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LA PLAZA DEL RELOJ ANTES DE ATILA (1)

LA PLAZA DEL RELOJ ANTES DE ATILA

Ayer en nuestra sección del Museo de los Horrores veímos el esperpento causado por las obras de remodelación de la Plaza del Reloj y hoy traemos algunas fotos de cómo era la plaza antes de que varias generaciones de talaveranos hicieran de las suyas con este lugar emblemático de la ciudad.

Hoy traemos una serie de fotografías y postales que nos muestran el lado norte de la plaza y en próxima entrada veremos otras perspectivas.

Vista de la plaza del Reloj. El edificio que aparece por detrás de la mujer es la actual cafetería Nueva España Vista de la plaza del Reloj. El edificio que aparece junto a la escalera es la actual cafetería Nueva España

Esta primera fotografía nos muestra la zona noreste de la Plaza, Al fondo, tras una escalera de mano se puede ver la vivienda de tres pisos que ocupa actualmente la cafetería Nueva España, fundada en los años cuarenta como su nombre hace sospechar. Edificio de Vargas todavía está porticado como en toda buena plaza castellana y un grupo de guardias civiles hablan junto a él con paisanos. Aparece el rótulo de Ferretería Carrasco» y da la sensación de haberse celebrado un acto público antes de tomarse la instantánea

El comienzo de la Corredera en la plaza del Reloj mostraba estos magnífcos pórticos que se han querido recear con el adefesio de la entrada anterior en esta web El comienzo de la Corredera en la plaza del Reloj mostraba estos magnífcos pórticos que se han querido recrear con el adefesio de la entrada de esta web «Un ovni en la plaza del Reloj»

Como vemos en esta otra fotografía, la Corredera y la plaza del Relos mostraban a principios de siglo unos magníficos soportales con colunas de granito decorados con capiteles que en algunos casos parecen antiguos. En una talavera rural como aquella las caballerías pasaban por la plaza y vemos que todos los tipos salvo el del fondo parecen tipos dedicados a las labores agrícolas. También adornan las fachadas balcones como los que recuerda Rafael Morales en sus poemas.

Visión de la plaza del reloj desde la librería Camino aproximadamente Visión de la plaza del reloj desde la librería Camino aproximadamente

Bonitas viviendas de tres alturas en los edificios que albergarían a   «Vargas» y «Mazuecos», aunque este último establecimiento es posible que ya sea uno de los comercios por la edad de la foto. Si pincháis la foto veréis como todo el rincón inferior derecho está retocado por posible deterioro de la plaza, aunque se aprecia el rótulo «Almacén de Hierros» «Ferretería y quincalla» también se ve la base de la antigua torre del Reloj de la que hablaremos otro día. Se ven carros tirados por caballerías.  En la foto anterior el edificio está porticado.

Al fondo se ve un edificio que en la última altura tiene las típicas ventanas rematadas en arco de medio punto de las que apenas quedan muestras pero que eran muy frecuentes desde el siglo XVI en los edificios talaveranos, como se observa en el dibujo de Van der Wingaerde.

Es una fotografía más antigua que la anterior que ya muestra en este solar otro edificio sin el corral delantero.  A su izquierda lo que hoy es  el bar Nueva España y luego un edificio con una relojería en su bajo donde comienza la calle de Mesones.

Dibujo de Enrique Reaño sobre una fotografía antigua de la plaza del reloj Dibujo de Enrique Reaño sobre una fotografía antigua de la plaza del Reloj.

Esta escena costumbrista con tipos rústicos en la plaza del Reloj nos da algunos datos sobre las forma de vestir a principios de siglo en nuestro medio rural, los sempiternos pañuelos y largos guardapiés para ellas y la faja, los pantalones de pana, el blusón y la montera del personaje del borrico. vemos también enfrente la ferretería Carrasco en el edificio de «Vargas» y es foto coetánea con la primera por estar todavía los edificios porticados.

Fachadas del lado norte de la Plaza del Reloj

Es frecuente ver vehículos detenidos en la plaza por ser lugar  habitual de la parada de los primeros coches de línea y coches de alquiler que operaban en la ciudad,

Otra vista de la misma línea de fachadas de época muy próxima.

Vemos en las dos fotografías las casas porticadas y las casas con comercios, una arquitectura castellana desgraciadamente desaparecida salvo las casas porticadas situadas frente al Cristo de los Mercaderes.

Pórticos del noroeste de la plaza del Reloj

MUSEO DE LOS HORRORES EL ARCO DE SAN PEDRO

MUSEO DE LOS HORRORES

EL ARCO DE SAN PEDRO

Dibujo de Enrique Reaño sobre foto antigua del arco o puerta de San Pedro de Talavera
Dibujo de Enrique Reaño sobre foto antigua del arco o puerta de San Pedro de Talavera

Ya hemos hablado de la destrucción sistemática de las puertas de la muralla durante el siglo XIX. Una de ellas, que daban acceso al primer recinto amurallado era la puerta de San Pedro, llamada así porque aunque era de construcción musulmana estaba muy cerca de esa iglesia del mismo nombre hoy desaparecida. Fue la más monumental de todas ellas, y todavía hoy da nombre a la calle en la que se situaba.

Fotografía reciente del lugar donde se encontraba el arco o puerta de San Pedro

Fotografía reciente del lugar donde se encontraba el arco o puerta de San Pedro

Fue derribada en 1885 y se apoyaba en la antigua muralla árabe aunque modificada y agrandada en varias ocasiones. De una de estas reconstrucciones tenemos referencias, concretamente de la reforma que realizó el Cardenal D. Pedro González de Mendoza, cuyo escudo aparecía sobre la puerta que, además, estaba dotada de rastrillo para asegurar el acceso. El padre Fita refiere que había en esta puerta una inscripción que decía: «Esta puerta mandó alçar el cardenal nuestro Señor el año de MCCCCXCIIII años, siendo corregidor el comendador Juan de Horosco». 

