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LOS ROMANOS y VISIGODOS SE DISPERSAN POR RÍOS Y ARROYOS

LOS ROMANOS y VISIGODOS SE DISPERSAN POR RÍOS Y ARROYOS

Nuevo capítulo de «Ríos de Historia» en la época final del Imperio Romano y el domino visigodo, que dispersan sus asentamientos por arroyos y afluentes

Capitel tardorromano de una villa romana junto al río Guadyerbas.
Capitel tardorromano de una villa romana junto al río Guadyerbas.

Los romanos a partir del siglo III después de Cristo comienzan a dispersarse por las tierras de la comarca y no solo habitan la ciudad de Talavera o Caesaróbriga y las grandes villas de la vega del tajo, sino que comienzan a crear asentamientos por toda nuestra tierra aprovechando especialmente las vegas de los ríos y especialmente en asentamientos rústicos a lo largo de pequeños arroyos de corriente continua.

Es curioso constatar la presencia de numerosos topónimos de lugares que se llaman  “los villares” “el villar” o “villarejo” y que se reparten por toda nuestra comarca y suelen localizarse  en ellos yacimientos tardorromanos que en muchos casos siguen después habitados tras las invasiones bárbaras por los visigodos. Muchos de ellos nos muestran los restos de basílicas que nos hablan de los primeros lugares de cultos cristianos. A los arqueólogos les ha resultado difícil distinguir la sucesión de estas fases de ocupación en este periodo de ruralización general que en muchos casos es difícil datar en una u otra época.

Simultáneamente la ciudad romana de Talavera va perdiendo su esplendor y donde antes había grandes había grandes templos o edificios públicos y las casas de la clase dominante se hallan restos de construcciones más modestas y decadentes, que utilizan en muchos casos los sillares y columnas de viejas construcciones para edificar construcciones más modestas.

SEPULTURAS ROMANAS DESCUBIERTAS POR LAS AGUAS EN LA DESEMBOCADURA DEL JÉBALO EN EL TAJO
SEPULTURAS ROMANAS DESCUBIERTAS POR LAS AGUAS EN LA DESEMBOCADURA DEL JÉBALO EN EL TAJO

De todos estos yacimientos tardorromanos, visigodos y paleocristianos hay buena muestra en todos los afluentes del padre Tajo. Es el caso de los asentamientos y necrópolis hallados en el entorno del embalse de Cazalegas y en el de sus arroyos tributarios de la sierra de San Vicente, especialmente en los arroyuelos cercanos a Bayuela, donde además parecen quedar restos de viejas presas para aprovechamientos de huertos y prados. Otra de estas presas se encuentra cerca del despoblado de Guadyerbas las Bajas, en un arroyo tributario. También a lo largo del Guadyerbas en su discurrir por los términos de Velada y Oropesa se hallan otros yacimientos como el cercano al Baldío, donde el autor encontró el capitel tardorromano que se muestra en la fotografía. En su afluente Riolobos, también de corriente continua se encuentran restos de habitación romana y las ruinas de un molino de aspecto muy antiguo, que para algunos podría remontarse a la época de la que venimos hablando.

Palomeque Torres describió en Los Navalmorales otros yacimientos romanos en el arroyo de los huertos y en el valle del Pusa también se han encontrado junto a sus orillas restos de villas y mosaicos.

En el valle del Sangrera hay varios “villarejos”y cerca de Torrecilla en su tributario Fresnedoso se localiza el Cerro de Los Moros donde se destruyó una gran necrópolis visigoda con restos óseos de gentes de buena envergadura y un jarrito de un asa como habitual ajuar de estos enterramientos, además de algún pequeña objeto personal como pendientes o brazaletes, aunque el gran hallazgo de estos materiales con verdaderas joyas se encontró junto a Carpio de Tajo.

