IGLESIA DEL ANTIGUO HOSPITAL DE LA ORDEN DE SANTIAGO: “SANTIAGUITO”
HISTORIA
El 25 de Abril de 1226 fue fundado por don Alfonso Téllez deMeneses el hospital de merced de redención de cautivos de la villa de Talavera. Puede que influyera en esta fundación el apresamiento de sesenta caballeros y cuatrocientos peones talaveranos en una incursión cristiana sobre Andalucía el año de 1213. El hospital fue entregado a la Orden de Santiago y era el sexto de los diez hospitales que con el mismo objetivo fundó esta orden. Tuvo también, según las épocas, otras funciones como la de atender a pobres transeúntes y servir de hospedería de caballeros santiaguistas o de peregrinos en camino a Santiago de Compostela o Guadalupe .
Según Ángel del Cerro, para su financiación contaba con ganados, donaciones y la renta de varias fincas, especialmente la de La Órbiga y la Orbiguilla, la dehesa de Santa María y un zumacal (el zumaque es una planta utilizada para el curtido de las pieles). Además, tenía las rentas de ciertas propiedades en Garvin y las de los molinos de Espejel, hoy en término de Valdelacasa de Tajo.
Los bienes del hospital eran recibidos en especies o en metálico y cada vez se fueron destinando menos a la redención de cautivos y en mayor medida a las necesidades del templo y de los clérigos que le servían. A lo largo de su historia la nobleza de Talavera fue usurpando de facto muchas de sus propiedades y el alejamiento paulatino de la frontera de guerra con los musulmanes hizo que el hospital entrara en decadencia hasta que, en tiempos de los Reyes Católicos, se incorporan sus rentas al Hospital de Santiago de Toledo.
Asimismo se destinaba este hospital de Santiago a la custodia de los cautivos musulmanes que habrían de ser intercambiados por presos cristianos. De hecho, en uno de los inventarios se hace referencia a ocho camastros y una cadena con veinte colleras para el traslado de las cuerdas de prisioneros.
La capilla del hospital quedó como parroquia aunque nunca contó con muchos vecinos, ni siquiera cuando se le acumuló la semiderruida parroquia de San Martín. En 1510 no tiene ya culto y en 1631 se anexiona a la parroquia de San Clemente quedando el edificio abandonado.
En la invasión francesa se destruyó parte del templo y más tarde se utilizó como fábrica de jabón y almacén de maderas. En 1978 fue declarado monumento nacional. Recientemente se ha restaurado y al menos podemos observar el bello ábside de su iglesia.
No debemos confundir ésta con otra iglesia de Santiago, probablemente más antigua y que se habría situado en la “villa” , dentro del primer recinto amurallado y en algún lugar entre la Colegial y San Clemente. La iglesia de “Santiaguito” ya estaba edificada en el siglo XIII, puede incluso que a finales del XI ya existiera la iglesia aunque no en el mismo edificio, ya que Alfonso VI concedía al monasterio de San Servando de Toledo «in civitate Talavera, qui locum olivarum es, concedo ibi pro iluminaria tamen ecclesiam Sancti Jacobi». No sería de extrañar la temprana existencia de esta iglesia pues, en los años inmediatos a la reconquista, el barrio de los Arrabales Viejos era uno de los más poblados de la ciudad. En él se habían asentado los cristianos castellanos que repoblaron la ciudad, mientras que los pobladores mozárabes, que habían convivido con los musulmanes durante su dominación, acabaron ocupando mayoritariamente la “villa”.
DESCRIPCIÓN:
Esta iglesia se habría encuadrado en lo que algunos autores denominan el románico en ladrillo, la forma más arcaica del mudéjar, aunque todavía existe cierta confusión con la terminología que hace referencia a la arquitectura cristiana de influencia musulmana.
Vamos a acudir también aquí a las preciosas descripciones que hace del patrimonio el Conde de Cedillo:
«Conserva al exterior con su propio carácter el elegante y poligonal ábside, que se adorna con dos órdenes sobrepuestos de arquillos ciegos; semicirculares en el inferior, y en el superior de ojiva túmida inscritos en lobulados y un arco reentrante. Arte mudéjar. Siglo XIII.»
