FOTO AÉREA DE 1934 Y PATRIMONIO DESTRUIDO DESDE ENTONCES
Vamos a recorrer con atención esta foto realizada en plena Guerra Civil y que además de otras cuestiones sumamente interesantes, como la arquitectura popular de la ciudad y los cambios urbanísticos, nos muestra algunos elementos patrimoniales desaparecidos desde entonces que comentaremos.
En primer lugar observamos todavía techada la torre de la iglesia de San Miguel, el edificio del templo parece encontrarse completo y todavía no se comunicaba la plaza de San Miguel con la Portiña de San Miguel. El pórtico sur todavía no está tapiado formando la vivienda actual.
En la Plaza de Aravaca se conservaban los edificios antiguos, como el de la derecha que era el palacio de los marqueses que dan nombre a la plaza.
La segunda foto parcial nos muestra la torre del reloj con su vieja estructura anterior a esta y el edifico adosado que da la sensación de ser una torre albarrana reutilizada en la que se percibe el hueco relleno de la propia torre. Puede que esta fuera la torre que pidió Fernado de Rojas que le permitiera utilizarla al ayuntamiento.
A la izquierda se observa el techo almenado de la torre que aloja la capilla del Cristo de los Mercaderes.
La tercera imagen nos enseña la plaza de Santa Leocadia con el templo tras el edificio con numerosas ventanas. La torre de la iglesia todavía se mantiene en pie.
Es también curioso reseñar la existencia todavía de la calle carnicerías con la manzana que entonces la separaba de la plaza de Santa Leocadia, hoy inexistente, la torre albarrana que ha sido restaurada y que entonces se mostraba con los muros descarnados, sin sillares. y la que entonces era calle pescaderías y que pasaba por la puerta de Sevilla, hoy exenta.
En la cuarta foto vemos la iglesia de San Francisco pero mantiene todavía el claustro y la planta del monasterio franciscano que fue antes de convertirse en parroquia.
Por fin traemos una quinta foto parcial en la que todavía se mantiene en pie el monasterio de La Trinidad, cuya destrucción fue uno de los últimos atropellos a nuestro patrimonio y del que solamente quedan las portadas del antiguo convento en los portales del edifico moderno que se construyó en su solar.
La flecha señala la torre de San Pedro en un dibujo de 1768 de la Biblioteca Regional
Ya conocimos en otra entrada la historia y la descripción de la iglesia de San Pedro, hoy conoceremos otras curiosidades
FIESTAS, COFRADÍAS Y CURIOSIDADES
En esta iglesia se produjo una junta de los vecinos que decidió que Talavera no se uniera a los comuneros sublevados contra Carlos V.
Especial realce daban a esta parroquia las cofradías en ella radicadas. La cofradía de La Minerva a la que el Papa Pablo III concedió «las indulgencias de Santa María de la Minerva de Roma …y por particular privilegio concedió bula para que cualquier sacerdote que diga misa en el altar mayor de esta iglesia, saque un ánima del purgatorio».
El Corpus se celebraba antes en esta iglesia que en el resto de los templos de la ciudad y «el día de las fiestas del Sacramento había grandes riquezas en los altares y calles por donde andaba la procesión e invenciones de pólvora y de animales hechos de yerbas y autos y danzas y se daban premios a los que hiciesen sonetos y coplas en honor del santísimo». El día de Jueves Santo «se traen doce pobres y después de haberles lavado los pies se les da a cada uno una camisa nueva». Se conocía esta cofradía como la del Mandato.
Una curiosa institución fue la Cofradía de los Treinta Hidalgos. No se sabe si su origen estaba en una asociación de mutua defensa de la baja nobleza tras la represión que Sancho IV ejerció contra ella y que llevó al descuartizamiento de muchos de sus miembros, o si se fundó para intentar evitar los agravios de Pero Suárez de Toledo que, en tiempos de Juan II, parece que abusaba de las vidas y haciendas de los talaveranos, obligándoles incluso en materia de casamientos. Esta hermandad exigía de los hidalgos que quisieran pertenecer a ella rigurosas informaciones de la nobleza de sus componentes y cuando alguno de ellos moría era acompañado en su entierro por el resto con hachas blancas de cera.
Por último, también radicó en esta iglesia una cofradía de los Sastres de San Antonio.
Cuenta Ildefonso Fernández que en cierta ocasión fue enterrada en la capilla mayor una señora que resultó estar todavía con vida.