Mosaico de la villa romana de Saucedo en Talavera la Nueva
Mosaico de la villa romana de Saucedo en Talavera la Nueva

También en el bajo Sangrera hay restos de buenas villas tardorromanas que han dejado sus cerámicas más toscas y su tégulas, esas gruesas tejas romanas, desperdigadas por los barbechos y con las que a veces se construían también las sepulturas.  Estos enterramientos están a veces hechos con lajas de pizarra o con lanchas de granito, otras con tejas y otras en sepulcros labrados directamente en la roca y que aunque se suelen situar en la alta edad media, el periodo inmediatamente posterior, a veces es difícil de determinar si ya existían en estos tiempos paleocristianos. Son los llamados “lucillos” que dan nombre a pueblos como Navalucillos, o el mismo Lucillos y de los que se encuentran ejemplares a lo largo del cedena, del Pusa y de otros arroyos comarcanos.

Un puente posiblemente romano salta el río Cedena junto a otro “villarejo”, Villarejo de Montalbán, en cuyo término se hallan también restos de asentamientos romanos. También hay restos de esta época en el Riscal de Velasco, que se eleva sobre el mismo río y una necrópolis en en lugar que tiene el sugestivo nombre de “El Prado de las Monedas” En término de Alcaudete y a las orillas del Jébalo se encuentra el yacimiento romano de la finca Los Villarejos y, más abajo, cerca ya del casco urbano se ha excavado otro importante yacimiento con mosaicos.

Sepultura tardorromana violada del Prado de las Monedas cerca de Los Villarejos, bajo el embalse de Alcaudete en el Jébalo
Sepultura tardorromana violada del Prado de las Monedas cerca de Los Villarejos, hoy bajo el embalse de Alcaudete en el Jébalo

En la cabeza del Conde, en las riberas del río Uso, que como otros yacimientos se nos muestra bajo el topónimo de “castrejón” suelen estar en sobre cerros y que probablemente aprovechaban además de los recursos agrícolas los pastos para ganadería e incluso una pequeña metalurgia de autoabastecimiento con el hallazgo de escorias de hierro e incluso un pequeño horno como el hallado junto al Guadyerbas en el yacimiento de El Rondal.

También en los valles del Pedroso, “Villar del Pedroso”, o en el paraje de la Oliva o en la finca La Argamasa y en otros lugares de la Jara más occidental se han encontrado restos similares.. Cerca de su desembocadura se pueden ver los restos de la calzada romana que discurría por la orilla sur del Tajo.

EL TAJO NEOLÍTICO, DE LA SERIE RÍOS DE HISTORIA (3)

 

POBLANDO LA VEGA HACE 8000 AÑOS

Los primeros agricultores del valle del Tajo, el neolítico en nuestra comarca. Dentro de la serie Ríos de Historia

La vega de Talavera fue poblada desde la prehistoria por su fertilidad La vega de Talavera fue poblada desde la prehistoria por su fertilidad

El Padre Juan de Mariana, nuestro paisano y “padre de la Historia”, como le llamaba Pérez Galdós, escribe que Talavera “Está sentada en un valle de cuatro mil pasos de anchura… que cortan muchos ríos de amenísimas riberas, entre ellos el Tajo, célebre por sus arenas de oro, por su extenso cauce y por los muchísimos arroyos que le dan tributo. Besan hacia el norte las aguas de este río las firmes murallas de aquel antiguo municipio…”.

El Padre Tajo ha sido siempre el principal referente geográfico de Talavera. Primero el vado y más tarde el puente, además de la estratégica confluencia de cañadas y caminos, condicionaron sin duda el nacimiento y crecimiento de nuestra ciudad. Vamos a ver en esta serie de artículos hasta qué punto los ríos forman parte de nuestra historia y nuestra cultura.

Hace siete u ocho mil años, con un clima más suave tras el deshielo de los glaciares y el descenso de los ríos como nuestro Tajo, desaparecen algunas especies de grandes animales y de plantas, y nacen nuevas formas de explotación y de ocupación del territorio y de sus recursos.