Su estructura declara la época de la reforma ya que en los dibujos que han llegado hasta nosotros se aprecia que la puerta es construcción típica del siglo XV con su arco carpanel y su decoración de bolas con tres pináculos. Sobre el central de ellos se situaba una imagen gótica de la Virgen con doselete, actualmente está adosada a uno de los muros del interior de la Ermita de la Virgen del Prado.Esta imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es fotos-talavera-antigua-227.jpg

También decoraban la puerta algunas pinturas de temas religiosos alusivos a la Eucaristía que, según dice el padre Fita, habrían sido pintadas en el siglo XVI o el XVII: «en la cúspide representa la custodia del sacramento, con varias figuras a los lados y en las gradas inferiores: ya alegóricas como la Fe; ya históricas como Santo Tomás de Aquino, el noble autor del Pange Lingua, ya bíblicas en fin y muy adecuadas, de mayor tamaño que el natural, como David con su arpa y Moisés con el rótulo profético, tomado del Deutoronomio, XVIII, 15».

Dibujo del siglo XVIII de Pedro Guerra de una tinaja árabe embutida en la muralla del arco de San Pedro
Dibujo del siglo XVIII de Pedro Guerra de una tinaja árabe embutida en la muralla del arco de San Pedro

En los lienzos de muralla inmediatos, había alguna inscripción epigráfica romana dedicada a Pompeyo. Sobre la cimentación de una de las torres que protegían esta puerta se construyó la antigua torre del Reloj y sobre el arco discurría un pasadizo para dar acceso al relojero. En una casa particular, que tenía a la inmediata torre albarrana formando parte de su estructura, existía todavía en el siglo XVIII una tinaja, cuyo dibujo realizó  Pedro Guerra y que muestra su escritura árabe.

Imagen de la Virgen que se encontraba en el Arco de San Pedro y hoy se halla en la basílica de la Virgen del Prado

UNA HISTORIA FÁCIL DE LA CERÁMICA DE TALAVERA (8) APUNTES SOBRE LA TALABAYRA MUSULMANA

La corte de Abderramán III gran impulsor de Talavera y sus fortificaciones

TALABAYRA

Recién iniciadas las campañas de conquista de los musulmanes en la península, aparece Talavera en las crónicas como el lugar donde Muza, gobernador del Magreb, se encuentra con su lugarteniente Tarik que, con su expedición relámpago, había conseguido el dominio de la hispania visigoda venciendo al rey Rodrigo. Este hecho un tanto legendario y que diferentes autores localizan en diferentes lugares parece que tuvo lugar en Talabayra en el año 713 y el liberto bereber Tarik, para suavizar el enfado de su superior que venía a su encuentro desde Mérida, trajo inmensas riquezas como presente desde Toledo, ciudad en la que se encontraba cuando fue requerido por su superior. Los cronistas destacan entre esos regalos la llamada mesa de Salomón fabricada en metales y piedras preciosas, además de las coronas de los reyes godos, pero cuentan que no fueron suficientes para aplacar las iras de Muza por la desobediencia del general, humillándole de palabra e incluso abofeteándole.

Talavera y su entorno fueron ocupadas y repobladas por aguerridos pueblos beréberes que defendieron la zona fronteriza entre los reinos cristianos y musulmanes convirtiéndose la ciudad en una de las llaves estratégicas entre ambos territorios. En ocasiones, tribus beréberes que se habían sublevado en otros lugares y ciudades del territorio de Al-Andalus acudieron a refugiarse a Talavera en la que los repobladores eran mayoritariamente de esa etnia, como lo eran los habitantes de la próxima ciudad de Nafza, que parece se corresponde con Ciudad de Vascos.

Arco de herradura en el castillo árabe de Marco en Villar del Pedroso

Dado que muchas de las sublevaciones internas contra el poder árabe estaban protagonizadas por estos pueblos norteafricanos, la frontera norte de Al-Andalus se convirtió, sobre todo en el valle del Duero, en una zona sumamente insegura que aprovechó el rey asturiano Alfonso I para ampliar su dominio territorial hacia el sur. Este hecho obligó a los árabes a crear una línea de fortalezas con el Tajo como eje que servirían para frenar el avance cristiano. En nuestra comarca, la propia Talavera, Canturias, Nafza, Castros, Espejel o Alija fueron algunas de esas fortalezas, todas ellas situadas a las orillas de nuestro río.

En el año 788 muere Abderramán I dejando su reino al tercero de sus hijos, Hixem. Sus dos hermanos, Suleiman y Abdalah no lo aceptan y se hacen fuertes en Toledo sitiándolos Hixem. A duras penas se mantiene la paz hasta su muerte en 796. Nombra heredero a su hijo Al-Hakam, que ordenó mejorar las fortificaciones de Talavera, pero sus tíos Abdalah y Soleimán vuelven a reclamar su derecho dinástico y se sublevan nombrando a Ubayd Allah Humayd como autoridad suya en Toledo.

Los bereberes de Talavera, al mando del renegado Amrús, permanecen fieles al emir de Córdoba que le ordena sofocar la rebelión de los toledanos. Consigue el jefe de la guarnición talaverana que, a cambio de dinero y riquezas, le entreguen la cabeza del general rebelde de Toledo. Los emisarios que traen la cabeza a nuestra ciudad son bereberes toledanos, los Banú-Majsi, que tenían cuentas pendientes con el clan de los bereberes talaveranos y al anochecer, aunque habían depuesto sus armas contra el emir son asesinados por venganza. Amrús deja en Toledo a su hijo Yusuf como jefe de la guarnición.