Pocos testimonios gráficos nos quedan de San Pedro, las antiguas fotografías, los esquemáticos dibujos del sigo XVI y XVII y algunas vistas lejanas de la torre en viejas postales e instantáneas.
En el Museo de los Horrores traemos hoy la destrucción de una iglesia mudéjar para construir unos almacenes comerciales, es la iglesia de SAN PEDRO
HISTORIA Y DESCRIPCIÓN DEL TEMPLO DESAPARECIDO
Seguimos al Conde de Cedillo en la descripción de uno de los templos más antiguos de Talavera: «La parroquia de San Pedro está en el mejor sitio de la villa y junto a la plaza del Comercio(hoy del Reloj), por cuyo motivo es muy frecuentada. Es edificio y obra muy antigua y no se halla razón de su principio y origen».
En efecto, ya aparece nombrada en documentos del siglo XIII, y a la siguiente centuria pertenecen los restos mudéjares que todavía este autor observa en su estructura. Su periodo de mayor esplendor es el siglo XVI durante el que la nobleza local la frecuenta y construye en ella sus capillas, radicando también aquí añejas cofradías.
La capilla mayor fue reconstruida y enriquecida en 1615 por el regidor Miguel Polo que la «levantó y labró de bóveda». Contaba esta capilla, que se vislumbra en la fotografía que recoge el momento de su derribo, con un buen retablo adornado de «pinturas razonables que a mi entender son de algún discípulo del Greco» según Ponz.
La capilla de Nuestra Señora de la Anunciación fue fundada por doña Elvira de la Rúa, noble talaverana que dejó la finca de Valdefuentes al Cabildo de Curas de la villa en 1511. Era también conocida como la capilla Cienfuegos, nombre del regidor esposo de la fundadora. Estaba construida en estilo ojival del siglo XV con bóveda de crucería y entrada de arco rebajado con perlas. Había en ella una imagen de la Virgen con los Santos Juan Bautista y Evangelista.
En otra capilla , la de San Gregorio, se enterró al canónigo de la Colegial Gabriel de Albornoz que, desde sus destinos en la curia romana, trajo a Talavera numerosas reliquias de San Pedro, San Lucas, San Sebastián, San Cenón ySan Blas. A esta iglesia acudían los talaveranos en la fiesta de este último santo, protector de las enfermedades de la garganta. El sacerdote se situaba en la puerta norte del templo, que aparece en la fotografía, para que el pueblo contemplara y besara la reliquia. Esta costumbre y la parroquia de San Pedro como tal pasó luego a la parroquia de Santa Leocadia, es decir, a la que hoy es iglesia de San Francisco y donde actualmente se conserva una imagen de San Blas que pudiera proceder de la iglesia desaparecida. Además, se conserva en ella la tradición del culto a este santo en Talavera.
Martín Mejía, «persona rica y principal» fundó otra capilla en la que instaló un altar de la Quinta Angustia, advocación que también encontramos en capillas de la parroquia San Miguel y de La Colegial. En un altar adosado al muro sur de la nave principal de la ermita del Prado se puede observar un grupo escultórico con este motivo que, como sucedió con el patrimonio de otras iglesias desaparecidas, pudo haber sido trasladado de lugar y nos preguntamos si no sería precisamente éste de San Pedro pues, en el caso de San Miguel, la obra se trataba de una pintura mural.
En 1855 se cierra definitivamente como parroquia agregándose a la de Santa Leocadia y Santa Eugenia. Es desamortizado el edificio que se destina a diversos fines como carretería, café, salón de baile y Administración de Consumos, hasta que se derriba y se construyen en su solar los actuales almacenes de muebles y sanitarios.
DESCRIPCIÓN
El edificio contaba con tres naves en estilo mudéjar y tenía una planta que, según la descripción, parece similar a la de San Clemente que reproducimos. Entre los detalles de su decoración mudéjar tiene «cinco ajimeces cegados en cuyas formas se ven alternar la ojiva marcadamente árabe, la ojiva túmida y la ojiva polilobulada», tal como Cedillo nos lo describe. También en la antigua fotografía cedida por el Archivo Municipal, podemos observar su estructura modificada por la adaptación como almacén y observamos asimismo su planta de tres naves y los aleros y hastiales de claro sabor mudéjar. Ya hemos comentado que algunas de sus capillas estaban construidas en estilo ojival. La torre es evidentemente posterior ya que se termina en el siglo XVIII.
Página Talavera y su Tierra de Miguel Méndez-Cabeza Fuentes
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