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PASEANDO EL REAL DE SAN VICENTE Y SU ENTORNO

PASEANDO EL REAL DE SAN VICENTE  Y SU ENTORNO

Prados y enebrales desde el Cerro del Oso

El Real de San Vicente debe su nombre a que en el siglo XIII, el rey Alfonso VII asentó sus “reales” con su campamento de tropas en el solar que luego ocuparía este pueblo. El apellido de San Vicente se debe obviamente a la tradición de la estancia de los santos mártires Vicente, Sabina y Cristeta  en la cumbre del cerro del mismo nombre que en la excursión visitaremos.

Restos de la muralla del castro vettón de cerro del Oso

El Real mantiene todavía en pie algunos rincones de arquitectura popular con sabor serrano , especialmente en la parte alta del pueblo.

Arquitectura popular de El Real de San Vicente

Es de interés su iglesia parroquial que tiene la estructura habitual  de las iglesias de esta sierra vinculadas al obispado de Ávila hasta los años cincuenta, levantadas todas ellas en mampostería y sillería graníticas.

Carnaval en el Real de San Vicente

Son de destacar sus carnavales y las fiestas de verano que como tantos pueblos del entorno celebran corridas de toros en sus plazas.

En sus alrededores debemos destacar los hermosos castañares dignos de visitar en otoño por su colorido impresionante. Por otra parte, cualquiera de las sendas caminos y callejas del entorno del pueblo que pueden hacernos disfrutar de paisajes amenos entre encinares, prados y enebrales.

Castañares en El Real de San Vicente

El cerro del Oso, sobre el que se encuentra un antiguo castro vettón  con restos de murallas y viviendas y con algunos grabados rupestres aislados de la Edad del Bronce.  Se accede por un camino que sale frente a la gasolinera y después podemos subir por la loma norte de este cerro que domina sobre el caserío y desde donde podemos disfrutar de unas vistas magníficas.

Fuente en el entorno de El Real de San Vicente

En la Garganta Tejea, a la que se llega también por un camino que sale junto a la gasolinera, se encuentra la garganta Tejea, donde se encuentran varios molinos de agua con un peculiar receptor de tubo. Otros molinos están en el propio casco urbano. También se ha restaurado un lavadero y hay algunas fuentes pintorescas, además de los Baños de la Pólvora, un balneario popular donde los vecinos iban a quitarse sus dolores y reumas.

Fachada occidental de la iglesia de El Real de San Vicente

El patrimonio de El Piélago lo describiremos en otra ruta.

COMENZAMOS EL GUADYERBAS POR SU NACIMIENTO EN EL PIÉLAGO

COMENZAMOS EL GUADYERBAS POR SU NACIMIENTO EN EL PIÉLAGO

La vegetación del Piélago, variada y pintoresca

Un piélago es un lugar abundante en aguas; un sitio que posee una característica ambiental muy determinada por la presencia del líquido elemento. En la Sierra de San Vicente existe uno de estos lugares que se conoce por ese nombre: “El Piélago”.

Habitado desde antiguo, está situado entre las tres cumbres principales de la pequeña sierra entre el cerro de San Vicente, Cruces y Pelados. Es un terreno apacible y hermoso, umbrío, fresco y cargado de connotaciones mágicas. La abundancia de aguas del Piélago -solo en el cerro de San Vicente se contaban hasta ochocientas fuentes en el siglo XVIII-, y la mediana elevación, suavizan el clima y hacen posible una vegetación en la que abundan castaños, robles, pinos y hermosas y frescas praderas.

El Guadyerbas en las chorreras de su nacimiento en el Piélago

Del Cerro de San Vicente hay numerosas referencias históricas, y ateniéndose a la cronología, hay que señalar que la cerámica antigua encontrada en la cumbre se remonta a la Edad del Bronce. Hay restos de castros en esas alturas, algunos de ellos amurallados como el del Cerro del Oso.

El famoso historiador alemán Schulten, identificaba esta elevación con el “Mons Veneris” de los romanos, basándose en hecho de que Viriato se ocultara en una sierra con olivos, que dominaba el Valle del Tajo. Este Monte de Venus ha probado su romanidad con una serie de hallazgos que se encuentran documentados desde el siglo XVIII.