Placa fundacional de la muralla y la alcazaba levantadas por Abderramán III

Pero no es este el único suceso sangriento en que se ve envuelto el jefe militar musulmán de Talavera, ya que en el 805 los toledanos, ayudados por soldados francos, vuelven a sublevarse y Yusuf es tomado preso. Amrús vuelve a vencer, se inician conversaciones y se restablece la paz simulando Amrús haber perdonado a los insumisos e invitándoles a una fiesta en la que, durante la conocida como “Jornada del Foso”, asesina y decapita a cuatrocientos notables árabes toledanos y expone sus cabezas en público. Cuentan las crónicas que este hecho fue presenciado por un adolescente, el futuro Abderramán II, que quedaría afectado toda su vida por un tic nervioso originado por la impresión que le causó la masacre.

Estas y otras sublevaciones de los toledanos explican la importante fortificación de Talavera pues, como vemos, su importancia estratégica no estaba sólo condicionada por ser un bastión ante el avance cristiano sino también como punto de control sobre los insumisos toledanos, junto a otras ciudades como Madrid, Zorita y Calatrava  que con ese fin fueron fortificadas por Muhamad I que, en el caso de esta última fortaleza manchega, refuerza su guarnición en el año 855 con  gentes de Talavera, conocidas en la época por su ímpetu y preparación militar.

Pero los enfrentamientos entre Toledo y nuestra ciudad no cesarían y así, en el año 857, las tropas bereberes toledanas atacan Talavera, sufren una emboscada y son setecientas las cabezas de los vencidos atacantes que son enviadas a Córdoba.

Ahmed ben Muhawiya, un cordobés apodado Ibn al Quitt, “el hijo del Gato” se hace pasar por mahdí, jefe religioso miembro de la familia de Mahoma que debía venir a destruir la fe corrompida y restablecer la verdadera fe del Islam en todo el universo. Este visionario predica la guerra santa a los bereberes de las fronteras inferior y media prometiéndoles conquistar la ciudad de Zamora. Las gentes berberiscas de Talavera y su alfoz se unen masivamente a la iniciativa y Al-Quitt reúne un ejército de 60.000 hombres. Le ayuda el jefe de Nafza y en esta ciudad musulmana se establece el cuartel general. Cercada Zamora en el año 901, Al -Quitt es derrotado y su cabeza colgada como trofeo en una de las puertas de la ciudad.

A medida que se fortalecen los reinos del norte, comienza Talavera a sufrir las incursiones de los monarcas cristianos como es el caso de Alfonso III, rey de León que, en una expedición contra el reino de Toledo, ataca Talavera y vuelve a Zamora con un rico botín a comienzos del siglo X. Otras incursiones de D. García, Ordoño II, Ramiro II y Ordoño III afectan a la Talabayra musulmana de este siglo ocasionándola en mayor o menor medida daños en sus murallas, despoblación, destrucción de cosechas y pérdida de ganados y otros bienes.  En el año 936, Abderramán III construye la alcazaba talaverana dejando en la torre sureste la placa fundacional que hoy se halla en el Museo Arqueológico Nacional.

En otras ocasiones Talavera servía de campamento base para las razzias de los musulmanes contra los reinos cristianos de Galicia o León.  El mismo Almanzor pernocta en la alcazaba talaverana en una de sus aceifas contra los cristianos.

Tinaja musulmana con inscripción en árabe hallada en Talavera al hacer obras en el arco de San Pedro, una de las puerta musulmanas de la muralla

Todos estos hechos bélicos en torno a la ciudad condicionaron no sólo la ya comentada fortaleza de sus murallas, sino la abundancia de atalayas y torres de observación en su entorno y en toda la comarca, es el caso de las atalayas de Segurilla, El Casar y Mejorada, o de castillos como el del Cerro de San Vicente, toda una línea de observación y avanzadilla situada en las elevaciones de El Berrocal, para que Talavera no fuera sorprendida ni por los ataques cristianos ni por los reinos taifas vecinos en los últimos años de la dominación árabe. Parece que desde las atalayas se avisaba a la población con señales de humo. Tenían una puerta elevada sobre el suelo con una escala que se podía retirar en caso de peligro y varios pisos sin apenas huecos de ventana y almenadas en su borde superior. La de El Casar se observan algunas estructuras de habitación en su entorno.

Talavera contaba con un sistema de inundación del foso que discurría entre la muralla y otro muro externo de menor envergadura. Este sistema se alimentaba de las aguas del Tajo que inundaban el foso cerrando las presas y aliviaderos de los molinos y aceñas del Tajo pero en algún asedio se invalidó su misión defensiva derribando simplemente la presa de los molinos de Abajo.

Dividido Al-Andalus en reinos taifas, Talavera queda incluida en el reino de Toledo y uno de sus reyes, Al Mamum tiene que huir a Talavera tras su derrota a manos del reino taifa de Zaragoza que había conquistado parte de sus territorios de Guadalajara. Desde nuestra ciudad pide ayuda al rey de Pamplona enviándole dinero y regalos.

Atalaya de El Casar de Talavera

El sucesor de Al-Mamum fue el último rey árabe de Toledo, Al- Qadir. Su debilidad, las revueltas internas y la injerencia de taifas vecinos como el de Badajoz o el de Zaragoza, obligaron a Al Qadir a pedir ayuda a Alfonso VI que se la concedió en varias ocasiones, pero imponiéndole cada vez condiciones más duras, incluso la concesión de la fortaleza musulmana más cercana a Talavera, Canturias, en el Tajo, frente a la actual población de Calera.

Alfonso VI había sido acogido por Al- Mamum en Toledo hasta la muerte de su hermano y enemigo Sancho IV. Aunque Alfonso VI, mientras vivió su anfitrión, respetó la integridad del reino de Toledo, pero la precariedad de la situación de Al-Qadir llevó a la postre a la capitulación de la ciudad de Toledo en 1085. Dos años antes, en 1083, Talavera y otras plazas cercanas, ya estaban en manos cristianas.

