Recorrido aproximado 8 kilómetros, tres horas.
Tomaremos un camino que sube hasta las instalaciones mineras y que parte de la carretera, en la salida oriental del pueblo.
Vamos ascendiendo y tomamos el tercer camino que sale a la izquierda, pasamos junto a una majada serrana de cuarcita y pizarra típica de la arquitectura de la zona y, envueltos por el aroma de las jaras, llegaremos a las casas de la mina donde se situaban las viviendas de los mineros, las cuadras, la administración y las dependencias donde se trataba el mineral con las correspondientes albercas de lavado y decantación.
Las vistas sobre La Jara, con las Villuercas y la Sierra de la Estrella al fondo, las rañas de encina y cereal y las barreras de olivar ciertamente impresionan. También podemos observar cómo en medio de los canchales característicos de estas sierras, que aquí ocupan grandes superficies, se ven las manchas de la tierra extraída en diferentes bocaminas, pero la que nos interesa se encuentra justo detrás y por encima de estas casas mineras. Subiremos por una senda hasta la gran acumulación de materiales que se sitúa delante de la entrada a la galería.
Podemos entrar dentro con linternas pero con sumo cuidado en la misma bocamina por estar hecha sobre conglomerado de arcilla con canto rodado que le da cierto aspecto de inseguridad, aunque ese terreno se convierte a los dos metros en la roca madre de la galería, en la que también se ven los orificios de ventilación y las vetas de cuarzo con puntos dorados que brillan con la luz, pero que en su mayoría son piritas, el llamado “oro de los tontos”, por confundirlo muchos neófitos con el oro verdadero.
Si subimos por la ladera unos veinte metros llegaremos a un camino que tomaremos hacia la izquierda hasta la confluencia de otros en un collado. Junto al primero que encontramos se halla un gran boquete en el suelo que es otra explotación aurífera lo que deducimos por verse los restos del cuarzo aurífero que buscaban los mineros. Luego llegamos a otra confluencia ya en el mismo collado Guerra, y desde allí tomamos el camino a la derecha descendiendo por una mancha de bosque mediterráneo realmente bien conservado que nos puede dar idea de cómo eran nuestros bosques antes de que sufrieran la acción de los hombres.
Bajamos en este agradable paseo en el que veremos baños de jabalíes y no será extraño que se nos cruce algún venado, o algún corzo, hasta llegar a otro camino en el collado de La Barrosa, llamado así por tener otra explotación minera con ese nombre, a la que se accede bordeando por la derecha la parcela de la vivienda situada en el collado, y siguiendo un camino que va hasta la casa minera y la galería hecha en la roca viva. Desde esta última mina regresaremos a Buenasbodas según nos indica el plano.
He leído recientemente en el periódico que pueden volver a ponerse en funcionamiento estas minas. En el mismo artículo citan a Miguel Méndez, hablando de las monedas que se acuñaron con el oro de estas minas en el siglo XVI, la dobla jaeña. Estoy buscando información en archivos y en diferentes publicaciones acerca de esa moneda y no encuentro nada, podría por favor facilitarme la fuente. Mi interés es académico y personal, soy una historiadora interesada en la Comarca de la Jara.
Creo recordar que ya aparecen en eltratado de Larruga y también hay alguna referencia de Jiménez de Gregorio. Miraré a ver
Querido Miguel:
Enhorabuena por este y los demás trabajos. Y un abrazo jareño de tu amigo
Abraham
Muchas gracias Abraham espero que te encuentres bien. Un abrazo jareño.
Excelente descripción del interesante artículo sobre esa parte de la Jara. Desconocía la existencia de esas antiguas minas teniéndolas tan cerca. Muchas gracias Miguel por mostrarnos con tantos detalles parte de nuestra comarca.