FÓSILES Y CURIOSA GEOLOGÍA EN EL CAMINO DE GUADALUPE
En el territorio que venimos recorriendo con el Camino Real de Guadalupe podemos disfrutar también de un curioso paisaje geológico y de hermosos parajes donde la naturaleza deja ver su evolución de millones de años. De hecho se ha creado el Geoparque de Villuercas y La Jara con rutas señalizadas diversas para conocer todo este patrimonio tan peculiar. Comenzaremos por dar unas pinceladas sobre el relieve dominante conocido como relieve apalachense y luego visitaremos el museo de Navatrasierra donde además de ver su magnífica colección podremos obtener información sobre los recorridos establecidos en el Geoparque
EL RELIEVE APALACHENSE
Ya desde el puerto de Arrebatacapas sobrecoge el paisaje de montañas afiladas en impresionantes cresterías que se suceden en cordilleras paralelas y que constituyen la constante geológica más característica del paisaje de estos montes que se reparten en cinco sierras paralelas en cuyos encajados valles discurren los ríos que desaguan hacia el norte, en el Tajo o en dirección sur, hacia el Guadiana. Estos antiquísimos relieves se formaron cuando sobre antiguos fondos de los mares que invadían esta zona en la Era Primaria, que son el origen de la abundancia de fósiles que podemos hallar en sus pizarras y cuarcitas, actuaron grandes presiones tectónicas que plegaron esos sedimentos marinos formando las sierras paralelas que hoy contemplamos. Más tarde se produjeron nuevos plegamientos sobre las estructuras más blandas formadas por pizarras, lo que ocasionó el encajamiento de los valles que, como comprobaremos en nuestro viaje, son en algunos casos especialmente cerrados, lo que ha ocasionado la formación de ecosistemas con una vegetación característica condicionada por los microclimas de las umbrías casi permanentes.
Las cumbres de cuarcita, a causa de los efectos causados por las heladas y deshielos de épocas geológicas más frías, se fueron deshaciendo en numerosas pedreras que ocupan extensas zonas de las laderas serranas y que también constituyen una peculiaridad muy característica de estos paisajes, junto con las rañas de las que más tarde hablaremos.
UN MUSEO DE FÓSILES EN LA JARA
EL MUSEO DEL GEOPARQUE DE VILLUERCAS EN NAVATRASIERRA
He tenido la oportunidad de visitar el museo de fósiles y de interpretación de la particular geología de las Villuercas en un pueblo jareño actualmente en la provincia de Cáceres, Navatrasierra.
Este pueblecito serrano se halla en pleno Camino Real de Guadalupe y es entidad local menor dependiente de Villar del Pedroso, pero con sus apenas 180 habitantes ha potenciado tanto este recurso como el camino de peregrinación y otras iniciativas. Un paseo hasta allí es sumamente agradable y podremos entre otras cosas disfrutar de las impresionantes vistas desde el puerto de Arrebatacapas o la naturaleza agreste de los valles del Gualija o el Guadarranque, pero dejaremos para otro día todos esos atractivos cuando vayamos analizando los recorridos por el Camino de Guadalupe.
Accederemos por Puente del Arzobispo, Villar del Pedroso Carrascalejo para, después de pasar el puerto, encontrarnos ya en Navatrasierra, pueblecito que aún conserva algunos elementos de la arquitectura popular de pizarra y cuarcita y en cuyo subsuelo se han hallado por los propios vecinos en obras y excavaciones muchos de los fósiles exhibidos y donados por ellos. Muchos de ellos, especialmente los trilobites son de gran tamaño, hasta de 20 centímetros.
El museo se encuentra abierto viernes y sábado y las mañanas de los domingos y un joven geólogo explica de manera divulgativa y sencilla los secretos del relieve apalachense, uno de los geológicamente más antiguos y que da sus características formas al relieve de esta zona con sus empinadas sierras paralelas y sus cresterías en las cumbres que en realidad son fondos marinos elevados hace quinientos millones de años por grandes presiones tectónicas entre los dos continentes primigenios.
Además de la magnífica colección de fósiles se exponen gráficos y un audiovisual didácticos y atractivos que hace que esta visita valga la pena para después disfrutar del entorno por las muchas rutas del Geoparque de las Villuercas cuyos planos también te facilitan en el museo. Después podremos refrescarnos y tomar alguna tapilla en los bares de la localidad.