MOLINOS DE ARRIBA O DEL PUENTE EN TALAVERA
En el puente viejo hubo históricamente dos paradas molineras, una en el puente, también llamada «molinos de Arriba» y hoy ocupada por la central eléctrica, y otra en el primer ojo del puente. Ambas desaparecidas pero de las que nos queda algún testimonio histórico e imágenes y fotografías antiguas.
En 1142 Alfonso VII cede a la Catedral de Toledo la décima parte de sus rentas en Talavera entre las que se incluían las de sus molinos. En el siglo XIII, el monasterio de San Clemente de Toledo y los frailes de Calatrava son dueños de unos molinos “ so el alcaçar de Talabera junto al muro”[1].
Probablemente es esta la primera referencia a los molinos que después conoceríamos como “del Puente”, más concretamente como “los del primer ojo del Puente” para no confundirlos con los molinos de Arriba, situados hacia la mitad del trazado del Puente Viejo de Talavera, justo donde hoy se encuentra la central hidroeléctrica (fig. 2). La rotura de la presa del Paredón hizo descender recientemente el nivel de las aguas del Tajo y pudo así observarse la existencia de un antiguo azud que daba movimiento a estas aceñas situadas junto a la muralla, que entonces era lamida por las aguas del río.
El Arzobispo Tenorio concede en el año 1397 a la orden de San Jerónimo varias dehesas y molinos de los que cuatro paradas habían sido recibidas en herencia de su madre[1]. Los molinos de Abajo junto a los de Arriba, situados en el puente, se mantuvieron en manos de los jerónimos, tan poderosos en Talavera, hasta el siglo XIX.
Los que hemos dado en denominar “molinos del primer ojo del puente” pertenecieron a los propios de la ciudad durante el siglo XVI, aunque en el siglo XV habían sido objeto de polémica por la pretensión del regidor Pero Suárez de Toledo de obtener la concesión del primer arco del puente para la construcción de unas aceñas, contra la opinión de otros regidores que apuntaron la conveniencia de que la obra quedase para la propia villa, pues podría convertirse en “ una de las principales e mayores rentas quel conçejo de la villa puede auer”[2] .
Un grabado del siglo XVI de Van der Wyngaerde capta con detalle los dos molinos del puente. En los del “primer ojo” se pueden distinguir dos cuerpos con cuatro cárcavos, los molinos de Arriba aparecen como un gran edificio situado por encima del puente y hacia la mitad de su trazado, justo donde hoy se localiza la central eléctrica. Estos mismos molinos aparecen también en el plano de Talavera que dibuja Pedro Guerra en la obra “Anotaciones a la Historia de Talavera de Francisco de Soto” escrita durante el siglo XVII.[1]
En cuanto a los datos que nos aportan las ilustraciones de los proyectos de navegación del Tajo a su paso por Talavera, vemos que en 1641 no se reseñan los molinos del “ primer ojo” y que los molinos de Abajo, que aparecen como de Santa Catalina, tenían paradas en ambas orillas. Los molinos de Cabañuelas en esta época ya ni siquiera se señalan.
Si observamos el plano del proyecto de 1755 figuran como molinos perdidos los del “primer ojo”, sin embargo los de Arriba sí aparecen y se percibe por su aspecto que son aceñas de tres cuerpos o tajamares. Los de Abajo no podemos verlos por no haber seguido los ingenieros más abajo de Talavera en este estudio de navegabilidad del Tajo (fig. 55).
A comienzos del siglo XIX debían estar arruinados todos los molinos del puente ya que en el proyecto de Cabanes de 1820 solamente aparecen los molinos de Abajo.
En varias ocasiones los molinos del viejo puente siguieron su misma suerte al ser arrasados por las numerosas crecidas del Tajo y así nos lo describe Francisco de Soto en su historia de Talavera. Nos señala también este autor la gran potencia de los molinos talaveranos que “ son suficientes para provechar la harina de Talavera sino también a muchos lugares de su tierra”.
[1] DE SOTO, F.: Opus cit. cap.5.
[1] JIMÉNEZ DE GREGORIO, F.: opus. cit. Los Pueblos de …Tomo IV, Talavera de la Reina
[2] SUÁREZ ÁLVAREZ, Mª. J.: opus cit. p.203.
[1] SUÁREZ ÁLVAREZ,Mº.J.: Opus cit, p. 335.