Riberas de Riofrio en prácticamente todo su recorrido
Categoría.-
Bienes inmuebles
Descripción del Bien.-
En el ámbito de Buenasbodas y Gargantilla, aunque muchos molineros eran de La Nava de Ricomalillo, se localizan gran parte de los molinos de cubo de Riofrío. Nada menos que veintitrés artificios se reparten a lo largo de los aproximadamente diez kilómetros de cauce de este río jareño.
Ya hay constancia de la existencia de al menos uno de estos molinos en el siglo XIV y forman un conjunto de gran interés etnográfico pues se aprovecha prácticamente toda la potencia del agua por captarse casi inmediatamente el caudal para mover el rodezno de un molino nada más salir del cárcavo del anterior, aguas arriba.
Son ejemplares de una hermosa arquitectura popular en pizarra con sus pequeñas presas que dan lugar a rincones muy amenos con tablas tranquilas, sus canales y sus rústicos acueductos para salvar los obstáculos, las viviendas de los molineros, las cochineras, los chozos, las majadas y las cuadras que podemos imaginar llenas de vida y formando todo un pueblo que se extendía por las riberas de Riofrío,
Cronología principal.-
Siglos XV-XX
Protección legal.-
Las genéricas del patrimonio autonómicas y estatales
Propietario.-
Diferentes propietarios privados
Valoración del Bien.-
Valor histórico
Valor etnográfico y de arquitectura popular
Principales riesgos apreciados.-
Riesgo de ruina y derrumbe de la mayoría de los elementos
BIBLIOGRAFÍA
Méndez-Cabeza Fuentes, Miguel. Los Molinos de Agua de la Provincia de Toledo, Toledo 1998
Nos podemos acercar a curiosear en él con precaución pues se trata de una casa de postas. Se construyeron en el siglo XVIII ésta y otras similares, como la de Calzada de Oropesa o la de Cazalegas, a lo largo de las grandes vías de comunicación para hacer más rápido y cómodo el viaje, el servicio de correos y el transporte de mercancías.
En ellas se cambiaban las caballerías por otras de refresco y descansaban los viajeros. Todavía conserva restos de las caballerizas con los pesebres en el piso bajo, las habitaciones en el primer piso y las chimeneas y cocina en las salas de espera.
Puede ser sugerente imaginar entre estas ruinas el ambiente tantas veces descrito por los viajeros románticos con las prostitutas, tahures, soplones de los bandoleros, soldados, comerciantes y arrieros.
A esta casa de postas debemos añadir otras dos en peor estado de conservación, la que se encuentra junto a la Nacional V en término de Talavera (Gamonal) y la que se encuentra en Cazalegas.
FICHA DE BIEN EN PELIGRO
Denominación.-
CASA DE POSTAS
Término Municipal.-
OROPESA
Situación.-
Junto a la vía de servicio de la Nacional V, cerca del límite provincial con Cáceres y junto a uno de los reculajes del embalse de Valdecañas
Categoría.-
Bien inmueble
Descripción del Bien.-
Edificio destechado pero que conserva en relativo buen estado sus muros.Unas grapas metálicas intentan contener el muro occidental.
Es interesante señalar los numerosos nidos de cigüeñas que tienen sobre ellos sus nidos.
Cronología principal.-
Siglos XVIII-XIX
Protección legal.-
Normativa genérica de protección autonómica y estatal
Propietario.-
Ministerio de Fomento
Valoración del Bien.-
Valor histórico
Valor como arqueología de las comunicaciones
Principales riesgos apreciados.-
Riesgo de derrumbe
Bibliografía de referencia.-
Estracto de la novísima recopilación, Juan de la Reguera y Valdelomar Barcelona 1848
Prefilatelia de Murcia: Historia Postal del Reino de Murcia Murcia, 2006
Menhir de la laguna «del Conejo» (nombre popular) o laguna de la Dehesa
Término Municipal.-
Gamonal (Talavera de la Reina)
Situación.-
Al sur del casco de Velada pero en término de Talavera (Gamonal) muy próximo al cruce de la Cañada Leonesa Oriental con el llamado Carril de las Mulas. Se encuentra cerca del paraje conocido como la laguna del Conejo. En Gamonal se denomina Cerro de la Piedra.
