Vamos a seguir descendiendo el río por el último tramo, el más llano, arenoso y plácido que, aunque está sitiado por urbanizaciones abusivas, mantiene un bosque de ribera que sorprende por su gran belleza. Densas alamedas naturales o repobladas, alisedas y fresnedas que se prolongan por los arroyos tributarios y saucedas que festonean el cauce hacen muy agradable el paseo por la zona contemplando las arboledas y las viñas silvestres y el lúpulo y las hiedras que trepan por sus troncos y ramas. Incluso hay algunas zonas pantanosas con pequeñas pozas en la zona de El Casar. En la orilla izquierda discurrimos por el término de Nombela, y otros pueblos ya en el ámbito de la Sierra de San Vicente de los que hablaremos en otros capítulos. En la orilla derecha se encuentran otras dos poblaciones que pertenecieron al señorío de Escalona.
Hormigos es una pequeña aldea del señorío de Escalona cuya iglesia es del siglo XVII, construida en ladrillo pero con una parte granítica con restos de una espadaña de mayor antigüedad. Encontramos en un paseo por el casco algunas casas de arquitectura tradicional de interés.
Río abajo nos encontramos con El Casar de Escalona que antiguamente se llamó El Casar de Alberche. Los lugares hoy despoblados de El Bravo al sur, y Hortúm Sancho, junto al río, estuvieron en el término de El Casar, que cuenta con poco patrimonio histórico en su casco urbano. Su iglesia parroquial está construida en ladrillo y canto rodado, destacando la torre y los aleros de ladrillo aplantillado del ábside y el crucero. También tiene cierto encanto la ermita de San Roque a las afueras del pueblo.
Podemos recorrer las riberas por un camino paralelo al río hasta llegar al reculaje del embalse de Cazalegas. Muy cerca se encuentra la pequeña localidad de Cardiel de los Montes, cuyo nombre han relacionado unos eruditos con los cardos y otros con los jilgueros (“carduelis” en latín). Es lugar que se sitúa junto a un antiguo vado del Alberche al que protegía la atalaya que da nombre a una urbanización cercana. En esta zona el río se remansa y es agradable navegar en piragua entre sus saucedas y carrizos. Perteneció el lugar al marqués de Navamorcuende hasta que se independizó judicialmente con el privilegio de villazgo que es simbolizado por el magnífico rollo erigido en la plaza.
En las relaciones de Felipe II se dice que los vecinos consideraba a Cardiel el pueblo más antiguo de la zona y que había un despoblado con ruinas de una iglesia en el lugar llamado Casas del Bispo. En ese mismo documento se describe así nuestro río: “Que cerca de dicha villa pasa un río que tiene por nombre Alberche, el cual de invierno es muy caudaloso y de verano tiene poco agua, el cual no tiene frutales en las riberas, ni árboles algunos, ni otro aprovechamiento que el abrevadero de ganados, porque la dicha ribera son grandes barrancos. El río por la parte de la villa no tiene puente ninguno sino una barca que es del señor don Enrique, en el que llaman puerto de Atacón. En dicho río se crían bogas, y barbos y peces más pequeños que se pescan con mangas y cestos y, en tiempos de desovadero, con atarrayas para la rexaca”.
En el lugar ribereño de El Rincón hay un paraje en el que las praderas llegan hasta el río y las gentes acuden a disfrutar de un buen día en el campo. También hay en el pueblo dos viejas fuentes, la del Arco y la Fuentona.
La iglesia se construye en varias fases que comienzan en el siglo XIV y conserva tallas de antiguas como las de Santa Brígida, San Gregorio o San Benito
LA EXCURSIÓN
El recorrido que planteamos para conocer estos pueblos y los parajes de su entorno parte del puente de la carretera que une la Nacional V con Cardiel de los Montes cuando cruza el Alberche. Un poco antes de llegar al río sale un camino que nos llevará paralelamente al cauce, aunque nos podemos acercar al mismo por caminos trasversales que a veces se dirigen a antiguos vados.
Es el caso del vado de San Benito por el que si el río no lleva mucho caudal podremos cruzar a la otra orilla con facilidad para dirigirnos hacia Cardiel a través de un paisaje de hermosas dehesas y sotillos de fresnos que festonean los arroyos.
Desde Cardiel podremos bajar de nuevo hasta el Alberche por la carretera o por un camino paralelo a la misma que nos lleva hasta el reculaje del embalse de Cazalegas. Allí cerca podremos visitar el paraje de El Rincón.
Si no podemos cruzar el Alberche la alternativa es subir hasta El Casar de Escalona para después volver por los caminos y cordeles indicados hasta nuestro punto de partida, aunque este es un recorrido mayor, recomendable en bicicleta o todoterreno pues son unos 30 kilómetros.
Recorrido aproximado primera parte 15 kilómetros, 4 horas. Segunda parte treinta kilómetros.