DESDE EL HUSO VAMOS A FUENTES Y CONOCEMOS LA HISTORIA DE LA ESTRELLA
Desde la estación de La Nava -Fuentes ya nos hemos acercado a La Nava de Ricomalillo y Buenasbodas, ahora vamos a dirigirnos hacia el oeste desde esa misma estación y vamos a conocer la alquería de Fuentes y la historia de la cabeza del municipio, La Estrella
La aldea de FUENTES
Esta pequeña aldea jareña nació junto al cordel de merinas, en un lugar donde reposaban y abrevaban los ganados en las proximidades de una fuente que todavía puede visitarse, la fuente del Venero. Para los curiosos de la etnografía, cerca de esta fuente, en una elevación situada al suroeste, se sitúan dos caleros, hornos en los que se elaboraba la cal que serviría para hacer el mortero para trabajar en albañilería antes de la generalización del cemento. También se utilizaba para la decorativa e higiénica labor de blanquear o enjalbegar las paredes de las viviendas.
Las calles de Fuentes conservan todavía algunos edificios de arquitectura tradicional. La iglesia cuenta con un modesto artesonado y está bajo la advocación de San Juan Bautista, pero las fiestas se dedican a la Virgen de las Nieves los días 5 y 6 de agosto en conmemoración de una nevada que se produjo en tan calurosas fechas.
La fiesta de “Las Candelas” se celebra para conmemorar que tanto Fuentes como el vecina pueblo de La Nava de Ricomalillo se libraron de una plaga de langosta encomendándose a la Virgen del Amor de Dios. Tiene lugar el miércoles siguiente a la Semana Santa y los vecinos de Fuentes acuden en procesión portando cirios adornados y encontrándose con el cortejo de los de La Nava a mitad de camino.
HISTORIA DE LA ESTRELLA
Al oeste de la sierra que le da nombre se encuentra el pueblo de La Estrella. En su término se han hallado numerosos restos arqueológicos que demuestran la presencia de pueblos antiguos. Es el caso de las gentes del Calcolítico o Edad del Cobre que hace más de cuatro mil años construyeron el dolmen de La Aldehuela. Hay quien quiere hacer derivar Estrella de “stella”, es decir que éste sería un lugar cuya denominación estaría ocasionada por haberse encontrado enterramientos con estelas que llevan grabadas inscripciones sepulcrales romanas en las que aparecen nombres latinos como Sereno, Apiano o Ifito. Jiménez de Gregorio sugiere que el nombre de “El Estrella” quiere decir en realidad “El castillo”, y pudiera que dicha fortaleza fuera el castro céltico encaramado en la cumbre de Sierra Ancha del que luego hablaremos.
Después de la ocupación de Talavera por Alfonso VI en 1085, se fue repoblando el territorio que se encontraba al sur del Tajo, con el consiguiente abandono por las huestes bereberes de la cercana ciudad hispanomusulmana de Vascos. A toda la Jara comienzan a acudir pioneros, sobre todo colmeneros y ganaderos, que desde Talavera, cabeza del alfoz, van habitando las aldeas dependientes de la villa.
En el siglo XIV Alfonso XI debía frecuentar estas tierras porque a la sierra de La Estrella la nombra en su Libro de la Montería como “Real Monte”. Quedan restos en el pueblo de una casa señorial de los Caballeros de Calatrava sobre cuya portada se conserva la cruz de la orden militar. Otra gran cruz de piedra de la misma orden se encuentra en el interior de la propia iglesia. Existió un hospital en el pueblo que sin duda alojó a muchos de los peregrinos que iban camino de Guadalupe.