MÁS FOTOS Y CURIOSIDADES DE LA IGLESIA DE SAN PEDRO

IGLESIA DE SAN  PEDRO 

La iglesia de San Pedro en una postal de principios de siglo. Detrás la antigua torre del Reloj
La iglesia de San Pedro en una postal de principios de siglo. Detrás la antigua torre del Reloj

 

La flecha señala la torre de San Pedro en un dibujo de 1768 de la Biblioteca Regional

La flecha señala la torre de San Pedro en un dibujo de 1768 de la Biblioteca Regional

Ya conocimos en otra entrada la historia y la descripción de la iglesia de San Pedro, hoy conoceremos otras curiosidades

FIESTAS, COFRADÍAS Y CURIOSIDADES

En esta iglesia se produjo una junta de los vecinos que decidió que Talavera no se uniera a los comuneros sublevados contra Carlos V.

 Especial realce daban a esta parroquia las cofradías en ella radicadas. La cofradía de La Minerva a la que el Papa Pablo III concedió «las indulgencias de Santa María de la Minerva de Roma …y por particular privilegio concedió bula para que cualquier sacerdote que diga misa en el altar mayor de esta iglesia, saque un ánima del purgatorio».

Fragmento de fotografía aérea de 1931 de la iglesia de San Pedro donde se observa el ábside redondo

El Corpus se celebraba antes en esta iglesia que en el resto de los templos de la ciudad y «el día de las fiestas del Sacramento había grandes riquezas en los altares y calles por donde andaba la procesión e invenciones de pólvora y de animales hechos de yerbas y autos y danzas y se daban premios a los que hiciesen sonetos y coplas en honor del santísimo». El día de Jueves Santo «se traen doce pobres y después de haberles lavado los pies se les da a cada uno una camisa nueva». Se conocía esta cofradía como la del Mandato.

La calle Arco de San Pedro y la iglesia de San Pedro al fondo
La calle Arco de San Pedro y la iglesia de San Pedro al fondo, todavía aparece el rótulo de «Administración de Consumos»

Una curiosa institución fue la Cofradía de los Treinta Hidalgos. No se sabe si su origen estaba en una asociación de mutua defensa de la baja nobleza tras la represión que Sancho IV ejerció contra ella y que llevó al descuartizamiento de muchos de sus miembros, o si se fundó para intentar evitar los agravios de Pero Suárez de Toledo que, en tiempos de Juan II, parece que abusaba de las vidas y haciendas de los talaveranos, obligándoles incluso en materia de casamientos. Esta hermandad exigía de los hidalgos que quisieran pertenecer a ella rigurosas informaciones de la nobleza de sus componentes y cuando alguno de ellos moría era acompañado en su entierro por el resto con hachas blancas de cera.

Por último, también radicó en esta iglesia una cofradía de los Sastres de San Antonio.

Cuenta Ildefonso Fernández que en cierta ocasión fue enterrada en la capilla mayor una señora que resultó estar todavía con vida.

Pocos testimonios gráficos nos quedan de San Pedro, las antiguas fotografías, los esquemáticos dibujos del sigo XVI y XVII y algunas vistas lejanas de la torre en viejas postales e instantáneas.

21 FOTOS MÁS DE INUNDACIONES EN TALAVERA ( y 2)

El río Alberche desbordado en la presa de Cazalegas

Vamos a conocer otra serie de fotos de inundaciones en Talavera. En la entrada anterior vimos algunas fotos de inundaciones del Tajo y otras provocadas por el arroyo de La Portiña. Hoy comenzamos con esta de la presa del Alberche a punto de desbordarse en el embalse de Cazalegas.

Otras fotos son de la entrada este de Talavera, siempre inundada cuando las crecidas del Alberche llegaban a un Tajo con gran caudal e inundaban la entrada oriental de la ciudad desde el puente del Alberche hasta los jardines del Prado y la Alameda.

El Centro Regional de Salud Pública inundado con la Nacional V

CIMASA, comercial mecánico agrícola era un establecimiento que se inundaba con frecuencia en las crecidas del Tajo

Cimasa, «la ILTA» e INMONTA inundadas a la entrada de Talavera

CIMASA y la Nacional V inundadas

Entrada oriental de Talavera por la nacional V durante una inundación

El Tajo desbordado

El Tajo con enorme caudal por el puente Viejo

El Tajo desbordado con el tejar de Ruiz de Luna delante

El kiosko de Valerio y la Alameda inundados

Inundaciones en la plaza de la Trinidad a principios del siglo XX. Detalle

Otra serie de fotografías pertenecen a lugares y momentos en los que se inunda la parte occidental de Talavera por las crecidas del arroyo de la Portiña.

Rescates en la inundaciones de la Portiña en el Puente de la Villa

Quiosco de puente de la Villa y calle San Gines al fondo

Inundación de La Portiña por la calle del Carmen

Inundaciones de La Portiña

Inundaciones de La Portiña en la zona norte de Talavera

Inundaciones de La Portiña por la zona de la carretera de Cervera

Inundación de la Portiña

La carretera inundada por la Portiña de San Miguel

Inundación en la Portiña de San Miguel, puente de la Villa  y plaza de la Cruz Verde

Inundaciones de la Portiña

TALAVERA EN TIEMPOS DE CERVANTES

TALAVERA EN TIEMPOS DE CERVANTES

Aprovechando que se ha celebrado el IV centenario de la edición de la segunda parte de El Quijote, traemos aquí este artículo incluido en el libro del que soy autor: «El Quijote en la Cerámica de Talavera»

Dibujo de Van den Wingaerde del siglo XVI con la Puerta del Río y Molinos del primer ojo del puente
Dibujo de Van den Wingaerde del siglo XVI con la Puerta del Río y Molinos del primer ojo del puente

En el año 1547 nace Miguel de Cervantes en Alcalá de Henares. Hasta esta primera mitad del siglo XVI ha experimentado la villa de Talavera de la Reina un gran crecimiento en su población alcanzando uno de los momentos de mayor pujanza de su historia.

