RUTA DE LAS ATALAYAS ( y 2) MEJORADA Y EL CASAR
A continuación nos dirigiremos hacia Mejorada por la carretera, con unos dos kilómetros de recorrido. Preguntamos por el camino del castillo y nos dirigimos a él, haciendo un alto en esta pequeña fortaleza que fue residencia de los Señores de Mejorada y que probablemente estuvo previamente habitada por los árabes. Siguiendo el mismo camino hacia el sur, sobre un cerrete que se encuentra al otro lado del castillo, se erige la atalaya de Mejorada, la menos conocida de las que hoy veremos, por ser una pequeña torrecilla de observación de algo más de dos metros de altura.
En el entorno de ese mismo cerro se encuentran un puentecito medieval y la llamada fuente de la Mora. A la salida de Mejorada, encontraremos en nuestro recorrido una ermita. La iglesia también es porticada y conserva buena azulejería talaverana del siglo XVI. Los dos pueblos vecinos, Segurilla y Mejorada, mantienen algunos edificios de arquitectura vernácula en mampostería con muros blanqueados total o parcialmente.
Desde Mejorada tomamos el camino de Gamonal, y por él continuaremos hasta dar vista a la atalaya que se yergue sobre el cerro Malojo, que es quizá la mejor conservada. En ella pueden observarse los huecos donde se sostenían las vigas de la escalera y los pisos de madera del edificio. Como en la otra atalaya, la puerta se encuentra elevada. En los alrededores de la torre todavía se pueden ver derrumbes y muros de los edificios donde probablemente habitaba la guarnición.
Bajamos de la atalaya otra vez hacia el camino de Gamonal, continuamos por él y como a un kilómetro, a la derecha, se encuentra la ermita de la Encarnación, una de las iglesias más antiguas de la comarca (s.XIV), ya que fue la parroquia de la antigua población de Gamonal que al venir tiempos más seguros y ante la escasez de agua del lugar, se despobló porque descendieron sus habitantes al actual emplazamiento. Acabamos bajando a Gamonal para dirigirnos desde allí por la carretera hasta Talavera. Si vamos andando, podemos volver también en los autobuses urbanos que van hasta este pueblo y así nos ahorraremos diez kilómetros de marcha.
En el camino, sobre todo en el último tramo, hemos venido entre encinas y enebros, y también podemos encontrar algún zorro (no en vano se les llama zorreros cariñosamente a los habitantes de Mejorada). Desde las atalayas no es raro contemplar rapaces sobrevolando los vallecillos en busca de sus presas.