Ha habido muchos atentados contra el patrimonio talaverano difícilmente justificables, pero uno de los más absurdos fue hacer de la fuente y lavadero de Los Caños una infecta escombrera, destruyendo este elemento etnográfico y natural en las proximidades de Talavera.
Como es habitual en nuestra ciudad, se esperó a su ruina y destrucción para luego poner un rótulo de azulejos que dijera lo de «aquí estuvo»…
Hubo después un intento de ajardinar el paseo que va a la derecha de la carretera de Cervera, desde la gasolinera hasta el lavadero. Algunos de los árboles y arbustos plantados consiguieron arraigar pero luego el abandono se adueñó de nuevo de este paseo que podrían disfrutar los talaveranos, especialmente aquellos que viven en los barrios del norte del casco urbano, siempre un tanto asfixiados por la presencia de la vía del tren, que les dificulta el acceso al campo desde la ciudad.
Mi sugerencia va en el sentido de que se adecente el piso del paseo peatonal de acceso al lavadero, que se mejore la dotación vegetal del entorno, que se retiren los escombros acumulados sobre los juncales y la vegetación original del entorno del paraje, que se intente sanear la fuente para que fluya un mayor caudal y que se reconstruya el lavadero tanto en su techumbre, fácil de reproducir, como en la fuente y los lavaderos en los que tantas talaveranas hicieron su colada, desplazándose allí a pie o en caballerías con sus fardos de ropa y compartiendo alegría en este punto de encuentro y trabajo, y conversación.
Creo que el pequeño presupuesto para ello se lo puede permitir la ciudad y hay fondos que se pueden solicitar para hacerlo, tanto desde el punto de vista ambiental como desde el
Antiguo lavadero de Los Caños
patrimonial.