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EXCURSIÓN POR LA GARGANTA FERNANDINA, AFLUENTE DEL ALBERCHE

Cruz y ameal en Navatalgordo

En el paseo de hoy partiremos de Navarrevisca hacia el paraje de El Pontón, donde junto a un viejo puente de piedra se encuentran los restos de una antigua instalación textil.

Fuente de Valdehierro

Seguimos el sendero paralelo a la garganta Fernandina entre agradables arboledas ribereñas y pasando junto a un gran bloque granítico aislado conocido como La China. Llegamos a la confluencia con el Alberche, donde tablas de agua y bosques de alisos nos invitan a descansar.

El Alberche en el tramoque recorremos en esta excursión

En la otra orilla están los restos arruinados del molino del Hierro. A continuación subimos en dirección oeste hasta dar con una senda que bordea a cierta altura la ribera sur del Alberche en un agradable paseo con buenas vistas y pozas donde si lo deseamos podemos pescar o darnos un chapuzón.

Puente de Valdehierro

En el paraje conocido como La Puente hay un merendero donde podremos comer y otras pozas para bañarse. Después tenemos dos opciones para volver, o subir por la carretera hasta el camino que nos lleva a Las Majadillas, donde hay magníficas muestras de arquitectura popular navalosera, o tomar un camino desde el puente que asciende en dirección sur para bajar después hacia la garganta Fernandina por un camino que sigue un trayecto paralelo al arroyo de Pedro Calvo, que desemboca en la misma.

Ermita de San Pedro en las elevaciones cercanas a Serranillos

Hay algunas rutas de interés desde esta localidad. Una de ellas sube hasta la ermita de San Pedro, una construcción en ruinas que conserva una curiosa bóveda granítica y que para algunos es una construcción anterior que alojaba una casa fortificada de los templarios. Hasta ella sube una pista asfaltada que parte desde la carretera que va de Serranillos a Navarrevisca y que también nos permite llegar hasta los repetidores y antenas, desde donde es impresionante la vista panorámica del valle del Alberche.

Praderas y arboledas jalonan el paisaje por donde trascurrimos

ALBERCHE (9), SERRANILLOS Y NAVARREVISCA

Serranillos

Vamos siguiendo el curso del Alberche, que por su orilla izquierda sigue perteneciendo al término de Navalosa, hasta llegar al pinar que lleva el nombre de este pueblo. Se recorre un cauce de gran belleza con numerosas pozas como el llamado charco del Negrito y pequeñas cascadas con algunos molinos en su ribera como el de los Brazos y el de Valdehierro, o alguna aldeíta despoblada como la de La Horadada. Las riberas cuentan con abundantes fresnos y alisos y en el tramo final son también numerosos los nogales. Además, podemos encontrar los restos de los tajamares de dos pontones, uno frente a La Horadada, al final del recorrido de hoy, y otro junto al paraje conocido como de Las Juntas.

Paisajes del alto Alberche desde la ermita de San Pedro en Serranillos

El final de este tramo ya se encuentra en término de Navatalgordo, población con una iglesia rematada con espadaña y algunos edificios de arquitectura tradicional de cierto interés que en las afueras cuenta con al ermita de Nuestra Señora de la Canaleja, de donde parte el camino que desciende hasta el río en la zona del despoblado de La Horadada

Talanquera o cerradura de madera en Navatalgordo

En la orilla sur desemboca un importante afluente del Alberche, la garganta Fernandina, que confluye con él en la zona conocida como Las Juntas, dejando una isla entre ambas corrientes. Esta garganta viene desde el puerto de Serranillos, uno de los más transitados históricamente después del puerto de El Pico. Es muy agradable el descenso de este puerto de Serranillos, al que se accede desde el valle de las Cinco Villas. Mientras bajamos, vamos contemplando hermosos prados junto al arroyo que dan a la zona un aspecto un tanto “asturiano”.

Subida al puerto de Lagarejo desde Serranillos
Paisaje del puerto de Lagarejo

Son varias las interesantes fiestas que tienen lugar en Serranillos, como la romería de San Felipe, en la que se unen los vecinos de Serranillos y los de Navalosa en el paraje de Navalvaos, y allí las parejas de novios ruedan abrazados por una pradera. En Santa Águeda las mujeres son las que mandan en el pueblo pues ésta es una fiesta que deriva de las celebraciones paganas de la “matronalia” romana, posteriormente cristianizadas. Como en el cercano pueblo de San Esteban del Valle, también aquí se celebra el “Vítor”, en el que elementos como los caballos, la devoción y la fiesta se unen en una celebración participativa.

La variada y sorprendente flora de Gredos

Serranillos es un pueblo que tradicionalmente, por su condición de lugar de paso, se ha dedicado al comercio. Muchos de sus vecinos se ocupan desde antiguo en la venta ambulante, los llamados “semaneros”, que iban con sus productos agrícolas a las localidades vecinas, vendiendo las patatas, cerezas, manzanas, y las aceitunas o encurtidos, cuya producción es importante por hallarse radicada una empresa para su elaboración en el pueblo, donde, basada en sus magníficos productos naturales, se puede disfrutar también de una buena gastronomía.

Iglesia parroquial de Navarrevisca

Navarrevisca es el siguiente lugar que se sitúa aguas abajo de la Garganta Fernandina. Se trata de otra pintoresca localidad, cuyo nombre podría significar Nava, o sea llanura húmeda, o de la charca. Su iglesia parroquial recién restaurada y su ermita del Humilladero son los elementos principales de su patrimonio, pero en el entorno cuenta también con los sepulcros rupestres o “lucillos” de época visigoda o altomedieval del paraje de las Mesas y la ermita ya referida de San Pedro.

La garganta se rodea de un bosque de ribera más denso, con alisos, castaños, robles y fresnos que acompañan a la corriente hasta llegar a su desembocadura en el Alberche, en el paraje de Las Juntas, cerca de donde podemos ver el molino de Valdehierro. A la salida de Navarrevisca se encuentra el llamado Pontón y junto a él una fábrica en ruinas que se dedicó a las hilaturas de lana y estaba movida por energía hidráulica.

Desde Navarrevisca se han señalizado varias rutas de senderismo con interés paisajístico, dos de las cuales bajan hasta el Alberche siguiendo por ambos lados la garganta Fernandina. En el entorno inmediato del pueblo podemos pasear hasta el mirador de Las Sildas, a la ermita y fuente de San Antonio o al paraje de La Narria con su majada y un potro de herrar.