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EL GUADYERBAS Y MONTESCLAROS

EL GUADYERBAS Y MONTESCLAROS

Rollo jurisdiccional de Monesclaros

La orilla norte del río discurre por los territorios de Montesclaros, pueblo rodeado de alcornoques y encinas de gran porte con un bosque mediterráneo muy ameno, además de un robledal que pocos conocen. Nos podemos acercar a este pueblor desde el mismo río Guadyerbas por un cordel amojonado y volver haciendo la ruta de la Cal que también podemos encontrar en este blog. El arroyo Nahínos tiene unas riberas muy agradables para pasearlas entre bosque y algunas chorreras y pequeñas cascadas.

LA RUTA DE LA CAL

Uno de los hornos de Montesclaros

Desde el embalse de Navamorcuende el Guadyerbas entra en paisajes menos serranos,, más adehesados y tras pasar por las proximidades de la ermita de Guadyerbas y Sotillo desciende hacia el llano paralelo a la Cañada Leonesa Oriental, por lo que ese recorrido podéis verlo reflejado en dos de los enlaces de este mismo blog que os adjunto a continuación.

https://lamejortierradecastilla.com/por-el-guadyerbas-y-sotillo-de-las-palomas/

https://lamejortierradecastilla.com/canada-leonesa-oriental-vi-hacia-velada-por-sus-llanos/

Montesclaros nos recibe con su monumento que recuerda un record guiness y una fiesta tradicional en la que se cuelgan cáscaras de huevo del rollo jurisdiccional de la plaza.

Iglesia parroquial de Montesclaros

El rollo simboliza el privilegio de villazgo de Montesclaros, que hasta finales del siglo XV solo se conocía como un paraje con referencias como lugar de caza ya en tiempos de Alfonso XI.

Crucero gótico juno a la ermita de San Sebastián

El territorio queda vinculado al conde de Benavente y luego a su hija Juana Pimentel la conocida como Triste Condesa por la ejecución de su marido don Álvaro de Luna, pero es  su hija María de Luna quien da carta fundacional a Montesclaros en 1491 y es poblada con quince vecinos de Navamorcuende que labrarán aquellos montes y Alijares y se asentarán junto al camino de Castilla, en el portezuelo que estaba siendo azotado por la presencia de salteadores.

Monumento con la carta fundacional y recuerdo del Guiness de los huevos que se colgaron en la fiesta

La arquitectura popular de Montesclaros es granítica similar a la de El Berrocal y la sierra de San Vicente con viviendas sencillas de vanos pequeños y muchas de ellas enjalbegadas. Hay algunas que tienen largos perfiles con tejados prolongados.

Arquitectura popular en Montesclaros

Queda todavía un edificio que fue propiedad del señor de Montesclaros donde parece que residió su administrador.

Casona del señor de Montesclaros

El rollo aludido se levanta cuando Montesclaros se hace villa en el siglo XVI y tiene el escudo de los Mendoza.  El rollo está un tanto deteriorado pues aunque se percibe una inscripción del siglo XIX y el escudo, sus canes y pináculo están muy erosionados.

Detalle del rollo de Montesclaros

Queda también una fuente abovedada de granito junto a la iglesia que es muy parecida a las que hay en La Iglesuela.

Fuente abovedada de Montesclaros

La iglesia parroquial de nuestra Señora de los Remedios está construida también en sillería de granito. Es de estilo gótico con bóveda de crucería en el ábside y presenta el aspecto que tienen tantas iglesias de la zona de repoblación abulense. En su retablo se representa, entre otras, una pintura sobre el martirio de Santa Águeda cortándole los pechos con tenazas.

Martirio de Santa Águeda en el retablo de la iglesia de Montesclaros

Es la patrona de las enfermas de cáncer de mama y también de Montesclaros, y se le hace una fiesta en la que en la puerta de cada casa se encienden hogueras nocturnas ycon actos religiosos y procesión de gran predominio femenino, como suele ser en todas las celebraciones de esta santa que en algunos lugares las hacen proceder de las antiguas fiestas de la matronalia romanas

La ermita de San Sebastián tiene restos góticos y un bonito crucero de la misma época. En la iglesia hay una imagen de San Sebastián que bien podría pertenecer a esta ermita.