Categoría.-
Menhir, monumento megalítico
Descripción del Bien.-
Menhir que, que se enmarca dentro del conocido como Megalitismo Extremeño que como otro desparecido junto al embalse del Guadyerbas, el llamado menhir de Parrillas, también se localiza junto a las viejas vías pecuarias de la trashumancia.
Se trata de un bloque granítico con la típica forma apuntada de los menhires que tiene en su cara sur numerosos huecos semiesféricos, las “cazoletas”, cuyo significado ritual para las gentes que lo erigieron hace cuatro mil quinientos años desconocemos. Algunas de estas cazoletas están comunicadas por canalitos cuyo simbolismo también ignoramos y que podemos ver en la imagen señaladas por una flecha.
En su entorno encontré algunas lascas trabajadas de sílex de tonalidades blancas.
Detalle del menhir mostrando sus cazoletas y señalado uno de sus canales por la flecha
Cronología principal.-
Quinto Milenio Antes de Cristo
Protección legal.-
Las genéricas de la normativa de protección autonómica y nacional
Propietario.-
Junto al camino referido, probablemente utilizado como mojón en límite de dominio del camino con parcela privada
Valoración del Bien.-
Valor arqueológico singular
Principales riesgos apreciados.-
Riesgo de desaparición como otro menhir similar junto al Guadyerbas en término de Oropesa
Riesgo de caída y deterioro por las labores agrícolas
En mi opinión debería llevarse a la población de Gamonal donde se podía exhibir en algún lugar señalado con información al respecto.
Bibliografía de referencia.-
Méndez-Cabeza, M. Palomo, G. La Villa de Velada, Toledo 1990,
Este teatro ocupa el solar donde, ya en el siglo XVII, existía un corral de comedias que, a partir del XVIII, se denominó teatro Principal y que fue demolido a finales del siglo pasado. Miguel Fernández Santa-maría solicitó en 1912 la cesión con derecho a compra de su solar y edificó un teatro al que puso el nombre de su hija, Victoria, nombre que su siguiente comprador, Félix Moro, cambiaría por el de Teatro Mariana. El abandono acabó por casi arruinarlo hasta que en 1991, adquirido de nuevo por el ayuntamiento y rehabilitado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, volvió a abrir sus puertas.
El arquitecto del edificio original fue Sáez Vallejo. La fachada, de tres alturas y composición simétrica, es una curiosa combinación de arquitectura modernista en la que destacan los balcones metálicos historiados, los apliques de hierro, hoy sustituidos por focos, y la decoración de azulejería talaverana de Ruiz de Luna en entrepaños, enjutas y frontón, reproduciendo motivos alegóricos de la música y el teatro, retratos de autores y nombres de obras de zarzuela, además de hermosos floreros de remate.
Para conocer el antiguo ambiente del teatro recomiendo ver la película de 1941 «Un alto en el camino» con Lola Flores que canta en el teatro.
El interior con su decoración de escayola, las balaustradas de cerrajería y los pilares metálicos unidos a una adecuada decoración hicieron que la entonces infanta Cristina en su reinauguración lo calificara como “coqueto”.
Como vimos en otra entrada, la correspondencia entre Ruiz de Luna y Sorolla demuestra que el genial pintor era admirador de la cerámica talaverana del famoso artesano.
No solo era amante de la cerámica de Talavera sino que en su casa- museo podemos ver piezas de otros orígenes; Manises, como valenciano que era, Teruel, o alfarería andaluza como la de Úbeda o Granada, además de cacharrería de muy variados lugares.
El encargo de mayor entidad que realiza al taller talaverano es el zócalo de una de las dependencias que diseñó junto a sus patios, pero que tiene, por deseo del pintor, motivos trianeros que nada tienen que ver con los habituales en la azulejería de nuestra ciudad.
Los azulejos fueron colocados por un mozo del taller de Ruiz de Luna y la percepción de su salario originó algún problema con Sorolla, como se deduce de la correspondencia.
