SANTA MARÍA MAGDALENA
María Magdalena es una santa con la que se han confundido a lo largo de la historia hasta cuatro mujeres diferentes: la mujer pecadora que durante una comida en la casa de Simón el fariseo llena de perfume los pies de Jesús y luego los seca con sus cabellos; María de Betania, la hermana de Marta y de Lázaro que recibe a Cristo en su casa y le pide la resurrección de su hermano; la propia María de Magdala curada por Jesús del demonio que la poseía, y por último, también se le han atribuido algunos aspectos de la biografía de María Egipciaca. Se la ha considerado tradicionalmente como la imagen de la pecadora arrepentida y santificada y aunque la iglesia oriental consideró que eran tres mujeres distintas, la occidental las ha considerado la misma.
Su atributo más frecuente es el tarro del ungüento con el que perfumó los pies de Cristo. El pelo muy largo la cubre gran parte del cuerpo. El crucifijo y la calavera en muchas ocasiones, y más raramente el látigo o una corona de espinas son símbolos de su penitencia. Son varios los episodios en los que aparece representada. En primer lugar la de la cena de Simón en la que parece agachada ungiendo los pies de Cristo con el tarro. En ella a veces aparece Judas que se queja del derroche del perfume observando la escena. En casa de Marta y María se la observa escuchando las palabras de Jesús mientras su hacendosa hermana Marta la reprende por no trabajar y Jesús la defiende diciendo que lo que María hace es también necesario.
Otro pasaje muy representado en el arte es el “Noli me tangere” cuando después de la resurrección de Cristo se la aparece y al querer ella tocarle, Él se niega. Otros momentos en los que la santa está presente son el de la resurrección de Lázaro, la crucifixión, el Descendimiento de la Cruz o acompañada de las otras “santas mujeres”.
En el siglo XI, la devoción a la santa en la zona de la Provenza francesa hizo nacer numerosas leyendas, algunas basadas en pasajes de la vida de María Egipciaca, en las que se aseguraba que María Magdalena, Marta y Lázaro en un barco sin vela ni timón arribaron a Marsella y predicaron en el país el cristianismo, bautizando a muchos y retirándose la santa como ermitaña durante treinta años. Siete veces al día bajaban los ángeles y la subían al cielo, donde durante un tiempo observaba la Gloria. También se la ha pintado en su última comunión, administrada también por los ángeles o por Maximino, uno de sus compañeros de predicación.
Encontramos en la comarca dos paneles de azulejos de Talavera que la representan en la cueva como ermitaña, uno de ellos en la parroquia de El Casar de Talavera y la otra en la ermita de Piedraescrita cuyos azulejos fueron cocidos en el siglo XVI.
De hace sólo unos años es un pequeño panel que se sitúa sobre la entrada principal de la parroquia de Garciotún, vestida con túnica, el pelo largo y sosteniendo la Cruz como símbolo de penitencia, y al fondo la iglesia del pueblo, en la que el día 22 de Julio se celebra a la santa con la muy interesante fiesta del Ramo en la que los mozos portan un ramo cónico de hojas y ramas de chopo adornados con frutas y banderas de colores. Se reparten tostones y albahaca y las mujeres cantan canciones de temas no siempre religiosos.
En la iglesia de la Villa de Mombeltrán está representado en azulejos del siglo XVI el momento en que la Magdalena unge los pies de Jesús en la cena de Simón. Sobre la mesa se observa el tarro, un cuchillo y alimentos como pan y queso. Una escena similar se puede ver en la iglesia de Piedraescrita.
Es patrona de los peluqueros, peineteros, fabricantes de perfumes y ungüentos, de los jardineros, de las prostitutas arrepentidas y de las mujeres seducidas. Se la ha invocado tradicionalmente al hacer los ungüentos para que tengan el efecto deseado y también es protectora contra la peste.