Imagen de San Sebastián en la iglesia parroquial

Desde ella parte la ruta que une todos los hornos de cal de Montesclaros y la cantera de la que salió el mármol para esculpir las fuentes de Cibeles y Neptuno como describimos en el enlace antedicho de la ruta de la Cal.

Ermita de San Sebastián en Montesclaros

ROLLOS DE LA COMARCA (2) BAYUELA, PELAHUSTÁN Y MONTESCLAROS

ROLLOS DE LA COMARCA 2

BAYUELA, PELAHUSTÁN Y MONTESCLAROS

Rollo de Castillo de Bayuela

Hoy vamos a referirnos otros tres rollos que se encuentran en la Sierra de San vicente y El Berrocal.

El primero de ellos es el más monumental de ellos y se encuentra en Castillo de Bayuela, capital de un extenso señorío en la sierra que abarcaba también las localidades de Hinojosa, Garciotún, Nuño Gómez, Marrupe y El Real de San Vicente.

Es de estilo gótico renacentista de finales del siglo XVI y se asienta sobre un basamento de cuatro gradas y su fuste es de una sola pieza de granito de considerable longitud y sobre él el remate con canecillos de faz monstruosa y sobre ellos otro tramo con el escudo señorial de los Mendoza, a quien perteneció el señoríos después de ser del condestable Ruy Lope Davalos y don Álvaro de Luna. Encima se asienta el templete sobre cuatro columnas finalizados en pináculos góticos como el propio templete. También están decoradas las esquinas del soporte de las columnillas.

Detalle del remate del rollo de Castillo de Bayuela

El segundo rollo es el de Montesclaros, es gótico y también está construido en granito pero en este caso el fuste es de tambores superpuestos y sobre el último de ellos esculpido el escudo señorial de los Mendoza, señores también de esta villa. También tiene una inscripción posterior del siglo XIX. Su localización primitiva no es la actual en la plaza mayor de la localidad.

Faltan dos de los canecillos y los que quedan están muy erosionados. El pináculo final es sencillo con una banda o collarete de decoración gótica bastante erosionada y pináculo ya muy redondeado. Como otros rollos está rematado con un vástago metálico que pudo haber sido una cruz.

Rollo de Montesclaros
Detalle del rollo de Montesclaros

El tercer rollo que hoy traemos a esta web es el de Pelahustán. Se trata de un monumento de aspecto sumamente fálico erigido en el siglo XVII cuando este pueblo se independiza de Escalona, cabeza del señorío. El material con el que está elaborado es granito. En el último peldaño se encuentra una inscripción con la fecha de su instalación.

Rollo jurisdiccional de Pelahustán

Es muy sencillo con cuatro pequeños canecillos que sobresalen al final del fuste que es de una sola pieza. Se erige sobre un basamento de planta cuadrada de cuatro gradas, cinco antes del enlosado de la plaza.

Remate del rollo de Pelahustán

CONJUNTO DE HORNOS DE CAL DE MONTESCLAROS, Patrimonio comarcal en peligro 4

CONJUNTO DE HORNOS DE CAL DE MONTESCLAROS, Patrimonio comarcal en peligro 4

Horno de cal de Montesclaros y casilla de los caleros

FICHA DE BIEN EN PELIGRO

Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo

Denominación.-

Caleros de Montesclaros

 Término Municipal.-

Montesclaros

 Situación.-

En torno al camino que se dirige hacia el sur desde Montesclaros para darles servicio. Parte de la ermita de San Sebastián

Vetas calizas del terreno cercano a los caleros y piedra caliza extraída para el horno

Categoría.-

Bienes inmuebles de interés etnográfico

 Descripción del Bien.-

Los hornos de cal o caleros tienen la estructura de pozos elevados sobre el terreno de hasta cinco metros de profundidad con una anchura máxima también de unos cinco metros y que se construían con mampostería granítica unida con barro. Por una pequeña abertura inferior, la boca de dar fuego, se cargaba de leña fina de jara o retama, la llamada» hornija“. En la parte inferior del horno, un saliente del muro en forma de repisa servirá para «encañar» la piedra caliza, es decir colocarla en forma más o menos abovedada para que pueda absorber bien el calor de la hornija.

