ESTANCIAS REALES EN TALAVERA (1)

ESTANCIAS REALES EN TALAVERA (1)

Encuentro de Tarik y Muza

Tarik y Muza, conquistadores musulmanes de España, tuvieron su encuentro en Talavera, y también sabemos que Abderramán III mandó fortificar sus murallas y construir la alcazaba, en la que tantos reyes pernoctarían. Almanzor destruye y saquea Talavera en su expedición y  descansa en el verano del año 997 en nuestra alcazaba durante sus correrías bélicas por Castilla, a su vuelta hacia Córdoba. Yarya Mamún, rey del taifa toledano, se refugia en Talavera cuando es atacado su reino por el rey de moro de Zaragoza, y desde aquí pide ayuda al rey cristiano Fernando I declarándose su vasallo.

El rey astur-leonés don García hace en 911 una incursión en Talavera quemando sus arrabales. Ramiro II también llega hasta Talabayra para enfrentarse a los ejércitos del califa.

En esta vista parcial del dibujo de Van der Wingaerde se ve el alcázar talaverano, donde se alojaban en ocasiones los reyes a su paso por Talavera

Alfonso VI conquista con sus tropas cristianas la ciudad en 1083 y luego debe volver en varias ocasiones al mando de sus ejércitos para enfrentarse a los árabes que intentan recuperar su Talabayra. Lo mismo sucedía con Alfonso VII que gustaba de pasar temporadas residiendo en su Alcázar y cazaba descansando de sus campañas contra los moros. Dicen las crónicas que incluso llegó él mismo en 1152 a presenciar el amojonamiento de los términos de Talavera para trazar las fronteras con señoríos y ciudades colindantes.

Alfonso VIII en su defensa contra los ataques de los benimerines anduvo por las tierras talaveranas y asentó sus tropas cerca de Castillo de Bayuela en un paraje donde luego se asentaría un pueblo que precisamente por esta circunstancia se llamaría El Real de San Vicente. Antes de la batalla de Las Navas de Tolosa en 1212, viene a Talavera Alfonso VIII en demanda de tropas para su lucha contra los moros, los talaveranos piden al arzobispo que la iglesia mayor se haga colegial.

Prados en el entorno de El Real de San Vicente, donde se alojó el ejército de Alfonso VIII

Por diferentes privilegios y cartas firmados en nuestra villa sabemos que Enrique I estuvo en Talavera en 1217. Sancho IV visita Talavera al menos una vez, pero es para destruir los arrabales donde residían los caballeros castellanos que apoyaban a Alfonso X, su padre, en la guerra que ambos mantuvieron.

Alfonso XI da a Talavera en arras a la reina doña María de Portugal cuando se desposa con ella. La Reina pasa aquí algunas temporadas y manda degollar a la favorita de su marido en su alcázar.

El Rey también pasa en ocasiones por nuestra ciudad y en 1329, estando por la comarca, un bandido talaverano llamado Egas Paes se encuentra en Santa Olalla y el rey con sus tropas sale a su encuentro. Se esconden en la galería de un pozo, pero los encuentran y el cabecilla y sus veinticinco hombres son degollados.

Representación de Alfonso XI

El hijo de la influyente y desgraciada mujer, el rey Enrique de Trastamara, pasa en Talavera bastante tiempo durante las guerras contra su hermanastro Pedro I, que también ocupa la ciudad en otros periodos de la confrontación. Tal vez imitando a su padre Alfonso XI, en un gesto simbólico para legitimar su reinado, también Enrique regala la villa de Talavera a su esposa doña Juana Manuela, hija del noble magnate y escritor del mismo nombre.

Juan I permanece con su ejército en Talavera antes de iniciar la guerra con Portugal para conseguir el derecho de su esposa Beatriz al trono de ese reino por ser hija del fallecido monarca portugués. En 1385 pasa otras temporadas en el alcázar en compañía del talaverano arzobispo Tenorio y aquí tiene noticia de que Perafán de Rivera, luego señor de Valdepusa, dominaba el estuario del Tajo en Lisboa. En 1390 vienen su mujer y sus hijos Enrique, el heredero, y Fernando. En nuestra ciudad reciben la noticia de la muerte de Juan I en un accidente con su caballo. El arzobispo Tenorio tiene gran influencia en la época y mantiene con el maestre de Alcántara una alianza contra el arzobispo de Compostela en las luchas internas por el poder durante la regencia. Pero siendo ya monarca Enrique III sigue teniendo influencia con él, que también pasa en su compañía largas temporadas en el alcázar talaverano durante el año 1397 y desde aquí envía cartas al rey de Francia sobre el cisma de la iglesia.

Doña María de Portugal que dio apellido a Talavera en un monumeto de la ciudad.

Juan II tiene durante su reinado varias estancias en Talavera, la primera cuando en compañía de Don Álvaro de Luna huye de nuestra ciudad y del infante don Enrique que le tiene secuestrado. Durante las luchas con los partidarios de su hijo, Enrique IV vuelve a entrar en nuestra ciudad después de conseguir que el señor Oropesa, de la otra facción, abandonara Talavera. Enrique IV visita también en repetidas ocasiones nuestra ciudad, sobre todo cuando viaja a su querido monasterio de Guadalupe, donde más tarde reposarían sus restos.

Enrique IV el Impotente
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