Cuando el Tajo era un verdadero río lleno de vida, íbamos los chavales a bañarnos en él. Allí, metiendo entre dos un saco de arpillera en la vegetación de la orilla, veíamos al sacarlo todo un catálogo de vida fluvial. Se movían inquietos ante nuestros ojos los barbos, las bogas, carpas y carpines, las lampreas, los camarones, culebras, ranas y una variada fauna de insectos y bichos misteriosos, incluidos crustáceos, como pequeños camarones o cangrejos autóctonos.
Con el trasvase y la falta de depuración de las aguas de Madrid y otros pueblos y ciudades todo eso cambió y ahora en el río sólo vemos especies alóctonas como los feos y viscosos siluros o peces gato, los percasoles, o los black-bass, y en algunos tramos, ni eso.
Por eso es una buena noticia que en alguno de nuestros ríos, que fueron tan ricos, aparezca alguna especie que nos dice que aún hay esperanza. pues podemos ver en ellos mejillones de río.
Estos animales son moluscos bivalvos al igual que sus parientes del mar, aunque son exclusivos de agua dulce. Son organismos filtradores llegando incluso a filtrar 50 litros de agua diarios. Existen distintas especies de mejillones de río siendo los más frecuentes la Anodonta anatina y el Unio delphinus, pero sin duda la estrella de las náyades es la Margaritifera margaritifera. Teniendo en cuenta que pueden formar agregaciones por encima de los 500 individuos por metro cuadrado la cantidad de agua filtrada por estos animales es muy considerable.
Estos mejillones eran conocidos también como náyades, que eran las ninfas mitológicas que vivían en las fuentes, manantiales y ríos, garantizando la pureza de sus aguas. Están sufriendo una regresión en toda su área de distribución paralelamente a la degradación ambiental de las cuencas hidrográficas.
Aquí os dejo un artículo que de forma sencilla nos habla de la situación de esta especie en nuestros ríos.
https://www.larazon.es/sociedad/medio-ambiente/los-cientificos-alertan-de-la-desaparicion-del-mejillon-de-rio-GA10016022/