La piedra se obtenía con picos y almadanas de las vetas cercanas, cuya explotación da al entorno un curioso aspecto. La cal cargada en caballerías se llevaba a toda la comarca de Talavera y Gredos para «enjalbegar» o blanquear las paredes, ya sea con finalidad estética, o higiénica pues, por ejemplo, después de la muerte de algún familiar también se blanqueaban al menos las habitaciones que había ocupado,  y además para dar claridad a las pequeñas puertas y ventanas o, por el contrario, para repeler de los muros la fuerte insolación de nuestro clima. También se hacía con ella la argamasa que se utilizaba en la construcción, antes de la generalización del cemento.

Hasta veinte de estos hornos podemos observar en el camino, cada uno con su nombre propio: Carlos Chato, Campana Gorda, Cosa Mala y otros sugerentes apelativos que recuerdan el tiempo en que la actividad de aprovechamiento de la cal era un componente fundamental de la economía de las gentes de Montesclaros.

Se da la circunstancia que las canteras de mármol situadas en su entorno fueron utilizadas entre otras para esculpir las imágenes de las Fuentes de Cibeles y Neptuno en Madrid

Frontal de un horno calero con la boca de dar fuego en medio y dos alacenillas laterales

 Cronología principal.-

Indeterminada

 Protección legal.-

La genérica de la normativa autonómica y estatal para este tipo de elementos

 Propietario.-

Diferentes propietarios privados

 Valoración del Bien.-

  • Valor histórico y etnográfico

Principales riesgos apreciados.-

Deterioro por encontrarse a la intemperie sin utilización ni mantenimiento

 Bibliografía de referencia.-

  • Rodríguez Albarrán, E.  Montesclaros, cinco siglos de vida. Toledo 1983
  • Rodríguez Albarrán, E. La Cibeles y Neptuno llegaron de Montesclaros. Toledo, 1986
  • Méndez-Cabeza Fuentes, M. 115 Excursiones desde Talavera. Talavera 2012
Otro de los hornos caleros de Monesclaros en su entorno de dehesa

EL GUADYERBAS ALTO Y MEDIO

Visitamos hoy el tramo alto y medio del río Guadyerbas con su paisaje y patrimonio. En parte recorrido por el mármol de Cibeles y Neptuno

El primer tramo del Guadyerbas discurre saltando en chorreras y casacadillas
El primer tramo del Guadyerbas discurre saltando en chorreras y casacadillas

El río Guadyerbas nace en El Piélago, lugar del que hablamos en otro capítulo. Es en este hermoso paraje donde el Padre Juan de Mariana habla de las mil fuentes que manan entre las cumbres de la Sierra de San Vicente. En aquellas umbrías se acumulaba la nieve en hondos pozos donde se llevaba en bolas o en caballerías y se helaba para luego dar buenos beneficios a los frailes del convento. Allí comienzan a unirse los regatos del deshielo entre prados frescos y tupidos rebollares donde hay una zona de esparcimiento y un campamento.

Es uno de los parajes más amenos de la comarca. Este río de resonancias árabes, “río de las hierbas” antes de despeñarse por chorreras hacia la presa pasa entre un conjunto de tres molinos de agua de los que uno de ellos es casi monumental pues tiene todo el edificio y el cubo fabricados en buena sillería. El primero es curioso porque mediante una presa que recorre la ladera recoge los regatos y el agua de escorrentía para mover después los tres artificios.

Estamos pues en el naciente del río Guadyerbas, y si es época lluviosa podemos dar un breve paseo por sus orillas viendo cómo desciende con bonitas chorreras y pequeñas cascadas.

Vale la pena también acercarnos a la presa y disfrutar del paisaje de su lámina de agua rodeada de robledales.