También hay repartidos otros elementos de Ruiz de Luna por las diferentes dependencias, como por ejemplo los azulejos que enmarcan un relieve de la Virgen y el Niño.
También se puede ver un paragüero blasonado blanco con el escudo en azul que lleva el rótulo de su taller.
El arrimadero dela habitación del patio es de escasa altura, no como el de una de una de las habitaciones cuyo motivo es el típico florón que decora tantos arrimaderos de El Escorial. También están decoradas con piezas de cerámica talaverana las esquinas de esa dependencia en la que se encuentra el relieve antes aludido con una cenefa similar.
También hemos visto en la correspondencia cómo Ruiz de Luna le consigue a Sorolla algunas piezas antiguas de cerámica de Talavera o Puente, como la que aparece en la fotografía de abajo y que podría ser el frutero de cerámica de Puente al que se refiere una de sus cartas. También hay otras piezas de cerámica clásica de Talavera como algunos albarelos en los que depositaba sus pinceles. Otros elementos cerámicos del jardín también fueron elaborados en el taller de Ruiz de Luna.
También se deduce de la correspondencia que Ruiz de Luna consiguió algunos elementos arquitectónicos antiguos para el jardín de la casa Sorolla como unas columnas que pudieran ser las de la fotografía.
Esta magnífica muestra del arte mudéjar en Talavera es monumento nacional desde 1931 y Quadrado, en su obra «Recuerdos y bellezas de España» ,ya sugiere su importancia cuando dice que es obra «en alto grado monumental».
Se trata de un templo de planta rectangular sin cabecera y distribuido en tres naves separadas por pilares y arcos de piedra. Solamente se levantan capillas adosadas sobre el muro norte, la ya mencionada del Santo Sepulcro que, como hemos visto, es construcción gótica del siglo XV con bóveda de crucería y entrada enmarcada en arco rebajado. En el exterior presenta una graciosa ventana también ojival.
A los pies del templo, la capilla bautismal, que tuvo la advocación de San Juan Bautista, cuenta con una curiosa dependencia subterránea dotada de su pasillo de acceso y rematada con bóveda de ladrillo. Su utilidad se desconoce y según refiere Mª Concepción Abad Castro en su estudio sobre el mudéjar del Arzobispado de Toledo, podría estar relacionada con el edificio anterior cuyos muros fueron aprovechados para la construcción de la iglesia actual.
La estructura primitiva puede intuirse por la diferencia entre el aparejo irregular de canto rodado con el que se ha levantado el primer nivel de los paramentos, restos de la construcción más antigua, y los ornamentados muros de ladrillo del nivel superior, típicamente mudéjares y edificados posteriormente, en el siglo XIV. En esta capilla de San Juan se puso después una imagen del Cristo de la Salud al que se celebraba antiguamente una fiesta el día 14 de Septiembre.
La torre está construida en su base con mampostería irregular de aspecto antiguo y el resto es de ladrillo con arcos de herradura inscritos en alfices en la parte superior que alberga el campanario.
La fachada oeste es la más característica de Santiago el Nuevo. Está rematada a modo de frontón y decorada con cinco arcos lobulados que encierran otros tantos de ojiva túmida. Pero es el rosetón de labores caladas de ladrillo el elemento de mayor belleza y singularidad de nuestra iglesia. Dos arbotantes saltan sobre la travesía de Santiago dando un aspecto pintoresco a esta callejuela. Como detalle podemos destacar una pequeña ventana con un crucero labrado sobre una de sus jambas.
También es digna de resaltar la fachada oriental donde se asienta la cabecera del templo con sus dos arcos lobulados inscritos en alfices y separados por tres óculos. Quedan aquí restos, así como en el interior del templo, de algunos platos de cerámica encastrados en el muro con finalidad decorativa.
En las fachadas norte y sur se abren sendas puertas bajo pórticos más modernos. Están formadas por tres arcos de herradura fabricados en ladrillo que cobijan otro interior casi de medio punto. En estos muros solamente se pueden ver las ventanas lobuladas y de herradura de la parte superior, pues las construcciones anejas y los pórticos han ocultado la zona inferior.
