En el siglo XIV Alfonso XI debía frecuentar estas tierras porque a la sierra de La Estrella la nombra en su Libro de la Montería como “Real Monte”. Aún quedan restos de una casa señorial de los Caballeros de Calatrava sobre cuya portada se conserva la cruz de la orden militar. Otra gran cruz se encuentra en el interior de la propia iglesia. Existió un hospital en el pueblo que sin duda alojó a muchos de los peregrinos que iban camino de Guadalupe, ya sea por el camino que vamos recorriendo, o bien conectando con el Camino Viejo mediante un camino que va desde La Estrella a Carrascalejo.
La parroquia madre de esta zona de La Jara se situaba en el actual despoblado de Santiago de Zarzuela en Aldeanueva de Barbarroya pero, arruinada en época temprana y despoblado el lugar, pasó esta preeminencia a la iglesia de La Estrella de la que llegaron a depender hasta doce templos jareños. Tal vez por esta circunstancia es uno de los escasos templos que tienen cierta monumentalidad en esta humilde comarca. Se construyó bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción y se compone de tres naves. Su capilla mayor está cubierta por un alfanje octogonal con lacería mudéjar tardía en forma de estrella, las naves están cubiertas por un sencillo artesonado
Las dos portadas son platerescas y de cierta calidad. La del norte está porticada y la del sur o “del Sol” es de medio punto con frontón y un escudo en su interior. Las ventanas y las cornisas delatan su estilo gótico aunque de transición al renacimiento. El templo fue construido en el siglo XVI y se sitúa sobre una pintoresca elevación desde la que se puede contemplar una hermosa vista de la sierra y el pueblo,. La imagen de Nuestra Señora de la Asunción fue realizada, según Miguel Ángel Reviriego, por el artista de La Calzada de Oropesa don Nicolás Soria Tirado, alumno de Benlliure y amigo de Julio Romero de Torres que la talló en los años cuarenta.
Vale la pena dar un paseo por el pueblo observando la bonita arquitectura popular de pizarra a veces blanqueada. Junto a Campillo de la Jara, tal vez sea éste el pueblo que conserva en mayor grado las construcciones tradicionales, aparte de algunas casonas de interés. Son curiosas algunas ventanas con un cubreaguas de pizarra sobre el dintel, los esquinazos de algunos edificios rematados en paredes curvas o la entrada de una vivienda con un engorronado de piedra rodada formando dibujos geométricos delante del portal. En el entorno del pueblo se reparten graciosas fuentes cubiertas, pozos y chozos.
Siempre habrá algo de comer en los bares de la localidad. En cuanto a la artesanía existe una asociación en la que se pueden adquirir bordados elaborados en el pueblo con diseños tradicionales de Lagartera.
La fiesta principal se celebra el 15 de Agosto y está dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. Es el típico festejo veraniego de nuestros pueblos.