PASEO POR LAS FUENTES DEL TIÉTAR
Comenzaremos nuestro recorrido en la desviación de la carretera que sube desde la zona del naciente del Tiétar hasta el pueblecito serrano de Casillas. Muy cerca se encuentra el embalse de Los Morales que recoge las aguas de la garganta de El Castañar, que vierte sus aguas hacia el Alberche pero que se encuentra en un paraje de gran belleza con un tupido bosque de castaños que se corresponde simétricamente en la vertiente norte de la sierra con el bosque de castaños de El Tiemblo.
Podemos recorrer el camino que circunda el embalse en un agradable paseo, para a continuación ascender por la carretera hacia Casillas. Recorridos aproximadamente dos kilómetros y medio, tomaremos un camino que desciende hasta la ermita de San Marcos, de reciente construcción, pero que da vista a una hermosa panorámica del valle del Tiétar en su cabecera, con una fuente cercana en la que podemos refrescarnos.
Ephippiger ephippiger La chicharra alicorta es un insecto de gran tamaño, de coloración verdosa predominantemente, aunque podemos encontrar animales más marrones.
Es característico de la chicharra alicorta el gran escudete del cuello que se encorva hacia atrás y que protege las alas.
Unos doscientos metros antes de llegar a la ermita, parte un camino hacia la derecha que nos lleva en un breve recorrido de otros doscientos metros hasta la laguna de Colinar, que tiene junto a ella otra pequeña lagunilla. Ambas han sido represadas para abastecimiento y son un paraje agradable.
Desde la ermita podemos seguir el camino hasta una nueva presa, la que embalsa las aguas de la garganta de Pajarero, la primera tributaria del Tiétar. Antes de llegar a ella parte un camino hacia la derecha que nos lleva hasta las zahúrdas de la Cancha, una curiosa construcción ganadera techada con falsa bóveda de granito y dispuesta en forma de “U”.
Restos de un molino en la ruta de los molinos aludida en el texto
Desde el muro de la presa parte la llamada Ruta de los Molinos que, subiendo por la orilla izquierda de la garganta, pasa por viejas instalaciones molineras en ruinas durante un trayecto de dos kilómetros.
En la orilla derecha del embalse se encuentran los parajes de El Canto de La Mora y el Castrejón, dos elevaciones con nombres de reminiscencias arqueológicas situadas en un bosque de pinos, a donde se accede mejor desde la carretera que desciende desde Casillas hasta Sotillo de la Adrada según indica el plano.