LA LEYENDA DEL PUENTE DEL ARZOBISPO
A pesar de todas las circunstancias de índole económica que llevaron a la construcción de esta magnífica obra del siglo XIV, el pueblo tejió sobre la magnífica edificación una bonita leyenda:
“En cierta ocasión bajaban las aguas bravas. Tanto que se habían llevado con la crecida algunos ojos del puente de Talavera y los tablones del puente Pinos. El arzobispo tenía que cruzar sin falta el río para acudir a las granjerías que su madre le dejó en herencia por estas tierras. Esperó varios días pero las aguas seguían bajando altas. Al cruzar, un remolino hizo casi zozobrar la barca y, al sujetarse el prelado en la pértiga del barquero para no caer al río, su anillo se hundió en las aguas. Era una joya magnífica con un rubí del tamaño de un huevo de gorrión que le habían regalado los judíos de Toledo. Tan disgustado quedó su eminencia por la pérdida, que ofreció una bolsa de monedas al mozo que consiguiera sacarlo del fondo del Tajo. Muchos lo intentaron en los días siguientes pero no consiguieron encontrarlo aunque ya sabéis que el agua de este río si no hay riada es como un cristal.
Cuando volvió el Arzobispo al cabo de unos meses y preguntó por su anillo. Unos pastores le dijeron que había sido imposible encontrarlo por más que hasta los zagales se sumergían en las pozas gritando ¡A por el anillo del obispo!
Pues escuchad pastores -dijo el arzobispo Tenorio- Sed testigos de mi promesa: Si el anillo volviera a mí, he de construir un puente por el que ganados, peregrinos y viajeros crucen el río sin los trabajos con que ahora lo hacen.
Pasaron dos años y cuando el Arzobispo se disponía cierto día de primavera a comer en sus casas de Alcolea, ordenó le sirvieran uno de los grandes barbos del Tajo que tanto le gustaban y que se pescaban en el canal del molino de las monjas de Azután. Al abrir el pez las cocineras comenzaron a gritar y a reír pues entre las tripas brillaba el rubí. Conmovido por el hallazgo y considerándolo milagro de la Virgen de Guadalupe, esa misma noche ordenó que se comenzaran los trabajos para hacer un puente en el paraje donde había perdido su anillo”.
Los ingresos obtenidos del pontazgo por el paso de millones de ovejas merinas por la cañada leonesa es otra razón, aunque menos poética.
Como siempre interesante el articulo. GRACIAS. El otro dia se colgo en Facebook una de esas gorras de paja de centeno tan caracteristicas de la comarca de La Jara, que se siguen haciendo en Aldeanueva de San Bartolome y en el Robledo del Mazo, tierras de Toledo, muy usadas en Navalcan y otras localidades. Comunes a tierras cacereñae s de la Sierra de Las Villuercas. En Cañamero, segun noticias en Herrera del Duque. La que presentaron hace unos dias decia ser de Bohonal de Ibor. En sus paseos por todas estas tierras las tiene que haber visto en otras localidades, recordará estas localudades y podra infirmarnos. Las recordara ver vender en los finales del siglo pasado en la estacion de autobuses vieja de Talavera. Gracias anticipadas.
Gracias. Buscaré si tengo alguna más. Esas tierras que dice tienen una identidad común, son pare de las Antiguas Tierras de Talavera, La Jara, comarca histórica de Talavera, no de Toledo, aunque la división provincial las fragmentó entre cuatro provincias cuando se hizo la nefasta división provincial de Javier de Burgos.
Aldeanueva de San Bartolomé y Robledo del Mazo tierras de Toledo????
Evidentemente son dos pueblos de La Jara y por tanto Tierras de Talavera
Talavera es Toledo….
Talavera es Talavera
Miguel me encanta todo lo qué escribes y la historia del puente siempre me la contó mi madre, mil gracias por todo …
Me ha encantado la reseña. Muchas gracias!
Muchas gracias por la reseña.
Me canta saber historias reales o idealizada.
Habla de comarcas , los pueblos como Valdeverdeja, Puente, incluso hasta Calzada a que comarca pertenecen??
Pertenecen a La Campana de Oropesa:
https://es.wikipedia.org/wiki/La_Campana_de_Oropesa
Interesante artículo, desconocía que los dos pilares principales del puente fueran torres.
¿Se conoce hasta cuándo permanecieron en pie? Debía ser un puente fascinante y precioso.
Muy bonita la historia del Arzobispo y su Puente. Rio abajo de la localidad, en su margen izquierda, se encuentra la desembocadura en el rio Tajo, del río Pedroso, con un bello Desfiladero, y cerca de allí se encuentra la Fortaleza Arabe de Castros, con los restos de un también Puente, que hicieron los Moros, y del cual quedan allí , 2 esbeltos Tamajares, uno a cada orilla del río, y por el que transitaban, desde Valdeverdeja, los antiguos Bereberes, allí afincados hasta la Conquista de aquellas Tierras por el Rey Fernando V, en el Año del Señor de 1078, También tengo que decir, que en las bellas Pozas que se encuentran en el Rio Pedroso, a su llegada al padre Rio Tajo, cuenta la Leyenda, de que cada noche se iba a bañar una bella Mora, a la espera de su amante, y después se refugiaban en una pequeña Cueva, a orillas del mismo arroyo, y que desde entonces se llamó, La Cueva de la Mora.