CAÑADA LEONESA ORIENTAL X
DOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS Y ALCOLEA
En el entorno del muro del embalse de Azután hay dos yacimientos arqueológicos que visitaremos así como el aula de interpretación de los mismos que se halla en el poblado de El Bercial, uno de esos «pueblos nuevos» de colonización para a continuación visitar el pueblo de Alcolea siguiendo con la cañada.
Cerca del muro del embalse, se sitúan dos importantes yacimientos arqueológicos que están siendo excavados actualmente, uno de ellos es el llamado de Puente Pino, pertenece al paleolítico y está junto al aparcamiento de la presa, dentro de un pinar. Se han encontrado en su estudio numerosos útiles tallados de piedra.
También se está excavando un castro de la segunda edad de hierro, un poblado vettón amurallado situado en el cerro de La Mesa, aunque hay una ocupación anterior de la primera edad del hierro, en el conocido como periodo orientalizante. En el poblado de El Bercial se ha instalado un aula de interpretación del yacimiento que también es visitable, por lo que podremos conocer los materiales hallados en la excavación y las formas de vida de las gentes que lo habitaron.
ALCOLEA
Después de hacer las excursiones al muro del embalse con sus yacimientos arqueológicos, o al Bercial de San Rafael, volvemos a la cañada y vamos a Alcolea de Tajo. A la izquierda del camino, al sur de la población, se encuentra el paraje de Vaciatrojes. Allí se han encontrado restos de animales prehistóricos en las excavaciones de una gravera. Se trata de huesos de mamut (Elephas Antiqus) y de cérvidos (Cervus Elaphus) datados en el cuaternario. Junto a ellos también se han hallado cantos rodados tallados por el hombre del paleolítico que cazaba en estas terrazas del Tajo. También se está excavando un yacimiento del paleolítico inferior en Puente Pinos, cerca del muro del embalse de Azután.
Las fértiles tierras ribereñas de los grandes ríos estuvieron pobladas desde la prehistoria por lo que en estas estratégicas vegas de Alcolea, además de con los restos arqueológicos aludidos anteriormente, podemos tropezarnos con yacimientos de la Edad del Bronce situados en elevaciones cercanas. Ya hemos visto cómo los romanos dejaron también su impronta en la zona, como en la cercana finca Torrejón. En la finca El Rincón se han encontrado, además de un verraco, capiteles labrados y columnas como muestra del paso de los visigodos por estas vegas.
La huella musulmana la lleva Alcolea en su propio nombre pues “Al-culay´a” quiere decir “el castillejo” en árabe. Tras la reconquista de la comarca, la que entonces se llamaba Alcolea de Talavera es cedida por Alfonso VI al arzobispo de Toledo D. Bernardo. Pero es en el siglo XIV cuando otro arzobispo, relacionado con estas tierras por las propiedades de su madre doña Juana Duque, funda en la jurisdicción de Alcolea, como más tarde veremos, la Villafranca de la Puente del Arzobispo. Alcolea también estaba vinculada a los señores de Oropesa y eran ellos quienes nombraban a los justicias desde que el rey Felipe II, que la había recibido de los arzobispos toledanos, se la vendió a Cosme de Meneses, de la casa de Oropesa.
Desde la fundación de la Villafranca se fue desplazando el centro económico de la zona hacia el entorno del puente por el que cruzaban miles de peregrinos y ovejas merinas. Al mismo tiempo se fue desarrollando una importante actividad artesana en los alfares de Puente del Arzobispo, que fue adquiriendo mayor número de pobladores y aumentando su caserío, aunque su expansión se encontró con el problema de la escasa extensión de su término pues el territorio de Alcolea rodea completamente al pueblo de la cerámica verde.
Si damos un paseo por el caserío de Alcolea podemos observar que su arquitectura popular se caracteriza por el empleo del adobe y el tapial como material de construcción. Es tal vez, junto a Alcañizo, la localidad de la comarca en la que este tipo de edificaciones en barro son más abundantes. De unas charcas cercanas se extraía el barro adecuado que se amasaba con paja para darle más consistencia y resistencia. Un molde llamado “gradilla” daba forma a cada uno de los adobes que más tarde se dejaban secar al sol.
El ladrillo nos habla también de las tradiciones mudéjares de la comarca y su expresión más hermosa es la original torre de la iglesia parroquial adornada con tres niveles de arquerías. Su advocación es la de Nuestra Señora de la Asunción y se celebra el 15 de Agosto, aunque la fiesta grande del pueblo se dedica a la Virgen de los Dolores el 12 de Mayo continuándose con la festividad de San Isidro el día 15 del mismo mes.
En cuanto a la artesanía, algunos de los talleres de cerámica de Puente se han instalado en el ámbito del pueblo hermano de Alcolea.
Buenos días. La imagen ‘Recreación del yacimiento vettón de La Mesa’ es de el Castro de La Mesa de Miranda en Ávila, no de Alcolea de Tajo. Un saludo.
Y la foto ‘Parte del bocado de un caballo decorado del yacimiento de La Mesa’ es en realidad una fíbula de caballito, no un bocado.
Ya hace + de 40 años conozco el embalse de Azutan, y creo entonces recordar alguna cata en la zona indicada de los pinos así como en la orilla opuesta «el castillo». Por entonces y de forma casual me protege con tallas neolíticas a flor de tierra de las que conservo 2, sin mucho rebuscar pues mi visita era esparraguera y estos allazgos fuera en igual forma y con intervalo entre ellos de unos 20 años, solo con pasar x la zona y mirar los cantos del suelo. Por el año 92 comunique a la Jccm el conocimiento de ello y creo cayó en saco roto y el olvido. Decir que de lo que hablo no es la zona referenciada de la cata de los pinos si no otra distante unos 300 metros de dicha zona. Ya hace años que no voy pero la última vez la zona seguía desconocida para su cata arqueologíca. Yo no soy versado ni con conocimientos sobre esto pero mínimamente si identifico las piezas x los conocimientos que en mi época estudiantil nos daban sobre la fabricación lítica. Estoy convencido que dicha zona era origen de fábrica de estos útiles de piedra.