La población ha aumentado considerablemente desde los mil vecinos con que contaba a principios de la centuria hasta los tres mil, es decir, unos diez o doce mil habitantes. Gracias al estudio de Mª del Carmen Marínez Muñoz podemos contar con un esbozo bastante aproximado de la sociedad de la época en nuestra ciudad. En el año 1492 son expulsados los judíos y Talavera, que cuenta con una aljama de cierta importancia, ve como esa etnia que había convivido con los cristianos desde hacía siglos, antes incluso de que llegaran los árabes, sólo mantendrá entre sus vecinos a los conversos, e incluso a algunos que habiendo salido de España y vagado por África volverán con añoranza a su tierra de origen convirtiéndose, al menos formalmente, al cristianismo.

Dibujo de Van der Wingaerde del siglo XVI en el que aparece la zona de Entretorres

Dibujo de Van der Wingaerde del siglo XVI en el que aparece la zona de Entretorres

Durante esta época, hay barrios que experimentan un notable crecimiento, como el de los arrabales viejos, en torno a San Ginés y San Andrés (Santo Domingo), donde principalmente se concentra la población trabajadora de la ciudad que llega incluso a rebasar con su caserío el tercer recinto amurallado que cerca el barrio. A ello hay que añadir algunas oleadas de inmigrantes, sobre todo gallegos, de Castilla y León y del valle del Tiétar,  además de bastantes portugueses. Otro de los barrios que experimenta un gran crecimiento es el de los Arrabales Nuevos, donde la nueva nobleza construye no pocos palacios y casonas. También en la zona de Trinidad, barrio de San Juan, el Tamujar, el Matadero o la Enramada se produce un importante crecimiento, como en torno de la cañada de Alfares donde, como su propio nombre indica, se sitúan los talleres de los ceramistas que, precisamente coincidiendo con los años de la vida de Cervantes, experimentan su mayor auge, ya que hay referencias de que residen en grandes casas de buenas dimensiones que albergan también sus obradores.

No consta que hubiera una inmigración importante desde Extremadura, como ha sucedido en otras épocas históricas. Parece como si el éxodo a las Indias de nuestros vecinos hubiera disminuido el número de los que tenían otros lugares no ultramarinos como destino. Otra etnia de cierta importancia en la villa es la de los moriscos, que podemos dividir en dos oleadas, los que llevaban ya siglos en Talavera, desde los tiempos de la reconquista, y concretamente desde la conquista de Sevilla según algunos cronistas, y una nueva oleada de moriscos que llegan desde el reino de Granada, en especial de las Alpujarras. Muchos se instalan en nuestra tierra como consecuencia de los repartimientos de las gentes de su etnia  que ordena hacer el rey por todo el reino, con no pocos reparos de los habitantes de la villa porque vienen “enfermos o de mal pasar” y  temen que les contagien la peste. En el año de 1571 había ya en Talavera la nada desdeñable cifra de trescientos cuarenta habitantes moriscos en su mayoría calificados de cristianos nuevos.

La sociedad talaverana de la época contaba con un diez por ciento de hidalgos y una nobleza con “las haciendas de las más crecidas del reino”. Según el novelista talaverano coetáneo Gonzalo de Céspedes y Meneses en su novela “Varia Fortuna del Soldado Píndaro”, donde también dice que la nobleza talaverana “es mucha y lucidísima y de las más calificadas casas de nuestra España”. En otra de sus obras nos describe sus actividades: “siendo nuestro particular entretenimiento caballos, toros, máscaras, sortijas y torneos y otros pasatiempos con que alegrando la gente, nosotros nos hacíamos prácticos y diestros. Otros días gastábamos en la caza, campo y montería, que cualquier género de esta materia es abundante en aquel terreno”. Se admira también de los nobles locales por “sus ricas libreas, su adorno y aparato”

Detalle de la cerámica del siglo XVI del pórtico de la ermita, Genealogía de Cristo
Detalle de la cerámica del siglo XVI del pórtico de la ermita, Genealogía de Cristo

Además, eran muchas las casas nobles que aunque tuvieran su señorío en los alrededores de Talavera, tenían también residencia en nuestra ciudad. Es el caso de los Ayala de Cebolla, los Álvarez de Toledo de Oropesa, el señor de Montesclaros o el marqués de Velada, en cuyas casas de campo escribía el duque de Villahermosa que  “ay toda la recreación que es posible hallarse para vida de aldea”.

Barreiros nos dice en 1542 que en Talavera “hay mucha gente noble y rica, eclesiástica como secular, y muchos hidalgos honrados, algunos de los cuales son del linaje de los Meneses”. Además de esta casa eran de destacar por su riqueza los Ayala, los Suárez de Toledo o los Gaytán, junto a muchos otros también muy pudientes, como los Suárez de Carvajal, los Loaysa, los Estrada, los Carvajal, los Salcedo, los Girón etc…e incluso, un Cervantes de Loaysa.

Panel de cerámica del siglo XVI de diseño similar al que se encuentra en el pórtico de la basílica del Prado pero que nombra a los personajes como héroes de la armada española por encontrar se en el archivo general de la marina «Álvaro de Bazán» en  El Viso del Marqués

Había en nuestra ciudad numerosos conventos tanto masculinos como femeninos de los que los más ricos eran el de jerónimos de Santa Catalina y el de monjas de San Benito. Habitaban en nuestra ciudad un total de unos ciento veinte frailes y cincuenta monjas, además de otros sesenta eclesiásticos, entre los curas de las parroquias y los canónigos de la Colegial, que además estaba dotada de un buen coro con sus músicos.

El resto de habitantes de Talavera formaban una sociedad agropecuaria a la que se añadía la artesanía de la cerámica que, aunque tuvo altibajos a lo largo de ese medio siglo y el inicio del siglo XVII, siguió siendo su loza la más demandada de España y América, donde se llega a dar el nombre de “talavera” a toda la cerámica, casi como si fueran sinónimos. Hasta cuarenta y dos alfareros se dedican a su producción en los tiempos de Cervantes, y no les falta el trabajo, pues hacen los azulejos para los palacios reales como el del El Escorial. La artesanía textil estaba también muy representada por artesanos que en telares

Instalados en sus domicilios llegaban a emplear a más de ciento setenta personas, un sector por tanto muy desarrollado. Al ser Talavera el centro de una gran comarca agraria las actividades artesanales que proveían de útiles y herramientas a los campesinos tenían una importancia considerable y destacaba entre ellas la industria artesanal del cuero y el calzado. Clasificados como tales había más de ciento cincuenta pobres, aunque muchos de los que no declaraban su actividad probablemente podríamos anotarlos también entre ellos.