En el presbiterio se encuentra un buen retablo del primer renacimiento con pinturas y pequeñas tallas de santos que se apoya sobre un friso de cerámica talaverana del siglo XVIII. Las dos naves laterales se rematan con sendos retablos barrocos con sendas imágenes de la Virgen.
«Ay en muchos pueblos de España templos en honra deste Sagrado Apóstol, pero en donde más se han aventajado ha sido en esta villa de Talavera, mostrándose muy sus devotos, porque en los arrabales viejos ay una iglesia de su nombre de quien adelante se hará particular mención, y dentro de la villa ay otra yglesia que se llama Santiago el Viejo, y ésta de que escrivimos agora que es una de las principales parrochias desta villa y se llama Santiago el Nuevo; de manera que ay en este pueblo tres templos en honra del bien aventurado Apóstol y una capilla en el claustro deste monasterio de Santa Catalina que es el entierro de los cavalleros Meneses»
No es de extrañar que una población como Talavera, durante tanto tiempo acosada por los ataques de las tropas musulmanas y desde la que a su vez tantas acometidas cristianas partieron contra el territorio que se encontraba bajo dominio árabe, tuviera desde antiguo devoción por Santiago Matamoros. Este texto de Fray Andrés de Torrejón demuestra la existencia de una iglesia de Santiago dentro del primer recinto amurallado que es diferente asimismo de la iglesia del Hospital de la Orden de Santiago conocida popularmente como “Santiaguito”. Esa primitiva iglesia de Santiago el Viejo se habría situado según otros autores en la zona comprendida entre la “Colegial” y la también desaparecida iglesia de San Clemente, extinguiéndose su parroquialidad en 1631.
Nos ocuparemos ahora de Santiago el Nuevo, un templo de difícil datación ya que para algunos, su origen arrancaría de tiempos visigodos si tenemos en cuenta la reutilización de columnas y otros elementos de mampostería, como por ejemplo ruedas de molino, visibles en la base de la torre, o también las grandes lanchas y bloques graníticos que refuerzan el zócalo del muro occidental.
Tempranas referencias aluden a la iglesia de Santiago en un documento de 1154, cuando se indica cómo deben las parroquias talaveranas contribuir a la construcción de la catedral de Toledo. En 1204 aparece nombrada esta iglesia en un acuerdo entre las parroquias sobre los itinerarios de las procesiones que partían de la iglesia mayor de Santa María, más tarde “La Colegial”. Además conocemos que en las inmediaciones de la parroquia existió desde tiempos medievales una alberguería, temprano precedente de hospedaje en la calle que más tarde se llamaría de Mesones. Los testimonios de antigüedad de esta iglesia y su curiosa planta, sin ábside de ningún tipo, ha hecho que se especule con una primitiva utilización del edificio como mezquita, sinagoga o simplemente como construcción de utilidad civil .
Sí que contamos con algún dato más sobre la capilla gótica que se sitúa en la fachada norte, junto a la torre. Sabemos que primitivamente estaba dedicada a San Sebastián y San Laurencio o Lorenzo, que en el siglo XV se encontraban enterrados en ella los restos de la familia Fernández Aceituno y que en 1469 Alonso Férnandez Aceituno se obliga por una escritura a labrar una nueva capilla«de paredes fuertes con su bóveda de cal y canto y ladrillo» en cuyo interior se situaron los restos de sus antepasados en un sepulcro de mármol blanco con una inscripción del siglo XVI que decía «Aquí yace el virtuoso cavallero Alonso Fernández Aceituno»
En esta misma capilla se encontraban depositadas varias reliquias enviadas desde Roma por Alonso Ramírez de Arellano, concretamente «una canilla de San Tiburcio y otras reliquias de San Valeriano, su hermano». Las reliquias iban acompañadas de «una bulla del consistorio de los Cardenales por la cual concedieron cien días de perdón a todas las personas que estando contritas y confesadas rezaran un paternoster y un avemaría» en varios días señalados del santoral. En la actualidad se conoce como la capilla del Santo Sepulcro por albergar esa imagen tan venerada por los creyentes talaveranos que acuden a contemplarla al paso de su procesión el Viernes Santo.
