LA PORTIÑA DEL SALVADOR EN FOTOS ANTIGUAS
En la entrada anterior conocíamos algunas fotografías antiguas de la Portiña de San Miguel. A partir de la confluencia de la calle Jiménez de la Llave que precisamente viene de la antigua parroquia del Salvador, la calle que discurre sobre el arroyo y paralela al segundo recinto amurallado es la que conocemos como Portiña del Salvador.
Continúa hasta que en la zona del Puente Moris se unía el segundo recinto con el primero junto a la puerta de Mérida en la llamada «cuesta de la Felipota» por donde se accedía a la villa desde el oeste a través de la calle Olivares.
Las mujeres lavaban en el arroyo como se ve en la postal de Ruiz de Luna y desde la calle Olivares los viajeros se dirigían paralelos a la actual carretera hasta la confluencia de la calle San Andrés para luego cruzar el puente Moris hacia la Puerta de Mérida que les daba acceso a la Villa. Antes desembocaba en ella la calle de San Martín, que llevaba ese nombre por situarse en ella una de las parroquias medievales desaparecidas de Talavera, la parroquia de San Martín,
El puente Moris aparece en una foto antigua de Ruiz de Luna y en el dibujo de Van der Wigaerde del siglo XVI. Se dice que el puente tenía ese nombre por un asesinato que se cometió en el lugar en la persona de un francés llamado Maurice.
La Portiña desembocaba finalmente en el Tajo junto al edificio de las hilaturas de la Real Fábrica de Sedas, luego cárcel y finalmente su solar ocupado por el instituto Ribera del Tajo a un lado y la zona de Entretorres al otro. Esa zona siempre fue problemática por inundaciones y vertidos y muladares que se formaban por acumulación de desperdicios. El director de las Reales Fábricas de Seda Juan Ruliére adquirió un olivar ribereño a cambio de canalizar ese tramo de la Portiña, tal vez la canalización que se ve en las fotos anteriores de las láminas 22 y 20 del plan de Ensanche de 1945.
Quién era La Felipota?
Una señora que vivía en una de las casas de la cuesta
la felipota yo la conoci en los años 50 vivia al final de la calle olivares. pasando la salle yo estudiaba en ese colegio. justo donde se juntaban la calle olivares con la calle san esteban a la derecha habia un pequeño taller de uno que arreglaba zapatos, alli comprabamos las gomas para los tirachinas y en frente una casa con un corral grandisimo en una esplanada, esa señora vendia sandias y melones, era una señora vajita pero bastante gorda. cuando mi madre me mandaba a comprar una sandia. me decia que no la yamara felipota que no le gustaba