Como era la nuestra una ciudad de paso y de trato, el sector de la hostelería estaba también muy bien representado pues ya en la época se decía que Talavera estaba “ en el riñón del reino y es paso ordinario para todos cavos”, por lo que llega a haber hasta una docena de ventas y mesones.

Personajes del siglo XVI en un jarrón de Ruiz de Luna

Entre la sociedad talaverana de la época también había esclavos negros, turcos, moros y un indio, que estaban al servicio de las casas nobles de Meneses, Loaysa y Gaytán. Nobleza que al comenzar el siglo XVII comienza a irse a la capital del reino, abandonando nuestra villa. La población comienza a disminuir considerablemente en los años en que Cervantes publica el Quijote y una de las causas principales son las mortíferas epidemias que se producen durante los últimos años del siglo XVI, como la de 1599, en la que llegaron a morir hasta setenta personas diarias de lo que entonces se llamaba “carbunco con seca” y que no era otra cosa que ántrax, una infección por estreptococo. Se hicieron cementerios para las víctimas, como el que se dispuso en la zona actual de los Santos Mártires, donde en esa misma época se construyó una ermita dedicada a estos patrones de Talavera.

Una institución a la que está unida la nobleza local, aunque ya comienzan a formar parte de ella también las clases pudientes de mercaderes o propietarios, es la Santa Hermandad Real y Vieja de Talavera, una de las policías rurales más antiguas de Europa que continúa vigilando los caminos y despoblados de las Tierras de Talavera desde la Edad Media.

En cuanto al aspecto arquitectónico, muchos lienzos de muralla se hallan ya en muy mal estado, el alcázar se encuentra bastante deteriorado y algunas de sus dependencias ya amenazan ruina. Se ha tomado la decisión de derribar la barbacana, la pequeña antemuralla que circundaba a la muralla principal.

En el dibujo panorámico y sumamente detallado de nuestra ciudad que hizo de Van der Wingaerde en 1527, cuando Cervantes escribía sus primeras poesías, podemos ver una ciudad pujante que todavía conserva las puertas monumentales de sus recintos amurallados, y en cuyo caserío se advierte la presencia de conventos e iglesias, algunas de ellas en obras por ampliación o por la construcción de la torre, y otras torres de las casas los nobles. Se observan los arrabales en expansión ya saliendo fuera de la puerta de Cuartos. Muchos de los palacios nobles que todavía quedan en pie en Talavera son de esa época. Como los dos de la calle del Sol, el de los Girón, la llamada casa del Deán, el edificio blasonado de la calle San Sebastián o el ya desaparecido de los Loaysa en la plaza de Aravaca; o algo más tardíos, ya del siglo XVII, como el de los condes de la Oliva. También son de esta época, segunda mitad del siglo XVI y primeros años del XVII otros edificios nobles con bellas portadas que se sitúan en torno a la plaza del Pan, como la portada principal del ayuntamiento que da a la plaza Juan de Mariana o la que se abre a la misma plaza del Pan con los emblemas arzobispales. También se acometen las obras de la ermita que la darán el aspecto actual y son muchas las capillas que los nobles dotan y realzan en iglesias y conventos. Las casas talaveranas mantienen la vieja estructura de la casa-patio que hunde sus raíces en la presencia musulmana en la ciudad, pero en muchas se colocan encastrados  en sus fachadas los blasones de su boyante nobleza.

Llamador del antiguo palacio de los Girónl luego ayuntamiebto de Talavera y hoy Delegación de la Junta de Comunidades

Nos encontramos en esta segunda mitad del siglo XVI y primeros años del siglo XVII en una de las épocas de mayor florecimiento de nuestra ciudad, junto a la época musulmana, la de la Real Fábrica de Sedas en el siglo XVIII y la actual. Es el verdadero siglo de Oro talaverano con personajes de la talla de el padre de la historia española, el Padre Juan de Mariana, influyentes prelados y sabios como el confesor de la reina Católica fray Hernado de Talavera o el Doctor Talavera de la familia de los Maldonado, personajes clave en la aventura americana: el padre de las ciencias agronómicas españolas Gabriel Alonso de Herrera, militares de prestigio como los Duque de Estrada, los Girón o los Verdugo, novelistas como Céspedes de Meneses, verdaderos artistas de la cerámica y tantos y tantos otros que conocerían las obras del Manco de Lepanto.

LAS BARRANCAS AL SUR DEL TAJO

LAS BARRANCAS AL SUR DEL TAJO

Una de las barrancas del término de Pueblanueva junto a las Vegas de Santa María
Una de las barrancas del término de Pueblanueva junto a las Vegas de Santa María

La gran erosión y las especiales características edafológicas de las barrancas labradas en las terrazas del terciario al sur de Talavera condicionan un paisaje muy peculiar con una vegetación característica.

Las barrancas más conocidas son las de Burujón río arriba de la Puebla de Montalbán, pero las de los términos de Talavera, La Pueblanueva o Las Herencias no tienen nada que envidiarlas en altura y riqueza ecológica.

Talavera a los pies de las elevaciones de las errazas del Tajo

En las laderas con más pendiente predomina el  enebro ( Juníperus Oxicedrus ) que con sus profundas raíces y su predilección por zonas secas y soleadas se llega a criar en barreras casi verticales.

