HISTORIA FÁCIL DE LA CERÁMICA DE TALAVERA (6) LOS ROMANOS

CERÁMICA ROMANA EN TALAVERA

Vasija romana con el nombre de la propietaria; Marcela una tal marcela

En la segunda Edad del Hierro las tierras de Talavera se hallaban pobladas por los vettones, como ya hemos visto. El  caudillo lusitano Viriato se refugiaba en la sierra de San Vicente desde donde atacaba a las legiones romanas, según aventura el alemán Schulten. También en la cumbre de esa sierra es tradición que se ocultaron de las autoridades romanas los Santos Mártires Vicente Sabina y Cristeta.

No comparto la idea de algunos historiadores sobre que Talavera fuera fundada exnuovo, en el solar que hoy ocupa, sino que muy probablemente hubo poblaciones y culturas anteriores en la confluencia del Tajo y la Portiña, precisamente en esa zona del casco antiguo más elevada sobre el río Tajo, donde creo que tarde o temprano se hallarán restos de poblados indígenas de épocas anteriores a los romanos.

Tras la conquista, Talavera quedó incluida en la Lusitania, cuyo límite discurre cerca del pueblo de Santa Olalla, coincidiendo con la línea que separa la comarca de Talavera y la de Toledo, ciudad ésta más enmarcada en el mundo de los carpetanos. En el año 69 Vespasiano otorga a nuestra ciudad el carácter de municipio.

Marca a punzón de Calvinus, el primer alfarero talaverano conocido. ( LC Juan Tovar,. Del artículo de Manuel Rico en Cuaderna 21-22

No conocemos el momento exacto en el que se funda Caesaróbriga, la Talavera romana. Muchas de las excavaciones de nuestras calle y edificios sabemos que no han sido realizadas, en general, con la metodología adecuada o no se han publicado las memorias de esas actuaciones, y lo que es peor, muchos de los restos han sido destruidos o sumergidos en cemento, o, como se pretende hacer en las nuevas construcciones del casco viejo, cubriéndolos con una losa de hormigón que tapa los restos y, aunque no los destruye, pero sí impide durante muchos años su estudio.

Es evidente que Talavera fue una ciudad romana de importancia donde en el periodo tardío del imperio y en época visigoda incluso se creó un obispado, el de Aquis, sufragáneo de la diócesis de Mérida. Los restos de edificios romanos hallados en el entorno de la plaza del Pan, que muy probablemente fue el foro romano en torno al que se articulaban las dependencias de los edificios públicos y los templos principales, como sucede ahora. Así nos lo muestran las ruinas visitables del hospital de la Misericordia, las del solar de los juzgados o las del patio del Ayuntamiento, o los elementos de granito y mármol labrados hallados en las excavaciones.

Una calzada importante discurría al norte del Tajo y otra al sur, además de algunas secundarias. Como también cruzaban el territorio otras por las actuales cañadas leonesas oriental y occidental, ésta última con la impresionante calzada de el Puerto del Pico. Era por tanto Caesaróbriga una ciudad situada estratégicamente con importantes comunicaciones, como también demuestran los restos del puente romano, cercano y en parte coincidente con el puente Viejo o medieval.

Decoración estampillada de cerámica de uno de los alfares romanos de Talavera. ( LC Juan Tovar en «Talavera de la Reina en la Antigüedad» de Dionisio Urbina

Se han hallado villas romanas como la de Saucedo, baños en esa excavación y en otras localizaciones como en la Ronda del Cañillo. También se han encontrado pinturas y mosaicos de gran interés, así como calles calzadas, templos, y magníficas esculturas de bronce como el Hércules o la Venus. Las murallas visigodas y árabes se cimentan y se componen con restos de la muralla romana entre cuyos elementos se pueden observar estelas, bases y fustes de columnas..

También se han hallado varias necrópolis como la que ya descubrió el Padre Fita junto a La Portiña y, lo que es más significativo, Talavera cuenta con un conjunto epigráfico con inscripciones de la época en un número tal que ponen a nuestra ciudad a la altura de otras romanas importantes de la península. Hay estelas dedicadas a las ninfas, a los dioses manes, a Júpiter o a dioses indígenas como Togote o Aricona. Los nombres de los difuntos y sus dedicatorias nos orientan sobre el origen de algunos de ellos procedentes de otras ciudades romanas como Clunia o Segísama. Nos informa también esa epigrafía de otros datos curiosos sobre algunos de nuestros antepasados romanizados como alguno que pertenecía a la Legión VII Gemina, otro de la tribu quirina o una mujer de la dignidad sacerdotal flamínica llamada Domicia Proculina. También consta un arúspice llamado Iconio.

