EL PERFIL PERDIDO DE TALAVERA EN LA ORILLA DEL TAJO
Cuando hace unos días conocí el nuevo bodrio que se quería perpetrar en Talavera urbanizando la zona entre el claustro de la Colegial y la Ronda del Cañillo , incluido un aparcamiento que pueda afectar a los restos arqueológicos sin duda prometedores de la zona, pensé que se da con ello la puntilla a ese hermoso perfil urbano y fluvial de nuestro Tajo a su paso por la ciudad.
Siempre he defendido que su histórico perfil es lo más parecido que existe al de la ciudad de Córdoba con su Guadalquivir, su puente, romano, su muralla, el remate octogonal en la cúpula tanto de los jerónimos de nuestra ciudad como de la catedral de la ciudad de los califas, a la que siempre fue leal Talabyra en contraposición con Toledo siempre levantisca contra el califato. Hasta tenía Talavera un paralelismo con Córdoba en la albolafia, la gran rueda movida por el río que tenía su semejante en otra rueda de arcaduces que nuestra ciudad tenía en la llamada torre de Nazar, aproximadamente frente a las dependencias actuales de Correos en ronda del Cañillo.
Perfiles urbanos de Talavera y de Córdoba
Todavía conservamos algunas imágenes de gran valor sobre este perfil Talaverano, que por otra parte es el que han pintado o retratado con más frecuencia los viajeros que han pasado por nuestra ciudad. En primer lugar, el dibujo de Van der Wingaerde del siglo XVI en el que todavía vemos la mayor parte de las torres de las murallas y muchos tramos de sus lienzos, y la torre de Nazar. Otros dibujos nos ayudan a visualizar ese perfil con elementos perdidos como la puerta del Río. Algunos están demasiado idealizados o son más tardíos, como aquellos del siglo XVIII en los que aparece la casa de la Hilanza de las Reales Fábricas de Seda.
La fotografía de Clifford, la más antigua de Talavera, representa también ese perfil y en él se pueden visualizar todavía torres de iglesias hoy desaparecidas como la de San Pedro, Santa Leocadia o San Clemente.
Varias fotografías de Ruiz de Luna son valiosísimos testimonios de la antigua belleza de esa parte de nuestra ciudad con las murallas lamidas por el río y las torres de la muralla que aún se conservaban en buen estado en los años 20 del pasado siglo.
El perfil se mantiene hasta los años 60, cuando todavía se conservaban las pintorescas casitas de una sola planta que deberían haber mantenido sus alturas de un solo piso permitiendo así que se percibieran los arbotantes y los muros de la Colegial y los claustros de San Jerónimo y la mal llamada Casa de los Canónigos que también estamos consiguiendo destruir por perpetuo abandono.
Los restos de muralla no se reconstruyeron, sino que se convirtieron en la Ronda del Cañillo cuando sobre ellos echaron toneladas de escombros sin buscar alternativas a ese trazado.
En los años 70 se construye el primer petardo de horroroso ladrillo visto que se levanta con sus cinco plantas a mayor gloria de la fealdad y deterioro de un perfil histórico que debería haberse mantenido. Junto a él se ha erigido otro monumento al disparate con ese viejo truco de construir un piso más simulando que son áticos para mayor beneficio de promotores y con las autoridades urbanísticas mirando para otro lado. También es de dudosa estética el bloque que hace esquina en la rotonda frente al puente de Hierro.
Pasamos así con la connivencia de sucesivos ayuntamientos de diferente color a destrozar ese perfil que debería ser seña de identidad de Talavera. Hay otros petardos que podríamos reseñar como la ferralla pintada de minio gris que asoma como monstruo férreo por encima de los muros del museo etnográfico, en el que tambiénse podría haber restaurado el muro de ladrillo junto al panel de cerámica de los pescadores, más parecido a la cerca de una cuadra que a la de un museo.
En fin, como siempre el dinero y el mal gusto han vencido sobre el necesario cuidado que se debe tener con el patrimonio de una ciudad que, siendo la segunda en patrimonio de Castilla-La Mancha, podría ser mucho más hermosa y atrayente para los vecinos y turistas pero como siempre, no hay nadie al volante.
Qué poca suerte ha tenido Talavera respecto al urbanismo. Y donde digo “suerte” léase todo un listado de insensibilidad, desmanes, avaricia, burricie y un pretencioso (por chulesco) mal gusto .
Te juro amigo Miguel que al leer tus verdades sobre el crimen arquitectónico y la fealdad convertida en estética hacen que pregunte de qué estará relleno el cerebro de los autores.