El historiador y humanista Juan de Ferreras fue su párroco en 1776, llegando este cura a ser Bibliotecario Real además de académico fundador de la Academia Española. También data del siglo dieciocho el órgano restaurado de la iglesia.
DESCRIPCIÓN Y CURIOSIDADES DEL MONASTERIO DE SAN AGUSTÍN
La iglesia es también obra de Fray Lorenzo de San Nicolás, en su capilla mayor se enterraban los marqueses de Montesclaros y todavía puede observarse alguno de sus blasones en los restos de la decoración. En la sacristía había un hermoso altar de la Virgen bajo el que estaba sepultado el fundador del Hospital de San Juan de Dios de Talavera, Antonio Cruz de Albiano. La capilla del Cristo servía para dar entierro a los familiares del regidor perpetuo Cárdenas de Salazar. Había además dos capillas dedicadas a Nuestra Señora de La Paz, advocación del convento, y a Nuestra Señora de Copacabana.
Seguimos a Pedro López Gayarre en la descripción del templo:
«La planta de la iglesia es de salón con capillas laterales comunicadas entre sí por la central. Se conservan hoy en lamentable estado, la nave central y las capillas del lado izquierdo. Las del lado derecho han desaparecido.
El presbiterio está cubierto por una bóveda encamonada, realizada en ladrillo y madera y adornada por diversas yeserías y molduras.
El arranque de la bóveda falsa de medio cañón de la nave central está recorrido por molduras de yeso que así mismo están presentes en las capillas laterales. Todas las bóvedas se cubren de dibujos geométricos realizados en yeso y que concuerdan con los reproducidos para ese fin en el tratado de arquitectura de Fray Lorenzo…
Los muros se realizan en ladrillo, tapial y mampostería, combinados en lo que se ha dado en llamar “obra toledana” consistentes en la unión de estos tres materiales en cajones de tapial y mampostería rodeados de hiladas y verdugadas de ladrillo que aporta consistencia y regularidad al aparejo. La fachada, sin embargo, como ocurrirá en todos los demás edificios se realiza íntegramente en ladrillo siendo el elemento más característico en estos templos…» Esta fachada se compone de tres cuerpos verticales. Destaca el central con el esquema típico de la época con puerta, hornacina, vano y óculo culminando en frontón semicircular partido y moldurado.
Un pasadizo unía, sobre la calle que da acceso a la Puerta de Pescaderías, el huerto con las dependencias conventuales que, debido a sus diferentes utilizaciones y reformas han perdido todo su trazado primitivo.
CURIOSIDADES
Personajes y un fantasma
El convento agustino fue noviciado desde sus primeros tiempos y en él se formaron misioneros como el escocés Tomás Bort de Santa María que predicó más tarde en su tierra. Otros monjes talaveranos formados aquí llegaron a ser vicarios generales de la congregación y provinciales de la misma. También lo fue el padre Agustín de San Ildefonso, un teólogo de prestigio que publicó su gran obra Teología Mystica. Hubo frailes que marcharon a evangelizar Filipinas y América y otros acabaron retirados en el desierto de La Viciosa, como es el caso del padre talaverano Jerónimo de la Resurrección que fue vicario general de la orden recoleta.
También se guarda un documento en el archivo municipal en el que se describe cómo las autoridades hubieron de tomar parte ante el rumor repetido en la población de que en los sótanos del convento y actual museo se oían ruidos extraños por la existencia de un fantasma.