Así mismo ha descrito el colectivo La Enramá un posible monumento romano en Torrehierro, finca que cuenta también con otra necrópolis con buenos sepulcros. También en la Vegas de Santamaría, junto al Tajo se ha excavado un mausoleo tardorromano en cuyo interior se encontró un sepulcro esculpido que se halla en el Museo Arqueológico Nacional.

Moldes del alfar de terra sigillata de Talavera.( LC Juan Tovar ) en «Talavera de la Reina en la Antigüedad» de Dionisio Urbina

Las villas romanas más conocidas en el entorno Talaverano son las de Saucedo, la Órbiga, La Alcoba, Pompajuela, Las Tamujas, Bercenuño, por decir solo algunos ejemplos más significativos.

Yo personalmente no descarto que, si se sistematizaran y se hicieran de forma adecuada las prospecciones y excavaciones sin interferencia de constructores y con vigilancia estricta de la Junta y el ayuntamiento, tarde o temprano se hallaría el teatro romano y algún otro edificio público de importancia.

Cerámica de terra sigillata de Talavera. Domingo Portela. Cuaderna 20-21

Son de gran interés los hallazgos numismáticos y la cerámica de la que trata este artículo. El arqueólogo Dionisio Urbina ha hecho el trabajo hasta ahora más completo sobre la Talavera romana y en él nos descubre algunas cuestiones al respecto.

Como hemos comentado, también en aquella época, Talavera era una ciudad comercial debido a su situación comunicada y estratégica. Los talleres artesanales parece que se situaron especialmente en la parte occidental del casco y la riqueza generada hizo que las clases dominantes demandaran determinadas mercancías de lujo como la cerámica más elaborada, la llamada de “terra sigillata”. También son necesarios los recipientes cerámicos para contener las mercancías especialmente de índole alimentario destinadas all comercio que generaría la ciudad. Es por ello que incluso sabemos de la existencia de alfares locales e incluso de empresarios o alfareros, como “Calvinus” que dejaron su marca en las piezas elaboradas por él. La mayor parte de esos talleres se han hallado en los yacimientos excavados al oeste de la ciudad y en ellos se han documentado zonas soladas con ladrillo para secar las piezas antes de su cocción, testares o basureros donde se arrojaban las piezas rotas o defectuosas, además de restos de moldes, y atifles y ajustadores para colocar y separar las vasijas en los hornos etc…

Son piezas de lujo para la mesa y decoradas con forma de botellas, cuencos y platos. También aparecen otros elementos de lujo, como las cerámicas llamadas de paredes finas que incluso llegan a ser de tan escaso espesor que se denominan en “cáscara de huevo”. Las “marmoratas” llevan un acabado jaspeado imitando al mármol, aunque se han encontrado, en menor cantidad. También se halló en la zona de la calle de la Lechuga la marca de otro alfarero, Zoilus, pero en este caso parece ser que su producción deriva de Tuccci (Martos, Jaén). También se encuentran desde tiempo de Augusto cerámicas campanienses que en Italia eran de color negro pero que aquí se imitan pero son terminadas con tonos rojizos debido al barniz aplicado.

Por todo ello el arqueólogo Dionisio Urbina nos dice “cuenta Talavera con una industria cerámica desde el siglo I y los datos arqueológicos parecen confirmar su permanencia en épocas tardías e hispanomusulmana lo que extiende a casi dos mil años la tradición alfarera… de la ciudad de la cerámica”.

También se hallan otras cerámicas pintadas de tradición indígena que elaboraban los pueblos vettones antes de la conquista romana, además de algunas de importación como las “sigillatas orientales” de las llamadas de “engobe rojo pompeyano”y otras de origen norteafricano de tonalidades más claras.

En los últimos siglos de dominación romana se va produciendo una ruralización que conlleva también una economía más autárquica con talleres locales que elaboran cerámica de menor calidad. Empiezan a aparecer los motivos cristianos en la decoración que, por otra parte, ya no se hace con molde, sino con estampillados y decoración a ruedecilla, en tonos anaranjados y grises, así como otras cerámicas locales de tonos oscuros que intentan imitar a las lujosas cerámicas campanienses

Capitel romano hallado en el término de Velada

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