En las zonas más sombrías se ven ejemplares aislados de quejigo ( Quercus Fagínea ) y en los tramos más húmedos puede observarse todavía algún álamo blanco ( Pópulus Alba) resto de los bosques de ribera que antes de su degradación subirían acompañando a los arroyos de las barrancas desde su desembocadura en el Tajo. Por supuesto la encina está también representada aunque en forma de chaparros o de ejemplares de escaso porte en general.

Las barrancas del término de Las Herencias cubiertas de coscoja
Las barrancas del término de Las Herencias cubiertas de coscoja

Pero la mayor superficie de los empinados suelos de las barrancas se hallan ocupados por la coscoja  (Quercus Coccífera), casi siempre en forma de arbusto, se distingue de las pequeñas encinas o chaparros por ser su hoja de un verde más claro y vivo, tener las hojas con pequéñas acículas en sus bordes y por su bellota, más pequeña y con la caperuza espinosa. Un insecto que la coloniza, el Cocus Infectorius, se utilizó para la extracción de tintes color carmesí. Para este mismo fin se utilizó también la  llamada ¿retama de tintoreros?.

Otros arbustos frecuentes en nuestras barrancas son el espino blanco (Crataegus Monogyna)y el espino amarillo, este último menos abundante. Se sitúan en los ribazos de los arroyos junto a las zarzas y juncales

Las plantas aromáticas están representadas por el romero, el tomillo y la mejorana. Algunas rapaces tienen en ellas un hábitat inmejorable

Las barrancas de Talavera y en las de Las Herencias cuentan con tricheras, búnkers y polvorines en cuevas de la Guerra Civil. De hecho su especial geología ha hecho que se aprovechen para hacer enormes túneles para almacenar proyectiles de artillería en el polvorín del Cerro Negro. También es terreno especialmente adecuado para el circuito de motocross que alberga campeonatos mundiales.

LOS MERENDEROS DEL RÍO, FELICIDAD ROBADA POR EL TRASVASE

LOS MERENDEROS DEL RÍO, PATRIMONIO CULTURAL PERDIDO

Tres kioscos playeros en la playa de los arenales del Tajo
Tres kioscos playeros en la playa de los arenales del Tajo

a Plataforma del Tajo premió hace dos años al Kiosco Puente Romano por haberse mantenido a través de los años como único exponente de lo que fueron estos establecimientos, verdaderos chiringuitos playeros que servían para el esparcimiento de los talaveranos y como alivio de las duras canículas de esta tierra.

Había kioscos en la Presilla, en el Paredón, en Los Arenales, donde llegaron a instalarse hasta tres, el del Puente Romano y el de Miralrío, situado en la huerta que se situaba donde hoy está el colegio madre de La Esperanza. También se disfrutaba del Alberche en el embalse de Cazalegas y

Imagen del Kiosco del Paredón poco después de ser clausurado
Imagen del Kiosco del Paredón poco después de ser clausurado

 

La ensalada, el pollo, el conejo, los filetes empanados, y el vino con gaseosa eran los más habituales componentes de las comidas y meriendas a la orilla del río donde se disfrutaba del baño y a veces por la noche la guitarra y la jarana alegraban los veranos fluviales de los talaveranos. Los limpios arenales eran lugar de encuntro de jóvenes y parejas de enamorados que sesteaban a la sombra de los álamos blancos. Bancos y mesas de madera . cámaras refrigeradas con barras de hielo y servicios bastante precarios eran suficientes para el solaz y esparcimiento de nuestros paisanos.

Familia talaverana bañándose en el río Tajo junto a uno de los kioscos de Los Arenales
Familia talaverana bañándose en el río Tajo junto a uno de los kioscos de Los Arenales y al fondo el casco histórico de Talavera

Tan atractivas eran nuestras playas que durante los años 50 y 60 se acercaba cientos de personas desde Madrid en el llamado «tren botijo» llamado así porque después de pasar un día playero los madrileños regresaban a la capital con el típico botijo de cerámica de recuerdo.

Bañistas junto a un kiosco de Los Arenales
Bañistas junto a un kiosco de Los Arenales

EMBOSCADA Y MUERTE DE JEFES MAQUIS EN TALAVERA

Los cadáveres de “Carlos” y “Lyón” después de suicidarse
Los cadáveres de “Carlos” y “Lyón” después de suicidarse
entre los maizales ante el acoso de la policía.

Corría el año 1946, cuando dos pagadores que llevaban el salario de los trabajadores que construían en Madrid el estadio de Chamartín para la empresa Huarte y Compañía fueron atracados por hombres armados. Al intentar huir, los dos empleados mueren tiroteados y se desencadena una persecución de los militantes comunistas a quienes la policía achaca la acción. En las investigaciones se interroga a la madre de uno de ellos, Jose Antonio Llerandi alias “Julián” y se le encuentra una carta de su hijo en la que se dice que ha de reunirse con unos compañeros activistas en la huerta del “tío Matapulgas” en Talavera.

El movimiento guerrillero de resistencia antifranquista se halla en ese momento en franca decadencia. Cunde la desmoralización entre “los de la sierra” porque el final de la Guerra Mundial no ha hecho que las potencias extranjeras derriben el régimen de Franco.

Guerrilleros antifranquistas se despliegan en tierras extremeñas
Guerrilleros antifranquistas se despliegan en tierras extremeñas

 

Nuestra ciudad se haya enclavada en un lugar estratégico donde acuden a contactar los grupos de hombres armados que, como las partidas de los famosos Quincoces, vecino de Aldeanovita y Chaquetalarga, de Fuenlabrada de los Montes, mantienen su lucha en la zona de La Jara y Las Villuercas, o los grupos de guerrilleros de la sierra de Gredos.

La unión de todas estas partidas se llamaba en conjunto Ejército Guerrillero del Centro y Extremadura.

La policía de Madrid, al conocer la existencia de esta reunión y ante las posibilidades de dar un golpe mortal a la resistencia armada antifranquista, decide desplazarse a Talavera para practicar las detenciones pertinentes, pero quieren llevarse sólo ellos el mérito del operativo e imprudentemente vienen sólo cuatro agentes sin avisar del operativo a las fuerzas de Talavera.