MONASTERIO DE SAN AGUSTÍN CASA MADRE DE LOS RECOLETOS Y ACTUAL MUSEO RUIZ DE LUNA
San Alonso de Orozco, nacido en Oropesa y predicador de Felipe II, funda en 1566 este convento bajo la advocación de Nuestra Señora de la Paz, en la zona de la actual plaza de San Agustín, entonces llamada de Almairo. A duras penas consigue subsistir el cenobio hasta que muerto su fundador y protector, desaparece. La institución de este monasterio no estuvo exenta de dificultades ya que, como sucedió en otros casos, la existencia de una nueva comunidad religiosa local chocaba con los intereses de las ya asentadas que veían peligrar su subsistencia, por ser Talavera una villa que no contaba con tan gran vecindario que permitiera mantener tantas casas conventuales. Los nobles partidarios de los monasterios consolidados presionaban sobre el concejo y las autoridades eclesiásticas para impedir nuevas fundaciones. La primera excusa que se puso a la venida de los agustinos fue que habían actuado con nocturnidad y alevosía instalando el Smo. Sacramento en un lugar«indecente que fue una cocina donde durmieron mozos».
El ayuntamiento llega a impugnar su fundación«por ser mucha parte de los vecinos de esta villa pobres y los monasterios de esta villa no se pueden sustentar y padecen detrimento».
Más tarde, el municipio comenzó a perder la unanimidad en sus planteamientos e incluso permite a los monjes asistir a una procesión a la Virgen del Prado en demanda de lluvias. Poco a poco se van limando asperezas pero el convento no consigue salir de su pobreza hasta que, en 1589, es refundado por agustinos recoletos con la protección de Felipe II y su limosnero, el talaverano García de Loaysa. El convento se encuentra desierto y paupérrimo a su llegada y los frailes comienzan su andadura guiándose por las órdenes reformadas inspiradas por fray Luis de León. Es éste de Talavera el primer monasterio que las abraza y por ello es considerado como la casa madre de los agustinos recoletos, habiéndose celebrado en él con frecuencia los capítulos de la orden.
Tras su fundación, como nos cuenta su cronista Angel Martínez Cuesta, sufrieron numerosas penalidades pero conectaron rápidamente con el pueblo talaverano por su ascetismo sincero. Hasta el punto de que, cuando el fraile encargado de recoger los donativos enfermó, eran las propias gentes las que se acercaban a ofrecer sus ayudas a los agustinos. Además, el pueblo trabajó desinteresadamente en las obras y reformas del edificio, incluso en masa, como cuando se precisó el concurso de mucha gente para derribar un muro.
En el siglo XVII el marqués de Montesclaros, antiguo Virrey de Méjico y Perú, toma bajo su protección este convento, y estimula el culto al Ave María que incluso llega a dar nombre al cenobio.
El monasterio fue utilizado como noviciado y profesado en el siglo XVII, durante el que viene teniendo una media de 45 frailes. Pero en el siglo XVIII se mantiene una lenta decadencia pues nunca había sido esta institución muy dotada de propiedades y rentas y esto les obliga a salir a predicar por los pueblos, a ser párrocos rurales e incluso maestros. Uno de ellos tenía el cargo de administrador de la fábrica de sayales que la orden poseía en Calzada de Oropesa. En 1788 se cambian los monjes a la casa que habían dejado los expulsados jesuitas en el convento de San Ildefonso, actual solar ocupado por el teatro Palenque y el mercado de Abastos. El ayuntamiento destina en 1793 el antiguo edificio agustino para escuelas municipales aunque, mientras se realiza el traslado definitivo, los maestros dan clases en los antiguos hospitales de San Bartolomé y San Lázaro.
Durante la invasión francesa la destrucción del viejo monasterio casi se consuma pues hasta desmantelaron las tropas buena parte del tejado. Más tarde se convierte en pajar con la desamortización de 1835 y en 1886 se utiliza la iglesia como teatro “La Unión”. Actualmente la iglesia se mantiene en pie a duras penas y el convento aloja el Museo de Cerámica Ruiz de Luna.
En su nueva localización de San Agustín el Nuevo, sufrió la comunidad la inquina de los franceses y a duras penas se mantuvo con cinco frailes hasta su disolución en 1834 debido a la desamortización de Mendizábal. El huerto de San Agustín, antiguo alcázar, se vendió a un particular.
Siguiendo con la serie de entradas de fotografías antiguas y descripción e historia de los Jardines del Prado traigo hoy varias fotografías del paseo central del Prado y vistas y postales generales de este elemento patrimonial tan talaverano
Página Talavera y su Tierra de Miguel Méndez-Cabeza Fuentes
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