado el traje tradicional que se ha intentado sea lo más parecido posible al utilizado por nuestras bisabuelas.

Traje tradicional de Talavera, más sobrio y castellano que el de Alfarera de Gala de Ruiz de Luna
Traje tradicional de Talavera, más sobrio y castellano que el de Alfarera de Gala de Ruiz de Luna

Tiene su diseño muchas características comunes con los trajes de su entorno. Lleva camisa negra con bordaduras que se cubre con corpiño negro de terciopelo, el cual en realidad es un jubón sin mangas pues no lleva la atadura delantera de los corpiños ni las hombreras. En las fotos antiguas las mujeres aparecen casi siempre con el busto cubierto por mantón de Manila o mantón con bordados locales.

La falda tiene vuelo considerable y es de tela de raso azul oscura. Se decora en su tercio inferior con tres cintas anchas bordadas en dorado. El pelo se adorna en la coronilla con cinta ancha similar a las de la falda.

Las enaguas son blancas y asoman bajo la falda con su decoración de puntillas y pasacintas con cinta azul.

Calza zapato negro de tacón bajo y medias blancas caladas de ganchillo decoradas con motivos geométricos.

Se complementa con las joyas del aderezo: collar, pendientes y alfileres para el pelo e incluso con ánfora a Talavera apoyada sobre la cadera.

Otra imagen del ABC, Blanco y negro con dos "bailadores". El traje de varón es similar en los dos casos
Otra imagen del ABC, Blanco y negro con dos «bailadores». El traje de varón es similar en los dos casos

El traje de varón es común para los dos trajes talaveranos. Cubierto por sombrero negro, lleva camisa blanca sencilla y chaleco negro, que más bien es chaqueta corta sin mangas, pues tiene solapas. El fajín es azul de lana con flecos de cordón hasta la rodilla.

El pantalón es negro y bombacho, dejando al descubierto las medias caladas de ganchillo y el zapato negro.

La cantante Rosamil con el traje de alfarera de gala en una postal de los años 70
La cantante Rosamil con el traje de alfarera de gala en una postal de los años 70

EL TRAJE DE ALFARERA DE GALA

Este traje fue diseñado en 1929 por Ruiz de Luna con motivo de los espectáculos organizados en la Exposición Universal de Barcelona y la Exposición Iberoamericana de Sevilla.

Los colores son el azul y blanco dominantes en la cerámica talaverana y el amarillo típico de sus cenefas renacentistas, aunque algunos se hacen exclusivamente en azul y blanco, colores que también se justifican por ser los de la bandera talaverana.

La cabeza va cubierta por pañoleta blanca con la cenefa de roleos renacentistas habitual en la decoración de nuestra alfarería. La camisa es blanca con el cuello abierto, o cerrado con pasacintas y cinta azul, y va decorada con bordados o puntillas. Las mangas también pueden llevar las cintas y las puntillas.

El corpiño es azul, abierto o cerrado con cordón

El mandil está también pintado en sus bordes laterales e inferior con cenefa renacentista en amarillo, azul y blanco, desarrollando los típicos motivos vegetales y algún grutesco, En el centro lleva dibujado el escudo de la ciudad con la torre y los dos toros.

La falda lleva vuelo considerable y es también blanca con ancha cenefa renacentista a unos quince centímetros del borde.

Las medias blancas son caladas de ganchillo. El zapato es azul Talavera con lazo azul o blanco decorado con cenefa renacentista.

Los motivos originalmente eran pintados, aunque hoy día ya se fabrican cintas de tela con la cenefa estampada.

DISEÑO DE FANTASÍA DE TRAJE DE TALAVERANA DE CARLOS PONTES
DISEÑO DE FANTASÍA DE TRAJE DE TALAVERANA DE CARLOS PONTES