TIERRAS DE TALAVERA, HISTORIA DE UNA IDENTIDAD (5)
HACIA LA TORMENTA PERFECTA
Con el régimen democrático llegó la España de las comunidades autónomas. Talavera quedó incluida en la Comunidad de Castilla.-La Mancha pero estas nuevas fronteras artificiales vinieron a perjudicar gravemente los intereses de nuestra ciudad que, aunque era la segunda de la región en número de habitantes, no recibió desde el principio las fuertes inversiones que se inyectaron en otras ciudades que, tal vez por ser capitales de provincia, vieron como se asentaba en ellas la Universidad regional, en el caso de Ciudad Real, los tribunales de justicia en el caso de Albacete o los organismos oficiales que requería la capitalidad en el caso de Toledo.Por otra parte, muchos otros aspectos, desde el patrimonial hasta el deportivo o el cultural eran ampliamente respaldados por las autoridades regionales en esas ciudades con la creación de infraestructuras, mientras que la nuestra y su comarca quedaba siempre en segundo plano y marginada en todos los aspectos. Incluso, las actividades más indeseables se proyectaba establecerlas en la ciudad, ante el silencio cómplice de diferentes corporaciones que asumían con fruición todo aquello, por perjudicial que fuera, que se ordenara desde el partido en Toledo.
Y así, casi de forma simultánea, se proyectaron el parque de tiro de Anchuras, una planta de incineración de residuos en Cazalegas, un cementerio nuclear en Nombela y hasta se planteó la posibilidad de llevarse el agua del embalse de Azután hasta el Levante, sin que a los políticos se les moviera un pelo para impedirlo. Tuvo que ser el propio pueblo talaverano organizado en el colectivo “Nosotros Talavera” el que pusiera el grito en el cielo por las agresiones y la marginación de Talavera de la Reina que incluso veía como se quedaba sin campus universitario. Un campus que se hizo a regañadientes y que luego, a pesar de las escasas titulaciones ofrecidas mantiene una demanda muy superior a la de otros situados en capitales de provincia. Muchachos de toda la comarca natural de Talavera llegan a la ciudad a formarse ignorando las ridículas fronteras artificiales establecidas por las autonomías. Esas mismas fronteras que condicionan las comunicaciones de forma antinatural y así, conservamos carreteras tercermundistas para unirnos con La Vera, con la Jara “extremeña”, con el valle del Tiétar y la Sierra de San Vicente etc, porque la política de las diferentes autonomías es centrípeta en cuestión de comunicaciones. De forma que se mejoran las carreteras hacia el interior y las capitales de la comunidad autónoma, mientras instituciones regionales ignoran las vías que deberían comunicar las comarcas adyacentes de comunidades diferente.
Algo parecido sucede con el ferrocarril pues, aunque se hizo haciendo una autovía de los viñedos para comunicarnos con Tomelloso ¡¡? ?, los talaveranos deben utilizar líneas ferroviarias tercermundistas para llegar a Madrid, ciudad con la que Talavera se encuentra mucho más relacionada que con Toledo en todos los aspectos no burocráticos. También para este tema hubo de formarse una Plataforma del Ferrocarril ante la pasividad de las autoridades, locales, provinciales y regionales siempre atentas a las órdenes que venían de Toledo.
Don Fernando Jiménez de Gregorio dice que la geografía manda y la historia obedece y así quieren las gentes de la comarca que siga siendo, a pesar de los políticos. Gentes como aquel alcalde de Poyales del Hoyo que, ante la dificultad de acudir al hospital de Ávila atravesando los puertos, sugería poder utilizar el de nuestra ciudad diciendo: “Hagamos la provincia de Talavera y luego veremos en que autonomía nos metemos”, o la significativa actitud de los vecinos de la Vera Alta que, con la intención de presionar a las autoridades castellano-manchegas para mejorar sus comunicaciones, amenazaban con no comprar nada durante todo un mes en Talavera.
El tiempo ha demostrado la necesaria vinculación sanitaria del Valle del Tiétar o de Anchuras y actualmente son asistidos por el área de Talavera del SESCAM.
No contentos con ser cómplices de la marginación de Talavera, nuestros políticos locales y regionales han permitido también que nuestros ríos sean expoliados. El PP ha sido el gran felón del Tajo con el Memorandum aprobado por los populares en el senado y el Psoe quien permitió que se llevaran el Alberche a Madrid por un pacto de Barreda con Cristina Narbona a cambio de la tubería de la Mancha. También tuvieron que ser los propios ciudadanos los que se levantaran contra esta ignominia mediante la Plataforma en Defensa de los Ríos Tajo y Alberche.
Manifestación dela Plataforma en Defensa Tel tajo y el Alberche en 2009
Los políticos siempre descalifican y despachan con desprecio interesado cualquier protesta sobre la marginación de la ciudad o cualquier iniciativa para mejorar las relaciones con las localidades vecinas de otras comunidades mediante la acusación de “abertzalismo” o de actitudes provincianas, cuando precisamente lo que más ha perjudicado a Talavera de la Reina ha sido precisamente la creación de las provincias en 1833.
Esas provincias que en comunidades como Galicia o Cataluña ya han desaparecido prácticamente ante la comarcalización del territorio que allí se ha acometido, mientras que en Castilla-La Mancha seguimos erre que erre con la decimonónica y arbitraria división provincial.
Pues, decirte que me ha gustado mucho leer la historia, aunque triste, de la tierra de mis padres, abuelos y demás familia. Aunque nací allí, me vine para Andalucía muy chiquitina, esta es mi tierra, pero Talavera esta en mi corazón. Me dolió mucho ver lo dejada que estaba cuando fui hace 1 año…Es triste, pues mi madre siempre me contaba, que en sus tiempos, Talavera era como la capital y Toledo parecía mas pueblo, es cierto que ahora es al revés. A ella , que tiene muchas ganas de ir antes de morir, yo creo que le daría mucha tristeza ver tanta dejadez …y los políticos son los principales culpables de ello. Los Talaveranos/as deben luchar porque vuelva a relucir. Gracias
Gracias a tí por tu solidaridad
Justo en la diana, don Miguel.