UN CUADRO DE 1610 QUE REPRESENTA EL RÍO Y
EL PUENTE VIEJO DE TALAVERA
Debemos a Alberto Loarte Prieto un interesante artículo en el que desvela el descubrimiento de un cuadro del pintor Jan Brueghel el Viejo que representa de forma muy idealizada el puente Viejo de Talavera que vamos a comentar. Tanto éste cuadro como otra versión alegórica del mismo se encuentran en el museo del Louvre de París.
Se trata de un óleo sobre cobre de pequeñas dimensiones (28cm x20,5cm) que representa el puente visto desde lo que hoy sería la calle Puerta del Río con numerosos personajes y un gran trasiego de gentes y ganados en torno a la entrada del mismo. La escena ha sido idealizada ya sea porque el pintor, si es que estuvo en Talavera, lo pintó de memoria o porque se basara en algún grabado anterior.
A la izquierda aparece un edificio de considerable altura que aunque está rematado con una pequeña espadaña, podría representar los molinos que antiguamente aprovechaban la corriente bajo el primer ojo del puente. También podría tratarse de alguna edificación pública que controlaba el paso y del puente y el cobro del pontazgo como más tarde estuvo la casilla de peones camineros.
No es extraño ver a los caballeros bajar hasta el río con sus caballerías pues antiguamente había rampas a los dos lados del puente para hacer más accesible el paso de ganados a la orilla, incluso aparecen en las fotografías del siglo XIX de Cliford. En las épocas de estiaje y sobre todo si estaban abiertas las compuertas de la azuda de los molinos de Abajo el agua bajaba de nivel y debido a la gran anchura del río en este tramo y la escasa profundidad podían los animales pastar en las islas.
Se representan comerciantes y arrieros con sus mercancías, frailes y viandantes. El puente se encuentra muy idealizado, con sus arcos más altos y estilizados, aunque sí que se percibe algún arco arruinado como era habitual en nuestro puente siempre en precaria situación por su asiento arenoso y las crecidas. No se dibuja sin embargo el quiebro que hace el puente con sus tres primeros arcos siguiendo el primitivo trazado romano. El Cerro Negro se representa como una pequeña cordillera montuosa con vegetación abundante y no como la línea de terrazas y barrancas que es en realidad.
El pintor nació en Bruselas, fue hijo de Peter Brueghel el Viejo y amigo de Rubens con quien colaboró en la realización de algunas obras por su dominio de la pintura de bodegones y vegetales. Estudió en Amberes y viajó a Italia donde obtuvo reconocimiento por su obra mientras estuvo al servicio del cardenal Federico Borromeo. Vuelve a Amberes y en 1609 es nombrado pintor del Archiduque Alberto de Austria y la Infanta Isabel Clara Eugenia a quienes Felipe II concede el gobierno de los Paises Bajos por ser ella hija del Rey prudente e Isabel de Valois. El cuadro se pintó en 1610, cuando el pintor flamenco llevaba residiendo 12 años en Amberes. Es fácil por tanto que Brueghel no estuviera jamás en Talavera pero sí estuvo sin duda su señor el archiduque cuando entre los años 1585 y 1598 era arzobispo de Toledo y por tanto señor de Talavera cuya residencia era el alcázar talaverano desde donde precisamente se contemplaba el escenario que aparece en el cuadro. Puede que entre el patrimonio o los recuerdos del archiduque hubiera algún cuadro o grabado que sirviera de modelo a esta pintura de Brueghel.
Existe también en el Louvre otro cuadro de tema alegórico muy curioso pintado al óleo sobre cobre en una plancha circular. Representa el mismo puente de Talavera pero a la izquierda de él se ha pintado sobre una elevación el templo de la Sibila de Tívoli. La sibila es una profetisa mitológica que tenía uno de los templos principales en esta ciudad cercana a Roma que aparece esquemáticamente pintado. En este cuadro se reflejan junto a personajes que deambulan por el puente con mercancías, frailes y jinetes que bajan al río a dar de beber a sus caballerías, algunas figuras femeninas y lo que parece un monje que bendice a los transeúntes rociándoles con agua mediante lo que parece una rama.
También se percibe una empalizada a la derecha del puente y una especie de cobertizo de un mesón a la izquierda con un personaje sentado bebiendo. Se diferencia también del otro cuadro en que en el río se ve una barca y que en el otro extremo del puente se ha dibujado una edificación.