Pequeña hacha pulimentada votiva

A nuestra comarca llegó tarde el neolítico, un periodo definido básicamente por el cambio producido en el sistema económico. Los clanes paleolíticos ambulantes cazaban o simplemente recolectaban, sin aportar nada a cambio ni modificar el medio. La domesticación de las plantas y de los animales supuso la posibilidad de obtener alimento con más facilidad, su almacenamiento para los períodos de carencia y la posibilidad de generar un excedente, que «revolucionó» a todos los niveles la sociedad pues dejó más tiempo para el ocio o la artesanía. El desarrollo de la cerámica proporcionó una mejora en la alimentación y la cocción, además de ser un testigo inestimable para la investigación además de utilizarse nuevas técnicas aplicadas a la piedra, el hueso y el asta. La cultura material del neolítico también nos dejó las hachas de piedra pulimentadas y aunque muchas de las halladas pertenecen a culturas posteriores de la edad del cobre o del bronce, son las mismas que en nuestros pueblos denominan “piedras de rayo”, por la creencia popular de que son rayos petrificados que quedan bajo tierra al caer.

Menhir del Guadyerbas, en término de Oropesa hoy desaparecido tras caer al suelo cuando fue excavada su base excavado Menhir del Guadyerbas, en término de Oropesa hoy desaparecido por sustracción tras caer al suelo cuando fue excavada su base. Tiene una serpiente grabada y se perciben en la foto las «cazoletas»

Así pues decíamos que el proceso de neolitización hasta llegar a nuestra tierra es lento y consecuencia de una irradiación desde los focos meridionales y atlánticos de la península ibérica hacia el interior aprovechando como vías de penetración los cursos de los ríos como el padre Tajo y sus afluentes,

Curiosamente en nuestra zona, las áreas de ocupación donde se han encontrado restos no son las mejores desde el punto de vista agrícola, sino que se instalan en zonas a veces intrincadas y no muy aptas para el cultivo, lo que nos inclina a pensar una preferencia por la actividad ganadera sobre la agricultura, una constante que seguiremos viendo en nuestra historia. Así sería la situación de las cuevas o abrigos en la confluencia del Ibor-Tajo y en zonas ribereñas de Calera en el reculaje de Azután o en las orillas del Tajo, donde el embate de las aguas del embalse de Valdecañas ha descubierto, en el interior de abrigos graníticos, algunas muestras escasas pero bastante significativas de cerámicas, industria lítica y pesas para las redes de pesca que se enmarcan dentro de las tipologías neolíticas tardías que conectarían a esta zona con el mundo del neolítico del occidente peninsular.

Restos de alimentos han aparecido en varios de estos yacimientos mencionados, tales como cebada, trigo, centeno, avena, leguminosas y frutos como castañas, bellotas y aceitunas silvestres. En cuanto a animales están representados el cerdo, oveja, cabra y vaca así como restos de productos de la caza y pesca.

Menhir llamado de Parrillas hoy desaparecido por sustracción. Dibujo del libro de Primitiva Bueno sobre el megalitismo extremeño

 

Grabado por piqueteado de un ciervo en la estación rupestre del Martinete junto al río Jébalo[

EL RÍO DE LOS PRIMEROS TALAVERANOS. DE LA SERIE «RÍOS DE HISTORIA» (1)

EL RÍO DE LOS PRIMEROS TALAVERANOS

Terrazas del Tajo en la Barranca de la Media Luna Terrazas del Tajo en la Barranca de la Media Luna

El Padre Juan de Mariana, nuestro paisano y “padre de la Historia”, como le llamaba Pérez Galdós, escribe que Talavera “Está sentada en un valle de cuatro mil pasos de anchura… que cortan muchos ríos de amenísimas riberas, entre ellos el Tajo, célebre por sus arenas de oro, por su extenso cauce y por los muchísimos arroyos que le dan tributo. Besan hacia el norte las aguas de este río las firmes murallas de aquel antiguo municipio…”

El Padre Tajo ha sido siempre el principal referente geográfico de Talavera. Primero el vado y más tarde el puente, además de la estratégica confluencia de cañadas y caminos, condicionaron sin duda el nacimiento y crecimiento de nuestra ciudad. Vamos a ver en esta serie de artículos hasta qué punto los ríos forman parte de nuestra historia y nuestra cultura.

UN POCO DE GEOLOGÍA DEL RÍO

Terrazas del Tajo cerca de Las vegas de Pueblanueva Terrazas del Tajo cerca de Las Vegas de Pueblanueva

El valle por el que discurre el Tajo se limita por las elevaciones y barrancas del Cerro Negro al sur y por la pequeña sierrecilla de El Berrocal, con las elevaciones de Mejorada y Segurilla, al norte.