Presa del río Guadyerbas en Navamorcuende
Presa del río Guadyerbas en Navamorcuende rodeado de robledales y pinares

El río va descendiendo hasta un agradable lugar situado a sus orillas. En este paraje rodeado de fresnos y praderas se encuentra la ermita de Nuestra Señora de Guadyerbas, hoy convertida en pajar y de la que al menos desde el siglo XIII existen referencias históricas. Siempre tuvo fama la Virgen que acogía de buena intercesora para la lluvia: “Virgen de Guadyerbas, la hierba no nace/ y los corderitos se mueren de hambre/ Virgen de guadyerbas, la del manto azul/ enviadnos agua para todo el común”, como decían los lugareños en unas coplillas. Es en realidad la iglesia de una antigua aldea hoy despoblada, como sucedió con el también cercano lugar de Parraces, del que cuentan que fue abandonado porque alguien envenenó sus aguas.

Ermita del Guadyerbas cerca de Sotillo de las Palomas
Ermita del Guadyerbas cerca de Sotillo de las Palomas

El paisaje es sumamente agradable mientras vamos descendiendo el Guadyerbas: alcornoques de gran porte, tupidos encinares que se pierden en el horizonte,  ejemplares aislados de quejigo y de roble que enmarcan las praderas y cercados, y que nos hablan de una actividad mayoritariamente ganadera.

Junto al casco de Sotillo se mantienen las ruinas de un molino que funcionó durante un tiempo con una máquina de vapor cuando el caudal era escaso. Eran tiempos de escasez en la posguerra, pero el gasto de leña era tal que el invento fracasó. Va descendiendo el río junto a un cerro donde se halla una atalaya medieval en el paraje de Torrejón.

Molino en Guadyerbas junto a Sotillo
Molino en Guadyerbas junto a Sotillo
Grandes fresnos junto al Guadyerbas
Grandes fresnos junto al Guadyerbas

Paralelamente al río discurre la Cañada Leonesa Oriental. El paisaje es encantador, entre berrocales, prados y bosque mediterráneo solitario. La única compañía que se suele encontrar es el ganado bravo que en ocasiones pasta en las fincas colindantes por lo que debe caminarse con precaución.

Desde Montesclaros baja hacia el río la Ruta de la Cal que va uniendo los hornos en los que se cocía la cal, producto característico de esta localidad con el que se blanqueaban las viviendas de la comarca y se hacía la argamasa para utilizarla en la construcción.

Allí mismo se encontraba una cantera de mármol cuyos filones, fueron aquellos de los cuales en 1779 se arrancaron las moles de piedra con las que se esculpirían las esculturas de Cibeles y Neptuno de Madrid. Desde estas viejas canteras se observan otras más modernas todavía en explotación. Bajamos por el camino hacia el río continuando el mismo recorrido que siguió la materia prima de los emblemáticos monumentos madrileños, llegamos al Guadyerbas. Por su cauce se arrastraron sobre su arena los grandes bloques de mármol con el que se harían las dos esculturas hasta Velada para luego ser llevados hasta Madrid por un capataz con el significativo nombre de Pedro de la Paliza.

Podemos destacar en el recorrido otros dos viejos molinos desde hace mucho abandonados y una cercana Venta que daba servicio a los ganaderos trashumantes.

Nolino posiblemente romano junto a Riolobos
Nolino posiblemente romano junto a Riolobos

La cañada nos lleva hasta el Riolobos, un afluente del Guadyerbas que discurre por los términos de Mejorada y Velada. En sus riberas hubo también población romana y medieval, de las que sólo nos quedan algunos muros cubiertos por los sauces y el cubo de un antiquísimo molino que ya se nombra en documentos de principios del siglo XII, aunque los restos arqueológicos del entorno y el aspecto de su argamasa ha llegado a hacer pensar a algunos en el posible origen romano de ese artificio. Casi enfrente, pero en la otra orilla se encuentra el molino Burdías, único ingenio de la provincia que funcionó mediante una gran rueda gravitatoria de cangilones y siete metros de diámetro, parecida a la de las norias, que movía sus piedras, aunque hoy ha sido adaptado como vivienda.

La desembocadura de Riolobos en el Guadyerbas está cubierta de sotos muy frescos y agradables entre los que podremos practicar la pesca de bogas y barbos que suben en gran cantidad en las primaveras lluviosas. El Baldío de Velada con sus arenales comienza aquí, pero de ello hablaremos mañana.