LA ARQUITECTURA POPULAR URBANA DE MADRIGAL DE LA VERA (1)

LA ARQUITECTURA POPULAR URBANA DE MADRIGAL DE LA VERA

1.-Arquitectura de entramado con relleno de adobe y algo de ladrillo. Quedan tablas que protegían el muro de la humedad

Artículo editado en la Revista de las fiestas de Madrigal de la Vera 2023

Madrigal y otros pueblos de la Vera Alta, como Villanueva o Valverde, son las localidades de la comarca que conservan en su casco urbano un mayor número de edificios de arquitectura vernácula. En el caso de Madrigal, es en las calles más altas del casco urbano donde se mantiene en pie un mayor número de estas construcciones tradicionales. Dejaremos para otra ocasión los elementos de arquitectura rústica del entorno como chozos, secaderos, zahurdas, pajares etc.

2.-Hasta cuatro e incluso cinco alturas tienen los edificios de Madrigal

La arquitectura popular se caracteriza por la utilización de los materiales más inmediatos. Por ello suele ser de gran belleza al mimetizarse con el medio y no desentonar con el mismo. Pero tal vez su característica más especifica es su utilitarismo. Los espacios están destinados no solo a la vivienda de sus habitantes, sino que deben alojar las actividades agropecuarias a las que se dedican. Otro condicionante muy importante es la climatología que en La Vera se caracteriza por una mayor pluviosidad y la suavidad de sus temperaturas. Vemos además en la comarca que los volúmenes se unen unos a otros con cierto caos determinado por su adaptación a los desniveles y a lo tortuoso de sus calles, en las que desde los pisos superiores casi pueden darse la mano los vecinos fronteros. Esos voladizos también protegen al viandante de la lluvia o del sol. Aunque hay que señalar que en Madrigal, salvo el más abigarrado centro histórico, las calles son algo más anchas y paralelas, menos sinuosas, debido al crecimiento del casco hacia arriba sobre la loma en la que se asienta el pueblo.

3.-Los pintorescos balcones y solanas

En La Vera es especialmente abundante la arquitectura de granito por su geología berroqueña, aunque, según la situación del pueblo y la importancia de la construcción, se emplean también el adobe, el ladrillo y en muy poca medida el tapial, que sin embargo sí abunda en las zonas fronterizas de las Tierras de Talavera y el Campo Arañuelo. En las viviendas de Madrigal el granito se emplea más frecuentemente en el piso bajo donde los muros son de piedra ajustada con barro y ripio de lascas graníticas. En las esquinas, jambas y dinteles se emplea la sillería más elaborada por los canteros. La mampostería es la piedra sin retocar, el sillarejo, más frecuente en los muros veratos, es un bloque de piedra levemente trabajado para que así se coloque más fácilmente y dé mejor la cara, pero sin necesitar el mayor trabajo que supone labrar los sillares.

4.-Edificio casi construido completamente en adobe

“El adobe es un ladrillo de tierra cruda o cocida solamente al sol, y mezclado con algo de paja para que se una y consolide», según definición del Diccionario de Autoridades. Los adobes se elaboraban con barro mezclado con paja, frecuentemente de centeno, al que se daba forma con unas gradillas de madera y se dejaban secar al sol. La elaboración del adobe era más frecuente en primavera para evitar el excesivo calor que los resquebrajaba. Ocasionalmente también se fabricaban a finales del verano o comienzos de la otoñada, época en que el clima era lo suficientemente suave. El barro se extraía de lugares apropiados de composición arcillosa y preferentemente de tipo gredoso. aunque debía tener en su composición arena como “desgrasante”, para no ser excesivamente pastoso y no quebrarse con facilidad ante los cambios bruscos de temperatura.

Después de amasarse se mezclaba con paja, generalmente de centeno, y se extendía sobre una era donde previamente también se había esparcido paja que impedía que el barro se pegara al suelo. Era conveniente que el barro así elaborado se oreara a la intemperie al menos un mes, volteándolo en repetidas ocasiones. El paso siguiente era introducir el barro en unos moldes adecuados llamados “gradillas” o adoberos, pasando una tablilla o rasero que eliminara las rebabas. Después de secarse durante dos días se colocaban sobre un lado para que se airearan ambas caras y a continuación se apilaban dejando espacios intermedios para su secado definitivo. Una forma de conservación de los adobes hasta su utilización era cubrirlos de paja para evitar las inclemencias del tiempo. El adobero era un artesano que solía tener otros medios de subsistencia, cobrando los adobes generalmente por unidad.

5.-Los dinteles a veces se decoran con motivos religiosos, la fecha de construcción o escudos

También el barro, mezclado o no, se utilizaba como mortero para unir los adobes o los ladrillos, como masa aglutinante de los mismos, o se empleaba apisonado como suelo de las viviendas más pobres y primitivas, como los chozos, o en las cuadras y dependencias secundarias. Además, se utilizaba mezclado con paja en el enlucido de paredes de tapial, adobe o mampostería. En ocasiones se enjalbegaba.

Aunque podemos encontrar construcciones de adobe en la zona que nos ocupa, es en los valles fluviales y tierras bajas donde la escasez de piedra hace más frecuente su utilización, encontrándonos no solo los doblados y las edificaciones secundarias y de almacén hechas de este material, sino también algunas viviendas completas. En muchos pueblos como Madrigal lo más frecuente es encontrar fabricada en piedra la primera planta y que el doblado sea de adobe, en forma de entramado o no. Los muros sin carga y medianerías están en muchas ocasiones construidas con este material.

6.-En las construcciones más modernas se revocaban las fachadas con barro o con cal y arena. La planta baja es de mampostería y sillares en los huecos y esquinas
Compártelo con el mundo...Share on facebook
Facebook
Share on google
Google
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
Linkedin
Share on email
Email

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *