Partimos desde las inmediaciones de la ermita del Cristo de la Sangre y pasada la carretera, vamos entre pinares por los caminos señalados en dirección a la cumbre del Canto del Guarro, desde donde tenemos unas magníficas vistas.
Bajamos en dirección este a través de una pista y discurriendo por un camino paralelo a la carretera, que seguiremos hasta la cercana localidad de Pelayos. A la salida del pueblo, giramos a la izquierda y nos acercamos al monasterio descrito en el texto.
Cogemos después en dirección a poniente la vía abandonada del tren que nos llevará de vuelta por un camino agradable hasta San Martín de Valdeiglesias.
Si lo deseamos podemos antes acercarnos en dirección contraria desde el monasterio al muro de la presa de San Juan, desde donde contemplaremos el embalse y su puerto deportivo.
VALLE DE IGLESIAS…Y ERMITAS
Es San Martín una población en la que debemos destacar su abundancia de ermitas, como si quisieran seguir con la tradición medieval de los eremitorios de Valdeiglesias. La ermita de Ecce Homo se encuentra en la entrada occidental del casco urbano y es de planta cuadrada con pares de arcos apuntados en sus muros. La Virgen de la Nueva es la patrona de San Martín y tiene también su ermita junto al embalse, pues sustituye a la original, sumergida por las aguas, en un paraje rodeado de merenderos y urbanizaciones pero que con sus magníficos pinares hasta la ribera hacen del lugar un objetivo a visitar, sobre todo el día de la romería. Otra ermita es la de la Sangre, que se halla al sur del casco, junto a la carretera, y se edificó en el siglo XVII en estilo gótico con contrafuertes exteriores. La ermita del Rosario destaca por su dintel con motivos renacentistas, pues fue construida en el siglo XV. La ermita de la Virgen de la Salud es del siglo XVII, y la imagen que se guarda en ella y que tiene cerezas en las manos es del XVIII. La del Cristo es más moderna y de menor interés.