NUESTRA COMARCA INDIGENTE

NUESTRA COMARCA INDIGENTE

Artículo publicado en La Voz de Talavera del 24-7-2017

Hace poco saltaba a los medios la noticia de que Illescas y por tanto Toledo y el corredor con Madrid se verían beneficiados por la implantación de la empresa Amazon con 1200 puestos de trabajo. Es cierto que cada empresa se instala donde le parece, pero las facilidades que da la junta no son lo mismo cuando se trata de Toledo y su ámbito que cuando es Talavera, de donde a veces han sido espantadas empresas no sólo por la incapacidad absoluta y persistente de los diferentes ayuntamientos talaveranos sino por la propia Junta que siempre ha preferido llevarse las grandes empresas a Toledo o Albacete, y hacia allí las ha desviado como es público y notorio.

Y digo lo de la incapacidad de los ayuntamientos talaveranos de PP y Psoe porque legislatura tras legislatura se proponen liberar suelo industrial o comenzar la segunda fase del polígono y nunca trabajan para ello. Ya huele, como van a oler las macrogranjas de cerdos que se quieren instalar cerca de Gamonal para atufar a sus habitantes, a los de El Casar, Velada y el polígono industrial, donde si algún empresario despistado quiere instalar alguna industria agroalimentaria quedará firmemente convencido al aspirar el inconfundible aroma de las balsas de purines como campos de fútbol.

Por supuesto que no estoy en contra de la ganadería porcina, pero busquen otro lugar lejos de núcleos urbanos y del único suelo industrial que tenemos. Lo que yo prefiero imaginarme en esa zona es el puerto seco y sus servicios auxiliares y no granjas con 14.000 cerdos

Y es que cuando no hay harina todo es mohína, y son humanamente comprensibles esas voces que lo justifican por la creación de un puñado de puestos de trabajo de escasísima calidad, dada la situación dramática de muchos parados de la comarca. Pero en este caso puede salir el tiro por la culata.

Tradicionalmente lo único que ha querido traer aquí la Junta han sido bicocas de este tipo, acuérdense de cuando al final del reinado de Bono I, y ya de ministro, se quiso premiar a nuestra comarca al mismo tiempo con el polígono de tiro de Anchuras, una incineradora de residuos en Cazalegas y el cementerio nuclear de Nombela, un bonito pack de porquerías que por unas razones o por otras fueron quedando sin efecto. Por supuesto somos también la ciudad más habitada que sufriría los escapes del cementerio nuclear que se quiere situar en la central de Almaraz, ya de por sí deteriorada y peligrosa.

Pero es que, además, cuando hay un recurso propio que puede aprovecharse, tanto unos como otros lo privatizan para que sean gentes ajenas las que se lleven el beneficio y no nuestra paisanos. Y me refiero a la maravillosa finca de El Dehesón del Encinar que Cospedal quiso directamente vender y Page quiere cedérsela a una empresa privada que luego arrendará los pastos a los ganaderos locales y así el beneficio se lo lleva otro. Como pide el alcalde de Ventas de San Julián, cuenten primero con ellos y déjese tan hermosa dehesa mediterránea para ganadería sostenible de ganaderos locales y aprovechamiento como recurso medioambiental de gran riqueza que es.

En fin, que somos como esos indigentes que cuando ya no tienen ni para un bocadillo venden sus riñones. O su sangre para trasfundir, que en este caso equivaldría a nuestros pobres ríos, cuya lamentable situación también debemos a unos y otros, porque también el de Podemos que va a entrar ahora en el gobierno, a todo lo que se refiere a Talavera no sabe, no contesta y se la repampinfla.

¡Darnos aaargooo!

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