LOS POZOS NUEVOS DE VALDEVERDEJA
Al sureste del casco urbano de Valdeverdeja, a menos de dos kilómetros se encuentra un conjunto etnográfico de gran interés. Una senda recorre la mayoría de las decenas de pozos que servían para lavar a los habitantes de Valdeverdeja. También eran utilizados a veces como fuente de agua potable para los verdejos que la trasportaban al pueblo a lomos de caballerías, como también llevaban la ropa que era necesario lavar. Es un territorio de granito degradado en cuyo subsuelo se acumula el agua en no mucha cantidad, pero suficiente para las necesidades de una familia e incluso en alguna ocasión cultivar si había la tierra necesaria algún pequeño huertecillo.
Se trata de un curioso paraje donde a un lado y otro del arroyo vamos observando la existencia de numerosos pozos con el brocal de granito. Algunos de ellos tienen en la tapa de hierro con cerradura y a veces en sus pilas o en la propia tapa las iniciales grabadas de sus dueños. Junto a las pilas algunos de ellos presentan unas a modo de pequeñas mesitas alargadas de piedra donde se tendía y golpeaba la ropa. Varios de estos pozos tienen incluso una pequeña casa de mampostería.
La tipología más frecuente de estos pozos cuenta con el pozo, la pila granítica con una o dos superficies de frotado, la mesa de piedra, un muro de un metro y medio de altura que protege el conjunto y el suelo empedrado al menos en torno del pozo. Otro tipo menos frecuente está cubierto y se accede al brocal por una abertura vertical como se ve en la fotografía.
Por último hay tres o cuatro construcciones techadas en bóveda de unos seis metros cuadrados de planta donde podían hacer noche o guardar los aperos.
Hay también un huerto con una fuente cubierta y, más arriba, un pozo de mayores dimensiones obra del ayuntamiento en el año 1936 y de uso comunitario.
Al final del recorrido el sendero conecta con el camino carretero de los grandes molinos del Tajo llamados de Los Rebollos y también se pasa por varios molinillos de arroyo de diferentes tipologías, pero de eso hablaremos otro día.