MOROS FAMOSOS DE TALAVERA

MOROS FAMOSOS DE TALAVERA

Murallas árabes de Talavera lamidas por el Tajo en una foto de Ruiz de Luna

Conocemos hoy a varios personajes curiosos y pintorescos de la Talavera musulmana que fueron famosos en Al-Andalus, desde aguerridos integristas que acabaron sus días víctimas de su fundamentalismo, hasta famosos juristas o un rey de Menorca.

En aquellos tiempos, había fanáticos musulmanes que, predicando la guerra santa, llevaban sus creencias religiosas hasta el extremo. Uno de ellos, que fue famoso en Al-Andalus, era un asceta que vivía en nuestra ciudad y se llamaba Muhammad inb-Zahir. Se trataba de uno de esos místicos cercanos al sufismo que se retiraban del mundo.

En este caso, imbuido de fervor a la vuelta de un viaje a oriente, no quiso ya vivir en su casa familiar de Murcia y se construyó una choza de maleza en una huertecilla donde se alimentaba de lo que cultivaba. Intentaba siempre unirse a cualquiera de las expediciones de yihad o guerra santa que llegaba a sus oídos, por lo que se desplazó a vivir a Talavera para estar más cerca de la frontera con los cristianos. En una de esas expediciones contra los infieles en el año 989 perdió la vida víctima de su entusiasmo religioso.

Otro de estos fanáticos fue Ahmed ben Muawiya apodado Ibn-al Quit o El Gato. Se dedicó a predicar la guerra santa en la frontera, sobre todo entre los bravos bereberes de la comarca de Talavera. Encontró especial apoyo en el comandante de la ciudad de Vascos, conocida entonces como Nafza, desde donde se organizó una expedición de castigo contra Zamora, ya que desde allí partían las fuerzas que atacaban entonces Talavera y la marca media.

Alcazaba y barrios excavados de la Ciudad de Vascos

Al-Quit era de sangre real y descendiente de Hisham I. Tenía aficiones de astrólogo y fue convencido por otro santón llamado Al-Sarrach, famoso porque predicaba de pie sobre un burro, para que animara a las gentes bereberes del valle del Guadiana, y más tarde de nuestra comarca, a la guerra santa para expulsar a los cristianos de Zamora. Consiguió reunir en nuestra tierra a una horda fanática de sesenta mil hombres, valiéndose entre otras artimañas de que era astrólogo aficionado y de que impresionaba a la multitud con juegos de manos, como uno en el que hacía rezumar agua de unas pajillas secas sujetas en su puño.

Aseguraba a sus tropas que en cuanto estuvieran ante las murallas de Zamora, éstas se derrumbarían por sus poderes. Al llegar ante la ciudad del Duero, envió un mensaje insolente al rey Alfonso III que, enfurecido, salió a su encuentro, aunque en un primer momento de la batalla se vio obligado a retirarse tras las murallas. Pero no se sabe por qué el cabecilla de los bereberes de la ciudad de Vascos abandonó al iluminado y pendenciero, Al-Quit, siguiéndole después otras fuerzas en la deserción.

El 10 de Julio de 901 fue derrotado por el rey leonés y su cabeza quedó colgada sobre una de las puertas de Zamora. Allí acabó la historia tragicómica de este hombre que engatusaba a sus ejércitos, reclutados en gran parte en las tierras de Talavera, con su verborrea, sus impolutos vestidos blancos y sus trucos.

Alfonso III

Otro musulmán talaverano llamado Abu Othman Caid Ben Haken Al Karashi fue rey de Menorca con vasallaje a Jaime I, al que parece que entregó la isla traicionando al reyezuelo anterior.

Nacido en Talavera en el año1205, además de justo y buen gobernante, fue hombre muy culto, escritor y poeta, con profundos
conocimientos de derecho y medicina. Había reunido en su corte una importante colección de libros científicos y allí acudían sabios musulmanes y cristianos a las reuniones de intelectuales que organizaba. Pero tenía por otra parte una negra fama de sanguinario, llegando en su cruel intransigencia a infligir penas de tortura y muerte a los que bebían vino o cometían otras faltas similares. También fue famoso en Al Ándalus un cadí o juez de Talavera que, a pesar de su cargo, vivía de lo que cultivaba con sus propias manos.