Como su nombre indica, El Berrocal es un paisaje granítico que se corresponde en su geomorfología labrada hace dos mil ochocientos millones de años, con la era geológica conocida como precámbrico. Es continuación hacia el oeste de la Sierra de San Vicente y resulta de un sistema de fractura alpina relacionado geológicamente con Gredos.

Esta imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es 2.-BIFACES-PALEOLÍTICO-INFERIOR.jpg Útiles paleolíticos de las terrazas del Tajo

La mayor parte de las rocas graníticas que lo conforman han ido sufriendo el modelado de los agentes externos, como vientos, lluvia, cambios de temperatura, que han conseguido formar los típicos bolos, pilancones, taffonis y piedras caballeras, característicos del paisaje de las inmediaciones de La Portiña o de Santa Apolonia, Mejorada, El Casar o Gamonal.

Nos vamos ahora a la otra orilla del Tajo y damos un salto en el tiempo. Hace unos veinticinco millones de años, durante el final del Terciario, se formaron los rellenos sedimentarios de las fosas que habían originado los plegamientos alpinos, es decir se elevan las sierras graníticas de nuestro entorno y los valles formados se rellenan de sedimentos

Por entonces el clima es en nuestro ámbito árido-seco. Las lluvias son irregulares pero torrenciales y consiguen que desde los grandes macizos montañosos se arrastren sedimentos que quedarán depositados en las cuencas. Así se formaron las elevaciones del Cerro Negro, esos estratos de arcosas de hasta cien metros de altura que conforman las alturas que, al sur de Talavera, limitan el valle del Tajo. Esos sedimentos se modelaron después por la erosión de las corrientes de agua y formaron cárcavas y barrancos como los de El Águila, la Media Luna o el Cerro Negro.

Las arcosas y subarcosas que constituyen el material de estas elevaciones, en las que se ha excavado fácilmente el polvorín del Cerro Negro y sobre las que se ha trazado el magnífico circuito de motocross, son de color claro, amarillento o grisáceo y entre ellas se han encontrado ya algunas muestras de la fauna de finales del terciario, concretamente en el arroyo de Lientes, donde se han documentado huesos de roedores, tortugas y cocodrilos de esa época prehistórica.

Hace tres millones de años, en el periodo conocido como Villafranquiense, con clima seco y frío, se forman rampas suaves y colgadas hasta a doscientos metros de altura sobre los cauces fluviales actuales, se trata de las llanuras que en Talavera podemos contemplar si nos dirigimos hacia el sur por las carreteras de La Jara después de subir las barrancas antes aludidas y que conocemos con el nombre de rañas. Las arcillas de color rojo y las cuarcitas, esos característicos cantos más o menos rodados, son los materiales más característicos de estas rañas, muy habituales en el paisaje jareño.

Y nos venimos ahora hasta hace dos millones de años, cuando comienza la era cuaternaria. Durante ella se alternan periodos fríos con otros más suaves en los que se deshielan los glaciares, aumentando el caudal de los ríos. Podemos imaginar un enorme río Tajo al comienzo de los deshielos con una profundidad de cien metros a su paso por el actual territorio talaverano. Esos periodos sucesivos de inundación provocaron lo que se conoce con el nombre de terrazas fluviales formadas cuando el río bajaba de caudal, abandonaba el nivel anterior provocado por el deshielo y labraba un cauce nuevo a otro nivel inferior. Y así se formaron los once niveles o terrazas que han querido ver los geólogos, aunque las han resumido en cuatro:  la terraza de los 5-7 metros, la de los 15-20, la terraza de los 45-55 metros en la que ya aparecen restos de herramientas elaboradas por la mano del hombre en el paleolítico inferior, y por último la terraza de los 95-100 metros o más. Estas terrazas se localizan en ambas riberas pero se identifican con mayor claridad en la orilla del lado sur del río.

