Explorando la Garganta de Chilla
A esta garganta le da nombre la Peña de Chilla, un risco prominente que se encuentra sobre la cuerda que la delimita por el oeste. Esta zona es conocida también por encontrarse en ella el santuario de la Virgen de Chilla en las laderas. Partimos desde El Raso hacia el castro celta y en la primera curva tomamos una pista que nos conduce por otro camino hasta una explanada donde podemos dejar el vehículo si lo llevamos. Comenzamos a andar por la orilla oeste y pronto nos cruzamos con el arroyo del Chorro, que desciende formando cascadas y chorreras, dos de las cuales se encuentran cerca del camino, arroyo arriba.
En la zona más alta se encuentra una majada hasta la que sube directamente una senda desde la Vega de la Zarza. Pasamos junto a un corral y luego ascendemos algo para pasar por encima de un castañar, hasta llegar a dicha vega de la Zarza en cuyo entorno se encuentran varias majadas y chozos, además de un puente de madera sobre la garganta que es mejor cruzar para seguir por la otra orilla.
Seguimos nuestro camino ascendiendo y, junto a la confluencia de los dos arroyos que bajan en ese mismo lado, encontramos restos de otras majadas. El paisaje comienza a tomar la forma típica de los cauces altos de las gargantas de Gredos con los grandes bloques graníticos rodados y la vegetación escasa que les caracteriza. Llegamos así a la vega del Enebral desde donde la pendiente se hace mucho mayor formando el gran farallón del macizo central.
Podemos volver por una senda muy agradable que llega hasta el mismo santuario de Chilla, junto a la fuente y el altar al aire libre que se encuentra cerca de la ermita. Bajaremos después por el camino indicado hasta el puente de Chilla para subir luego hasta El Raso.
Recorrido aproximado 17 kilómetros, 5horas
Me ha parecido maravillosa , solo estuve hace mucho tiempo visitando la hermita .