Estos dos órdenes o series de arcos se apoyan sobre una base de mampostería separada de ellos por verdugadas de ladrillo. El ábside poligonal tiene once lados.
En dibujos y grabados antiguos se puede todavía observar la existencia de una espadaña de doble hueco a la que se accedía por una escalera de caracol y que se situaba sobre la línea de separación entre el ábside y la única nave con que contaba el templo.
En el interior, los muros estaban decorados con azulejos en gran parte de su superficie. La cubierta, como en casi todos los edificios mudéjares, era de madera con tirantas horizontales, aunque desconocemos si estaba decorada con la típica lacería de tradición árabe.
El ábside y la nave se encontraban separados por un enrejado de madera. A ambos lados se situaban sendos altares secundarios que, como el altar principal, se encontraban elevados sobre gradas y decorados con azulejos.
Entre las imágenes que se veneraban en estos altares hubo variaciones a lo largo de la historia. Se conoce la existencia de dos imágenes de Santiago, una de la Virgen, un retablo de Santa Ana, que se trajo del Hospital de Santiago de Toledo, y el conocido como «Cristo Santiaguito» que durante mucho tiempo dio nombre al templo. Tras el cierre de la iglesia, fue trasladado a la sacristía vieja de la Virgen del Prado permaneciendo todavía hoy en la ermita. Es una imagen policromada de gran belleza, llamada también Cristo de Trapo, su estilo es románico de transición al gótico y se ha datado en el siglo XII.
Los visitadores que llegan a la iglesia en 1525 relacionan el ajuar que se encuentra en ella:
«Un vestimento con su alba, con refaldos carmesí, damasco, su estela y su manípulo. Una casulla de lienzo morisco con una cenefa labrada en oro basto. Una palia de holandilla bordada en seda con una cruz en medio. Una cruz grande y un crucifijo de latón. Unas ampollas de estaño.Un misal toledano. Un cáliz de plata con su patena. Un acetre o caldero para el agua bendita. Un frontal de chamelote y terciopelo negro forrado de bocací. Un arca de pino para guardar los ornamentos. Un retablo pequeño de Santiago. Un ara y corporales con su sábana en el altar mayor. Una esquililla. Dos candeleros y una cruz de latón.Una lámpara grande. Un facistol. Una cruz junto a la pila de agua bendita.»
Había otros edificios anejos a la iglesia como un claustro situado al sur del templo y al que se accedía por una puerta desde la nave del mismo. En este claustro, adornado con arquería de ladrillo, fueron sepultados el maestre de la orden Pelayo Pérez Correa y otros caballeros santiaguistas accediéndose desde él a la espadaña. Los edificios destinados a dependencias del hospital propiamente dicho, se situaban en su entorno y contaba con un huerto, su pozo y una tapia que rodeaba todo el conjunto.
CURIOSIDADES
El maestre de la Orden de Santiago D. Pelayo Pérez Correa, famoso por sus victorias sobre los moros y por su intervención en la conquista de Jaén y Sevilla murió encontrándose en Talavera y fue enterrado en el claustro de nuestro Hospital de Santiago. Era este monje guerrero famoso por el relato que le hacía protagonista de un milagro en el que, por intercesión de la Virgen, se paró el sol para que hubiera tiempo de finalizar una batalla victoriosa para los cristianos. Esa fama hizo que Felipe II, a su paso por Talavera camino de Lisboa, se acercara a visitar la tumba en la que ya no estaba el cuerpo del maestre pues se había trasladado por orden de Fernando el Católico a la Iglesia de Santa María de Tentudia en Sierra Morena. En la Talavera de 1494 este traslado fue todo un acontecimiento organizado por Pedro de Cervantes, caballero santiaguista y a la sazón regidor de la ciudad. Para la solemne ceremonia acudió el cabildo colegial y el concejo que despidieron al cadáver acompañándolo hasta las afueras de la villa