Recreación del despiece de un ElePhas Antiquus en el museíllo de los yacimientos arqueológicos de El Bercial Recreación del despiece de un Elephas Antiquus en el museíllo de los yacimientos arqueológicos de El Bercial, en Alcolea de Tajo

Los primeros tres o cinco metros actuales del cauce del Tajo se consideran como aluviales o formados por la hidrodinámica más reciente del río. Las gravas, cantos, arenas y limos arrastrados por la corriente son los materiales que constituyen estos estratos cuaternarios y que se aprovechan actualmente en las graveras talaveranas.

El hombre deja las primeras huellas de su existencia en las herramientas realizadas sobre esos cantos rodados que se han localizado en varios yacimientos de la zona. Con esas herramientas del ser humano también aparecen restos de grandes animales cuaternarios como el Bos Primigenium, o el Elephas Antiquus, enormes toros o elefantes que convivían con nuestros paisanos del paleolítico

21 FOTOS MÁS DE INUNDACIONES EN TALAVERA ( y 2)

El río Alberche desbordado en la presa de Cazalegas

Vamos a conocer otra serie de fotos de inundaciones en Talavera. En la entrada anterior vimos algunas fotos de inundaciones del Tajo y otras provocadas por el arroyo de La Portiña. Hoy comenzamos con esta de la presa del Alberche a punto de desbordarse en el embalse de Cazalegas.

Otras fotos son de la entrada este de Talavera, siempre inundada cuando las crecidas del Alberche llegaban a un Tajo con gran caudal e inundaban la entrada oriental de la ciudad desde el puente del Alberche hasta los jardines del Prado y la Alameda.

El Centro Regional de Salud Pública inundado con la Nacional V

CIMASA, comercial mecánico agrícola era un establecimiento que se inundaba con frecuencia en las crecidas del Tajo

Cimasa, «la ILTA» e INMONTA inundadas a la entrada de Talavera

CIMASA y la Nacional V inundadas

Entrada oriental de Talavera por la nacional V durante una inundación

El Tajo desbordado

El Tajo con enorme caudal por el puente Viejo

El Tajo desbordado con el tejar de Ruiz de Luna delante

El kiosko de Valerio y la Alameda inundados

Inundaciones en la plaza de la Trinidad a principios del siglo XX. Detalle

Otra serie de fotografías pertenecen a lugares y momentos en los que se inunda la parte occidental de Talavera por las crecidas del arroyo de la Portiña.

Rescates en la inundaciones de la Portiña en el Puente de la Villa

Quiosco de puente de la Villa y calle San Gines al fondo

Inundación de La Portiña por la calle del Carmen

Inundaciones de La Portiña

Inundaciones de La Portiña en la zona norte de Talavera

Inundaciones de La Portiña por la zona de la carretera de Cervera

Inundación de la Portiña

La carretera inundada por la Portiña de San Miguel

Inundación en la Portiña de San Miguel, puente de la Villa  y plaza de la Cruz Verde

Inundaciones de la Portiña

INUNDACIONES DEL TAJO y LA PORTIÑA (I)

INUNDACIONES DEL TAJO

Hay un dicho talaverano que nos enseña que:

Si el Alberche y el Tajo se amistan, ¡Talavera Dios te asista!

Y es que antes del infame trasvase Tajo -´Segura, nuestro río era un verdadero río con el régimen normal de crecidas y estiajes que hacía que el río más largo de España tuviera su régimen natural.

El dicho viene a confirmar lo que casi siempre ha sucedido, que cuando se simultaneabann la crecida del Tajo con grandes deshielos en Gredos que aumentan el caudal del Alberche, éste al llegar a la confluencia con el Tajo no puede desaguar y la corriente se dirigía por la antigua Nacional V hasta Talavera por el menor nivel del cordel paralelo a la misma y se inundaba toda la zona de entrada a nuestra ciudad. en torno al actual hotel Ébora

Telesforo con su barca en la zona de huertas a la entrada de Talavera
Telesforo con su barca en la zona de huertas a la entrada de Talavera

 

Telesforo con su barca junto a la gasolinera Edán
Telesforo con su barca junto a la gasolinera Edán

Inundación en la plaza de la Trinidad a principio de siglo. Se ve al fondo todavía en pie el convento trinitario
Inundación en la plaza de la Trinidad a principio de siglo. Se ve al fondo todavía en pie el convento trinitario

Las calles de Talavera inundadas a mediados del siglo pasado
Las calles de Talavera inundadas a mediados del siglo pasado

También el arroyo de La Portiña y otros afluentes menores llegaban a tener tal caudal que inundaban especialmente las zonas más bajas de la Portiña de San Miguel a la entrada de la calle San Ginés. De pequeño yo he visto correr como un río la calle de Santo Domingo impidiendo ir a los niños al colegio.