El Piélago y la sierra de San Vicente fueron famosos por sus fuentes

El mismo Juan de Mariana comprobó en viaje a estas alturas que “encima de la tierra permanecen algunas abujas y sepulcros de piedra. Una con su inscripción romana que dice así: “TOGOTI LUIBIUS PRISCUS E. S. VOTA”

Por ello nuestro paisano historiador deducía que allí hubo culto a algún dios autóctono y así lo señala juzgando “haber señales de que en este sitio hubo culto idólatra a la falsa Diana, que fingió la gentilidad por tutelar de los bosques». Actualmente, los investigadores do estos asuntos consideran que la inscripción está dedicada a algún dios local, como ya se ha dicho, que podría haberse llamado TOGOTE. Otros aseguran que el dios habría estado relacionado con el comercio.

Robledaes del Piélago bajo el arco iris

Hay una descripción muy bella del Piélago y la Sierra de San Vicente del talaverano Juan de Mariana, padre de las ciencias históricas en España que podéis ver en el enlace adjunto de otra entrada de este blog.

https://lamejortierradecastilla.com/wp-admin/post.php?post=656&action=edit

El paisaje vegetal es sorprendente: robles, castaños, pinos, encinas, enebros adornados con helechares, espinares escobas y prados, con una flórula de lo más variada.

La flórula del Piélago es muy variada

POZOS DE NIEVE DE EL PIÉLAGO, Patrimonio en peligro 15

POZOS DE NIEVE DE EL PIÉLAGO, Patrimonio en peligro 15

Existen en el entorno de El Piélago otros dos pozos en peor estado aún que el que traemos aquí, uno está  en término también de El Real de San Vicente y el otro en el de Hinojosa.

FICHA DE BIEN EN PELIGRO

Pozo de nieve de El Piélago cubierto de hiedra en su interior

Denominación.-

Pozo de nieve de El Piélago

 Término Municipal.-

El Real de San Vicente

 Situación.-

Junto al camino de los repetidores en su extremo sur cerca de la carretera del Piélago.

 Categoría.-

Bien inmuebles

Vista del pozo de nieve desde el muro sur donde se ve el cerro Cruces al fondo con los repetidores

 Descripción del Bien.-

Cuando hemos avanzado unos cien metros desde la confluencia del camino de los repetidores con la carretera del Piélago se observan unos gruesos muros derruidos a la izquierda y vemos que se trata de uno de los tres pozos de nieve donde los frailes del convento cercano y otros propietarios posteriores explotaban la nieve recogida en el entorno y conservada en el pozo, constituyendo una de las mayores fuentes de ingresos para el cenobio. Los otros dos pozos son de menor entidad, más deteriorados y cubiertos de vegetación.

Fue la única forma de refrigeración hasta finales del siglo pasado y de ahí su interés económico. Con ella se hacían también medicamentos pues se creía en su poder curativo, además de los primeros helados ya documentados desde el siglo XVII.

Alzado del exterior y sección del pozo de nieve de El Tiemblo, muy similar al de El Piélago

Se rodaban bolas de nieve que se acumulaban sobre una parrilla de troncos en el fondo para poder evacuar mejor el agua por un orificio del fondo. La nieve se iba apisonando intercalando capas de paja, helechos etc . se bajaba al pozo por una escalera hecha de palo o mediante bloques de nieve apilados formando escalones.

La nieve era  trasportada en caballerías hasta Talavera y pueblos colindantes en recipientes de corcho o en serones y durante la noche, para tener así menos pérdidas.

Reproducimos la planta y el alzado de un pozo muy similar que se ha reconstruido en el Tiemblo y que además tiene medidas similares. Como se ve el pozo estaba cubierto y había otro edificio anejo para vivienda de los servidores de la instalación.

Plata del pozo de nieve de El Tiemblo, similar al de  El Piélago

 Cronología principal.-

Siglos  XVII

 Protección legal.-

La normativa genérica de protección autonómica y estatal

Propietario.-

Mancomunidad de pastos

 Valoración del Bien.-

  • Valor histórico
  • Valor etnográfico

Principales riesgos apreciados.-

  • Riesgo de deterioro de muros y cegamiento del pozo.

 Bibliografía de referencia.-

Otro de los pozos de nieve de El Piélago en este caso en término de Hinojosa