Los guerrilleros «Carlos» y «Lyón» fotografiados en vida

La huerta del “tío Matapulgas” se encuentra junto a la estación de ferrocarril, donde los maquis tienen un fácil acceso cuando viajan entre Madrid y Talavera, ya que el guerrillero conocido como “El Maquinista”, por ser conductor de la línea entre la capital y Lisboa, transporta en el ténder a los guerrilleros y al armamento destinados a la lucha en la sierra, aunque a veces también los llevaba hasta Navalmoral de la Mata, donde “Colorín” el kioskero de la estación, les servía de enlace. Cuando Llega la policía a la huerta de Matapulgas no se encuentran allí a los protagonistas de la reunión, pero tras un duro interrogatorio a la hija del “tío Matapulgas”, confiesa a los agentes de la Brigada Central de Información que los maquis se encuentran escondidos en otra huerta cercana conocida como el establo de los Gregorio. Cuando los agentes se dirigen hacia allí e intentan detenerlos se entabla un tiroteo y se dan cuenta de que los guerrilleros antifranquistas se les pueden escapar, por lo que dan aviso a la Guardia Civil y a la policía local de Talavera, que acuden en su ayuda tan apresuradamente que uno de los guardias va con el mono de trabajo y casi es abatido por los propios guardias al confundirlo con uno de los guerrilleros.

Una de las labranzas donde en su huida se refugiaron los guerrilleros

Dos de los maquis siguen en la refriega hasta que se dan cuenta de que es inútil su resistencia y, para no sufrir nuevas torturas ni interrogatorios que les hagan delatar a sus compañeros, deciden suicidarse de un tiro en la sien, y no caen, como dicen entonces las autoridades, bajo los disparos de la Guardia Civil sino bajo los de sus propias pistolas. según investigación de Benito Díaz.

Mapa de la Agrupación del Centro de la resistencia antifranquista
Mapa de la Agrupación del Centro de la resistencia antifranquista con sus tres zonas

Uno de los fallecidos es Jesús Bayón González alias “Carlos”, asturiano huido de un campo de concentración en el que esperaba que se ejecutara su sentencia de muerte y a quien se encomendó por el PCE la misión de aglutinar a los guerrilleros de la zona centro y Extremadura, venciendo la resistencia de los activistas socialistas y anarquistas, más reacios a dejarse manipular por el Partido Comunista. Precisamente en esa reunión iba a ser destituido “Carlos” de su cargo de jefe guerrillero para ser sustituido por “Lyon”, apodo de Manuel Tabernero Antón, también conocido como el “Practicante” o “Robert”, y que al parecer era médico y natural de Béjar. Un tercer guerrillero llamado

El guerrillero «Julián» fusilado tras ser detenido en Talavera

“Julián”,precisamente del que la policía obtuvo las pistas para la operación, es arrestado en la casa del “tío Matapulgas” donde se refugia del tiroteo, y más tarde es fusilado tras un consejo de guerra. El cuarto guerrillero que acudía a la reunión era conocido como “José” y era hermano de “El Maquinista”. Huye a pie siguiendo la vía y consigue escapar cogiendo un tren hacia Madrid en el apeadero que había junto al puente de la vía sobre el río Alberche.

Se producen con estos hechos varias caídas en cadena de otros miembros significados del Partido Comunista, entre ellos la de estudiantes universitarios y el impresor de “La Estrella Roja”. Cae también casi toda la organización de Talavera que se reunían en la Taberna de “Patro”, en la Portiña de San Miguel, y en otra taberna de la calle Delgadillo. También se desactiva la célula que imprimía propaganda en la casa de “tío Quintín” en la finca de La Calera, cerca de Montesclaros, lugar desde donde los cuatro maquis habían llegado a Talavera a lomos de caballerías sin saber que iban a tener tan funesto encuentro.

LA PUERTA DE MÉRIDA EN EL MUSEO DE LOS HORRORES

LA PUERTA DE MÉRIDA EN EL MUSEO DE LOS HORRORES

Dibujo de Enrique Reaño sobre el grabado de Laborde de la Puerta de Mérida
Dibujo de Enrique Reaño sobre el grabado de Laborde de la Puerta de Mérida

Hasta que en 1881 el ayuntamiento de Talavera decide utilizar los sillares de la Puerta de Mérida para la construcción del cementerio actual, se mantuvo en pie  esta entrada de la muralla de la cual solamente queda hoy día parte de la estructura semicircular del torreón norte, el situado junto a la casa de la Panadería, aunque recientes excavaciones han descubierto el trazado original de los muros y torres inmediatos.

Restos actuales de la Puerta de Mérida en Talavera de la Reina
Restos actuales de la Puerta de Mérida en Talavera de la Reina

 

 

En el grabado de Laborde del siglo XIX, pueden observarse las dos torres semicirculares de construcción musulmana y otra estructura central con dos arcos; entre ambos se sitúa una hornacina y todo el conjunto está sostenido por dos pilares de planta rectangular que tienen aspecto de ser una construcción anterior a la edificación árabe. Para Dionisio Urbina esta puerta monumental es claramente romana y guarda similitud con otras similares fuera de  España.

Su destrucción es un ejemplo de cómo en el siglo XIX se destruyó gran parte del recinto amurallado de Talavera por haber sido utilizado como cantera y porque se consideraba a las murallas de las ciudades como un freno al crecimiento urbanístico.

Puerta de Mérida vista por su cara oriental poco antes de su total destrucción

Al fondo del arco parece observarse un edificio que podría tratarse de la antigua iglesia de San Clemente, aunque la perspectiva estaría un tanto idealizada por el autor,  pues las ruinas actuales de esta antigua iglesia talaverana se encuentran situadas más a la derecha.

Puerta de Mérida en la que todavía se ve uno de los torreones redondeados que la conformaban