Confluencia de la calle San Ginés con la Portiña de San Miguel inundadas
Confluencia de la calle San Ginés con la Portiña de San Miguel inundadas

Rescate de unos vecinos en una inundación
Rescate de unos vecinos en una inundación

Rescate de vecinos junto al inicio de la calle san Ginés
Rescate de vecinos junto al inicio de la calle san Ginés

Presentamos hoy una primera serie de fotografías de inundaciones en Talavera de cuando nuestros ríos eran verdaderos ríos y no habían sido expoliados.

HIPÉRBOLES SOBRE EL TRASVASE

Hipérboles sobre el trasvase

Magnífico y documentado artículo aparecido en «Acuademia» sobre las mentiras habituales en cuanto a las necesidades hidrológicas de Murcia y el trasvase. Autor anónimo (se supone)

El río Tajo cuando era el río Tajo
El río Tajo cuando era el río Tajo

Martes, 8 de marzo de 2016

Presume la «plataforma ciudadana por el trasvase Tajo-Segura» de pagar el agua trasvasada «a precio de agua de manantial embotellada con denominación de origen». ¿Cómo es esto posible? Si fuera cierto no harían falta ni trasvases ni desaladoras; bastaría que los regantes compraran el agua en los supermercados. Sin embargo, la tarifa del trasvase es 0,097318 €/m³ para riegos, que por litro queda 0,000097318 €/l. ¿Dónde se pueden comprar 100 litros de agua de manantial embotellada por 1 céntimo de euro?

Ésta es una de las características exageraciones que blasonan el discurso trasvasista. Sobre el precio del agua también indican que la «pagan a precio de oro», o que ese el agua de regadío «más cara de España». Sin llegar a considerar el precio pagado en las Islas Canarias, en las proximidades del trasvase se paga el agua para regadío más cara, por ejemplo los regadíos que se abastecen desde Valdelentisco (más de 0,50 €/m³).
Otras estridencias se arguyen al justificar «la rentabilidad» del trasvase, «pilar de la economía de la zona», como el peso del PIB, los puestos de trabajo generados, base de las exportaciones, etc. Incluso contratan a una «prestigiosa consultora» para que realice un informe glosando los beneficios del trasvase mediante una equívoca metodología que, entre otros aspectos, no considera las afecciones negativas del trasvase, realiza cuestionables agregaciones de diferentes sectores, o realiza una sensibilidad de la producción del agua trasvasada que contradice la propia evolución del PIB. Sin embargo, este estudio ha sido ampliamente difundido e interiorizado por los medios de comunicación afines, que periódicamente citan y publican sus conclusiones sin cuestionarlas.
También se dice que el trasvase da abastece a 2,5 millones de habitantes, cuando además de tener recursos propios en la cuenca para su abastecimiento (véase la entrada El trasvase Tajo-Segura en el abastecimiento urbano según el Plan del Segura), el trasvase destinado para beber no es suficiente para atender esa población (véase la entrada El Trasvase Tajo-Segura y el abastecimiento de las poblaciones de Murcia y Alicante). O que sin el trasvase no habría turismo en el Sureste (¿cómo puede haber turismo en las Islas Canarias si no tienen trasvase?).
Si es para reforzar las bondades del trasvase o lo sufridos y maltratados que son sus beneficiarios, cualquier fantasía es admitida, con el añadido de que cala hondo en el sentimiento trasvasista. Son «verdades» asumidas, mantras, que no requieren justificación. Quien se plantee cuestionarlas será un «antitrasvasista». Así ha calado en la Administración.